ksheratto@gmail.com Tardía renuncia al robo descarado. A Javier Duarte de Ochoa, desde muy temprano empezaron a notarle sus habilidades para la desviación de fondos públicos. Rodeado de colaboradores eficaces para las maniobras sucias, creo figuras “morales” fantasmas para encubrir el inmenso saqueo que se propuso deliberadamente. Su fin: sumir en la más grande ruina política, económica, moral y financiera a Veracruz, estado socorrido en los últimos sexenios por gobernantes corruptos que, gracias a la complicidad de las instituciones locales y federales, han sido exonerados e incluso, premiados con otros cargos públicos. Quienes han vivido de cerca la crisis de esa entidad, no dudan en ofrecer pruebas del vandalismo institucional que encabezó Duarte hasta éste miércoles que decidió presentar licencia definitiva al cargo de gobernador. No ha sido necesario rebuscar en la cuenta pública de cada institución involucrada en el robo, datos y cifras para confirmar las acusaciones e
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