Castellanos Cal y Mayor, el gran beneficiado de la retirada de la CNTE. |
La radicalización de algunos elementos adherentes a la movilización, sin embargo, hizo más daño al magisterio que las críticas que se vertieron en torno a ésta. Impusieron una especie de “estado de sitio” contra la sociedad que quedó indefensa frente a la arbitrariedad y el absolutismo. Los mismos dirigentes de la Coordinadora en Chiapas, alentaban a sus seguidores a perpetrar actos denigrantes contra
quienes no comulgaban con sus métodos, teniendo dispuesto el lavatorio de manos para justificar acciones atentatorias contra los derechos de los demás: eran los “infiltrados”.
De esa forma, ninguno de ellos estuvo dispuesto a escuchar las advertencias que serían traicionados por una cúpula ambiciosa, prepotente y perversa. Sitiada, la sociedad se convirtió en testigo mudo de actos que vulneraron todo el tiempo, la paz y la tranquilidad y cancelaron los derechos fundamentales. La fe ciega en los líderes magisteriales, llevó a cientos de buenos y honrados maestros a acallar las opiniones libres con rechiflas, gritos, amenazas y acusaciones infundadas, en una triste demostración de incultura, mala educación y falta de respeto.
Hoy, lunes, 19 de septiembre, la página negra se cierra para abrirse una nueva, preñada, por desgracia, de la permanente amenaza: volver a las calles si el gobierno federal incumple 11 acuerdos que surgieron de la “salida política” que se buscó cuando los pretextos se habían agotado. Lo deseable es que se anteponga la razón a los intereses de unos cuantos y se evite arriesgar la educación de miles de alumnos que ninguna culpa tienen en el asunto.
El meollo ha sido una reforma educativa mal diseñada y peor estructurada. El modelo educativo mexicano (y de toda América latina, por cierto), es caduco; disfuncional y desapegado de la realidad internacional. La excesiva centralización de la educación en México, ha sido un factor preponderante en el atraso educativo al cual, los mismos maestros alimentan. Durante sus protestas, no hemos escuchado planteamientos serios para contrarrestar los efectos de la reforma que, dicho sea de paso, tiene sus cosas buenas, aunque mal presentadas. La demanda de derogación es tan ridícula como la reforma misma.
El país requiere de un sistema educativo autónomo, pero al mismo tiempo, regulado mediante una ley incluyente, cuya rectoría recaiga en un colegiado multilateral que impida excesos. En ésta se debe contemplar y aplicar, la estricta gratuidad así como la calidad y excelencia, atravesando, desde luego, por la capacitación adecuada de los profesores. Esto les va a dar una mejor perspectiva de la escuela y por supuesto, del alumno.
Otra cuestión sería la de adecuar los planes de estudios al entorno del estudiante; es un error homogeneizar la educación, sin tomar en cuenta que cada región tiene una visión propia, por ejemplo, de la globalización. Lograrlo requerirá de una acción que pareciera desligada del asunto: la despolitización educativa. Es decir, que los maestros sean quienes presenten los planes de estudio de acuerdo a las exigencias de su región y no la SEP, que en éste caso, junto con el colegiado, solo revisaría la viabilidad y probables resultados.
Ello al mismo tiempo de otorgar autonomía, da alta responsabilidad al profesor; para ser más eficiente, más educado, más preparado, más riguroso. Con el actual sistema, el maestro se cobija en un sindicato que lejos de exigirle resultados, lo protege de faltas que en países europeos, por ejemplo, son causa de expulsión del magisterio. Y esto no es cuestión laboral, sino apego a ciertas normas éticas que son base fundamental para una educación de excelencia.
La “salida política” que buscaron los líderes de la CNTE para levantar el plantón, es una prueba clara de la disfuncionalidad educativa y lo peor: del grado de corrupción que ha subyugado a la educación en México. Cuando existe una ley, debe cumplirse, no atender a “acuerdos políticos”, puesto que ello, es una violación al orden constitucional. ¿Cómo confiar en un maestro y una autoridad que vulneran las leyes para beneficiar a unos cuantos? Con todo ello, ha perdido la educación; han perdido los maestros honrados que creyeron que sí podrían derrumbar la reforma.
Y han ganado los políticos. No vayamos lejos… Con todo y lo que se diga, al haber, los de la CNTE, negociado su retiro, fortalecieron en primer término, al alcalde de Tuxtla, quien contra los pronósticos de sabotaje logró dar el grito de independencia, colocándose en la colina más visible para el 2018. Si están a favor o en contra de Fernando Castellanos Cal y Mayor, grandísimo favor le hicieron.