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Angel Mario
Ksheratto
La 4T
Cuatro
narquitos
llevan los
huesitos
de la 4T,
que en pedacitos,
dejaron los “chapitos”.
***
Alfonso Durazo
En operativo
fallido,
Belzebú
soltó a Durazo;
infernal
orden había cumplido,
pero llegó
el telefonazo:
“¡Quieto
ahí, malnacido!
Te ordeno
darle un abrazo,
que es éste,
un jefe chido;
no sueltes
ni un balazo
o su
abuelita, en un descuido,
te suelta un
buen chanclazo.”
A la diestra
del Cristo de Macuspana,
danza alegre
el jefe policial,
alabando la
austeridad republicana,
que impuso
el líder chontal.
***
AMLO
De su tumba
salió Juárez,
iracundo y
contrariado;
navegó todos
los mares
hasta
encontrar al líder mareado
y regresarlo
de inmediato al Hades.
Le halló en
su cama, tumbado,
repitiendo
del Benemérito, sus bondades;
“tus locuras
te han diezmado,
a nadie con
mentiras disuades,
por tanto,
Andrés, irás al infierno por errado
y ser grande
en mezquindades”.
Dicho lo
anterior, Juárez cargó al renegado,
quien añora
sus fatuidades
entre las
llamas a donde fue lanzado.
***
Rutilio Escandón
“Ni hueles
ni hiedes, Rutilio;
debes por
eso, ser llevado a la tumba;
no intentes
pedir auxilio…
tus amigos
se distraen en la rumba
festejando
con el poder, su idilio.”
En brazos de
la parca,
partió al
más allá el gobernador;
dejó de
Chiapas, ser el jerarca
quien en
Derecho, fue doctor.
***
Manuel Velasco
Gozó de
protección presidencial
mientras en
vida, recursos desvió;
la muerte
castigo al inmoral
y su orgullo
laceró…
Entre pestes
y gusanos,
se revuelca
Manuelito;
todos sus
gustos vanos,
valieron un
pito.
***
Eduardo Ramírez
Sus
ridículas publicaciones
provocaron a
la flaca;
fue llevado
a empellones,
al fondo de
la cloaca.
Ahí lamenta
Eduardo,
haber
denigrado al senado;
no fue
jaguar ni leopardo,
sino un
triste gato manchado.
***
Noé Castañón
Recurriendo
a su mala costumbre,
quiso a la
muerte golpear,
más la parca
le puso lumbre
y a la tumba
lo llevó a roncar.
Entre
lenguas de fuego,
Noé rumia su
mala suerte;
secuestrar
niños no es juego,
ni maltratar
mujeres, divierte.
Llora muy
desconsolado,
su cruel y
triste destino;
no lo salvó
el Magistrado
ni ningún
otro padrino,
porque
estaba muy cagado.
***
Brito Mazariegos
En las
catacumbas de Arriaga,
yacen los
huesos de Brito;
en su frente
luce una llaga,
por no andar
derechito.
Destituyó a
placer a ediles
e impuso a
sus cuates,
todos ellos
trácalas y viles,
espurios,
ignaros y orates.
Gime e
implora
perdón y
salvamento,
pero en mala
hora,
se agrava su
tormento.
***
Fiscal Llaven Abarca
En plena
campaña electoral,
pilló la
parca a don Jorge Luis;
en justicia
no fue imparcial,
pasándose la
ley por el jonís.
Los peritos
del infierno,
investigan
acuciosos
si murió por
el invierno,
o por sus
feos acosos;
su alma vaga
por los valles,
repitiendo tristes
oraciones
que ofrecen
muchos detalles
de sus
abusos y vejaciones.
***
Carlos Morales Vázquez
—¿Lloráis la
muerte del traidor?
—No señora,
lloro de alegría.
—¡Bien
hacéis! Acabó el horror
de éste que,
como arpía,
permitió el
maldito terror
de los de su
propia jauría—.
Así, la
muerte lanzó a Carlangas,
al frío del
ataúd y peso de la tierra,
a donde no
le llevan fritangas
de los
taqueros de la Sierra.
***
Emmanuel Cordero
Su sonrisa
de torpe niñato,
apagóse con
gritos de sus ñoras,
que sabiendo
de sus flatos,
le arroparon
como constrictoras.
Pero no
fueron las alabanzas
las que lo
mataron,
sino sus
notorias transas
que, día a
día, afloraron,
dejando
pésimas finanzas.
Fue
sepultado Emmanuel,
en el
panteón de la ignominia,
donde su
carácter cruel,
le carcome
el redondel.
***
Rosa Elizabeth Bonilla
Su
reelección le costó la vida;
doña
Elizabeth Bonilla,
ya iba de
salida,
pero
recurrió a la grilla
para
revertir su partida.
Ningún
diputado dijo “pío”
cuando la
muerte la elimina;
ni el
todopoderoso Pío,
le salvó de
ir a la letrina.
Inertes, sus
huesos vagan confusos
en el
infierno sombrío,
donde
encuentra a reclusos
que a la
cárcel envió el tío Pío.
***
Estrellas vanidosas
¡Ja! ¡Ja!
¡Ja!, soltó la muerte,
cuando notó
la vanidad
de las estrellas
con suerte.
—A los
dioses llamad,
que
implantes yuxtaponerte,
no os
salvarán de la tempestad,
ni de quedar
inerte—,
advirtióles
sin piedad.
Con todo y
artilugios colgantes,
al
cementerio las cargaron
cuatro
edecanes galantes
que por
ellas, no lloraron.
Queda de
lección que los tacones,
son altos
del pie al suelo,
pero no de
los escalones
al ansiado
cielo.
***
Juan Óscar Trinidad Palacios
Triste quedó
la hamaca,
donde sus
tripas balanceaba
el famoso
Magistrado currutaca;
debidamente
informada,
vino
furibunda la flaca
para jalar
al que la ley negociaba,
y que
siempre vivió de la carraca.
Mil mentiras
contó Palacios,
en tal de
salvar el pellejo,
pero perdió
espacios,
cuando le
declararon pendejo.
En el seol
defiende feminicidas,
implora por
ladrones,
elabora
leyes torcidas,
sin
entender, todavía, razones.
***
Alcaldes “morenistas”
Al hoyo irán
a parar
los alcaldes
mutantes;
no dejarán
de llorar
por haber
sido tunantes,
a la gente
transar
y a Pío,
ofrecer votantes.
***
Óscar Gurría
No se lo
llevó por pelón,
sino por
hocicón;
no manda en
su demarcación,
porque es
mandilón
e ingenuo
picarón.
¡Pobre
doctor Gurría!
Vendió mil
ilusiones,
promesas notariales
suscribía
a todas las
agrupaciones,
a las que
siempre fingía.
No descansa
en paz,
en ningún
infierno,
por
sinvergüenza y rapaz,
y por ser
mal subalterno.
***
Súper delegado Aguilar Castillejos
Se las dio
de agiotista,
pero no
saldó sus cuentas;
de panzón
pasó a golfista
con sus
ínfulas flatulentas.
Se disfrazó
de izquierdista,
para “ayudas”
truculentas;
yace el
súper delegado
en el fondo
de un fría fosa,
perseguido y
arrastrado,
por una ley
tramposa
que él mismo
ha aprobado.
***
Jesucristo de Macuspana
Crucificado
fue por los judíos,
resucitado
por tabasqueños;
¡ciudadanos!,
cuidad que tus críos,
no vivan de
torpes sueños.
***
Enrique Peña Nieto
Disfrazado
de delincuente,
EPN quiso
engañar a la parca;
no reparó
que ya era cliente
—y de no muy
buena marca—
de la reina
de la región hirviente.
—No me
engaña tu peluca,
rufián
desvergonzado—
le sopló la
muerte en la nuca.
Dicho eso,
llevó al excomulgado,
a la
ardiente casuca,
donde es
bastante repudiado.
***
Felipe Calderón
Miles de
almas encabronadas,
le persiguen
entre llamas,
reclamando,
muy indignadas,
por qué los
lanzó a las flamas.
Azorado, el
asesino Calderón,
declara que
son solo colaterales.
—¡No te
hagas, bribón!—,
le gritaron
triunfales;
“debes pagar
por matón,
por delitos
electorales
y ser
incurable borrachón”,
sentenciaron
proverbiales.
Fue así como
el sanguinario,
fue llevado
al suplicio
donde
convive con su adversario,
con quien
comparte su vicio.
***
Vicente Fox
“No
inspiraré a ninguno
para
escribir tu calavera”,
díjo la
muerte a “Ninguno”;
Ninguno, Fox
se hacía apellidar,
y ninguno
osó a éste, nombrar.
Bástale el
dolor de su locura,
que la
marihuana no cura,
ni se la
pone dura,
lo cual ya
es una tortura.