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Angel Mario
Ksheratto
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Desbocada violencia en Bochil. Foto: Agenda Chiapas. |
¡Bah! En un
estado sumido en la pobreza más brutal, con políticos incompetentes,
ineficientes, irresponsables, indiferentes e inexpertos, la discusión y el “análisis”
político se centra en el acto espontáneo de una diputada que, de no ser por su
atrevimiento —en uso de sus libertades y derechos— de mostrar sus dotes
cualitativos, no habría saltado a la efímera fama que para su mala fortuna, la
ubicó en el panel de los desaprobados.
No es
intención defender a la señora legisladora; como servidora pública, no tiene
defensa alguna; no ha sido una diputada brillante, ni ha sido solidaria con las
causas de los chiapanecos, ni ha mostrado capacidad para representar a una
sociedad ávida de cambios reales y avances verdaderamente progresistas. Es una
más entre los políticos de mala calidad que tenemos.
Como mujer,
por supuesto que goza de todos los derechos que las leyes le otorgan; con su
dinero, su cuerpo y su tiempo libre, puede (y debe) hacer lo que bien le
parezca, mientras no afecte a terceros. Por lo que se ha dicho tras la
divulgación de un video suyo, no ofendió a nadie.
Pero muchos
aprovecharon el asunto para hacer trizas, en redes sociales, a la protagonista
de un baile que no es soez, ni pornográfico, ni promovente de un delito, ni
siquiera erótico… si acaso, sugestivo. Bailar es un arte, una virtud. Todos
hemos bailado alguna vez; algunos llaman la atención por su destreza y otros,
simplemente, hacen el ridículo.
Me temo que los
que se vistieron de moralistas para exhibir y condenar a la diputada bajo
juicio público, hicieron, de entrada, una interpretación abstracta de un acto
personal y por tanto, íntimo, privado. Consecuentemente, el cuestionamiento es
inútil, principalmente si reparamos en dos cosas; que en Chiapas, hay asuntos
de mayor importancia a tratar y dos, que medios y periodistas, estamos
obligados a construir una agenda informativa seria, responsable, profesional y
apegada al interés común y no a frivolidades que solo demeritan el oficio.
Cierto es
que los políticos están obligados a conducirse con decoro, honradez,
honestidad, responsabilidad y eficiencia durante el tiempo que ejerzan sus
funciones, y deben ser cuidadosos con lo que en privado hagan, como cierto es
que de éste lado, debe haber seriedad para no construir sofismas que a la
larga, se conviertan en armamento para combatir la verdad y se funde y
fortelezca un reino de más mentiras, más engaños y más simulaciones.
A los políticos
y funcionarios, se les debe exigir efectividad y resultados en su trabajo; que
sus acciones desde el poder público, beneficien a todos por igual. Que no
roben; que cada centavo del erario, lo utilicen para el bien general. A nadie
se le debe prohibir nada en su vida privada, siempre y cuando, no utilicen
recursos del pueblo para ello.
Lo ideal es
que los políticos, los funcionarios, los diputados, las diputadas y todo aquel
que esté en la función gubernamental, se distingan por su bien hacer, no por su
mal ser.
No conozco a
la diputada bajo escrutinio; probablemente nunca tenga interés en conocerle a
menos que como tal, tenga un resultado excepcional y demuestre capacidad
legislativa. En una de tantas, ella misma promovió el dichoso video para
hacerse de una pizca de fama o quizá, para tender una cortina de humo ante la
elección de la Mesa Directiva del Congreso. “Tácticas” es que le llaman
pomposamente. Lo lamentable, es el linchamiento injustificado. No debe ser así.
No es ético; no abona al desarrollo intelectual de los chiapanecos. No promueve
los derechos de las mujeres, ni pondera sus libertades. No ayuda a protegerlas
de la terrible violencia que padecen. No.
Transitorio
El ataque a
fuerzas armadas institucionales en Bochil, es un hecho cantado; desde el
sexenio pasado, grupos delincuenciales amparados en siglas de agrupaciones
sociales, se han apoderado de la región, imponiendo sus propias leyes. Desde
Ixtapa hasta Tapilula (pasando por Soyaló, Jitotol, Pueblo Nuevo, Rincón
Chamula y Rayón), y hacia Simojovel, El Bosque y Huitiupan, impera el terror;
bloqueos carreteros, cobros de cuota de paso, secuestros de funcionarios y
particulares, asesinatos, feminicidios, despojos. Pasa de todo y hasta ahora,
no ha habido autoridad que reconozcan y respeten.
Hasta el
cierre de la presente columna, había distintas versiones con respecto a los
violentos hechos; lo que sí se pudo corroborar es que un guardia nacional
resultó gravemente herido y se presumió su muerte en redes sociales. Urgen operativos
estratégicos para frenar la violencia en esa zona y garantizar la seguridad de
miles de ciudadanos que viven en zozobra y temiendo, cada día, lo peor para sus
familias. Y, por supuesto, someter a los criminales que viven a sus anchas,
ante la falta de autoridad.