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Angel Mario
Ksheratto
La GN, utilizada para cuidar a fiscales prepotentes y ladrones. |
Nunca antes,
la educación y la salud habían quedado tan expuestas y menos, que se hayan
utilizado como una forma de acrecentar el poderío de grupos fácticos, cuya
finalidad extrema es lograr el control absoluto para después, chantajear a un
gobierno errático, débil y sin estrategias claras para conducir al país a la
salida del tenebroso túnel en que ha estado por sexenios.
En materia
educativa, hemos visto la doble cara del gobierno que, por un lado, acusa
mediante terceros, a los pseudo-dirigentes de la CNTE de corruptos y por otro,
abre las puertas de algunas escuelas para que el principal cabecilla de esa
facción, “inaugure” el ciclo escolar, mientras que para otras escuelas, ha
dispuesto hordas de holgazanes, para impedir el acceso de maestros y alumnos.
El secuestro
de la educación, es notorio, como visible es la pasividad gubernamental, que no
ha hecho valer su carácter de garante de la ley y tampoco ha atendido el clamor
de verdaderos maestros que, con justificada razón, exigen mejoras a los
planteles educativos, muchos totalmente derruidos por la acción del tiempo y
otros, por los desastres naturales.
Aunque las
incidencias durante el regreso a clases fueron menores, no dejan de causar
zozobra e indignación, puesto que se atenta contra la educación misma y el
futuro de millones de niños, que por cierto, empiezan a dejar de ver al maestro
como una guía y lo confunden con un mal ciudadano cuando no, lo comparan con un
delincuente que aterroriza al resto de ciudadanos.
Lamentable
situación, derivada de la ambición insaciable de unos cuantos que son, en
realidad, quienes amenazan y persiguen a maestros nobles que se niegan a ser
parte de una pandilla que no lucha por derechos, sino por billetes.
Todo esto
comienza a despertar conciencias; muchos padres de familia, han externado su hartazgo
por los abusos de la CNTE y han amenazado con tomar acciones tajantes contra
quienes intenten impedir el proceso educativo de sus hijos. No es justificable
ni recomendable, pero es la única salida que se tiene ante la pasividad gubernamental
y los excesos de quienes creen tener el control de la educación.
En cuanto a
la salud, desde finales del año pasado, muchos medicamentos han desaparecido de
las farmacias hospitalarias y otros, en el mercado farmacéutico, se han vuelto
inalcanzables. Desde esas fechas, vacunas para niñas y niños preadolescentes,
tampoco son fáciles de encontrar, lo que pone en riesgo la salud de millones de
menores de edad, sin cuya vacuna, su salud corre grave riesgo, Otra vacuna
faltante, es la que previene el sarampión y en menor grado, las que han sido
creadas para proteger a las personas de la tercera edad de enfermedades
virales.
Una sociedad
jamás será libre, si su educación es pobre y su salud precaria. Jamás, un
pueblo inculto y enfermo, podrá superar sus barreras. ¿Es esa, acaso, la
apuesta de un gobierno que tararea un cambio con medidas atentatorias?
En ese
contexto, que no nos extrañe que mercenarios de la educación, sigan una línea
oficial para empobrecer más al sistema educativo; no nos extrañe que tarde o
temprano, descubramos que son solo agentes de un cambio al revés, un cambio que
someterá a los mexicanos y fortalezca a un gobierno dominante y represor.
Urge que al
menos en Chiapas, que es un estado libre y soberano (solo supongámoslo), se
apliquen medidas urgentes para abatir el desabasto de medicinas y se someta a
los secuestradores de la educación. Es tarea, sí, pero también es obligación
constitucional, a menos que desde las tripas del poder, se esté excretando otra
cosa. Esperemos y no. Esperamos estar rotundamente equivocados.
Transitorio
La Guardia Nacional, degradada a simple
instrumento de represión e intimidación municipal. Y mientras los gendarmes —aparentemente
entrenados para combatir a sanguinarias bandas criminales— cubren las espaldas
de “fiscales” prepotentes y abusivos, los asaltantes, feminicidas y asesinos,
deambulan por todo el estado, cometiendo toda clase de delitos.
Sucedió en
Tuxtla Gutiérrez, la pasada semana. El impresionante operativo, dio muestras de
excesos y abusos, pero también, del mal uso que el alcalde capitalino da a una
fuerza policial que, con todo y la polémica, supónese, fue creada para tareas
importantes y no para cuidar a funcionarios municipales de ínfima categoría. Alguien
debe aclarar a los alcaldes y gobernadores, cuál es la verdadera función de la
Guardia Nacional, no vaya a ser que en el futuro la utilicen para limpiar baños
públicos.