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Angel Mario
Ksheratto
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JOTP, sin autoridad moral para administrar justicia. |
Señor Licenciado,
don Juan Óscar Trinidad Palacios, Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de
Justicia del Estado Libre y Soberano de Chiapas… Pomposísimo título para tan
disminuido cargo, vilipendiado y llevado a menos por la recurrente corrupción
que ha hecho de la Justicia, negocio lucrativo que castiga al pobre por ser
pobre y libera al rico que comete y confiesa los más atroces crímenes.
Esa, señor
magistrado presidente, es la dolorosa realidad del “Poder” que le fue puesto en
las manos y al que no ha querido dar el valor social que le corresponde, ya por
componendas suyas, ya por caprichos o ya porque aun en la 4T, la injusticia
debe prevalecer intacta.
Su llegada
al Poder Judicial, supuso, para los ingenuos, un cambio de rumbo en la
consecución de una justicia equilibrada, imparcial y profesional; haber estado
como ostra en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (organismo que dejó manchado,
por cierto), le dio cierto halo de confianza, aunque quienes dieron puntual
seguimiento a las pifias cometidas en la CEDH, nunca le otorgaron un gramo de
credibilidad. Tenían razón.
Desde el
Poder Judicial, don Juan Óscar, usted no ha hecho otra cosa que no sea violar
las leyes y los derechos humanos de la ciudadanía. Se ha hecho notar por
proteger a jueces y magistrados vinculados con viejas prácticas y seducidos por
la imparable corrupción. No puede ocultar la podredumbre en que nada el Poder
Judicial. Nunca ha movido un dedo para frenar los excesos, abusos y vendettas.
¿Es, acaso, beneficiado?
Debe
sentirse cómodo en ese cargo; debe serle fácil aplicar criterios torcidos, toda
vez que usted, viene de un viejo régimen, cuya principal política fue la de
alimentar la corrupción.
Esa
condición, no puede negarla; sus jueces y magistrados, han liberado a casi
todos los feminicidas en Chiapas. ¿Le parece poco? El alegato de los suyos es que
el ente investigador, no integra bien las carpetas; puede ser cierto, pero
casos ha habido en los que por la sola lógica, los criminales no pueden ni
deben ser liberados.
Usted y yo
sabemos que esas liberaciones, no son gratuitas; cualquier ciudadano tiene la
certeza que los feminicidas ahora libres, han pagado una buena cantidad para
burlar la ley y la justicia. Negarlo, don Juan, sería ridículo de su parte y le
pondría en una situación embarazosa.
Por otro
lado, sigue usted entercado en vulnerar aún más, el medio ambiente. Invadir por
la fuerza un área verde para construir un edificio que si bien es necesario, es
una clara muestra de su desprecio hacia el derecho de los demás. Es parte de su
formación política, vivir en la amoralidad y abusar de los más débiles.
Pedirle que
renuncie, es ocioso. Su legendario cinismo, se lo impediría… Y claro, su
voracidad por el dinero, mucho más. Partiendo de lo último, me temo que
seguiremos siendo víctimas de su incompetencia, sus excesos y abusos. Seguiremos
viendo salir de la cárcel a peligrosos criminales y seguiremos asistiendo a
berrinches personales que delatan su odio a los chiapanecos.
Si tuviere,
usted, don Juan Óscar, una pequeñísima pizca de vergüenza, quizá albergaríamos
la esperanza que deje el cargo para que llegue uno que sí quiera administrar la
justicia con decoro, honradez y pulcritud. Si la tuviere…
Transitorio
Fue un lunes
de bloqueos carreteros por todas partes. Los pretextos son diversos; algunos
justificados y otros, por mera gana de chantajear. La gobernabilidad, parece
estar en serio riesgo y todo porque, habiendo leyes para castigar a los
responsables del desbarajuste, se les deja actuar con total impunidad.
El sexenio
pasado fue lo mismo. Créese con firmeza que en el presente, no habrá remilgos
para aplicar el peso de la ley a quienes procuran vivir del río revuelto. La reespuesta
virulenta de un grupo de manifestantes que habían cerrado la autopista
Tuxtla-San Cristóbal, es solo un aviso de lo lejos que pueden llegar las
consecuencias, si desde ahora no se aplican correctivos severos.