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Angel Mario
Ksheratto
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Molano, ¿se va con dinero de los trabajadores? |
Trabajar
para el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez y ser parte de uno de los “sindicatos”
que ahí operan, es un riesgo que se debe correr y que, por supuesto, no deja
ganancias; al contrario, empobrece a la clase trabajadora que tiene que vivir a
expensas de fraudes, mentiras, robos descarados, presiones y toda clase de abusos
que apenas ahora, empiezan a salir a la luz pública.
Cada año los
trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento, deben exigir el pago retroactivo
y el aguinaldo. Aunque es una obligación contemplada en la Ley Federal del
Trabajo, las autoridades siempre han buscado la forma de evadir dicha
responsabilidad, lo que ha derivado, infinidad de veces, en fraudes y robos, en
complicidad con la dirigencia de los sindicatos, quienes, según cuentan los
trabajadores mismos, se quedan con su buena mochada.
Platicando
con muchos de ellos —en plantón indefinido hasta que les hagan efectivo el pago
del retroactivo y el aguinaldo—, encontramos que el alcalde interino que en
unos días termina su gestión, les ha robado descaradamente. El personal
administrativo del Ayuntamiento, ha incurrido en una serie de actos ilegales
para despojar, incluso de su salario, a trabajadores humildes que han dejado de
vivir al día en la manutención de su familia.
Los descuentos
son descomunales y abusivos. Toda clase de “impuestos” les son retenidos de su
sueldo y sobre eso, vía nómina, les descuentan onerosas cuotas para los sindicatos
cuyos dirigentes, les exige pagos extraordinarios, que desde luego, no se
reflejan en los derechos de los trabajadores, quienes siguen siendo explotados
y obligados a trabajar en condiciones infrahumanas.
Por ejemplo,
trabajadores del sistema de drenajes y alcantarillado, cuentan que no les
proporcionan las herramientas necesarias para realizar su labor y que en
algunas ocasiones, los “multan”, por trabajar sin medidas de seguridad adecuadas…
¡Por el mismo municipio, que es el obligado de proporcionarles lo adecuado!
Obviamente, la multa es descontada, en algunas ocasiones, completa, el día de
su pago.
Ingresar a
cualquiera de los sindicatos, es un lujo obligatorio de cada trabajador. En
papeles sencillos, los dirigentes de esos sindicatos, escriben las cantidades
de dinero que deben pagar para ser “sindicalizados”. De entre 2 mil 500 y 4 mil
pesos, la cuota de ingreso. El más exigente, cuentan durante la plática, es
Carlos Valdivieso, quien además, es señalado de amenazar con cárcel, a quienes
se niegan a inscribirse en su sindicato o a los ya forman parte de su
agrupación que se niegan a aportar diversas cantidades de dinero que utiliza,
en la mayoría de las veces, para fiestas familiares, como el cumpleaños de su
pareja o de él mismo.
En otras
palabras, los “sindicatos” están para favorecer y proteger al patrón (el
Ayuntamiento) y para perjudicar, sangrar, robar y abusar del trabajador. Tanto,
que en las demandas de pago retroactivo, aguinaldo y otras prestaciones que el
Ayuntamiento se niega a pagar, condicionó su respaldo al paro laboral, solo si
de lo que obtuvieren, pagan un obligado porcentaje, “como pago de viáticos,
logística y documentación que se requiera”.
En la
complicidad de los sindicatos, se han basado los exalcaldes y el edil actual, para
explotar a los trabajadores. Cuentan los empleados municipales que la
dependencia encargada de los pagos, les hizo llegar “recibos”, en los que se
incluyen pagos y hasta despensas que hoy día no han recibido.
Los pocos
que salieron beneficiados, recibieron apenas 90 pesos de retroactivo, al que
les descontaron los impuestos y la cuota al sindicato. A pesar que el retroactivo
es del cinco por ciento sobre su salario, les dan lo que quieren, como quieren
y cuando quieren. Y todavía son obligados a asistir a mítines, marchas de apoyo
y a cumplir labores extraoficiales, sin ser remunerados.
Lo que los
trabajadores municipales denuncian, por desgracia, no es nuevo. Todos los
exalcaldes han hecho lo mismo: se han robado el salario y las prestaciones de
éstos. Han beneficiado con plazas de base a sus amigos y compadres que en
realidad, jamás se presentan a trabajar. Han saqueado a las instituciones
municipales… Y nadie frena tales abusos.
Carlos
Molano Robles (que por cierto, aparece como beneficiario del multimillonario “bono”
que autorizó el exdictador Pablo Abner Salazar), rendirá éste día su informe.
Un informe sin razón de ser, por el escaso tiempo que estuvo al frente del
Ayuntamiento. Ya ha ordenado que todos los trabajadores acudan so pena de ser
despojados de su salario. Pero se niega a pagarles lo que les debe.
¿Abordará
ese tema en su informe? ¿Dirá quién se roba los beneficios de quienes ahí
laboran? ¿Admitirá que abusó de ellos? Lo dudamos. Y se irá, en unas horas,
cargado de dinero; dinero que no es suyo, sino de la clase trabajadora. Se ira
millonario como sus antecesores.