Artículo
Único
Angel Mario
Ksheratto
Hoy, es martes,
26 de junio; faltan seis días, para que usted emita su voto. Probablemente ya
se habrá dado cuenta que no hay opciones. Ni para la presidencia, ni para la
gubernatura, hay uno solo que haya convencido. No hubo propuestas, más que
promesas. No es lo mismo prometer, que proponer.
La palabrita
a la que se han aferrado todos los candidatos, es la del “cambio”. ¿Cambiar
qué? ¿El sistema partidista anquilosado y corrupto? ¿A los políticos que se han
servido desde siempre con los recursos del pueblo? No se puede cambiar si los
cambistas, solo cambian de color, no de ideas, ni de actitudes… Imposible
hablar de ideologías.
Indefectiblemente
tenemos que elegir al menos corrupto; al ladrón más simpático, al menos cínico,
o quizá, al ratero con cierto apego a Don Corleone, o talvez, al más generoso
de todos.
Las campañas
no nos han enseñado nada nuevo, que no sea el nivel de corrupción en que se han
movido todos —absolutamente todos—, los candidatos. Triste panorama para un
país que necesita, urgentemente, cambiar para mejorar su hasta ahora,
lamentable futuro. ¿Por quién, entonces, votar?
Dolorosamente,
no hay alternativas. Los demagogos y populistas, repitieron sueños
incumplibles; los tozudos sistémicos, se aferraron a proyectos fallidos. Los
que, se supuso, revolucionarían con ideas nuevas, vivieron en la permanente
tentación de la corrupción. No hay camino para seguir transitando hacia el país
de las maravillas.
Fanatismos
aparte, ¿quién de los candidatos a la gubernatura de Chiapas, le convenció? Más
aún: ¿Está siendo, el proceso electoral doméstico, una clara muestra de
democracia, participación espontánea, respeto a las reglas y libertad de
determinación? Puedo decirle que no; usted quizá, difiera…
Pero si
analiza, sin fanatismos y apegos de cualquier índole, sabrá que, para la
gubernatura como para la presidencia, no hay una sola opción.
Si usted dio
seguimiento a las campañas locales, se habrá dado cuenta que lo mismo que
dijeron los aspirantes el día que iniciaron campañas, fue lo que dijeron en
todos los municipios a donde llegaron. Se apegaron a un guion, a un dictado
perverso, por decir lo mínimo. Les faltó congruencia, sentido de la realidad,
conocimiento del entorno, sensibilidad, capacidad de entendimiento,
comunicación efectiva, en fin, ¡todo!
Hablando de
comunicación, ningún candidato supo, pudo o quiso, hacerse entender como tal. Sus
jefes de prensa, fueron estuvieron tan perdidos como ellos; jamás comunicaron.
Nunca tuvieron contacto con los comunicadores. Los candidatos, menos. Unos y
otros se anclaron en la falaz idea que ya son ganadores… Y por tanto, los
medios de comunicación, son innecesarios. Desechables, lo cual indica que, quien
quiera que gane, seguirá la mecánica del actual: Cero comunicación, ninguna
transparencia. Así de corrupta la administración que llegue.
Usted,
quiera o no, debe votar; y lo hará, no por el mejor, sino, por el menos ratero.
Por el menos incompetente. Digo, si su voto es libre, sin compromisos. Por
desgracia, muchos ya lo comprometieron por una despensa, una gorra y una
playera, y seguramente, votarán por el menos indicado… Por el que fue más
“generoso”. Es triste saber que muchos se guiarán por esa necesidad de comer un
día y aguantar hambre el resto delo sexenio.
¿Usted ya
eligió? No lo creo. Lo que es probable es que lo esté pensando detenidamente.
Otros, probablemente ya saben por quién hacerlo; por el que dio la mejor
despensa, por quien le regaló un vaso, quien le mandó una playera más
resistente. Y por ése habrá de poner su crucecita. ¿Se dará cuenta el riesgo en
que pone, no su futuro sino el de sus hijos?
Insisto: no
hay un solo candidato que valga la pena. Ni para gobernador, ni para
presidente, ni para alcaldes, ni para diputados y senadores. Pero hay que
votar. Abstenerse, podría ser buena medida de castigo a la clase corrupta que
tiene secuestrado al sistema partidista, pero sería al mismo tiempo, robustecer
la cultura del fraude electoral.
Tampoco vote
por coraje, ni por odio; razone. Piense en usted, en sus hijos. Vote por el
futuro menos incierto su familia. He dicho que no tenemos alternativa. Los
santos de hoy, serán los demonios durante seis años. Para serle sincero, a mí
ninguno me convenció. Al menos en Chiapas, todos son hechura del mismo
personaje. Ni uno solo representa el verdadero anhelo de los chiapanecos. Dios
nos coja confesados.