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Angel Mario
Ksheratto
Hay que
repasar los discursos iniciales, para ir entendiendo a los candidatos a la
gubernatura de Chiapas. Salvo Rutilio Cruz Escandón Cadenas, los demás,
soltaron una que otra propuesta, lo cual ya es un avance, por lo menos, en el
tipo de campaña que se espera para un estado empobrecido y repleto de políticos
desacreditados. No quiere decir, sin embargo, que fue un inicio de campañas
pulcro. Hubo de todo. Pero más, intromisión del Estado.
Atraer
empresas e industriales para invertir en Chiapas, que al mismo tiempo generen empleos,
es lo que ha propuesto el aspirante de la forzada alianza PRI-PVEM-MCH-CHU-PANAL,
Roberto Armando Albores Gleason. Para ello, adelantó que fortalecerá a la
inoperante Secretaría de la Frontera Sur, cuya función sería la de mejorar los
trabajos de la Zona Económica Especial, para apuntalar el desarrollo
agroindustrial y turístico, así como, incentivar a los pequeños productores,
comerciantes y empresarios, principalmente, a los jóvenes que quieran dedicarse
a esas actividades.
En Laja
Tendida, Jesús Alejo Orantes Ruiz, se enfocó en las mujeres; aseguró que de
ganar la gubernatura, ordenará la apertura de laboratorios especializados para
que las mujeres puedan realizar exámenes de ADN a sus hijos y de esa forma,
puedan exigir a los padres de éstos, la manutención de ley. Agregó que creará
una subsecretaría de salud, “para evitar que las mujeres se llenen de hijos”.
En otro
rubro, el candidato independiente, habló de mejorar el campo; mejorar la
producción y comercialización, así como, incentivar el turismo y garantizar la
seguridad en las carreteras, para que los turistas, tengan una estadía
placentera.
Un plan
emergente para recomponer el Estado de Derecho, un nuevo pacto con la
federación, un nuevo modelo de desarrollo, renovado sistema de salud y cárcel
para los corruptos del presente y el pasado, es lo que resalta del discurso de
José Antonio Aguilar Bodegas, abanderado por el PRD-PAN-MC. En ese contexto, se
comprometió a que, en los primeros 90 días de su gestión como gobernador, habrá
sentado las bases necesarias, para iniciar un proceso de recomposición social,
a través del diálogo y lograr el orden requerido para evitar más bloqueos a
carreteras, empresas e instituciones.
“Nos les
vamos a fallar, nuestro compromiso es trabajar con el pueblo, por el pueblo y
para el pueblo”, repitió por enésima vez, Rutilio Cruz Escandón Cadenas,
abanderado de MORENA-PES-PT. Otra de sus frases fue: “Tenemos que establecer un
nuevo sistema de gobierno, cercano a la gente; con la gente todo, sin la gente,
nada”. Y adelantó que sólo hasta después de pasadas las elecciones, “se tomará
en cuenta la opinión de la sociedad en la integración de las políticas
públicas, programas y acciones de gobierno, para que los gobernados sean
incluidos”. Ninguna propuesta.
Fue un
primer discurso; una mirada a vuelo de pájaro a las intenciones de los
aspirantes a gobernar a un estado con retrasos ancestrales. Es muy probable que
lo escuchado en el inicio de campaña, sea solo un esbozo. Eso esperamos; que se
hagan propuestas más a fondo sobre otros temas que en realidad importan a la
sociedad.
Asuntos como
la seguridad, salud, educación, medio ambiente (tan deteriorado en el sexenio
que está por terminar), democracia, derechos humanos, libertades civiles,
derechos igualitarios, cultura, deporte, sean abordados conforme pasen los
días.
Nadie niega
que lo hasta ahora dicho por tres de los cuatro candidatos, encaja en las
aspiraciones de los chiapanecos. Son asuntos pendientes, muchos de los cuales,
perdieron vigencia durante éste sexenio, en el que el mandatario, se dedicó más
a las frivolidades, que en atender y resolver problemas de fondo.
Rutilio, que
según cree, encabeza las encuestas, es el único que parece no tener una idea
clara de lo que Chiapas requiere para avanzar. No se puede hablar de
generalidades y ofrecer discursos futuristas, sin empeño de la palabra.
Esperemos que mejore su discurso; que haga propuestas y deje el fraseo
inteligente, sí, pero inútil para construir esperanzas.
Es solo el
inicio de dos meses de campaña. Y en éste, hubo acciones del Estado
imperdonables. A Aguilar Bodegas y Albores Gleason, el gobierno de Velasco
Coello, intentó sabotear los eventos, bajo el pretexto de un partido de fútbol.
Al mandatario, lo tuvieron que llamar a cuentas, desde Los Pinos y Bucareli, lo
cual es también una acción de Estado, puesto que, en términos de la libertad de
elegir, no debería pagar el nieto, los dichos del abuelo.
Debemos
estar pendientes y exigentes en el resto de dos meses de discursos y posturas;
no podemos dejar que nos vuelvan a engañar. ¿O sí?