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Angel Mario
Ksheratto
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Silvano Bautista, víctima de la intolerancia de una diputada transgresora de la ley. |
“Por ahorita
te nos has escapado pero, si no renuncias a la C.T.M., te vamos a matar” (sic),
fue el mensaje que según Saúl Martínez Martínez, dejó un grupo de sicarios bajo
su puerta, tras el fallido intento de homicidio en su contra; los autores
intelectuales, María de Jesús Olvera Mejía y Felipe Mimiaga Méndez, quienes de
acuerdo a la averiguación previa 284/CAJ4A/07, intentaron hasta en dos
ocasiones, asesinar al denunciante. Como esa, otras nueve denuncias penales
obran en contra de la diputada priísta Olvera Mejía, cuya proclividad a la
violencia, es célebre en Chiapas.
El historial
delictivo de la legisladora fue sacado a la luz pública el año pasado por el periodista
Silvano Bautista; en su bien documentado artículo, Bautista Ibarias, destaca
los delitos por los que ha sido acusada quien ahora, con todo el cinismo del
mundo, ha demandado al periodista con la pretensión de obtener nada menos y
nada más que cinco millones de pesos.
Motín, robo
agravado, despojo, tentativa de homicidio, robo con violencia, fraude,
asociación delictuosa, falsificación de firmas, falsificación de documentos, uso
de documentos falsos, privación ilegal de la libertad y amenazas, son los delitos
por los que la diputada ha sido demandada penalmente y por los que la autoridad
correspondiente, le ha otorgado, tácitamente, impunidad.
Pero hay
algo mucho más grave: Olvera Mejía, según copia documentos oficiales que el
periodista Silvano Bautista compartió ayer con los medios de comunicación, ostenta
dos actas de nacimiento. En una, aparece como originaria de Raudales Mal Paso,
Chiapas y en otra, se acredita como nacida en Tula de Allende, estado de
Hidalgo.
En ambas
actas de nacimiento y los datos proporcionados por la aludida al Registro
Nacional de Población para la obtención de su Clave Única de Registro de
Población (CURP), hay serias inconsistencias que deben ser investigadas a fondo,
puesto que constituye serios delitos. En uno de dichos documentos, aparece como
nacida en el año 1962 y en otro, en 1963. Por otro lado, en sus datos para el
CURP en Hidalgo, dio como número de acta el 258, cuando se establece que es la
número 256.
Sucede lo
mismo con el acta de nacimiento de Chiapas. El número de acta es 498, libro 3,
foja 59125, con lugar de nacimiento Raudales Mal Paso y fecha de registro el 21
de agosto del 2003. Los datos que Olvera proporcionó para la obtención de su
CURP fueron: Lugar de nacimiento, Tecpatán; año de registro 1967, libro 01,
acta 315 y foja 248.
Los
expedientes en contra de la multicitada dizque representante popular, son muchos:
677/CAJ4/06, 284/CAJ4A/07, 274/FS17/2010, EXP. AMP 11/2008, 525/CAJA-2/2012,
087/FE/2012, 221/CAJA4/2011, 299/2011 (FECDO), 2537/CO49-CT1/2013 y
1135-101-001-2013. Por algunos de los delitos que se le imputan, hay orden de
presentación.
Nos
preguntamos: ¿Por qué si ya existen órdenes judiciales no se solicita el juicio
de desafuero en su contra? La señora, claramente, ha cometido diversos y
reiterados delitos. ¿Quién y por qué la protegen?
Nos preocupa
grandemente que, siendo la diputada Olvera Mejía, amante de la violencia y
poseedora de grupos de choque de alto riesgo, vayan a atentar contra la vida
del periodista Silvano Bautista Ibarias. En las averiguaciones previas arriba
mencionadas, los denunciantes la acusan incluso, de más de un homicidio.
Ante ello,
la exigencia es que se brinden las garantías de seguridad para el periodista. Y
desde luego, que la Fiscalía, agilice los trámites necesarios para pedir ante
el Pleno del Congreso, el desafuero de un personaje que a Chiapas, solo ha traído
violencia y desolación para miles de chiapanecos que no piensan como ella.
Ayer, un
nutrido grupo de periodistas protestamos contra la diputada en cuestión; hubo
apertura del resto de diputados, cuyo presidente ordenó una comisión que
atendió a la comisión de periodistas. Se propusieron dos salidas: la política y
la legal/judicial. La demandante, por ninguna vía podrá ganar en su pretensión.
Lo hecho por
ésta señora, señalada como el icono de la corrupción priísta, es una
aberración. Una sinvergüenzada. Un acto de cinismo basado en la impunidad. No
dejaremos a Silvano, solo. Ni a ningún otro periodista que en Chiapas, sea
objeto de persecución, intimidación y amenazas. Que les quede claro. Y muy
claro. ¡Fuera el fuero para Olvera!