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En crisis y tirando el dinero. |
La preocupación es legítima y va más allá de lo que cualquiera pudiera imaginar. La reinversión que a través del BM y de la Banco Interamericano de Desarrollo se busca para incentivar la producción cafetalera, es de grandes proporciones y por supuesto, de resultados a largo, mediano y largo alcance.
El análisis de una de las partes por las que la producción cafetalera ha entrado en una etapa complicada, es perturbador: la corrupción de presuntos líderes de ese sector, quienes bajo argumentos insostenibles, chantajes y amenazas, han logrado la sustracción ilegal de millones de pesos para usos contrarios a los que, desde la Federación, han sido etiquetados.
No obstante los problemas naturales en las zonas cafetaleras, rufianes escondidos bajo falsos liderazgos, se han infiltrado en dependencias de todo calibre para exigir dinero que no les corresponde, dejando con ello a los productores, sin recursos financieros para tratar las diversas plagas o bien para mejorar la producción en sus regiones.
Un estudio serio, revela que Ismael Gómez Coronel, Indalecio Flores Bhamaca y René González Pérez, presuntos dirigentes de organizaciones campesinas, han obtenido alrededor de 15 millones de pesos para supuestamente, financiar la producción del café y subsanar la crisis que en regiones como La Sierra y El Soconusco, se ha derivado por la presencia de la plaga conocida como la Roya del Cafeto.
Éstos tres, según informes internos de varias dependencias, recurren a la amenaza y al chantaje para que instancias federales, otorguen a nombre de ellos, financiamiento que a la larga, resulta incierto puesto que hasta el día de hoy, no han podido comprobar el destino final de ese dinero. Como esos tres sujetos, hay muchos otros más que sangran los recursos federales. La pérdida de efectivo, que bien podría haber sacado a los productores del café de la crisis, es uno de los graves problemas con que el gobierno Federal debe luchar y hacerlo con mano firme.
Inaceptable resulta que mientras el gobernador busca recursos en instituciones crediticias de prestigio internacional, en Chiapas, dependencias estatales y federales, dilapiden enormes sumas de dinero que de sobra saben, no son para incentivar la producción y comercialización cafetalera, sino para mantener contentos a “líderes campesinos” que amenazan con marchas y otras acciones al margen de la ley.
La actual administración federal, se comprometió desde un principio a evitar que los recursos para la producción, cayesen en unas cuantas manos y no en las de los campesinos. He ahí, la mejor oportunidad para cumplir ese propósito. Los tres implicados en ese fraude a la nación, no pueden ni deben quedar impunes.
No es la primera vez que Gómez Coronel, Flores Bhamaca y González Pérez, son acusados de ese y otros delitos; hay quienes los acusan además, de coyotaje, extorsiones, amenazas de muerte, lesiones, fraude, despojo, invasión, sabotaje y tentativa de homicidio. Sin embargo, han salido impunes, gracias a la “protección” de algunos funcionarios que no acaban de entender que las normas y reglas son claras e inviolables.
Bajo ese esquema, podemos asegurar que las pérdidas en ese rubro, son enormes, lo cual indigna, pues mientras por un lado Manuel Velasco Coello busca financiamiento serio bajo argumentos confiables, por otro, algunos desoyen las recomendaciones e ignoran adrede a miles de productores que requieren recursos para fortalecer el campo.
Urge que las autoridades, tanto federales como estatales, investiguen a fondo el tema. Las pruebas serán fáciles de recabar, si le ponen tantita intención al asunto.
No puede seguir el campo ni las instituciones, siendo rehenes de presuntos líderes corruptos que se aprovechan del clima de tolerancia y, por qué no decirlo, las blandengues actitudes de quienes prefieren el retraso económico a la justa y correcta aplicación de la ley. Los chantajes, deben ser parte del pasado.
Ninguno de los tres arriba mencionados, tienen la fuerza que han presumido para desestabilizar a Chiapas. Son sencillamente, ladrones solitarios que asustan con el petate del muerto. Por lo tanto, deben ser llevados a la justicia. Es lo menos que se puede hacer, si se quiere un campo en pleno progreso. Dejar a éstos en la misma situación, solo debilitará al Estado como garante de las garantías individuales.
amksheratto@hotmail.com