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Para ellas, "políticas correctas", según Velasco. |
Angel Mario Ksheratto
@ksheratto
Los implicados no tienen razón ni motivo para preocuparse. Cada administración saliente, tiene su propio escándalo y nada ocurre. La justicia no es en lo primero que deben pensar porque ésta, es aliada incondicional de la impunidad. Raspados, seguramente saldrán, pero de ahí no pasarán. Desde hace sexenios, cada expresidente cargó con su corrupción y la de sus amigos y familiares.
Los panistas —que a través de Fox, primero y luego con Calderón, ofrecieron un “cambio”— tampoco quedaron al margen de los negocios sucios que hicieron de otrora políticos mediocres, multimillonarios inversores en cualquier negocio internacional. Enumerar los escándalos mediáticos después de terminado un periodo presidencial, resulta hasta ocioso.
Nunca en la historia reciente de la corrupción institucional, ha habido un solo caso de castigo a los predadores del erario y usuarios de las influencias del poder político. Cierto es que detienen a los menos indicados: a la secretaria que elaboró un oficio comprometedor; al director de área que firmó una orden proveniente desde la más alta esfera, en fin, a los que en realidad, no se llevaron ni un solo centavo de lo hurtado.
Sucede en todo el país. En Chiapas, cada exgobernador se fue con las alforjas repletas de dinero. Solo uno ha caído en prisión y salió mediante un acuerdo personal, una acción extrajudicial, por decir lo menos. Y se fue a disfrutar cada centavo que se robó. Desde que se inauguraron las cacerías de brujas contra exfuncionarios, ninguno de los que utilizó recursos para fines propios, fue a parar a la cárcel. Es algo así como un juego de mafiosos para lavar honras derruidas.
Los familiares y amigos cercanos de los expresidentes y exgobernadores, principales beneficiarios de la corrupción, ahí están, libres y felices, burlándose de un pueblo que por cierto, parece imperturbable ante el saqueo, ahora sí, institucional, permitido, desmedido.
El caso de Oceanografía, a quien se atribuyen actos de corrupción contra PEMEX y en los que estarían involucrados familiares del expresidente Vicente Fox y exfuncionarios en la administración de Felipe Calderón, es el más reciente. Ha elevado el nivel del debate, esa eterna discusión que se convierte en moneda de cambio a la hora de la repartición de beneficios entre oficialistas y opositores.
No es nueva la noticia del descarado fraude de esa empresa. Con todo y las pruebas que tuvieron en sus manos los dos expresidentes de filiación panista e incluso, el expresidente Ernesto Zedillo (el último priista de la era tricolor), nadie hizo lo conducente para frenar el saqueo. La complicidad, como factor de unidad entre quienes desfalcan al país.
A Oceanografía solo se le “castigó” con la inhabilitación de un año con nueve meses y se le ordenó el pago de una multa de 24 millones de pesos… Una cantidad risible si la comparamos con los cientos de miles de millones de dólares que se le adjudicaron mediante contratos amañados. Eso, aquí y en el planeta más lejano a la tierra, se llama impunidad. Y lo peor es que, a pesar de la “inhabilitación” ordenada, éste lunes la empresa reanudará sus labores formales.
En unos días, quizá semanas, el asunto habrá quedado en el olvido y solo será ventilado en los Medios, cuando a algún opositor le convenga. Los hijos de Martha Sahagún —hijastros de Fox— y los excolaboradores de Calderón, reirán a tambor batiente, al igual que los beneficiarios del “Pemexgate”, el “error de diciembre”, la corrupción en el IMSS y muchos otros tantos escándalos de corrupción que han sido ampliamente ignorados por la justicia.
Con un panorama de ese tamaño, no esperemos que los corruptos tengan su merecido. No hay forma de lograr que ese fenómeno, sea erradicado. Es como una maldición que el pueblo mexicano está obligado a llevar encima. No esperemos tampoco que el resto de cosas cambien. Es como pedir peras al olmo. Y lo peor es que los mismos políticos saqueadores, se siguen presentando en los procesos electorales… ¡Y se sigue votando por ellos!
Tarjetero
*** Es malo, muy malo que se siga haciendo justicia por mano propia, ha dicho el secretario de Pueblos y Culturas Indígenas, Jorge Álvarez López, al referirse, asumo yo, a los linchamientos recurrentes en la zona indígena de Chiapas. Y tiene razón el funcionario. Lo que no tiene, es forma para justificar el fracaso de su gestión al frente de una dependencia que, se supone, debería enfocarse a buscar acuerdos, reconciliaciones y políticas certeras para hacer entender a los indígenas que hay códigos de conducta social que deben atenderse puntualmente. Lograr que los “usos y costumbres” indígenas sean parte integral de una política de convivencia cordial y respetuosa, es tarea del dicho funcionario. Para eso le pagan. Pero bueno, todo indica que no tiene madera para lograr la pacificación cotidiana en aquella parte de la entidad. *** El alza en el precio del limón, es otro de los escándalos que tienen al país confundido. Y ninguna autoridad federal ha sacado la cara para explicar esa situación, lo cual nos da un claro indicio que les vale un soberano cacahuate. *** El gobernador Manuel Velasco Coello, se comprometió, durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, a seguir impulsando políticas correctas para la inclusión de ellas en la vida política y social de Chiapas. Habló de equidad y perspectiva de género como elementos para dar a las mujeres el trato igualitario que merecen. *** ¿Bajo qué criterios los organismos que “valoran” el grado de seguridad de una ciudad, estado o país, otorgan sus dudosos “certificados”? Definitivamente, todo indica que esos criterios, van contra toda lógica y lo único que logran es una desconcentración que pone en riesgo real a los habitantes de los lugares donde entregan esos documentos raros. Ya hablaremos ampliamente sobre el tema. *** La crisis del café está cada vez más tensa. A pesar del esfuerzo gubernamental para paliar la situación, los cafeticultores insisten en que podrían perder mucho éste año. Ahí urge una revisión de la cartera cafetalera, pues su titular, por lo que dicen cafetaleros y empelados de COMCAFE, sabe poco o nada del tema, lo que ha contribuido a agudizar el problema. *** Luego nos leemos.
amksheratto@hotmail.com