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| Mañana, trasciende, limpiará la casa. |
Angel Mario Ksheratto
Muy breve; conciso pero contundente. No quiere ser excusa para que el gobierno federal, no haga lo conducente y jurídicamente acertado en la cascada de acusaciones contra el exgobernador Juan Sabines Guerrero. Se trata de lo que el periodista Carlos Loret de Mola relata en su columna de El Universal de hoy: que recibió una llamada del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, en la que le dijo tres cosas sustanciales:
Primero, que no ha visto al exgobernador Sabines desde el 8 de diciembre del año pasado; segundo, que ningún funcionario federal le ha planteado la posibilidad de actuar judicialmente contra su antecesor y tercero, que no lo utilicen —el gobierno federal, los detractores de éste y los que sexenio tras sexenio reclaman su cuota de morbo político— como pretexto para no hacer lo que las leyes contemplan.
Visto desde fuera, son tres cosas simples y elementales. La costumbre política dicta que ningún gobernante fuera del puesto, debe ni puede seguir captando las luces de los reflectores. Esa misma costumbre —que no ley, que quede claro— establece que, por angas o por mangas, uno dos o quizá hasta seis funcionarios de la administración saliente, debe quedar en la entrante.
Las razones no explicadas de esa caduca tradición, se advierten como garantías para asegurar cierto grado de honradez… Sí, solo cierto grado de honradez. Por otro lado, para cumplir con algunos acuerdos políticos previos a la elección del sucesor. Cosas que no deberían suceder, pero estamos en Chiapas y es la costumbre de hace muchos sexenios.
Hasta ahora nadie había reparado en ese asunto; los presuntos abusos de los colaboradores cercanos del exgobernador, a quienes se les acusa de haber saqueado el erario (y que no han podido ocultar), son los factores que desataron la exigencia. Y con ésta, la molestia justificada en virtud de la gravedad de las sospechas contra Sabines y sus colaboradores, de quienes no se sabe su paradero cierto.
En esas circunstancias, debemos dar por sentado que el exmandatario no tendría ni razones ni motivos para intentar contener la burbuja de poder en sus manos. Quienes lo han hecho, han terminado mal. El mismo Sabines metió a la cárcel a Pablo Abner Salazar cuando ambicionó intervenir en su administración. ¿Sería capaz Juan Sabines de acercarse a la caja de pandora que él mismo aperturó?
En cuanto al gobierno federal y su responsabilidad de aplicar la ley a quien la infrinja, tenemos el caso de Andrés Granier Melo, exgobernador de Tabasco. Granier ha sido un fiel priísta; con todo y eso, está a medio paso de la cárcel. En materia de desfalcos, no hay mucha diferencia entre las cifras de Chiapas y Tabasco. Sabines, en su momento, traicionó al PRI y se fue al PRD. ¿Habrá alguna razón “política” para actuar o dejar de hacerlo en el caso del exgobernador de Chiapas?
Hasta donde se sabe, la mayor parte del dinero desviado por los excolaboradores de Sabines, es de proveniencia federal. Corresponde entonces a la federación, investigar y sancionar los ilícitos financieros en que se haya incurrido.
El PRI, como partido en el gobierno, haría mal en estar consultando a los gobernadores si procede o no contra los antecesores que estén bajo sospecha. Actúan y punto. La razón para proceder de esa manera es la recuperación inmediata de la credibilidad social para mantenerse como opción clara y transparente de gobierno. De tal manera que harían mal, los gobernantes emanados de ese partido, si usaren de pretexto a Velasco para no cumplir con las obligaciones constitucionales de las instituciones, en caso que se tengan pruebas contra Sabines y sus colaboradores.
Cierto es que hay molestia por la permanencia de algunos excolaboradores de Juan; muchos de éstos mostraron ineficacia en el sexenio pasado y peor aún, están bajo sospecha de haber cometido actos de corrupción bárbaros. Cierto es también que la exigencia colectiva e incontestable es que éstos, no solo sean despedidos de los cargos que ostentan, sino que además, sean llevados a los Tribunales.
Es una petición comprensible; hay indignación, hay frustración, molestia. Y hay también, la certeza de que no se podrá avanzar si se sigue con malos elementos dentro de la administración. Pero todo parece tener un tiempo prudencial; así debe ser. Las apresuraciones no siempre dejan buenos resultados.
No obstante y dadas las condiciones y circunstancias, una acción a tiempo, podría ser la solución definitiva a un asunto que podría desbordarse. Manuel Velasco Coello, es un hombre inteligente, capaz. Conoce a fondo el tema y estamos seguros que, en su momento, tomará las decisiones pertinentes. Tendrá que limpiar a su gabinete y nombrar, en el lugar de los que usurpan cargos, a gente de bien, comprometida con su proyecto de gobierno. Ojalá.
Tarjetero
*** Se presentó en el Congreso del Estado, la iniciativa para el libre acceso al internet. Por razones de tiempo, no hemos podido leer detenidamente el documento presentado por la diputada Alejandra Soriano. En realidad, es la inserción de un párrafo, veremos. *** La impotencia se apodera de cualquiera; cientos de chamacos “anárquicos”, golpeando e insultando a quienes se les pega la gana. Los detienen y con la primera marcha a su favor, los dejan libres. La anarquía entonces, está en medio de las instituciones. Los chamacos revoltosos esos, solo son beneficiarios, no practicantes. Por si a prácticas vamos, solo son vándalos. *** Me sigo preguntando cómo es que algunos, narran episodios ocurridos en la entidad sin haber estado en el lugar de los hechos… Y todavía le ponen exceso de crema y mentiras a sus elucubraciones. *** ¡Vaya! Con todo, Dilma Vana Rousseff, es una política sensible y profesional. En lugar de salir a maldecir a los miles que le abuchearon en un acto público durante el torneo de fútbol que se celebra en Brasil (del que México regresará en breve) y condenar a los otros miles que se manifiestan en las calles, los elogió y les dio la razón. Eso es hacer política. No justificar los malos resultados ni buscar culpables. Eso aprendieran nuestros políticos. *** Desde hace meses, trailer’s de distintas empresas, han empezado a invadir calles de diversas colonias de Tuxtla Gutiérrez. Como sabemos, es transporte pesado y destruyen las calles; sabemos además, que está prohibido que ingresen al centro y a las colonias. Personalmente le he reportado a Moisés Grajales el asunto, porque por la zona norte oriente, ya están terminando con el pavimento de las calles. Y no ha hecho nada. Ahí siguen estacionándose, poniendo en riesgo a cientos de niños que acuden a las escuelas. ¡A ver hasta cuándo, Moi! *** Para Arlet Aguilar Molina, mi abrazo solidario por la irreparable pérdida de su señora madre. Descanse en paz. Luego nos leemos.
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