Admite Ruiz Hernández, sobrecupo hospitalario
Angel Mario Ksheratto
amksheratto@hotmail.com
La primer pregunta es obligada: hay un evidente desabasto de medicamentos y otros insumos en todos los hospitales, ¿cuál es la gravedad del asunto? Carlos Eugenio Ruiz Hernández, médico cirujano egresado de la UNAM y actual secretario de Salud, medita la respuesta; se reacomoda en la silla, entrelaza los dedos, los truena, hace un gesto de contrariedad y afirma:
“En éste momento ya tenemos de entre un 80 y un 90 por ciento de abasto y atención adecuada.” Para el galeno, la explicación de la crisis sanitaria que obligó a cancelar cirugías y atender emergencias de alto impacto, es sencilla. Pero más tarde, durante la entrevista, admite la enorme deuda de esa secretaría a la que sin embargo, califica de “histórica” y que habrá de llevar mucho tiempo para ser saldada.
De hablar pausado y pocas expresiones emocionales, rodea su modesta oficina con la vista antes de ofrecer una respuesta. “El hospital ‘Rafael Pascasio Gamboa’, por ser un hospital de concentración, está a más del 140 por ciento de su capacidad real; es decir, todo mundo confluye ahí. Vienen desde Pijijiapan, Tonalá, Arriaga, Cintalapa, de Villaflores, en fin de todas partes. Y si a eso agregamos que el Hospital “De las Culturas” no tiene recursos para atender a los pacientes, la situación se complica para ese hospital”, dice en un arranque de sinceridad inesperada.
Para el funcionario, las actuales condiciones de los nosocomios, han sido factor para que en ocasiones, cirugías de emergencia, se deban suspender o cuando menos, posponer.
—No tenemos un número pero sí, un stop para toda urgencia normal y las cirugías programadas. Ayer se disparó la urgencia, porque ingresaron 14 pacientes graves e inmediatamente se les atendió. Desde la mañana nos pusimos a trabajar con las autoridades del hospital “Pascasio” y a partir de ésta fecha, queda un personal administrativo y de atención médica para dar solución a todas las eventualidades —explica.
—¿Ya hay atención, digamos, “normal” a cirugías mayores?
—Sí. Sí, todo. Todas las cirugías se están realizando conforme están siendo programadas.
—El Sindicato y otros empleados hospitalarios, dicen lo contrario… ¿Están mintiendo?
—Hemos tenido problemas con el abasto; se termina el material, pero somos tan reactivos que en menos de dos horas, estamos surtiendo cada necesidad.
—En el ISSTECH, el desabasto de medicinas es también grave.
—De esa institución no podría decirte nada…
—Pero es una institución médica que depende de la Secretaría a su cargo o por lo menos, tiene alguna vinculación.
—No. El ISSTECH es un órgano descentralizado totalmente de la secretaría de Salud, igual que el ISSSTE y la SEDENA y el Seguro Social. Dentro del Consejo Estatal, nosotros solo vemos las políticas de salud… Nada más. O nos sumamos en alguna contingencia, independientemente de quién esté atendiendo a los pacientes o que dependan de un régimen social distinto. Eso sí, la mayor cobertura, la damos nosotros; de más de cuatro millones que tiene Chiapas, el Seguro Popular atiende 3 millones 500 mil y el resto se lo diluyen entre el Seguro Social, el ISSSTECH y SEDENA.
—Bajo el esquema que plantea, ¿podría decirnos —con exactitud— cómo están operando el resto de hospitales que están bajo la tutela estricta de la Secretaría?
—Tenemos 13 hospitales normales y 17 básicos y a todos se les está surtiendo medicamentos. Ya se va a siete o 15 días, la espera de éstos. Anteriormente, en los meses de enero, febrero y marzo, nos íbamos a cinco o tres días porque el recurso económico no existía. Pero en éstos momentos ya tenemos recurso financiero y lógicamente, ya se dio la licitación; ya fue dictaminada. Hoy, se firma el convenio de cuándo las empresas van a entregar los insumos y cuando mucho, estarán llegando a fin de mes.
—¿Hubo transparencia en esa licitación? Se lo digo porque la experiencia nos ha enseñado que por lo general, las licitaciones son fuente de corrupción y favoritismos.
—La convocatoria se subió y participaron seis empresas; de éstas quedaron cuatro porque dos no cumplieron con los requisitos. Y de esas cuatro, quedaron dos. Hubo un fallo salomónico. Una empresa se queda con el 60 por ciento y la otra, el 40 por ciento. La licitación en ésta administración se ha llevado con absoluta y completa transparencia. Yo no la firmé en dos ocasiones; la consideré desierta. Hemos hecho una excelente licitación. La dispensa por una receta a nivel nacional, está en siete pesos. El estado que lo tiene en mínimo es el Estado de México y el Distrito Federal. Nosotros tuvimos una dispensa de 2.03 pesos. Eso nos va a dar una economía y claro, el medicamento es de calidad, porque se estuvo revisando medicamento por medicamento para verificar la calidad.
—En materia de infraestructura hospitalaria ¿qué nos puede decir? Hay varios hospitales sí, pero no son funcionales, están prácticamente abandonados, sin equipo, sin instrumental, sin personal, sin garantía de ninguna naturaleza.
—Primero estamos trabajando sobre medicamentos y en segundo lugar, en material de curación y de sutura; lógicamente, no le faltó —ni le faltará— el salario a ninguno de los trabajadores. En éste mes de abril estamos comprando medicamentos de manera directa, que los van a entregar hasta finales de mes, de acuerdo a la licitación. Vamos a entrar a un proceso de ver la reparación y compostura de nuestros aparatos, en el mes de mayo. Independientemente que estemos ya, tomando un hospital y haciendo una acción. Hay aparatos a los que no se les dio mantenimiento; hay otros que solo hay que echarlos a andar, otros que simplemente fueron abandonados y que en un momento dado, por no comprar un transformador adecuado, quedaron tirados. Ese es mi compromiso para el mes de mayo.
—¿Cuánto tiempo considera prudente para que toda la red hospitalaria esté funcionando al cien por ciento?
—A finales de mayo…
—¿Incluyendo los hospitales nuevos que están ahí, como elefantes blancos?
—Por el de 180 camas, el Gobierno del Estado tiene una deuda y para lo cual, estamos en pláticas con el Secretario de Hacienda para ver cuánto nos va a dar; tenemos por ahí un ahorro del Seguro Popular y con eso, creo que vamos a poder pagarla. Ese hospital va a ser de un gran impacto social, sobre todo, porque tiene 180 camas y va a desahogar completamente el “Pascasio Gamboa”. Tiene, desde el punto de vista de laboratorio y gabinete, placas simples y radiográficas, hasta resonancia magnética. Es el único en el sureste de México y tiene qué ser pronto que lo echemos a andar. En ese caso, el “Pascasio”, quedará como un hospital de apoyo, pero no en una forma total, porque será un hospital materno-infantil.
—¿Qué cree usted que ha fallado en la red hospitalaria?
—No podría darte una respuesta. ¿Qué falló? No se pagó la deuda; ahora las deudas vienen a nivel nacional. Se sientan varias dependencias y se diseña de acuerdo al modelo del plan maestro. Incluso, ellos compran toda la tecnología y dan la llave, cuando se ha pagado totalmente.
—Se hará una evaluación completa del edificio del llamado hospital de las 180 camas?
—Yo he ido tres veces y la calidad estructural de ese hospital es digno de tomarse en cuenta, porque no hubo ningún problema de calidad.
—Hablemos de la humanización laboral. Es de todos conocido que el trato que dan doctores, enfermeras e incluso, trabajadoras sociales a los pacientes y sus familias, es deprimente; hay exceso de prepotencia… ¿Qué estrategias de Estado tiene contempladas para acabar con los abusos del personal?
—Se tiene completamente establecida la capacitación y la profesionalización y sobre todo, cursos sobre relaciones humanas. Desgraciadamente, no todo el trabajador responde positivamente; a veces son insolentes e insultantes; inclusive cuando hay urgencias, no se valora la urgencia. Dímelo a mí, que trabajé 28 años en el Seguro Social. El trato del personal, a veces deja mucho qué desear. Por desgracia, es en todas las instituciones.
—¿Cómo encontró las finanzas de ésta secretaría?
—Bueno, aún no sé… No te podría dar una cifra en éste momento, pero sí, la encontramos con algo en contra. Todavía no termina el Órgano de Fiscalización; se está haciendo una auditoría interna y nuestro aparato administrativo también está revisando cada aspecto para determinar el daño. Todas las instituciones navegan con una deuda histórica. Lo más frecuente que se deje en deuda es el pago del FOVISSTE y el pago del ISSSTE. Vamos a tener qué negociarlo, entrar a un proceso de negociación. Es una deuda que no se va a pagar en un año; posiblemente, lleve dos años pagar la deuda.
—¿Hay un estimado de la deuda?
—Sí, es más o menos de 700 millones de pesos.
—Obviamente, afecta a la institución, pero, ¿frena de tajo proyectos y programas necesarios?
—No, porque entramos a un programa de austeridad y a una disminución del gasto revolvente; la gasolina la disminuimos prácticamente al 30 por ciento. Ya no tengo asesores; había 14 asesores. Mis mejores asesores son los directores que están en la Secretaría. Persisten en un 30 por ciento los del sexenio pasado. No estamos contratando gente nueva y eso hace que la economía vaya saliendo poco a poco. Y sobre todo, estamos lanzando licitaciones que nos significan mucha economía. Y estamos también con programas sociales externos, como el de Carlos Slim y las parteras. Eso nos va a dejar una derrama de 40 millones de pesos anuales. Además, tenemos qué bajar de las organizaciones no gubernamentales, dinero que va a servir de mucha ayuda.
—La cuestión de la salud rural, especialmente en los municipios con alta marginación, es un tema recurrente, ¿tiene la secretaría de Salud un programa específico para atender a las comunidades donde la pobreza es extrema y casi no hay servicios de salud?
—Tenemos cuatro programas dentro de la Cruzada Nacional de Salud: Uno, la vacunología, que se está implementando en 55 municipios; dos, un programa de nutrición infantil que incluye la entrega de alimentos en centros de salud y centros microregionales de salud. Tres, control prenatal en el que se hacen exámenes de laboratorio y se le entrega ácido fólico a las madres y cuatro, cobertura total del Seguro Popular. En zonas comunitarias, tenemos caravanas de la salud que van a distintas localidades.
—Me decía que no va a haber contratación de nuevo personal, lo que hace suponer que tampoco habrá despidos. Sin embargo, hay la percepción —e incluso, pruebas— en el sentido que en ésta secretaría hay personal de rango medio que está haciendo mal uso de sus funciones. ¿Van a permanecer ese tipo de gentes que abusa de los cargos?
—La Dirección de Administración y Finanzas está totalmente cambiada. Con gente muy honesta; si hay algún ilícito, se tiene que castigar. La secretaría de Salud necesita tener —y esto va por largo tiempo— un programa y un presupuesto para la liquidación de las personas que ya rebasan los 30 años de trabajo y siguen en el mismo cargo en lo que yo llamo “terapearse”. Tenemos qué entrar a la cultura de la jubilación a tiempo. Yo justificaría la continuidad de un trabajador que su aportación laboral sea indispensable, eficaz y eficiente.
—Un tema que está en el aire es el de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios; hace unos días, diversas corporaciones policíacas, federales, estatales y municipales e incluso, personal de ésta Secretaría, realizaron operativos en los que se cerraron varios restaurantes, discotecas, antros, cantinas bajo el argumento que violaban diversas leyes, especialmente en materia de salud. Pero al siguiente día, fueron reabiertos por autorización de ésta dependencia…
—No. Es decir, se llevó a cabo un operativo en el que iban SEDENA, la PFP, Seguridad Pública, Policía Municipal Judicial del Estado y nosotros. Pero si se hizo mal la verificación, se abría de nuevo. Fueron más o menos, 34 establecimientos que se multaron y hay algunos que no se han abierto, principalmente si era restaurante y tenía observaciones graves. En algunos bares, se preparaba la bebida en forma masiva y adulterada. En otros, donde hay variedad, se cerró porque no contaban con puertas de emergencia. Hubo gente que habló y se les explicó que fue parte de un operativo para resguardar y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
—Trascendió que hubo presión de los empresarios…
—Bueno, pero la sociedad lo vio bien, definitivamente. Los restauranteros lo vieron mal y trataron de manifestarse.
—¿Se va a seguir con ese tipo de operativos?
—sí, se va a seguir. Y lo vamos a extender a todo el estado y ahí, queremos el apoyo de todos los presidentes municipales.
Angel Mario Ksheratto
amksheratto@hotmail.com
La primer pregunta es obligada: hay un evidente desabasto de medicamentos y otros insumos en todos los hospitales, ¿cuál es la gravedad del asunto? Carlos Eugenio Ruiz Hernández, médico cirujano egresado de la UNAM y actual secretario de Salud, medita la respuesta; se reacomoda en la silla, entrelaza los dedos, los truena, hace un gesto de contrariedad y afirma:
“En éste momento ya tenemos de entre un 80 y un 90 por ciento de abasto y atención adecuada.” Para el galeno, la explicación de la crisis sanitaria que obligó a cancelar cirugías y atender emergencias de alto impacto, es sencilla. Pero más tarde, durante la entrevista, admite la enorme deuda de esa secretaría a la que sin embargo, califica de “histórica” y que habrá de llevar mucho tiempo para ser saldada.
De hablar pausado y pocas expresiones emocionales, rodea su modesta oficina con la vista antes de ofrecer una respuesta. “El hospital ‘Rafael Pascasio Gamboa’, por ser un hospital de concentración, está a más del 140 por ciento de su capacidad real; es decir, todo mundo confluye ahí. Vienen desde Pijijiapan, Tonalá, Arriaga, Cintalapa, de Villaflores, en fin de todas partes. Y si a eso agregamos que el Hospital “De las Culturas” no tiene recursos para atender a los pacientes, la situación se complica para ese hospital”, dice en un arranque de sinceridad inesperada.
Para el funcionario, las actuales condiciones de los nosocomios, han sido factor para que en ocasiones, cirugías de emergencia, se deban suspender o cuando menos, posponer.
—No tenemos un número pero sí, un stop para toda urgencia normal y las cirugías programadas. Ayer se disparó la urgencia, porque ingresaron 14 pacientes graves e inmediatamente se les atendió. Desde la mañana nos pusimos a trabajar con las autoridades del hospital “Pascasio” y a partir de ésta fecha, queda un personal administrativo y de atención médica para dar solución a todas las eventualidades —explica.
—¿Ya hay atención, digamos, “normal” a cirugías mayores?
—Sí. Sí, todo. Todas las cirugías se están realizando conforme están siendo programadas.
—El Sindicato y otros empleados hospitalarios, dicen lo contrario… ¿Están mintiendo?
—Hemos tenido problemas con el abasto; se termina el material, pero somos tan reactivos que en menos de dos horas, estamos surtiendo cada necesidad.
—En el ISSTECH, el desabasto de medicinas es también grave.
—De esa institución no podría decirte nada…
—Pero es una institución médica que depende de la Secretaría a su cargo o por lo menos, tiene alguna vinculación.
—No. El ISSTECH es un órgano descentralizado totalmente de la secretaría de Salud, igual que el ISSSTE y la SEDENA y el Seguro Social. Dentro del Consejo Estatal, nosotros solo vemos las políticas de salud… Nada más. O nos sumamos en alguna contingencia, independientemente de quién esté atendiendo a los pacientes o que dependan de un régimen social distinto. Eso sí, la mayor cobertura, la damos nosotros; de más de cuatro millones que tiene Chiapas, el Seguro Popular atiende 3 millones 500 mil y el resto se lo diluyen entre el Seguro Social, el ISSSTECH y SEDENA.
—Bajo el esquema que plantea, ¿podría decirnos —con exactitud— cómo están operando el resto de hospitales que están bajo la tutela estricta de la Secretaría?
—Tenemos 13 hospitales normales y 17 básicos y a todos se les está surtiendo medicamentos. Ya se va a siete o 15 días, la espera de éstos. Anteriormente, en los meses de enero, febrero y marzo, nos íbamos a cinco o tres días porque el recurso económico no existía. Pero en éstos momentos ya tenemos recurso financiero y lógicamente, ya se dio la licitación; ya fue dictaminada. Hoy, se firma el convenio de cuándo las empresas van a entregar los insumos y cuando mucho, estarán llegando a fin de mes.
—¿Hubo transparencia en esa licitación? Se lo digo porque la experiencia nos ha enseñado que por lo general, las licitaciones son fuente de corrupción y favoritismos.
—La convocatoria se subió y participaron seis empresas; de éstas quedaron cuatro porque dos no cumplieron con los requisitos. Y de esas cuatro, quedaron dos. Hubo un fallo salomónico. Una empresa se queda con el 60 por ciento y la otra, el 40 por ciento. La licitación en ésta administración se ha llevado con absoluta y completa transparencia. Yo no la firmé en dos ocasiones; la consideré desierta. Hemos hecho una excelente licitación. La dispensa por una receta a nivel nacional, está en siete pesos. El estado que lo tiene en mínimo es el Estado de México y el Distrito Federal. Nosotros tuvimos una dispensa de 2.03 pesos. Eso nos va a dar una economía y claro, el medicamento es de calidad, porque se estuvo revisando medicamento por medicamento para verificar la calidad.
—En materia de infraestructura hospitalaria ¿qué nos puede decir? Hay varios hospitales sí, pero no son funcionales, están prácticamente abandonados, sin equipo, sin instrumental, sin personal, sin garantía de ninguna naturaleza.
—Primero estamos trabajando sobre medicamentos y en segundo lugar, en material de curación y de sutura; lógicamente, no le faltó —ni le faltará— el salario a ninguno de los trabajadores. En éste mes de abril estamos comprando medicamentos de manera directa, que los van a entregar hasta finales de mes, de acuerdo a la licitación. Vamos a entrar a un proceso de ver la reparación y compostura de nuestros aparatos, en el mes de mayo. Independientemente que estemos ya, tomando un hospital y haciendo una acción. Hay aparatos a los que no se les dio mantenimiento; hay otros que solo hay que echarlos a andar, otros que simplemente fueron abandonados y que en un momento dado, por no comprar un transformador adecuado, quedaron tirados. Ese es mi compromiso para el mes de mayo.
—¿Cuánto tiempo considera prudente para que toda la red hospitalaria esté funcionando al cien por ciento?
—A finales de mayo…
—¿Incluyendo los hospitales nuevos que están ahí, como elefantes blancos?
—Por el de 180 camas, el Gobierno del Estado tiene una deuda y para lo cual, estamos en pláticas con el Secretario de Hacienda para ver cuánto nos va a dar; tenemos por ahí un ahorro del Seguro Popular y con eso, creo que vamos a poder pagarla. Ese hospital va a ser de un gran impacto social, sobre todo, porque tiene 180 camas y va a desahogar completamente el “Pascasio Gamboa”. Tiene, desde el punto de vista de laboratorio y gabinete, placas simples y radiográficas, hasta resonancia magnética. Es el único en el sureste de México y tiene qué ser pronto que lo echemos a andar. En ese caso, el “Pascasio”, quedará como un hospital de apoyo, pero no en una forma total, porque será un hospital materno-infantil.
—¿Qué cree usted que ha fallado en la red hospitalaria?
—No podría darte una respuesta. ¿Qué falló? No se pagó la deuda; ahora las deudas vienen a nivel nacional. Se sientan varias dependencias y se diseña de acuerdo al modelo del plan maestro. Incluso, ellos compran toda la tecnología y dan la llave, cuando se ha pagado totalmente.
—Se hará una evaluación completa del edificio del llamado hospital de las 180 camas?
—Yo he ido tres veces y la calidad estructural de ese hospital es digno de tomarse en cuenta, porque no hubo ningún problema de calidad.
—Hablemos de la humanización laboral. Es de todos conocido que el trato que dan doctores, enfermeras e incluso, trabajadoras sociales a los pacientes y sus familias, es deprimente; hay exceso de prepotencia… ¿Qué estrategias de Estado tiene contempladas para acabar con los abusos del personal?
—Se tiene completamente establecida la capacitación y la profesionalización y sobre todo, cursos sobre relaciones humanas. Desgraciadamente, no todo el trabajador responde positivamente; a veces son insolentes e insultantes; inclusive cuando hay urgencias, no se valora la urgencia. Dímelo a mí, que trabajé 28 años en el Seguro Social. El trato del personal, a veces deja mucho qué desear. Por desgracia, es en todas las instituciones.
—¿Cómo encontró las finanzas de ésta secretaría?
—Bueno, aún no sé… No te podría dar una cifra en éste momento, pero sí, la encontramos con algo en contra. Todavía no termina el Órgano de Fiscalización; se está haciendo una auditoría interna y nuestro aparato administrativo también está revisando cada aspecto para determinar el daño. Todas las instituciones navegan con una deuda histórica. Lo más frecuente que se deje en deuda es el pago del FOVISSTE y el pago del ISSSTE. Vamos a tener qué negociarlo, entrar a un proceso de negociación. Es una deuda que no se va a pagar en un año; posiblemente, lleve dos años pagar la deuda.
—¿Hay un estimado de la deuda?
—Sí, es más o menos de 700 millones de pesos.
—Obviamente, afecta a la institución, pero, ¿frena de tajo proyectos y programas necesarios?
—No, porque entramos a un programa de austeridad y a una disminución del gasto revolvente; la gasolina la disminuimos prácticamente al 30 por ciento. Ya no tengo asesores; había 14 asesores. Mis mejores asesores son los directores que están en la Secretaría. Persisten en un 30 por ciento los del sexenio pasado. No estamos contratando gente nueva y eso hace que la economía vaya saliendo poco a poco. Y sobre todo, estamos lanzando licitaciones que nos significan mucha economía. Y estamos también con programas sociales externos, como el de Carlos Slim y las parteras. Eso nos va a dejar una derrama de 40 millones de pesos anuales. Además, tenemos qué bajar de las organizaciones no gubernamentales, dinero que va a servir de mucha ayuda.
—La cuestión de la salud rural, especialmente en los municipios con alta marginación, es un tema recurrente, ¿tiene la secretaría de Salud un programa específico para atender a las comunidades donde la pobreza es extrema y casi no hay servicios de salud?
—Tenemos cuatro programas dentro de la Cruzada Nacional de Salud: Uno, la vacunología, que se está implementando en 55 municipios; dos, un programa de nutrición infantil que incluye la entrega de alimentos en centros de salud y centros microregionales de salud. Tres, control prenatal en el que se hacen exámenes de laboratorio y se le entrega ácido fólico a las madres y cuatro, cobertura total del Seguro Popular. En zonas comunitarias, tenemos caravanas de la salud que van a distintas localidades.
—Me decía que no va a haber contratación de nuevo personal, lo que hace suponer que tampoco habrá despidos. Sin embargo, hay la percepción —e incluso, pruebas— en el sentido que en ésta secretaría hay personal de rango medio que está haciendo mal uso de sus funciones. ¿Van a permanecer ese tipo de gentes que abusa de los cargos?
—La Dirección de Administración y Finanzas está totalmente cambiada. Con gente muy honesta; si hay algún ilícito, se tiene que castigar. La secretaría de Salud necesita tener —y esto va por largo tiempo— un programa y un presupuesto para la liquidación de las personas que ya rebasan los 30 años de trabajo y siguen en el mismo cargo en lo que yo llamo “terapearse”. Tenemos qué entrar a la cultura de la jubilación a tiempo. Yo justificaría la continuidad de un trabajador que su aportación laboral sea indispensable, eficaz y eficiente.
—Un tema que está en el aire es el de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios; hace unos días, diversas corporaciones policíacas, federales, estatales y municipales e incluso, personal de ésta Secretaría, realizaron operativos en los que se cerraron varios restaurantes, discotecas, antros, cantinas bajo el argumento que violaban diversas leyes, especialmente en materia de salud. Pero al siguiente día, fueron reabiertos por autorización de ésta dependencia…
—No. Es decir, se llevó a cabo un operativo en el que iban SEDENA, la PFP, Seguridad Pública, Policía Municipal Judicial del Estado y nosotros. Pero si se hizo mal la verificación, se abría de nuevo. Fueron más o menos, 34 establecimientos que se multaron y hay algunos que no se han abierto, principalmente si era restaurante y tenía observaciones graves. En algunos bares, se preparaba la bebida en forma masiva y adulterada. En otros, donde hay variedad, se cerró porque no contaban con puertas de emergencia. Hubo gente que habló y se les explicó que fue parte de un operativo para resguardar y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
—Trascendió que hubo presión de los empresarios…
—Bueno, pero la sociedad lo vio bien, definitivamente. Los restauranteros lo vieron mal y trataron de manifestarse.
—¿Se va a seguir con ese tipo de operativos?
—sí, se va a seguir. Y lo vamos a extender a todo el estado y ahí, queremos el apoyo de todos los presidentes municipales.