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| Malosos cerca de él. |
Angel Mario Ksheratto
El discurso fue el mismo de hace 19 años: anquilosado, inconsistente, poco contundente. La trillada imputación de todas las desgracias al “mal gobierno”, se mantuvo firme, como si ése fuera el único argumento válido, el fundamento sacramental de un movimiento que reaparece con más contradicciones que verdades.
Se volvió a insistir que, como hace 19 años, “el mal gobierno” ha militarizado la zona de influencia zapatista y ha mantenido la persecución y el exterminio de éstos. Y vuelta la puerca al lodazal, se renueva el voto contra quienes no comulgan con el silencio abrumador auto impuesto durante los últimos dos sexenios.
La conmemoración de aquella hazaña guerrerista que en 1994, nos conmovió a todos y nos arrastró a la euforia colectiva, tuvo sin embargo, sus toques indiscretos; por ejemplo, se desmintió al líder del movimiento, quien días antes, envió algunos comunicados difusos, pero reveladores en cierto modo.
Escribió el sub comandante Marcos: “Nuestro nivel de vida es superior al de las comunidades indígenas afines a los gobiernos en turno, que reciben las limosnas y las derrochan en alcohol y artículos inútiles.”
Hace Marcos un listado de beneficios que hay en la zona zapatista que hace pensar en una región próspera, pujante, libre en todas las acepciones del término libertad. Es decir, no hay pobreza, enfermedades, castigos, esclavitud, sometimiento…
Pero la indiscreción o la falta de cuidado, puso al subcomandante en lo que creemos, es la justa dimensión. “Ya no debe haber más sufrimiento y más pobreza para los indígenas”, dijo un orador indígena ante los asistentes al festejo.
Tal declaración en plenas celebraciones, dejan en claro que ahí, en el centro de una región ocupada por un puñado de hombres armados, persisten condiciones graves de insalubridad, marginación, explotación y pobreza extrema. Es de creerle más a un indígena que sufre en carne propia los estragos de un movimiento armado con definiciones poco diáfanas, que a un dirigente zapatista que, en 12 años, mantuvo un silencio ominoso, sospechoso, cómplice.
Un silencio por cuyas consecuencias, pretende lavarse las manos echando la culpa a los medios de comunicación y periodistas, a quienes acusa de todo y advierte que serán marginados en posteriores comunicaciones del EZLN.
De tal magnitud debe ser la pobreza dentro de la zona zapatista que es el propio subcomandante el que avisa que “solo unos cuantos privilegiados”, tendrán la oportunidad de conocer. Intolerancia y desesperación sacadas a la luz pública y dejadas dentro de un baúl que quedará abierto para que todos puedan observar la falta de congruencia y verdad que reflejan a un zapatismo socialmente fortalecido, pero moralmente cuasi aniquilado por la inconsistencia de su dirigente.
Llama la atención que al gobierno doméstico, se le haga un llamado amable, mientras al federal, se le imputan todos los males.
Los dos últimos sexenios, de corte perredista en Chiapas, en términos de atenciones al zapatismo, estuvieron a la altura de las exigencias de éstos. Ello explica por qué, Marcos y su gente guardaron un silencio brutal mientras Pablo Salazar, acosaba, perseguía, encarcelaba y sometía a los pueblos Ch’oles de la región norte. Tampoco alzaron la voz cuando miles de damnificados por la naturaleza, eran saqueados, robados y asaltados.
Posteriormente, se conformaron con la asistencia social que les llegaba de manera directa. ¿Acaso ese llamado “amable” es para ablandar la conciencia gubernamental y se redoblen los privilegios a los dirigentes zapatistas? Han sido 19 años de sospechas, conjeturas, fracasos, chantajes, amenazas, advertencias, acusaciones, en fin de todo. Una reaparición que no deja sino, dudas y más sospechas.
Tarjetero
*** Desde hace años, varias cuadras de la ciudad de Tonalá, son inundadas con fétidos olores; la razón: un desagüe a flor de tierra que afecta a por lo menos tres escuelas y varias colonias. Los anteriores alcaldes, se hicieron de la vista gorda. En campaña, llegaban y se comprometían a resolver el problema. Una vez en el puesto, se olvidaban de éste e incluso, amenazaban a los vecinos que buscaban una solución. En éste trienio, la gente confía en que el actual edil, Manuel Narcía Coutiño, busque la mejor solución a la crisis. De hecho, reconocen que éste, ha dado instrucciones a la dependencia encargada del agua potable y drenajes, para que tomen cartas en el asunto de manera inmediata. Con ello, quedará un añejo problema de salud, solucionado. *** “Pacho, el borracho”, así le conocimos; su verdadero nombre fue Francisco Castellanos Zavala. Lamentablemente, en uno de tantos accidentes que provocan los autobuses pirata que viajan a la ciudad de México, murió junto con su hija Ana Laura, de apenas 15 años de edad. El Pacho fue un hombre extraordinario. Alegre, divertido. Se nos ha adelantado. Ahí llegaremos todos, sin excepción alguna. Descansen en paz. *** En el PRD estatal, las cosas podrían arder. Resulta que el que se cree, es su presidente, Luis Raquel Cal y Mayor, ha ordenado un despido masivo del personal administrativo. Las razones, oficialmente, se desconocen, pero hay la sospecha que se debe a que al dejar de ser gobierno, ese partido pierde todos los privilegios. Lo grave es que solo pagarán dos o tres meses de salario por cada liquidación, lo cual va contra la Ley del Trabajo. *** El gobernador Manuel Velasco Coello debe poner mucho cuidado en los recomendados para ciertos cargos. Hay algunos ahora funcionarios con historiales poco agradables que podrían ponerle en aprietos. Ojalá, alguien cercano a él, revise bien a cada hombre y mujer que asuma algún puesto. *** ¡¡Feliz y buen año a todos!!*** Luego nos leemos.
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