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Lulú López, subyugada y lacaya. |
Angel Mario Ksheratto
No habían terminado su periodo y las investigaciones de sus actos, ya se preparaban para ser utilizadas en su contra. Decenas habían declarado la bancarrota de sus arcas municipales. Pero ninguno se atrevió a explicar las razones de endeudamientos catastróficos que hoy, a cinco o seis de éstos, los tiene en una celda.
En las ciudades grandes, el desfalco, mal uso de recursos, desvío y mala administración, es mayor. Pero los exalcaldes de las urbes, son intocables. Contra ellos, ni media orden de aprehensión, pese al clamor popular.
Algunos exediles han dicho a manera de defensa que la crisis financiera se debió a que la secretaría de Hacienda, a cargo de Carlos Yahír Cacho Jiménez, no les depositaba completa la ministración correspondiente a cada municipio. En algunos casos, fueron obligados a firmar por cantidades superiores a las que en realidad recibían.
Incluso, hay quienes aseguran que en los casi dos años que estuvieron en el cargo, los recursos que PEMEX inyecta a los municipios, no fue nunca depositado, lo que generó atrasos en algunos pagos y construcción de obras programadas con el excedente que la paraestatal dona al Estado.
Otros exalcaldes afirman que recibieron la aprobación para la iniciación de obras de infraestructura municipal, mismas que quedaron inconclusas por dos razones: La primera, porque la secretaría de Hacienda, solo depositó una parte simbólica del valor total de la obra y la segunda, porque algunas constructoras recibieron el pago completo de la obra y sencillamente, se retiraron sin concluir los trabajos. Es de aclarar que las constructoras señaladas, son propiedad de políticos, diputados y funcionarios de la anterior administración.
Ahora bien, no se trata de defender a los exalcaldes ahora en prisión. Si es cierto lo que afirman, son igualmente responsables porque en su momento, debieron denunciar a quien los arrastró a una crisis financiera sin precedentes en la historia de Chiapas.
Lo que preocupa es la estrategia en torno a las detenciones. Anteayer, por ejemplo, una televisora dio a conocer que habría sido detenido Emanuel Nivón, exalcalde de Tapachula. La versión afirmaba que éste habría sido detenido en la ciudad de Guatemala. Varios intentos por conocer la versión oficial, fracasaron. Se volvió todo un desastre mediático.
Preocupa que las autoridades, concretamente la Procuraduría, no tomen en serio la responsabilidad de informar oportuna y adecuadamente. Preocupa porque tras horas de la primera versión, se supo sin mayor confirmación, que Nivón mismo habría desmentido su detención, Sin embargo, otras versiones señalan que en efecto, fue detenido junto con otras dos personas pero, dadas las circunstancias y, sospechamos, alguna cosa relacionada con el influyentismo, fue liberado un par de horas después de haber sido detenido.
Nadie desmiente o confirma esa versión. Eso es lo que preocupa porque se está dando pie a la duda y a la desconfianza en lo que podría solo suponer una lucha contra la corrupción.
Por otro lado, está la exigencia que la justicia, se aplique a todos los exediles y exfuncionarios estatales involucrados y no solo contra los más vulnerables. Esto, para evitar suspicacias, sospechas y rumores que podrían desacreditar política y socialmente a las propias autoridades.
La pregunta es cuántos en realidad tienen órdenes de aprehensión. Se habla de más de 60 exalcaldes en la mira de la policía. ¿Caerán todos? Eso esperamos, como también esperamos que los demás que estén metidos en el ajo, sean llevados a los tribunales.
Tarjetero
*** Desaparecida la PFP (Policía Federal Preventiva), se espera no solo una nueva modalidad, sino una nueva actitud de los agentes que por cierto, solo cambian de siglas… Y quizá, de uniforme. No son las siglas ni los uniformes, sino las actitudes y las estrategias las que deben cambiarse. La seguridad en México, es cosa seria, no solo de maquillajes poco consistentes. Si bien desde el 1 de diciembre ya no se han escuchado de masacres y actos brutales en la llamada “guerra contra el crimen organizado”, ésta no ha dejado de existir. Que ya no se publicita en los medios, es una cosa. Y una cosa rara que nos hace recordar aquellos años en que el país, pasaba de todo y al mismo tiempo, nada. *** En aprietos, el presidente de la CEDH. Se le acusa de cobrar un salario superior al del presidente de la República. *** Mal, muy mal la diputada Lourdes López Moreno; una cosa es la amabilidad y otra, la lambisconería desagradable, torpe y dañina. Haber llamado “jefe” al gobernador, le ha traído duras críticas. Y no es para menos: ella es diputada federal. Lo que es no saber ni dónde está parada. *** Muchos temen que el recién detenido exalcalde de Cacahoatán, Jesús Arnulfo Castillo Milla, saque buena tajada de su actual situación jurídica. Hace algunos años fue detenido, igual, por ladrón y al salir, lo hicieron alcalde. Ahora, de nuevo en la cárcel, a ver si no sale con el nombramiento de presidente de la República. Como ése, muchos políticos que han estado presos por diversos delitos, parecen estar al acecho para el regreso. *** El senador Luis Armando Melgar Bravo, retoma sus tareas legislativas éste año, con más compromisos de frente a sus electores. Igualmente, el también senador y presidente del PRI, Roberto Albores Gleason, empieza con acciones partidistas que darán mucho de qué hablar. *** Luego nos leemos.
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