 |
| Las evidencias apuntan a un asesinato de Estado. |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
La fama de radicales de la que siempre han gozado los estudiantes normalistas del país, por poco les cuesta, además de las vidas de dos de ellos (se dice que hay una tercera víctima mortal pero la versión hasta ayer seguía siendo incierta, al menos en los medios de comunicación), la reputación oficialista de sicarios del crimen organizado. Tras el grave incidente, la explicación del gobierno guerrerense fue que los estudiantes, iniciaron la refriega, en virtud de la portación —presunción gubernamental inconsistente desde el principio— de armas de grueso calibre.
No obstante, conforme fueron pasando las horas, los videos de aficionados y algunos medios que cubrían la protesta de los estudiantes, revelaron que los normalistas no portaban ningún tipo de armas.
Por el contrario, las imágenes muestran a grupos de policías fuertemente armados, disparando indiscriminadamente contra el grupo de muchachos que corrían despavoridos para salvar sus vidas. Incluso, las necropsias revelaron que uno, recibió un disparo frontal a la altura del cráneo y el otro, un tiro que le atravesó, desde enfrente, la garganta.
Los que resultaron heridos, tienen lesiones en las piernas y el torso. Evidentemente, los policías, llegaron a cumplir una orden: asesinar a los chamacos que solo exigían una cosa: ser recibidos por el gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien en múltiples ocasiones les había pospuesto la reunión a la que se comprometió.
Sin duda, una respuesta brutal a una petición razonable; es la forma de gobernar de los de la izquierda fingida. Aguirre Rivero, como todos sabemos, era hasta antes de aspirar a la gubernatura, un distinguido militante priísta que terminó en las filas del PRD. He ahí su estilo, su manera de solucionar los problemas de un estado sumido en la pobreza y preñado permanentemente de añejos problemas sociales.
Su reacción de ayer, pese a la inmediatez, parecerá tardía; destituir al Procurador y al secretario de Seguridad Pública, no es suficiente. Ninguna otra acción a que someta su ahora manchado gobierno, podrá devolver la vida a dos chamaquitos que lo único que pedían era mejorar sus condiciones escolares. Aberrante respuesta y aberrantes explicaciones…
Porque llegaron a decir, las autoridades de Guerrero, que sicarios del crimen organizado se habrían filtrado en la manifestación para provocar a las fuerzas del orden. No pudieron sostener su falaz acusación y optaron por la que creyeron más concordante con las circunstancias: la del armamento en manos de los estudiantes.
Sin embargo, la carpa se les cayó antes de iniciar la función del circo que tenían preparada. Primero, dieron a conocer el nombre de un sujeto a quien, según el ahora exprocurador de Guerrero, le habrían encontrado en posesión de un fusil AK47. De inmediato, los estudiantes le desmintieron; el supuesto provocador de los asesinatos, no pertenecía a la Escuela Normal.
Horas después, defensores de los derechos humanos, con pruebas en manos, revelaron que la Procuraduría del estado, pretendía presentar a un alumno de cuarto años, como el portador del arma. Éste les dijo a los defensores que la policía, tras detenerlo durante la refriega, lo llevaron a un paraje solitario donde fue obligado a disparar un arma de alto poder para poder así, tener pruebas en su contra.
Al gobierno entonces, no le quedó otra alternativa. Ofreció en bandeja de plata la cabeza de dos funcionarios y a regañadientes, anunció que recibiría a los quejosos. Tarde. Muy tarde para enderezar las cosas. Porque éste asunto, por desgracia, no será de corte local. Tendrá repercusiones nacionales y lo peor, electorales. ¿Quiénes ganan? Pocos. Pierden todos.
Tarjetero
*** Que sí, que no, que lo están viendo, que lo analizan… Todo en torno a la versión que María Elena Orantes, podría ser expulsada del PRI, tras conocerse que podría aspirar a la candidatura al Gobierno del Estado, bajo las siglas del PRD. Lo cierto es que el Partido Revolucionario Institucional, tiene una cosa que se llama estatutos. Y en éstos se establece con perfecta claridad que cualquier militante que se presente a un acto público de otro partido, queda automáticamente expulsado del PRI. Así de fácil. Ahora bien, si se aplicasen correctamente los estatutos, solo recordemos que hace unos días, distinguidos priístas, muchos de los cuales ahora piden la expulsión de la famosa Nena Orantes, estuvieron en un acto público del Partido Verde Ecologista de México. Es más, ahí estuvo Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del PRI. ¿Lo expulsarán por ello? Lo dudamos. El rasero debe ser parejo. Por otro lado a Orantes López, le harían un enorme favor. ¿No han aprendido de la historia reciente? ¿Cuántos priístas expulsados terminan dándoles palizas electorales? Pensamos que en el PRI, había gente inteligente. *** Hablando del PRI, existe la presunción que revocarán la candidatura regalada a la hija de la corruptísima Elba Esther Gordillo Morales, una señora llamada Mónica Arriola. El CEN del PRI, analiza esa posibilidad. Otro que está tambaleando es Armando Melgar Bravo, pese a las presiones de una televisora. *** Hay de precandidatos a precandidatos; unos regulares y otros muy malos. Entre los últimos, sobresale Enoch Hernández, cuestionado exalcalde de San Cristóbal de las Casas y actualmente, gris diputado local. Resulta que se le metió la locura de querer ser candidato a gobernador. ¡Por favor! ¡Por favor! Primero que aclare las deudas que dejó en San Cristóbal; luego que busque otras alternativas. ¿Se imaginan a Enoch como gobernador? ¡Dios nos libre! *** En éstos días, por mandato constitucional, el gobernador Juan Sabines Guerrero, rendirá su quinto informe de gobierno; se espera un balance certero de las acciones de gobierno. Y es que el mandatario, ha dedicado todo su tiempo y esfuerzo para sacar a Chiapas de la crisis. Como hemos dicho en otras ocasiones, no todo se puede hacer en poco tiempo. Pero lo hecho, basta para reconocer que se ha avanzado. *** Luego nos leemos.
amksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com