Imborrable imagen de cuando Jorge hacía negocios sucios. |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Ni bueno, ni nuevo; la misma cantaleta: Que los modelos son caducos, que hay que refundar al país, que la economía debe reorientarse, que hay qué promover el desarrollo. Y como se esperaban coincidencias, éstas llegaron justo por donde debían entrar: la culpa absoluta para el adversario. Es en síntesis, el debate, encuentro o como le quieran llamar a la reunión que ayer, en Chihuahua, sostuvieron los dos aspirantes del PRI a la candidatura presidencial.
Obviamente, ninguno convenció. No tenían por qué hacerlo. El exceso de confianza los tiene por encima de cualquier expectativa. Culpar al PAN de la actual crisis que vive el país, era lo más fácil. No les falta razón, pero como estrategia, fue muy mala idea. La sociedad no requiere recordatorios ni consejos; está urgida de soluciones, mismas que no pudieron articular ni Manlio Fabio Beltrones ni Enrique Peña Nieto. Fue un encuentro amable para ellos, no para un país que está cansado de todo:
Cansado de un gobierno panista ineficaz; cansado de una oposición acomodaticia. Cansado de un PRI oportunista y simulador y peor aún, cansado de una izquierda incongruente, radical y demagoga.
El de Peña y Beltrones fue un diagnóstico fácil que cualquier ciudadano puede tener claro con solo ir a la tienda de la esquina y encontrar precios más altos en los productos de primera necesidad y regresar a casa, bajo la zozobra de la inseguridad que mantiene al país de rodillas. Hasta eso, es muy posible que ese juicio no lo tengan los aspirantes priístas, puesto que ni uno ni otro van de compras y viven rodeados de guaruras que no permiten que les roce un mosquito.
La acusación les sale con facilidad, pero en materia de propuestas, ambos se quedaron cortos, muy cortos. Manlio Fabio Beltrones se pronunció por “construir un nuevo modelo de desarrollo para la igualdad y el crecimiento con estabilidad”, mientras que Enrique Peña Nieto fue enfático en “atender estrictamente la prioridad de crecer, manteniendo la estabilidad macroeconómica”.
Como frases de campaña, podemos decir que están muy bonitas, muy bien pensadas. La gran pregunta que nos hacemos es cómo, cuándo y con quiénes debe trabajarse para lograr tales propósitos. No lo dijeron y dudamos mucho que puedan presentar proyectos realistas, pues ahora, por sobre las necesidades de los mexicanos, está el interés por el voto y lo que cuenta, por lo que hemos visto, es el discurso barato, no la propuesta concreta.
Ahora bien, un nuevo modelo, como lo propone Beltrones, tendría qué ver con muchos factores de forma y fondo. Estaríamos hablando de una profunda reforma social que incluya, antes que nada, el combate frontal a la corrupción y la impunidad. Esas y no otras, son las raíces de la crisis que está sumiendo al país en la debacle. El día que tengamos políticos y servidores públicos honrados, estaremos rebasando todas las limitantes que tenemos para, por ejemplo, abatir la pobreza.
¿Por qué? Sencillo: porque los apoyos asistenciales al campo, llegarían a los verdaderos campesinos y no se quedarían en manos de funcionarios y supuestos líderes corruptos.
En lo tocante a la débil propuesta de Peña Nieto, la cosa está peor. No se puede crecer si la macroeconomía está quebrantada. Tendría qué pasar primero, por una reconstrucción del modelo económico; fortalecer la producción en diversas vertientes pero a la par, buscar mecanismos para la reactivación de la microeconomía que es la que ha sido más afectada. Más aún, la microeconomía debería ser prioridad porque las grandes empresas, las que se manejan dentro de la macroeconomía, invierten en mercados internacionales y puede decirse que no reportan pérdidas importantes, al menos en otros países.
La impresión que queda de ese primer debate interno, es que Peña y Beltrones, quisieron solamente congraciarse con los grandes inversores y no con el pueblo que es el que por ahora, carga con las consecuencias de una pésima administración gubernamental.
Si bien la macroeconomía es pilar fundamental para una vida más ó menos estable, a los mexicanos eso poco ó nada le interesa. Peña, por ejemplo, habló de una estrategia para robustecer a PEMEX, pero eso al productor de papas, ni le va ni le viene. Las ganancias de la paraestatal, ningún mexicano las ve… Menos que las disfrute. Al comerciante, le viene guango que PEMEX esté bien ó esté mal.
Le interesa que el productor de papa venda su producto para que le haga el gasto. Así de sencillo. Pero los aspirantes del moribundo PRI, no ven al ciudadano desde la óptica de sus necesidades, sino desde la necesidad personal de adeptos. No hubo en ese encuentro, nada sustancial; nada novedoso. Fueron discursos anquilosados, maquillados, pero sin aportes que hagan que los electores los tomen en serio.
En síntesis, se puede afirmar fue un concurso de frases bien elaboradas, más no de propuestas cercanas a la gente. Para que convenzan tendrán que volverse ciudadanos y sufrir en carne propia los males de cada mexicano. Y, como ya lo dijimos alguna vez, deben, los priístas, pasar por el perdón. Porque gran parte de lo que hoy sucede en el país, es culpa y responsabilidad de priístas sinvergüenzas que convirtieron a México en un enorme botín.
Tarjetero
*** Ayer, el gobernador Juan Sabines, firmó un convenio de coordinación y colaboración con la SFP y la ASF para efectos de fortalecer la transparencia y rendición de cuentas. Según el Twitter del mandatario (que ya es la única fuente de información oficial disponible), al evento asistieron Salvador Vega y Juan Portal. *** Ayer trascendió que el exdirigente nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González Martínez, está en serios problemas; según fuentes periodísticas de la ciudad de México, se le investiga por una millonaria evasión de impuestos, además, de malversación de fondos cuando fue dirigente del PVEM, a cuya dirigencia le habrían hecho renunciar “para no seguir manchando la imagen” de ese partido. Y es que el “Niño Verde” como se le conoce en el mundillo de la política, no supo esconder sus negocios chuecos. Todavía se le recuerda negociando millones de pesos por el caso Cancún. El PVEM, fue expulsado de organismos internacionales ecologistas que defendían la vida, cuando ése intento de partido promovió la pena de muerte para secuestradores en el país. De tal manera que, dicen los que saben, en cualquier momento, el “Niño Verde”, podría ser noticia de primera plana. *** Luego nos leemos.
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