Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Tenemos que protestar contra nuestra
apatía para protestar.
Pasó sumergido entre marchas, protestas ramplonas, declaraciones sin sentido y lo peor: con la tasa de desempleo más catastrófica de los últimos 25 años. Fue el Día del Trabajo, fecha que se ha quedado sin motivo para celebrar… Ni para protestar. Porque el esquema de exigencia social en México, no ha cambiado; sigue siendo la misma estrategia, los mismos dirigentes encajonados y la misma gente encabronada. Del otro lado, insensibilidad y cinismo altanero. “Hemos logrado el más alto índice de empleo”, dijo recién el Presidente Calderón al referirse a sus exitosas gestiones para que los mexicanos obtuviesen una forma de llevar comida a sus mesas. Claro está que la realidad le cierra el paso al triunfalismo presidencial. Cada vez son más los mexicanos que se arriesgan a buscar mejores condiciones de vida en el país más racista e intolerante del planeta. Y muchos más, los que se quedan aquí, buscando oportunidades, ésas que se han extinguido a costa de discursos demagógicos. De las sempiternas y algunas cúpulas emergentes de la clase trabajadora, surge el grito de siempre; inconsistente con la realidad del obrero, del campesino, del asalariado, pues. La explotación del patrón sigue siendo la guía discursiva, como en los 60’s, 70’s y 80’s. Uno que otro ingrediente a tono con promesas de campaña incumplidas, se van agregando cada año y se quedan ahí, justo cuando el 1 de mayo da paso al segundo día del quinto mes del año.
De planteamientos, ni hablar; simplemente no se presentan, no aparecen. Reclamos por montones. Este año tocó a la cacareada reforma laboral enviada por el Presidente Calderón al Congreso de la Unión.“Buscan desaparecer a la clase trabajadora y sumirla en la explotación”, dijo por ahí cualquier dirigente anquilosado.
Como los diputados que habrán de aprobar —o desaprobar, según los intereses políticos o económicos que rijan sus actos momentáneos—, se nota que poco o nada saben de la propuesta presidencial. Más aún, ni el propio mandatario parece tener una idea clara de la reforma que, sin duda, elaboró el secretario del Trabajo, Javier Moctezuma Barragán, reconocido enemigo de los trabajadores. Como al gato y el ratón, las retóricas de unos y otros, se rasgan por sí solas y nos dejan la sensación que ninguno tiene prevista una estrategia que vaya más allá del alegato simplista, bizantino. Lo de siempre: unos con la pena y otros, a la pepena. Los trabajadores —o quizá debería decir, “los desempleados”— con la angustia, la desesperación de no poder dar a sus familias, una vida digna; los “dirigentes” sociales, campesinos, obreros, cosechando el fruto de sus desvaríos, de sus ocurrencias.
Y, como loros malcriados, repiten lo que de otros oyen a medias.Viene el 5 de mayo, la batalla de puebla; el patriotismo desgarra la exigencia y todos, otra vez, a la rutina de siempre. Ahí está el magisterio que ésta vez, decidió no marchar a cambio de recibir más de una semana de asueto. Lo negociaron, lo lograron. Los demás que se rasquen solos. Luego, el Día de la Madre y otra vez, el olvido de la exigencia social. La rebatinga asoleada por el trabajador desempleado, podrá esperar otros 365 días para ser de nuevo desempolvada.
El gobierno, feliz. Las cúpulas sindicales, gremiales, están dentro del juego; son bien tratados y, a no ser que se pasen de la raya, podrán seguir, cada año, gritando consignas y acarreando gente para fortalecer figurines mediáticos. La vida sigue; sin trabajo, pero sigue. El “gobierno del empleo”, empleándose en reducir las cifras de empleados. De la crisis financiera, ni hablar. Es tabú, pese a ser el fundamento del aterrador desempleo en México. Así las cosas, no tenemos nada que celebrar y sí, mucho qué protestar. Protestar contra quienes solo utilizan a la gente para hacerse de billetes fáciles; protestar contra un gobierno federal que gusta ser candil de la calle y oscuridad de su casa, protestar contra nuestra apatía para protestar.
Tarjetero
*** Ridícula, la “campaña” de la Secretaría de Salud Federal que pide a los ciudadanos que, ante la intensa ola de calor, “beban agua”; por naturaleza, por necesidad, el ser humano lo hace sin que nadie se lo diga. Pero, como se trata de erogar dinero, la SS, no escatima en campañas burdas, ridículas. *** Recientemente se inauguró el Seminario “La Mujer en el desarrollo Social”, dirigido a mujeres emprendedoras y con ganas de superar los obstáculos de antaño. Este tipo de actividades es bien visto puesto que su enfoque y criterio, va más allá del lucimiento. Desde que inició éste sexenio, una de las tareas principales es el impulso de las cualidades y talentos de la mujer. No todo está hecho, claro está, pero se avanza sustancialmente con programas como “Familia para crecer”, “Obra solidaria” y otros que se han convertido en el motor económico de las familias de escasos recursos. Y es que esa debe ser la dinámica del desarrollo: que todos sean productivos. Por cierto y si mal no recuerdo, los programas arriba mencionados fueron impulsados por un muchacho muy sagaz y comprometido con un proyecto sólido de desarrollo sustentable como el que encabeza Juan Sabines. Me refiero A Yassir Vázquez, quien pese a su juventud, supo establecer programas viables. Ojalá todos los funcionarios funcionaran así. *** Que Francisca Virginia Gallegos Coutiño, ya empezó a tomar represalias contra los supervisores que le exigen, pague los adeudos pendientes. Esto con la aprobación de Antonio Zenteno, alborista de pasado gris, cuya historia de ambición lo pone bajo sospecha en el posible abuso de poder y desvío de recursos públicos en el IIFEECH. Habrá más de éste asunto, pues Gallegos Coutiño, se supo oficialmente, solo fue ganadora de un concurso hecho por la SFP y no impuesta por su titular, como ella presume. Y será la SFP, la que investigue su proceder. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
http://ksheratto.blogspot.com
Angel Mario Ksheratto
Tenemos que protestar contra nuestra
apatía para protestar.
Pasó sumergido entre marchas, protestas ramplonas, declaraciones sin sentido y lo peor: con la tasa de desempleo más catastrófica de los últimos 25 años. Fue el Día del Trabajo, fecha que se ha quedado sin motivo para celebrar… Ni para protestar. Porque el esquema de exigencia social en México, no ha cambiado; sigue siendo la misma estrategia, los mismos dirigentes encajonados y la misma gente encabronada. Del otro lado, insensibilidad y cinismo altanero. “Hemos logrado el más alto índice de empleo”, dijo recién el Presidente Calderón al referirse a sus exitosas gestiones para que los mexicanos obtuviesen una forma de llevar comida a sus mesas. Claro está que la realidad le cierra el paso al triunfalismo presidencial. Cada vez son más los mexicanos que se arriesgan a buscar mejores condiciones de vida en el país más racista e intolerante del planeta. Y muchos más, los que se quedan aquí, buscando oportunidades, ésas que se han extinguido a costa de discursos demagógicos. De las sempiternas y algunas cúpulas emergentes de la clase trabajadora, surge el grito de siempre; inconsistente con la realidad del obrero, del campesino, del asalariado, pues. La explotación del patrón sigue siendo la guía discursiva, como en los 60’s, 70’s y 80’s. Uno que otro ingrediente a tono con promesas de campaña incumplidas, se van agregando cada año y se quedan ahí, justo cuando el 1 de mayo da paso al segundo día del quinto mes del año.
De planteamientos, ni hablar; simplemente no se presentan, no aparecen. Reclamos por montones. Este año tocó a la cacareada reforma laboral enviada por el Presidente Calderón al Congreso de la Unión.“Buscan desaparecer a la clase trabajadora y sumirla en la explotación”, dijo por ahí cualquier dirigente anquilosado.
Como los diputados que habrán de aprobar —o desaprobar, según los intereses políticos o económicos que rijan sus actos momentáneos—, se nota que poco o nada saben de la propuesta presidencial. Más aún, ni el propio mandatario parece tener una idea clara de la reforma que, sin duda, elaboró el secretario del Trabajo, Javier Moctezuma Barragán, reconocido enemigo de los trabajadores. Como al gato y el ratón, las retóricas de unos y otros, se rasgan por sí solas y nos dejan la sensación que ninguno tiene prevista una estrategia que vaya más allá del alegato simplista, bizantino. Lo de siempre: unos con la pena y otros, a la pepena. Los trabajadores —o quizá debería decir, “los desempleados”— con la angustia, la desesperación de no poder dar a sus familias, una vida digna; los “dirigentes” sociales, campesinos, obreros, cosechando el fruto de sus desvaríos, de sus ocurrencias.
Y, como loros malcriados, repiten lo que de otros oyen a medias.Viene el 5 de mayo, la batalla de puebla; el patriotismo desgarra la exigencia y todos, otra vez, a la rutina de siempre. Ahí está el magisterio que ésta vez, decidió no marchar a cambio de recibir más de una semana de asueto. Lo negociaron, lo lograron. Los demás que se rasquen solos. Luego, el Día de la Madre y otra vez, el olvido de la exigencia social. La rebatinga asoleada por el trabajador desempleado, podrá esperar otros 365 días para ser de nuevo desempolvada.
El gobierno, feliz. Las cúpulas sindicales, gremiales, están dentro del juego; son bien tratados y, a no ser que se pasen de la raya, podrán seguir, cada año, gritando consignas y acarreando gente para fortalecer figurines mediáticos. La vida sigue; sin trabajo, pero sigue. El “gobierno del empleo”, empleándose en reducir las cifras de empleados. De la crisis financiera, ni hablar. Es tabú, pese a ser el fundamento del aterrador desempleo en México. Así las cosas, no tenemos nada que celebrar y sí, mucho qué protestar. Protestar contra quienes solo utilizan a la gente para hacerse de billetes fáciles; protestar contra un gobierno federal que gusta ser candil de la calle y oscuridad de su casa, protestar contra nuestra apatía para protestar.
Tarjetero
*** Ridícula, la “campaña” de la Secretaría de Salud Federal que pide a los ciudadanos que, ante la intensa ola de calor, “beban agua”; por naturaleza, por necesidad, el ser humano lo hace sin que nadie se lo diga. Pero, como se trata de erogar dinero, la SS, no escatima en campañas burdas, ridículas. *** Recientemente se inauguró el Seminario “La Mujer en el desarrollo Social”, dirigido a mujeres emprendedoras y con ganas de superar los obstáculos de antaño. Este tipo de actividades es bien visto puesto que su enfoque y criterio, va más allá del lucimiento. Desde que inició éste sexenio, una de las tareas principales es el impulso de las cualidades y talentos de la mujer. No todo está hecho, claro está, pero se avanza sustancialmente con programas como “Familia para crecer”, “Obra solidaria” y otros que se han convertido en el motor económico de las familias de escasos recursos. Y es que esa debe ser la dinámica del desarrollo: que todos sean productivos. Por cierto y si mal no recuerdo, los programas arriba mencionados fueron impulsados por un muchacho muy sagaz y comprometido con un proyecto sólido de desarrollo sustentable como el que encabeza Juan Sabines. Me refiero A Yassir Vázquez, quien pese a su juventud, supo establecer programas viables. Ojalá todos los funcionarios funcionaran así. *** Que Francisca Virginia Gallegos Coutiño, ya empezó a tomar represalias contra los supervisores que le exigen, pague los adeudos pendientes. Esto con la aprobación de Antonio Zenteno, alborista de pasado gris, cuya historia de ambición lo pone bajo sospecha en el posible abuso de poder y desvío de recursos públicos en el IIFEECH. Habrá más de éste asunto, pues Gallegos Coutiño, se supo oficialmente, solo fue ganadora de un concurso hecho por la SFP y no impuesta por su titular, como ella presume. Y será la SFP, la que investigue su proceder. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
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