Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
La violencia volvió a cobrar fuerza en
varios puntos de Chiapas; la policía,
poco o nada ha podido hacer para
garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La sospechosa actuación del órgano electoral encargado de, aparentemente, hacer valer las inútiles leyes en la materia, no llama la atención por el hecho de haber inhabilitado a uno de los candidatos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), si no porque en su actuar, resaltan las inconsistencias y la total parcialidad, lo que evidencia acciones no solo al margen de la misma ley que dicen proteger y aplicar, sino por el apego que hay de éstas –las autoridades comiciales– con grupos de interés económico y político. Oswaldo Chacón, titular de la inservible Fiscalía Electoral, lo sabemos todos, obedece única y estrictamente órdenes de la dictadura pablista, cuyos candidatos (que son muchos) no han sido sancionados, pese a que hacen campañas adelantadas, pretexto utilizado para sacar de la contienda a Lalo “Carreta”.
Si bien el restaurantero metido a político de emergencia no era digno siquiera de ser mencionado con seriedad, es un hecho que no es el único que ha violado las normas que rigen el ya viciado proceso electoral. Digo “viciado”, porque desde el momento en que el órgano electoral aplica de manera parcial y sospechosa el estatuto, está ensuciando no solo la campaña de uno de los partidos participantes, sino de todo el proceso, pues desde ahora se advierten actos atropellados en contra de los candidatos que si bien fueron puestos para adornar los comicios, merecen, por lo menos, respeto y un poco de dignidad.
Las acusaciones contra el resto de aspirantes que vienen violando las normas, son muchas, incontables. Sin embargo, algunos de éstos, por el solo hecho de pertenecer a la pandilla que saqueó al estado durante el sexenio pasado, no son tocados ni con el pétalo de una rosa. Por ejemplo, los candidatos pablistas en la Costa de Chiapas, hacen campaña regalando leche caducada y ahí, el órgano fiscalizador, se hace el occiso. No ve siquiera el grave peligro en que los pretendientes a una curul o alcaldía, ponen a los electores y su ya de por sí precaria salud.
Más aún, el candidato priísta al Congreso del Estado, Elmar Darinel Díaz Solórzano, es sospechoso clave en el asesinato de su pareja sentimental, Taniana Trujillo y su pretensión de encontrar fuero constitucional, no es frenada conforme lo marca la ley electoral. El status de pablista protege a Díaz Solórzano, pese a que, según los primeros indicios, podría estar involucrado en la muerte de su mujer. Otros candidatos están ligados al tráfico ilegal de ciudadanos centroamericanos por territorio mexicano y tampoco se les ha impedido, legalmente, participar en la contienda. La parcialidad del órgano fiscalizador electoral es evidente, inocultable. Esto, desde luego, no está garantizando una contienda equitativa y libre de abusos.
Violencia en espiral
Asaltos a autobuses de pasajeros, a centros comerciales, farmacias, restaurantes, casas y a transeúntes, por citar los más relevantes de los últimos días. En pleno centro de la capital, hace un par de días, el empleado de una cadena de farmacias fue cobardemente asesinado por la espalda por un grupo de asaltantes que tomó por asalto el comercio. Dos semanas antes, al parecer, el mismo grupo asaltó un restaurante-bar, también en el centro de la ciudad e hirió de bala a quienes simplemente, se pusieron nerviosos ante la acción delincuencial. En al asalto a un autobús, dos personas fueron asesinadas por los asaltantes. Y no solo sucede en la capital del estado; los diarios de Tapachula, son generosos en nota roja; todos los días se informa de ejecuciones, asaltos violentos y… No sucede nada.
Aquí advertimos dos cosas: la vulnerabilidad de la autoridad encargada de procurar justicia y la capacidad de los criminales para cometer cualquier cantidad de asaltos en el menor tiempo posible. En el asalto al bar de Tuxtla, me contó un amigo que fue víctima de los ladrones que tomaron por asalto el local, la policía llegó una hora tarde. En el asalto a la farmacia, llegó 15 minutos después, pese a que el crimen fue cometido a cinco cuadras del parque Central.
A algunos sectores no les gusta que toquemos el tema de la creciente violencia; “espantan al turismo”, me dijo un funcionario policial hace algunos días. Pero, ¿por qué ocultar una realidad que nos amenaza todos los días? De la preocupación pasamos a la petición de explicaciones oficiales. Los policías rasos se quejan de falta de armamento y tecnología adecuada para hacer frente a grupos de gente debidamente armada y mejor organizada. “Con ésta pistolita oxidada, no me atrevería a hacer frente a dos o tres sujetos con ‘cuernos de chivo’ y hasta lanzagranadas”, dice divertido un policía municipal cuando se le pregunta por qué llegan tarde a un asalto. Y créame que tienen razón. Pero en fin, lo que nos queda es cuidarnos a nosotros mismos. No salir de noche más que lo necesario y no visitar lugares que hoy, por desgracia, son de alto riesgo.
Tarjetero
*** AEXA es una empresa de autobuses que no tiene el menor de los respetos por los usuarios; para empezar, los expone a un asalto, pues no cumple con las reglas mínimas de seguridad. Y lo peor es que sin la menor contemplación, lo dejan abandonado en cualquier parada, si se baja a satisfacer alguna necesidad fisiológica. Claro: no reponen los gastos extras, como el taxi, por ejemplo, para alcanzar al autobús. Y ni con quién quejarse, porque nadie hace caso. Ojalá alguna autoridad intervenga y obligue a esa empresa a dar un servicio óptimo. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
http//Ksheratto.blogspot.com
Angel Mario Ksheratto
La violencia volvió a cobrar fuerza en
varios puntos de Chiapas; la policía,
poco o nada ha podido hacer para
garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La sospechosa actuación del órgano electoral encargado de, aparentemente, hacer valer las inútiles leyes en la materia, no llama la atención por el hecho de haber inhabilitado a uno de los candidatos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), si no porque en su actuar, resaltan las inconsistencias y la total parcialidad, lo que evidencia acciones no solo al margen de la misma ley que dicen proteger y aplicar, sino por el apego que hay de éstas –las autoridades comiciales– con grupos de interés económico y político. Oswaldo Chacón, titular de la inservible Fiscalía Electoral, lo sabemos todos, obedece única y estrictamente órdenes de la dictadura pablista, cuyos candidatos (que son muchos) no han sido sancionados, pese a que hacen campañas adelantadas, pretexto utilizado para sacar de la contienda a Lalo “Carreta”.
Si bien el restaurantero metido a político de emergencia no era digno siquiera de ser mencionado con seriedad, es un hecho que no es el único que ha violado las normas que rigen el ya viciado proceso electoral. Digo “viciado”, porque desde el momento en que el órgano electoral aplica de manera parcial y sospechosa el estatuto, está ensuciando no solo la campaña de uno de los partidos participantes, sino de todo el proceso, pues desde ahora se advierten actos atropellados en contra de los candidatos que si bien fueron puestos para adornar los comicios, merecen, por lo menos, respeto y un poco de dignidad.
Las acusaciones contra el resto de aspirantes que vienen violando las normas, son muchas, incontables. Sin embargo, algunos de éstos, por el solo hecho de pertenecer a la pandilla que saqueó al estado durante el sexenio pasado, no son tocados ni con el pétalo de una rosa. Por ejemplo, los candidatos pablistas en la Costa de Chiapas, hacen campaña regalando leche caducada y ahí, el órgano fiscalizador, se hace el occiso. No ve siquiera el grave peligro en que los pretendientes a una curul o alcaldía, ponen a los electores y su ya de por sí precaria salud.
Más aún, el candidato priísta al Congreso del Estado, Elmar Darinel Díaz Solórzano, es sospechoso clave en el asesinato de su pareja sentimental, Taniana Trujillo y su pretensión de encontrar fuero constitucional, no es frenada conforme lo marca la ley electoral. El status de pablista protege a Díaz Solórzano, pese a que, según los primeros indicios, podría estar involucrado en la muerte de su mujer. Otros candidatos están ligados al tráfico ilegal de ciudadanos centroamericanos por territorio mexicano y tampoco se les ha impedido, legalmente, participar en la contienda. La parcialidad del órgano fiscalizador electoral es evidente, inocultable. Esto, desde luego, no está garantizando una contienda equitativa y libre de abusos.
Violencia en espiral
Asaltos a autobuses de pasajeros, a centros comerciales, farmacias, restaurantes, casas y a transeúntes, por citar los más relevantes de los últimos días. En pleno centro de la capital, hace un par de días, el empleado de una cadena de farmacias fue cobardemente asesinado por la espalda por un grupo de asaltantes que tomó por asalto el comercio. Dos semanas antes, al parecer, el mismo grupo asaltó un restaurante-bar, también en el centro de la ciudad e hirió de bala a quienes simplemente, se pusieron nerviosos ante la acción delincuencial. En al asalto a un autobús, dos personas fueron asesinadas por los asaltantes. Y no solo sucede en la capital del estado; los diarios de Tapachula, son generosos en nota roja; todos los días se informa de ejecuciones, asaltos violentos y… No sucede nada.
Aquí advertimos dos cosas: la vulnerabilidad de la autoridad encargada de procurar justicia y la capacidad de los criminales para cometer cualquier cantidad de asaltos en el menor tiempo posible. En el asalto al bar de Tuxtla, me contó un amigo que fue víctima de los ladrones que tomaron por asalto el local, la policía llegó una hora tarde. En el asalto a la farmacia, llegó 15 minutos después, pese a que el crimen fue cometido a cinco cuadras del parque Central.
A algunos sectores no les gusta que toquemos el tema de la creciente violencia; “espantan al turismo”, me dijo un funcionario policial hace algunos días. Pero, ¿por qué ocultar una realidad que nos amenaza todos los días? De la preocupación pasamos a la petición de explicaciones oficiales. Los policías rasos se quejan de falta de armamento y tecnología adecuada para hacer frente a grupos de gente debidamente armada y mejor organizada. “Con ésta pistolita oxidada, no me atrevería a hacer frente a dos o tres sujetos con ‘cuernos de chivo’ y hasta lanzagranadas”, dice divertido un policía municipal cuando se le pregunta por qué llegan tarde a un asalto. Y créame que tienen razón. Pero en fin, lo que nos queda es cuidarnos a nosotros mismos. No salir de noche más que lo necesario y no visitar lugares que hoy, por desgracia, son de alto riesgo.
Tarjetero
*** AEXA es una empresa de autobuses que no tiene el menor de los respetos por los usuarios; para empezar, los expone a un asalto, pues no cumple con las reglas mínimas de seguridad. Y lo peor es que sin la menor contemplación, lo dejan abandonado en cualquier parada, si se baja a satisfacer alguna necesidad fisiológica. Claro: no reponen los gastos extras, como el taxi, por ejemplo, para alcanzar al autobús. Y ni con quién quejarse, porque nadie hace caso. Ojalá alguna autoridad intervenga y obligue a esa empresa a dar un servicio óptimo. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
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