Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
¿Cuál austerirdad electoral? El IEPC, gasta
lo que no tiene en plebiscitos absurdos.
Se supone que la homologación de los procesos electorales locales con los federales, es para ahorrar dinero; parte de la política de austeridad para que tales ahorros, se utilicen para otras tareas de mayor importancia. Sin embargo, resulta torpe que el Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, contraviniendo el espíritu de conservación del peculio público, ha determinado realizar un “plebiscito” a todas luces ocioso, para cambiar el nombre de un municipio que por años, ha sido conocido con otro nombre, sin plebiscito ni cosa parecida. ¡Vaya, por fuerza de costumbre y no por imposición atrabancada!
Nos referimos al insubstancial e infundado gesto de realizar una justa electoral innecesaria para determinar si Coita deja de llamarse Ocozocoautla o sí de todas formas, se sigue llamando Ocozocoautla y le seguirán diciendo Coita. Inoficioso, vano, risible y anodino gasto que no encuentra justificación en ninguna parte. El único argumento que se dice, se ha presentado para tan inefectivo costo, es que la palabra Ocozocoautla es de origen náhuatl y no corresponde a la región. ¿No se dice que Chiapas es el estado más mexicano? ¿Es ofensiva para las culturas locales una palabra procedente de una de las lenguas más ricas de la cultura mesoamericana?
Se advierte un rasgo de intolerancia lingüística. Pero dejemos eso a los especialistas, historiadores y expertos en cultura. Ellos sabrán determinar si es procedente eliminar un ancestral nombre de entre los tradicionales pueblos de Chiapas, por el sólo hecho de no ser originario de la región.
Vamos al hecho de gastar dinero en una acción que no corresponde a la crisis económica por la que atraviesa el país. No parece congruente que por un lado, se homologuen los procesos electorales para evitar gastos onerosos e innecesarios y por otro, se gaste en un proceso que, por lo que hemos visto de cerca, poco o nada le interesa a los coitecos. La impresión que tiene la mayoría de los habitantes de ese pueblo es que algún político local ha abanderado idea tan absurda, con fines más electorales que culturales… O por lo menos, de conciencia social.
Ha sucedido que cuando se desea quitar o agregar un nombre a cualquier pueblo, el propio Ayuntamiento hace lo conducente, lo comunica al Congreso del Estado y, si el caso lo requiere, se declara recinto legislativo a la sede del Ayuntamiento interesado y en sesión solemne, se hace la declaratoria y punto. No hay mayores gastos. Y se ha hecho en tiempos de vacas gordas. Ahora están flacas. No se necesita de un gasto que a la hora, puede revertir los deseos de los impulsores de tan risible maniobra.
¿Por qué no, en lugar de gastarse una fortuna en un proceso ocioso se invierte ese dinero en alguna escuela de cualquier comunidad de Coita? La mayoría de calles del centro urbano están en condiciones deplorables. ¿Por qué no mejor se invierte ese dinero en reparar las calles? ¿Por qué no mejor, se construye una clínica digna para atender a los habitantes de las empobrecidas comunidades? Ello resultaría mil veces mejor que gastar en un proceso que, conociendo cómo se las gasta el IEPC, va a ser todo un fraude. Hasta los que no están de acuerdo con el cambio de nombre afirman que el nombre será cambiado porque no confían en la institución electoral. “Ya traen línea”, dicen y parecen estar en lo cierto.
Hasta hoy no se conoce la mecánica del plebiscito, ha tenido poca difusión (solo en el pueblo hay nociones de lo que se pretende; en las comunidades, ni por enterados) y todo se maneja tras bambalinas, lo cual ya es un mal augurio.
Parece ser que los impulsores de tan infausto acto, desconocen la historia de Ocozocoautla; desde el año 1592, ya se conocía como tal. En 1882, cuando fue elevado al rango de municipalidad, así fue bautizado. No entendemos cómo y por qué, se pretende borrar 418 años de historia. Inaudito. Una locura, una burla a tres siglos vida de uno de los pueblos más emblemáticos de Chiapas.
Para el colmo, Coita es una palabra de origen español; es en sí, un apellido que ha sido localizado en España, Suiza y Argentina. No es, por tanto, una palabra zoque. El origen de Coita, lo hemos buscado en monografías, libros de historia y nada. Algunos opinan que es el diminutivo de Ocozocoautla. Si así es, se diría entonces que Francisco se quiere cambiar de nombre y quiere llamarse solo Pancho. ¿No le parece absurdo? El IEPC está obligado a explicar tan burdo gasto. Y debe empaparse de la historia de nuestros pueblos para que nunca más se caiga en errores que costarán a la historia de Chiapas, mucho, demasiado. Así, con su nombre (Ocozocoautla) y su apodo (Coita) ha sido y seguirá siendo una de las ciudades más representativas de la entidad.
Tarjetero
*** Pedro Aureliano Mier, se ha quejado que las gasolineras han bajado en ventas. ¡Cómo no si los precios están altísimos! Y por si eso fuera poco y es lo que no admite el líder de los gasolineros, es que muchos expendios, roban combustible al consumidor. Éste último ha sido factor decisivo. Que no lloren pues, porque ellos y nadie más, son culpables de las bajas ventas. En lo que estamos de acuerdo con Mier, es que no se sigan expidiendo permisos para más establecimientos de esa naturaleza. Son un riesgo alto para la ciudadanía. *** La empresa de seguridad privada que cuida varias dependencias incluidas el hospital Regional y la secretaría de Salud, enfrentan serios problemas de credibilidad. A uno de éstos guardias, recientemente, encarcelaron por hurto en la sede de la SSP; apenas el fin de semana pasado, saquearon un pequeño negocio en las inmediaciones de dicho edificio. Se llevaron todas las tarjetas telefónicas que pudieron. A lo anterior aúnele el mal trato que dan a los familiares de los pacientes en el Hospital Regional. Son tan salvajes, maleducados y abusivos, que mucha gente ha tenido roces fuertes con ellos. ¿Quién es el dueño de esa empresa y por qué se le ha contratado? ¿Quién se beneficia? *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
http://ksheratto.blogspot.com
Angel Mario Ksheratto
¿Cuál austerirdad electoral? El IEPC, gasta
lo que no tiene en plebiscitos absurdos.

Nos referimos al insubstancial e infundado gesto de realizar una justa electoral innecesaria para determinar si Coita deja de llamarse Ocozocoautla o sí de todas formas, se sigue llamando Ocozocoautla y le seguirán diciendo Coita. Inoficioso, vano, risible y anodino gasto que no encuentra justificación en ninguna parte. El único argumento que se dice, se ha presentado para tan inefectivo costo, es que la palabra Ocozocoautla es de origen náhuatl y no corresponde a la región. ¿No se dice que Chiapas es el estado más mexicano? ¿Es ofensiva para las culturas locales una palabra procedente de una de las lenguas más ricas de la cultura mesoamericana?
Se advierte un rasgo de intolerancia lingüística. Pero dejemos eso a los especialistas, historiadores y expertos en cultura. Ellos sabrán determinar si es procedente eliminar un ancestral nombre de entre los tradicionales pueblos de Chiapas, por el sólo hecho de no ser originario de la región.
Vamos al hecho de gastar dinero en una acción que no corresponde a la crisis económica por la que atraviesa el país. No parece congruente que por un lado, se homologuen los procesos electorales para evitar gastos onerosos e innecesarios y por otro, se gaste en un proceso que, por lo que hemos visto de cerca, poco o nada le interesa a los coitecos. La impresión que tiene la mayoría de los habitantes de ese pueblo es que algún político local ha abanderado idea tan absurda, con fines más electorales que culturales… O por lo menos, de conciencia social.
Ha sucedido que cuando se desea quitar o agregar un nombre a cualquier pueblo, el propio Ayuntamiento hace lo conducente, lo comunica al Congreso del Estado y, si el caso lo requiere, se declara recinto legislativo a la sede del Ayuntamiento interesado y en sesión solemne, se hace la declaratoria y punto. No hay mayores gastos. Y se ha hecho en tiempos de vacas gordas. Ahora están flacas. No se necesita de un gasto que a la hora, puede revertir los deseos de los impulsores de tan risible maniobra.
¿Por qué no, en lugar de gastarse una fortuna en un proceso ocioso se invierte ese dinero en alguna escuela de cualquier comunidad de Coita? La mayoría de calles del centro urbano están en condiciones deplorables. ¿Por qué no mejor se invierte ese dinero en reparar las calles? ¿Por qué no mejor, se construye una clínica digna para atender a los habitantes de las empobrecidas comunidades? Ello resultaría mil veces mejor que gastar en un proceso que, conociendo cómo se las gasta el IEPC, va a ser todo un fraude. Hasta los que no están de acuerdo con el cambio de nombre afirman que el nombre será cambiado porque no confían en la institución electoral. “Ya traen línea”, dicen y parecen estar en lo cierto.
Hasta hoy no se conoce la mecánica del plebiscito, ha tenido poca difusión (solo en el pueblo hay nociones de lo que se pretende; en las comunidades, ni por enterados) y todo se maneja tras bambalinas, lo cual ya es un mal augurio.
Parece ser que los impulsores de tan infausto acto, desconocen la historia de Ocozocoautla; desde el año 1592, ya se conocía como tal. En 1882, cuando fue elevado al rango de municipalidad, así fue bautizado. No entendemos cómo y por qué, se pretende borrar 418 años de historia. Inaudito. Una locura, una burla a tres siglos vida de uno de los pueblos más emblemáticos de Chiapas.
Para el colmo, Coita es una palabra de origen español; es en sí, un apellido que ha sido localizado en España, Suiza y Argentina. No es, por tanto, una palabra zoque. El origen de Coita, lo hemos buscado en monografías, libros de historia y nada. Algunos opinan que es el diminutivo de Ocozocoautla. Si así es, se diría entonces que Francisco se quiere cambiar de nombre y quiere llamarse solo Pancho. ¿No le parece absurdo? El IEPC está obligado a explicar tan burdo gasto. Y debe empaparse de la historia de nuestros pueblos para que nunca más se caiga en errores que costarán a la historia de Chiapas, mucho, demasiado. Así, con su nombre (Ocozocoautla) y su apodo (Coita) ha sido y seguirá siendo una de las ciudades más representativas de la entidad.
Tarjetero
*** Pedro Aureliano Mier, se ha quejado que las gasolineras han bajado en ventas. ¡Cómo no si los precios están altísimos! Y por si eso fuera poco y es lo que no admite el líder de los gasolineros, es que muchos expendios, roban combustible al consumidor. Éste último ha sido factor decisivo. Que no lloren pues, porque ellos y nadie más, son culpables de las bajas ventas. En lo que estamos de acuerdo con Mier, es que no se sigan expidiendo permisos para más establecimientos de esa naturaleza. Son un riesgo alto para la ciudadanía. *** La empresa de seguridad privada que cuida varias dependencias incluidas el hospital Regional y la secretaría de Salud, enfrentan serios problemas de credibilidad. A uno de éstos guardias, recientemente, encarcelaron por hurto en la sede de la SSP; apenas el fin de semana pasado, saquearon un pequeño negocio en las inmediaciones de dicho edificio. Se llevaron todas las tarjetas telefónicas que pudieron. A lo anterior aúnele el mal trato que dan a los familiares de los pacientes en el Hospital Regional. Son tan salvajes, maleducados y abusivos, que mucha gente ha tenido roces fuertes con ellos. ¿Quién es el dueño de esa empresa y por qué se le ha contratado? ¿Quién se beneficia? *** Luego nos leemos.
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