Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
De defensor agrio del impuesto
presidencial, a sepulturero oficioso
de una pretensión absurda.
Ha sido el propio Francisco Ramírez Acuña quien, luego de una reunión en Los Pinos con Felipe Calderón, dio el aviso fúnebre: el pretendido aumento del 2 por ciento al impuesto, “está muerto”, dijo y exoneró al Presidente de la República de tan feliz acontecimiento. Pero por otro lado, asumió la lucha para lograr que el IVA aumente a 16 por ciento en el caso del país en general y al 11 por ciento en las zonas fronterizas. La propuesta no es propia, sino de los priístas quienes, se dice, han tenido intensos cabildeos para lograr ese propósito que, como el ahora muerto 2 por ciento, no tiene el beneplácito de la sociedad, pues se trata de un nuevo atentado contra la precaria economía de los mexicanos. Lo hemos dicho siempre y lo seguimos sosteniendo: no es con elevación de impuestos como se salvará al país de la crisis económica. Es con políticas tributarias sensatas y la correcta aplicación de las normas existentes.
Ya vimos que con el 15 por ciento que se viene cobrando de IVA, no ha disminuido la creciente pobreza, especialmente en las zonas rurales y los cinturones marginales de las ciudades. Ponerle un número más y decir que con esa cifra sí se va a erradicar el fenómeno, es una mentira inaceptable. En primer lugar, porque el más afectado con pagos de esa naturaleza, son precisamente los pobres; no quieran hacernos tontos con explicaciones burdas y torpes. En segundo, porque desde que se impuso el 15 por ciento de IVA, solo quienes han estado en cargos públicos y de elección popular, han salido beneficiados. Lo pobres siguen siendo más pobres y aumentando en números dramáticos.
La estrategia es imponer cargas que van más allá de las promesas de campaña y que no garantizan la salvación financiera del país. Hemos visto que ante la crisis mundial, otros países han tomado medidas sanas para el pueblo y para los inversores. Brasil, por ejemplo, redujo los impuestos a las empresas productivas a cambio que éstas no despidieran personal y en algunos casos, que aumentasen su plantilla laboral. ¿Cuál ha sido el resultado? Lógico, que hay más producción, más ventas, más empleos y menos pobreza. Los países europeos, también redujeron el alto costo de la vida y promueven el libre flujo monetario, así como han otorgado facilidades a los inversionistas. Nadie ha tenido, en esos países, la necesidad de tomar medidas espectaculares como ésa de bajar los sueldos a los funcionarios. Otra medida que han tomado es la de invertir más en obra pública; es decir, están haciendo circular el dinero, lo que les ha facilitado el tránsito en medio de la crisis.
A propósito de ello, algún ingenioso de tantos que sobran en el país, hizo circular una fábula muy divertida de cómo un pueblo pagó sus deudas con dinero que no era de nadie del lugar. Un turista ruso llegó al pueblito y cayó en el único hotel que había. El pueblito pasaba por una severa crisis económica, pues recién se había inundado y todos sus habitantes tenían deudas pesadas. Quiso, el turista, primero saber el estado de las habitaciones y pidió al dueño permitirle el paso para cerciorarse si le era conveniente quedarse. Dejó sobre el mostrador un billete de cien dólares; el dueño lo tomó, salió corriendo y pagó con ese billete sus deudas al carnicero. El carnicero, ni lerdo ni perezoso, corrió a pagar al criador de cerdos, a quien le debía desde hacía semanas. El criador, tomó el billete y salió en busca del proveedor de alimentos para saldar su adeudo; éste, billete en mano, corrió a casa de la prostituta del pueblo, pues le debía varios servicios. A su vez, la prostituta, tomó el billete y se encaminó al hotel del pueblo para pagar al dueño la habitación que solía rentarle para atender a sus clientes. Justo en ese momento, el turista baja de la habitación, dice al dueño que no le convenció, tomó el billete que la prostituta había pagado al hotelero y se fue. Total, todos pagaron su deuda con dinero que nos les pertenecía. La moraleja es que mientras el dinero circule, no habrá crisis, no habrá deudas.
El problema de México es que las autoridades acaparan el dinero. Y sobre eso, quieren que el pobre pague por la mala política financiera. Si sacasen el dinero a circular, si en lugar de guardarlo lo invirtieran en obra pública, habría flujo, empleo y el pueblo estaría contento. A menudo escuchamos que los proveedores del gobierno se quejan de grandes deudas. Si el gobierno les pagase, los proveedores tendrían para invertir más y crear más fuentes de empleo. Pero no entienden. Creen que castigando al pueblo es la mejor solución. Y no es así. Por lo pronto, el 2 por ciento ya es historia. Ganó la razón del pueblo azotado por una administración panista alejada de éste. Esperemos que se echen para atrás con el aumento del IVA; es irracional la medida. Sencillamente, inaceptable.
Tarjetero
*** El Síndico de Tapachula, se está convirtiendo en el icono de la impunidad estatal. Resulta que despojó a una mujer de su terreno, le cayó la ley por ese delito, pero salió, junto con su padre, en libertad sin haber pisado la cárcel. El asunto es sumamente delicado y escandaloso. Porque hay un cúmulo de influencias de los ministerios públicos, jueces y hasta abogados, lo cual quiere decir que hay descontrol, desorden y corrupción en la Procuraduría de la zona Costa. Como que falta quien de verdad tenga ganas de hacer bien las cosas y ponga un poco de orden ahí. *** La sospecha que un taxista pudo haber asesinado a un estudiante universitario, debe ser investigada. No es la primera vez que los taxistas se ven involucrados en crímenes de esa naturaleza. Lejos de ser servidores públicos, son un serio peligro que debe ser erradicado. Ojalá y no quede el asesinato del muchacho, como siempre, en la impunidad. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
Ksheratto@gmail.com
www.ksheratto.com
http://ksheratto.blogspot.com
Angel Mario Ksheratto
De defensor agrio del impuesto
presidencial, a sepulturero oficioso
de una pretensión absurda.

Ya vimos que con el 15 por ciento que se viene cobrando de IVA, no ha disminuido la creciente pobreza, especialmente en las zonas rurales y los cinturones marginales de las ciudades. Ponerle un número más y decir que con esa cifra sí se va a erradicar el fenómeno, es una mentira inaceptable. En primer lugar, porque el más afectado con pagos de esa naturaleza, son precisamente los pobres; no quieran hacernos tontos con explicaciones burdas y torpes. En segundo, porque desde que se impuso el 15 por ciento de IVA, solo quienes han estado en cargos públicos y de elección popular, han salido beneficiados. Lo pobres siguen siendo más pobres y aumentando en números dramáticos.
La estrategia es imponer cargas que van más allá de las promesas de campaña y que no garantizan la salvación financiera del país. Hemos visto que ante la crisis mundial, otros países han tomado medidas sanas para el pueblo y para los inversores. Brasil, por ejemplo, redujo los impuestos a las empresas productivas a cambio que éstas no despidieran personal y en algunos casos, que aumentasen su plantilla laboral. ¿Cuál ha sido el resultado? Lógico, que hay más producción, más ventas, más empleos y menos pobreza. Los países europeos, también redujeron el alto costo de la vida y promueven el libre flujo monetario, así como han otorgado facilidades a los inversionistas. Nadie ha tenido, en esos países, la necesidad de tomar medidas espectaculares como ésa de bajar los sueldos a los funcionarios. Otra medida que han tomado es la de invertir más en obra pública; es decir, están haciendo circular el dinero, lo que les ha facilitado el tránsito en medio de la crisis.
A propósito de ello, algún ingenioso de tantos que sobran en el país, hizo circular una fábula muy divertida de cómo un pueblo pagó sus deudas con dinero que no era de nadie del lugar. Un turista ruso llegó al pueblito y cayó en el único hotel que había. El pueblito pasaba por una severa crisis económica, pues recién se había inundado y todos sus habitantes tenían deudas pesadas. Quiso, el turista, primero saber el estado de las habitaciones y pidió al dueño permitirle el paso para cerciorarse si le era conveniente quedarse. Dejó sobre el mostrador un billete de cien dólares; el dueño lo tomó, salió corriendo y pagó con ese billete sus deudas al carnicero. El carnicero, ni lerdo ni perezoso, corrió a pagar al criador de cerdos, a quien le debía desde hacía semanas. El criador, tomó el billete y salió en busca del proveedor de alimentos para saldar su adeudo; éste, billete en mano, corrió a casa de la prostituta del pueblo, pues le debía varios servicios. A su vez, la prostituta, tomó el billete y se encaminó al hotel del pueblo para pagar al dueño la habitación que solía rentarle para atender a sus clientes. Justo en ese momento, el turista baja de la habitación, dice al dueño que no le convenció, tomó el billete que la prostituta había pagado al hotelero y se fue. Total, todos pagaron su deuda con dinero que nos les pertenecía. La moraleja es que mientras el dinero circule, no habrá crisis, no habrá deudas.
El problema de México es que las autoridades acaparan el dinero. Y sobre eso, quieren que el pobre pague por la mala política financiera. Si sacasen el dinero a circular, si en lugar de guardarlo lo invirtieran en obra pública, habría flujo, empleo y el pueblo estaría contento. A menudo escuchamos que los proveedores del gobierno se quejan de grandes deudas. Si el gobierno les pagase, los proveedores tendrían para invertir más y crear más fuentes de empleo. Pero no entienden. Creen que castigando al pueblo es la mejor solución. Y no es así. Por lo pronto, el 2 por ciento ya es historia. Ganó la razón del pueblo azotado por una administración panista alejada de éste. Esperemos que se echen para atrás con el aumento del IVA; es irracional la medida. Sencillamente, inaceptable.
Tarjetero
*** El Síndico de Tapachula, se está convirtiendo en el icono de la impunidad estatal. Resulta que despojó a una mujer de su terreno, le cayó la ley por ese delito, pero salió, junto con su padre, en libertad sin haber pisado la cárcel. El asunto es sumamente delicado y escandaloso. Porque hay un cúmulo de influencias de los ministerios públicos, jueces y hasta abogados, lo cual quiere decir que hay descontrol, desorden y corrupción en la Procuraduría de la zona Costa. Como que falta quien de verdad tenga ganas de hacer bien las cosas y ponga un poco de orden ahí. *** La sospecha que un taxista pudo haber asesinado a un estudiante universitario, debe ser investigada. No es la primera vez que los taxistas se ven involucrados en crímenes de esa naturaleza. Lejos de ser servidores públicos, son un serio peligro que debe ser erradicado. Ojalá y no quede el asesinato del muchacho, como siempre, en la impunidad. *** Luego nos leemos.
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