Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El ahora exdirigente panista elevó su discurso
hasta la fatalidad, cayendo en un esquema
francamente majadero.
Desde principios del año 2000, Andrés Manuel López Obrador inició la escalada más importante de una carrera política ascendente y casi invencible; la mayoría de mexicanos creía que tenía lo necesario para suceder en el cargo a un Vicente Fox timorato y doblegado por las ambiciones personales de su concubina. A mediados del sexenio pasado, López Obrador ya se había cubierto de escándalos y habían mostrado el cobre; inició la debacle de su ascenso. Luego vinieron los exabruptos, las sandeces y las declaraciones salidas de lugar, cargadas de insultos y burlas a las instituciones que pretendía presidir desde Los Pinos. Las mandó al diablo. El político que había generado expectativas claras, de pronto se convirtió en el hombre más detestado incluso, por militantes del PRD, partido al que todavía pertenecía. Perdió la elección por su bocaza, por su irrespeto y por los berrinches de niño malcriado. Al cargo que pretendía impuso el mote de “chachalaca” con todo y que pudo haber tenido razón. En otras palabras, lo que condujo a la derrota a López Obrador, fue su boca, su escaso respeto por las instituciones y su terco discurso ofensivo contra sus adversarios.
La moda del discurso violento y majadero que impuso Andrés López Obrador, la retomó Germán Martínez, hoy exdirigente del derrotadísimo Partido Acción Nacional; a la violencia y majadería que imprimió a sus palabras, debemos sumar la ignorancia de Martínez sobre temas nacionales y sobre asuntos comunes que cualquier ciudadano podría deshojar sin dificultad alguna. Germán fue irrespetuoso con la dama que dirige al PRI, el partido que propinó la terrible paliza al gobernante Acción Nacional. No escatimó insultos, puyas insensibles y acusaciones viles que mostraron a un dirigente panista soberbio, abusivo y prepotente. Ese discurso fue el que dio a los escasos votantes, el margen necesario para alejarse del partido oficial. La lección entonces, es sencilla: a los mexicanos le chocan los discursos violentos. Fue la fórmula propia de Andrés Manuel que de estar en la picota de las preferencias electorales, pasó a ser un candidato ampliamente derrotado; y fue la moda que llevó al PAN a un descalabro impensable. Impensable porque como quiera que sea, Felipe Calderón trae un ritmo de trabajo más o menos aceptable en materia de seguridad, aunque ha habido más fracasos que triunfos. Era una motivación para que los votantes le dieran un cierto respaldo. Pero la bocaza de Germán, su falta de respeto y su discurso violento, dejaron solo a Calderón, quien ahora está obligado a recomponer su esquema de cuates en el gabinete, toda vez que la salida de su pelele en el partido oficial, obligará a pagar deudas dolorosas que no tenía previstas.
La renuncia de Germán Martínez, pese a ser consecuencia de su propia brutalidad, deja un sabor de entendimiento del panorama, aunque no de congruencia porque todo indica que la orden de dejar el puesto, vino desde Los Pinos, muy probablemente, surgida desde el fondo de una derrota que descalifica al partido en el poder y deja solitario al Presidente de la República. No fue sorpresa el despido (que no renuncia voluntaria, conociendo la terquedad de Martínez); sorpresa será el sucesor, pese a que desde ayer, Josefina Vázquez Mota, la fracasada coordinadora nacional de la campaña reciente, sonaba como la posible próxima dirigente de ese destartalado partido. Quién sea, no tiene caso más fuerte a resolver, que no sea la recomposición del PAN, que como los demás partidos, ya están calentando motores para las elecciones del 2012.
Tarjetero
*** El pelele del denunciador de peleles, un tal “Juanito”, ganador de la delegación de Iztapalapa, ahora quiere ser Jefe de Gobierno del DF; no cabe duda que la locura pejista es contagiosa. Y lo peor es que sí, siempre “renunciará” al cargo de delegado para que asuma una incondicional de López Obrador. Hasta dónde sabemos, la ley dice que ningún cargo de elección popular es renunciable. ¿Cómo le harán? *** César Amín Orantes, candidato perdedor por el Distrito de Huixtla, aparte que no pudo convencer con sus mentiras, ahora encabeza actos de desestabilización; si bien es cierto que en ese distrito cualquiera que ganase no cumplía con los requisitos de ley y estuvieron asentados sobre la inmoralidad pura, no hay derecho alguno para que Orantes se monte en su flaca mula y cabalgue como el mejor de todos. Perdió y punto. No hay vuelta de hoja. *** En términos reales, el PRI en Chiapas, retrocedió espantosamente. Esto, gracias a la estulticia de la dirigente estatal, Arely Madrid, a quien ahora acusan de negligencia y de haber consentido maniobras ilegales en los distritos donde perdió ese partido. Claro es que ninguno de los candidatos del PRI pudo llegarle a la gente. Mientras, ya hay sectores que en voz baja, se pronuncian por la inmediata renuncia de Madrid Tovilla. Sería sano que ello sucediera. *** Preocupante el enfrentamiento armado ayer en Frontera Comalapa, en el que, se dice, murió un agente federal. Los primeros reportes de prensa indican que no hubo detenidos. *** ¿Se la están perdonando a Pablo? ¿Se la están guardando para mejores momentos? Nadie lo sabe. Lo cierto es que las pruebas del robo que encabezó el exgobernante, son abrumadoras, nomás que nadie quiere tocarlo. Hay quiénes aseguran que ya hubo negociación; otros opinan que prevalecerá la impunidad. Mientras, hay qué estar a la espera de que por fin, haya un poco de justicia para los damnificados del huracán “Stan”. *** El alcalde de Tonalá, dicen, podría estar en capilla ardiente, debido a la falta de respeto que presentó hace unos días a autoridades estatales; a esto se suma el hecho que desairó al mismo gobernador Juan Sabines con un acto pichicato en el que demostró su falta de sensibilidad política. *** Desquiciada la ciudad de Tuxtla Gutiérrez ayer; la razón: entrega de unos tractores. El acto, bueno, pero la hora, mala, muy mala porque la gente pierde valioso tiempo. *** Que ya hay un grupo de escribanos que lo hacen por prescripción médica. ¿Será? *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
Angel Mario Ksheratto
El ahora exdirigente panista elevó su discurso
hasta la fatalidad, cayendo en un esquema
francamente majadero.

La moda del discurso violento y majadero que impuso Andrés López Obrador, la retomó Germán Martínez, hoy exdirigente del derrotadísimo Partido Acción Nacional; a la violencia y majadería que imprimió a sus palabras, debemos sumar la ignorancia de Martínez sobre temas nacionales y sobre asuntos comunes que cualquier ciudadano podría deshojar sin dificultad alguna. Germán fue irrespetuoso con la dama que dirige al PRI, el partido que propinó la terrible paliza al gobernante Acción Nacional. No escatimó insultos, puyas insensibles y acusaciones viles que mostraron a un dirigente panista soberbio, abusivo y prepotente. Ese discurso fue el que dio a los escasos votantes, el margen necesario para alejarse del partido oficial. La lección entonces, es sencilla: a los mexicanos le chocan los discursos violentos. Fue la fórmula propia de Andrés Manuel que de estar en la picota de las preferencias electorales, pasó a ser un candidato ampliamente derrotado; y fue la moda que llevó al PAN a un descalabro impensable. Impensable porque como quiera que sea, Felipe Calderón trae un ritmo de trabajo más o menos aceptable en materia de seguridad, aunque ha habido más fracasos que triunfos. Era una motivación para que los votantes le dieran un cierto respaldo. Pero la bocaza de Germán, su falta de respeto y su discurso violento, dejaron solo a Calderón, quien ahora está obligado a recomponer su esquema de cuates en el gabinete, toda vez que la salida de su pelele en el partido oficial, obligará a pagar deudas dolorosas que no tenía previstas.
La renuncia de Germán Martínez, pese a ser consecuencia de su propia brutalidad, deja un sabor de entendimiento del panorama, aunque no de congruencia porque todo indica que la orden de dejar el puesto, vino desde Los Pinos, muy probablemente, surgida desde el fondo de una derrota que descalifica al partido en el poder y deja solitario al Presidente de la República. No fue sorpresa el despido (que no renuncia voluntaria, conociendo la terquedad de Martínez); sorpresa será el sucesor, pese a que desde ayer, Josefina Vázquez Mota, la fracasada coordinadora nacional de la campaña reciente, sonaba como la posible próxima dirigente de ese destartalado partido. Quién sea, no tiene caso más fuerte a resolver, que no sea la recomposición del PAN, que como los demás partidos, ya están calentando motores para las elecciones del 2012.
Tarjetero
*** El pelele del denunciador de peleles, un tal “Juanito”, ganador de la delegación de Iztapalapa, ahora quiere ser Jefe de Gobierno del DF; no cabe duda que la locura pejista es contagiosa. Y lo peor es que sí, siempre “renunciará” al cargo de delegado para que asuma una incondicional de López Obrador. Hasta dónde sabemos, la ley dice que ningún cargo de elección popular es renunciable. ¿Cómo le harán? *** César Amín Orantes, candidato perdedor por el Distrito de Huixtla, aparte que no pudo convencer con sus mentiras, ahora encabeza actos de desestabilización; si bien es cierto que en ese distrito cualquiera que ganase no cumplía con los requisitos de ley y estuvieron asentados sobre la inmoralidad pura, no hay derecho alguno para que Orantes se monte en su flaca mula y cabalgue como el mejor de todos. Perdió y punto. No hay vuelta de hoja. *** En términos reales, el PRI en Chiapas, retrocedió espantosamente. Esto, gracias a la estulticia de la dirigente estatal, Arely Madrid, a quien ahora acusan de negligencia y de haber consentido maniobras ilegales en los distritos donde perdió ese partido. Claro es que ninguno de los candidatos del PRI pudo llegarle a la gente. Mientras, ya hay sectores que en voz baja, se pronuncian por la inmediata renuncia de Madrid Tovilla. Sería sano que ello sucediera. *** Preocupante el enfrentamiento armado ayer en Frontera Comalapa, en el que, se dice, murió un agente federal. Los primeros reportes de prensa indican que no hubo detenidos. *** ¿Se la están perdonando a Pablo? ¿Se la están guardando para mejores momentos? Nadie lo sabe. Lo cierto es que las pruebas del robo que encabezó el exgobernante, son abrumadoras, nomás que nadie quiere tocarlo. Hay quiénes aseguran que ya hubo negociación; otros opinan que prevalecerá la impunidad. Mientras, hay qué estar a la espera de que por fin, haya un poco de justicia para los damnificados del huracán “Stan”. *** El alcalde de Tonalá, dicen, podría estar en capilla ardiente, debido a la falta de respeto que presentó hace unos días a autoridades estatales; a esto se suma el hecho que desairó al mismo gobernador Juan Sabines con un acto pichicato en el que demostró su falta de sensibilidad política. *** Desquiciada la ciudad de Tuxtla Gutiérrez ayer; la razón: entrega de unos tractores. El acto, bueno, pero la hora, mala, muy mala porque la gente pierde valioso tiempo. *** Que ya hay un grupo de escribanos que lo hacen por prescripción médica. ¿Será? *** Luego nos leemos.
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