Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El expresidente del STJ en Chiapas (primero
de derecha a izquierda) es sospechoso del
homicidio de un secuestrador.
No es la primera versión en la que el expresidente del STJ, se ve involucrado en actos de tortura, abuso de autoridad, detenciones ilegales y sospechas de homicidio institucional. El velador de un rancho en Cintalapa, investigado por un crimen que jamás cometió, apareció asesinado cuando Milton Escobar Castillejos servía como subprocurador de Justicia, en los primeros años de la dictadura pablista. Las fotos del asesinado que entonces publicó la revista “Diálogos”, eran espeluznantes; los asesinos del humilde campesino, se ensañaron de tal forma, que los testículos del hombre quedaron del tamaño de su cráneo. En prisión compartí espacios con el entonces principal sindicado, un joven que en el momento del artero asesinato de una maestra en la colonia “Bienestar Social”, fungía como
gerente de un supermercado en Mérida, Yucatán. Me contó su historia: un medio pariente de su señora madre, trabajaba como director de homicidios en la Fiscalía General; buscaba quedarse con una herencia de más de 20 millones de pesos. Se le hizo fácil culpar del asesinato de la profesora a la familia de su media hermana. Cayó el primero que encontraron, Carlos, que recién había sido asignado por la transnacional a una tienda en Tapachula. Al cuidador del rancho de su padre, lo detuvieron bajo el cargo de cómplice de éste; lo torturaron hasta matarlo. Según versiones de familiares de la víctima, el mismo Milton Escobar Castillejos, presenció la tortura del detenido, en una casa al norte de la ciudad. Querían que confesara que Carlos había disparado contra la maestra y sus hijos, quienes sobrevivieron al atentado. Cuando le vieron muerto, abandonaron el cadáver y culparon de su muerte al resto de familiares de Carlos. Los hijos sobrevivientes de la balacera, aseguran que quienes dispararon eran un hombre con aspecto de indígena, chaparro, moreno, pelo con corte militar, gordo; el otro era un hombre desalineado, delgado, pelo semirizado, alto. Ambos, como de 40 años de edad, aproximadamente. No concordaban con Carlos, de tez blanca, alto, complexión robusta, güero, de 26 años. En los careos, los testigos no lo reconocieron como el que disparó y más aún, negaron cualquier vínculo con éste quien, según dijeron las autoridades de entonces, fundo los motivos del supuesto ataque, en una deuda por tráfico de drogas.
Ahora, en el asesinato de un supuesto secuestrador, de nuevo surge el nombre de Milton Escobar Castillejos; participó en la entrega del detenido al ahora confeso autor material del asesinato de éste. En la declaración ministerial de Edilberto Fernández Ruiz, no hay resquicios para la duda. Escobar Castillejos presenció al homicidio; habrá quienes digan a su favor que solo es testigo. Como autoridad que era entonces, no puede quedar solo como testigo, sino como cómplice directo y homicidio culposo; cuando menos, homicidio por omisión, en el mejor de los casos. Por homicidio culposo se le puede juzgar, debido a que al presentar ante la probable víctima de un secuestro al supuesto victimario, actuó con imprudencia y negligencia, consintiendo la consumación de un crimen; en una jurisprudencia al respecto, encontramos que en el delito culposo, puede caber el dolo, toda vez que Escobar Castillejos, no previendo la reacción del ahora confeso de asesinato, incurrió en un acto típicamente antijurídico. Según la jurisprudencia, obró con culpa, negligencia, falta de previsión, pericia y habilidad en el ejercicio de su profesión. En pocas palabras, Escobar Castillejos incurrió en absoluta inobservancia de las leyes, reglamentos, órdenes y disposiciones, lo que lo convierte, automáticamente, en homicida culposo. Además, habrá que esperar los peritajes y testimoniales, para saber si sólo fue pasivo en el homicidio del supuesto secuestrador, o fue elemento activo. Si participó directamente, como se sospecha, su futuro es demoledor. Y lo es más para la dictadura, pues con esto queda demostrado que el pablismo, aparte de corrupto, se manchó las manos de sangre. No era para menos; la inmoralidad fue el asiento de todos los actos del pablismo. Ahora están cosechando sus frutos.
Tarjetero
*** El Consejo de Acuacultura y Pesca, recién instalado por el gobernador Sabines Guerrero, ha sido presentado como una alternativa para la producción en Chiapas; aunque no es la principal actividad en el estado, hay esperanzas que en breve, ubique a la entidad en el primer lugar de proveedores de pescado a nivel nacional. Las expectativas se basan en la proporcionalidad de agua y en la factibilidad de 118 mil 530 chiapanecos que podrían ingresar a los programas productivos. Para los involucrados en el CAP, las condiciones son propicias; es lo que ha dicho Plácido Morales Vásquez. Habrá qué esperar la concreción de las ideas, pues el programa en sí, es halagüeño, vale la pena. Pero valdrá más, si se llega al punto de encuentro entre lo que se dice y se va a hacer. *** ¿Sabe Usted cómo sobreviven los músicos que nos deleitan en los lugares de diversión? Pues de milagro; aparte de sueldos míseros, hay lugares donde son contratados por empresas proveedoras de cervezas y licores, a cambio que los dueños de antros expendan los productos etílicos. En el más grande centro comercial de Tuxtla, hay un bar muy conocido; el encargado de ese lugar, un tal Claudio César, exige a los músicos que se “mochen” con lo que les paga la compañía cervecera que los patrocina. Cuando éstos se niegan a pagarle, corre a quejarse con Pau Albores, jefa de eventos especiales de la distribuidora de cerveza, quien despide a los músicos ¡sin pagarles un centavo! ¿Y la Ley Federal del Trabajo? Se la pasan por el arco del triunfo. Ojalá las autoridades del Trabajo, investiguen los abusos de éstas empresas; y si las empresas involucradas tienen una política distinta a la que aplican sus empleados, pues que éstas actúen y pongan fin a acciones deplorables, pues gozan de buena fama como para que las arrastren al lodo. Seguiremos pendientes del tema. *** Ayer inició una huelga de familiares de presos en pleno centro de Tuxtla. Ya le tendré razones de ésta. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El expresidente del STJ en Chiapas (primero
de derecha a izquierda) es sospechoso del
homicidio de un secuestrador.

gerente de un supermercado en Mérida, Yucatán. Me contó su historia: un medio pariente de su señora madre, trabajaba como director de homicidios en la Fiscalía General; buscaba quedarse con una herencia de más de 20 millones de pesos. Se le hizo fácil culpar del asesinato de la profesora a la familia de su media hermana. Cayó el primero que encontraron, Carlos, que recién había sido asignado por la transnacional a una tienda en Tapachula. Al cuidador del rancho de su padre, lo detuvieron bajo el cargo de cómplice de éste; lo torturaron hasta matarlo. Según versiones de familiares de la víctima, el mismo Milton Escobar Castillejos, presenció la tortura del detenido, en una casa al norte de la ciudad. Querían que confesara que Carlos había disparado contra la maestra y sus hijos, quienes sobrevivieron al atentado. Cuando le vieron muerto, abandonaron el cadáver y culparon de su muerte al resto de familiares de Carlos. Los hijos sobrevivientes de la balacera, aseguran que quienes dispararon eran un hombre con aspecto de indígena, chaparro, moreno, pelo con corte militar, gordo; el otro era un hombre desalineado, delgado, pelo semirizado, alto. Ambos, como de 40 años de edad, aproximadamente. No concordaban con Carlos, de tez blanca, alto, complexión robusta, güero, de 26 años. En los careos, los testigos no lo reconocieron como el que disparó y más aún, negaron cualquier vínculo con éste quien, según dijeron las autoridades de entonces, fundo los motivos del supuesto ataque, en una deuda por tráfico de drogas.
Ahora, en el asesinato de un supuesto secuestrador, de nuevo surge el nombre de Milton Escobar Castillejos; participó en la entrega del detenido al ahora confeso autor material del asesinato de éste. En la declaración ministerial de Edilberto Fernández Ruiz, no hay resquicios para la duda. Escobar Castillejos presenció al homicidio; habrá quienes digan a su favor que solo es testigo. Como autoridad que era entonces, no puede quedar solo como testigo, sino como cómplice directo y homicidio culposo; cuando menos, homicidio por omisión, en el mejor de los casos. Por homicidio culposo se le puede juzgar, debido a que al presentar ante la probable víctima de un secuestro al supuesto victimario, actuó con imprudencia y negligencia, consintiendo la consumación de un crimen; en una jurisprudencia al respecto, encontramos que en el delito culposo, puede caber el dolo, toda vez que Escobar Castillejos, no previendo la reacción del ahora confeso de asesinato, incurrió en un acto típicamente antijurídico. Según la jurisprudencia, obró con culpa, negligencia, falta de previsión, pericia y habilidad en el ejercicio de su profesión. En pocas palabras, Escobar Castillejos incurrió en absoluta inobservancia de las leyes, reglamentos, órdenes y disposiciones, lo que lo convierte, automáticamente, en homicida culposo. Además, habrá que esperar los peritajes y testimoniales, para saber si sólo fue pasivo en el homicidio del supuesto secuestrador, o fue elemento activo. Si participó directamente, como se sospecha, su futuro es demoledor. Y lo es más para la dictadura, pues con esto queda demostrado que el pablismo, aparte de corrupto, se manchó las manos de sangre. No era para menos; la inmoralidad fue el asiento de todos los actos del pablismo. Ahora están cosechando sus frutos.
Tarjetero
*** El Consejo de Acuacultura y Pesca, recién instalado por el gobernador Sabines Guerrero, ha sido presentado como una alternativa para la producción en Chiapas; aunque no es la principal actividad en el estado, hay esperanzas que en breve, ubique a la entidad en el primer lugar de proveedores de pescado a nivel nacional. Las expectativas se basan en la proporcionalidad de agua y en la factibilidad de 118 mil 530 chiapanecos que podrían ingresar a los programas productivos. Para los involucrados en el CAP, las condiciones son propicias; es lo que ha dicho Plácido Morales Vásquez. Habrá qué esperar la concreción de las ideas, pues el programa en sí, es halagüeño, vale la pena. Pero valdrá más, si se llega al punto de encuentro entre lo que se dice y se va a hacer. *** ¿Sabe Usted cómo sobreviven los músicos que nos deleitan en los lugares de diversión? Pues de milagro; aparte de sueldos míseros, hay lugares donde son contratados por empresas proveedoras de cervezas y licores, a cambio que los dueños de antros expendan los productos etílicos. En el más grande centro comercial de Tuxtla, hay un bar muy conocido; el encargado de ese lugar, un tal Claudio César, exige a los músicos que se “mochen” con lo que les paga la compañía cervecera que los patrocina. Cuando éstos se niegan a pagarle, corre a quejarse con Pau Albores, jefa de eventos especiales de la distribuidora de cerveza, quien despide a los músicos ¡sin pagarles un centavo! ¿Y la Ley Federal del Trabajo? Se la pasan por el arco del triunfo. Ojalá las autoridades del Trabajo, investiguen los abusos de éstas empresas; y si las empresas involucradas tienen una política distinta a la que aplican sus empleados, pues que éstas actúen y pongan fin a acciones deplorables, pues gozan de buena fama como para que las arrastren al lodo. Seguiremos pendientes del tema. *** Ayer inició una huelga de familiares de presos en pleno centro de Tuxtla. Ya le tendré razones de ésta. *** Luego nos leemos.
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