Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El impresionante saqueo llevado a cabo
por Pablo Salazar y sus cómplices,
arrastró a Chiapas a más pobreza.
Era de esperarse; la configuración de delitos fue fácil. Ni Mario Bustamante Grajales ni los demás exfuncionarios pablistas involucrados directamente en el desfalco de recursos destinados para la reconstrucción de las zonas devastadas por el huracán “Stan”, previeron las consecuencias de sus raterías. Decenas de millones de pesos fueron desviados para fines personales y en ese robo –se nota a leguas– no solo el ahora recluso participó. De acuerdo a diversas investigaciones que han hecho los mismos damnificados y otras realizadas por las autoridades, varios exfuncionarios relacionados con las tareas de reconstrucción se hicieron de mulas Pedro; dependencias como las secretarías de Salud, Educación, Pueblos Indios, Pesca y el entonces Instituto de Desarrollo Humano, también manejaron cantidades importantes de dinero sin que un solo centavo haya llegado a los necesitados por esta tragedia. Si recordamos, durante y después de la contingencia, los entonces titulares de esas instituciones ofrecieron información relacionada con las inversiones que ahora sabemos a ciencia cierta, nunca se llevaron a cabo.
Cierto es que la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento fue la más notoria por no haber cumplido con el programa de bordeo, desasolve y reconstrucción de puentes y porque su titular, ahora formalmente preso por varios delitos relacionados con su anterior cargo, no tuvo los sesos suficientes como para abstenerse de presumir los robos que cometió al amparo de una dictadura que se corrompió de todas las formas posibles. De tal manera pues, que las investigaciones no deben quedar sólo ahí. Los extitulares de Educación y Salud, por ejemplo, tampoco han tenido empacho en ostentar las adquisiciones personales que hicieron con dinero público; edificios, propiedades diversas, residencias, automóviles de lujo y otras veleidades propias de su forzada nueva condición social, son vistas por todos y en todas partes, lo que no solo es un abierto reto para las autoridades, sino que constituyen una burla descarada para los chiapanecos que desde aquella terrible contingencia, han exigido justicia y casi no les han escuchado.
Debemos recordar que no solo los recursos para ayudar a las víctimas de aquel huracán fueron vilmente robados por Pablo Abner Salazar y su camarilla de pillos. Programas federales y estatales fueron vilipendiados de tal manera que hoy, el exdictador, de vivir en una sencilla casita de dos recámaras en la colonia “24 de Junio”, se regodea en sendas mansiones que adquirió no sólo en otros estados de la República, sino en otros países, especialmente de América del Sur. ¿Por qué a Pablo Abner no se le investiga? Sencillo: porque los excesos de éste alcanzarían al expresidente Vicente Fox y su concubina Marta Sahagún, cuyos hijos se vieron ampliamente favorecidos con obras y proyectos que hasta hoy no han concluido. Por eso, la Secretaría de la Función Pública Federal, a pesar de las pruebas contundentes, se ha hecho la occisa y se ha negado a profundizar en las investigaciones, temerosa de terminar hundiendo a quien, si bien no participó directamente en los actos de corrupción, dejó que su compañera de alcoba y su familia, hicieran todo cuanto quisieron para enriquecerse ilícitamente.
La exigencia generalizada, sin embargo, es que los castigos alcancen a Pablo Abner y sus hermanos, a quienes también se les vincula con el tráfico de humanos a la Frontera Norte. Nadie de los pablistas se salva; eso está mucho más que claro. Lo que falta aclarar es por qué, nadie impone su autoridad moral para llevarlos a los Tribunales. ¿Seguimos esperando?
Tarjetero
*** “Alianza estratégica”… Con ese nombre se ha vuelto a bautizar el catálogo de buenas intenciones entre Barack Obama y el Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Fue lo mismo que se dijo entre Fox y Bush y Bush y Calderón. Es el mismo cuento gringo que oímos cada vez que en una de ambas naciones se estrena mandatario desde remotas sucesiones. Al final, ni hay alianza, ni hay estrategia; todo termina siendo un discurso de ocasión. Ayer mismo, el hipócrita cuasi expresidente estadounidense, llamó a su Congreso a “tener compasión” por los inmigrantes ilegales. En la larguísima pesadilla en que se constituyó su dictadura de extrema violencia, invasiones y terrorismo internacional, el señor Bush dio trato de animales a los ciudadanos de otros países que entraron ilegalmente e incluso, ordenó la construcción de un abominable muro fronterizo, muy al estilo de los comunistas alemanes que dividieron a Berlín. Pero cuando le tocó asumir, propuso lo mismo que ahora oferta Obama: “una alianza estratégica”. ¿Por qué no mejor hablar de acciones contundentes y no de simples “alianzas” que a la hora son rotas por la avaricia y prepotencia de nuestros vecinos del norte? De tal manera que si sólo se viene con esa “alianza estratégica”, debemos calificar el encuentro Obama-Calderón, como un simple cruce de cortesías, propias de la víspera de asunción. Nada más. *** No entendemos a los “zapatistas”; por un lado, se quejan que viven en extrema pobreza, lo cual no podemos ocultar. Es cierto. Viven en condiciones deplorables. ¿Por qué entonces secuestran a trabajadores que intentan llevarles una carretera digna, luz o cualquier otro servicio comunitario, necesario para una vida digna? No se puede exigir comida con la boca cerrada. ¿A qué le temen? El viejo cuento que las carreteras son para que el Ejército se desplace con facilidad y los persiga, ya no cabe en ninguna parte. Debe haber congruencia entre el discurso de exigencia, las necesidades reales y la voluntad para ayudar a esa pobre gente. Lo demás es fanfarria de locos. *** ¿Quién es el funcionario de la Secretaría de Gobierno que fue demandado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por acoso sexual y persecución laboral? ¿No que los funcionarios que pidan favores sexuales a cambio de posiciones laborales serían los más castigados? Estaremos pendientes, a ver qué pasa. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
Angel Mario Ksheratto
El impresionante saqueo llevado a cabo
por Pablo Salazar y sus cómplices,
arrastró a Chiapas a más pobreza.

Cierto es que la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento fue la más notoria por no haber cumplido con el programa de bordeo, desasolve y reconstrucción de puentes y porque su titular, ahora formalmente preso por varios delitos relacionados con su anterior cargo, no tuvo los sesos suficientes como para abstenerse de presumir los robos que cometió al amparo de una dictadura que se corrompió de todas las formas posibles. De tal manera pues, que las investigaciones no deben quedar sólo ahí. Los extitulares de Educación y Salud, por ejemplo, tampoco han tenido empacho en ostentar las adquisiciones personales que hicieron con dinero público; edificios, propiedades diversas, residencias, automóviles de lujo y otras veleidades propias de su forzada nueva condición social, son vistas por todos y en todas partes, lo que no solo es un abierto reto para las autoridades, sino que constituyen una burla descarada para los chiapanecos que desde aquella terrible contingencia, han exigido justicia y casi no les han escuchado.
Debemos recordar que no solo los recursos para ayudar a las víctimas de aquel huracán fueron vilmente robados por Pablo Abner Salazar y su camarilla de pillos. Programas federales y estatales fueron vilipendiados de tal manera que hoy, el exdictador, de vivir en una sencilla casita de dos recámaras en la colonia “24 de Junio”, se regodea en sendas mansiones que adquirió no sólo en otros estados de la República, sino en otros países, especialmente de América del Sur. ¿Por qué a Pablo Abner no se le investiga? Sencillo: porque los excesos de éste alcanzarían al expresidente Vicente Fox y su concubina Marta Sahagún, cuyos hijos se vieron ampliamente favorecidos con obras y proyectos que hasta hoy no han concluido. Por eso, la Secretaría de la Función Pública Federal, a pesar de las pruebas contundentes, se ha hecho la occisa y se ha negado a profundizar en las investigaciones, temerosa de terminar hundiendo a quien, si bien no participó directamente en los actos de corrupción, dejó que su compañera de alcoba y su familia, hicieran todo cuanto quisieron para enriquecerse ilícitamente.
La exigencia generalizada, sin embargo, es que los castigos alcancen a Pablo Abner y sus hermanos, a quienes también se les vincula con el tráfico de humanos a la Frontera Norte. Nadie de los pablistas se salva; eso está mucho más que claro. Lo que falta aclarar es por qué, nadie impone su autoridad moral para llevarlos a los Tribunales. ¿Seguimos esperando?
Tarjetero
*** “Alianza estratégica”… Con ese nombre se ha vuelto a bautizar el catálogo de buenas intenciones entre Barack Obama y el Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Fue lo mismo que se dijo entre Fox y Bush y Bush y Calderón. Es el mismo cuento gringo que oímos cada vez que en una de ambas naciones se estrena mandatario desde remotas sucesiones. Al final, ni hay alianza, ni hay estrategia; todo termina siendo un discurso de ocasión. Ayer mismo, el hipócrita cuasi expresidente estadounidense, llamó a su Congreso a “tener compasión” por los inmigrantes ilegales. En la larguísima pesadilla en que se constituyó su dictadura de extrema violencia, invasiones y terrorismo internacional, el señor Bush dio trato de animales a los ciudadanos de otros países que entraron ilegalmente e incluso, ordenó la construcción de un abominable muro fronterizo, muy al estilo de los comunistas alemanes que dividieron a Berlín. Pero cuando le tocó asumir, propuso lo mismo que ahora oferta Obama: “una alianza estratégica”. ¿Por qué no mejor hablar de acciones contundentes y no de simples “alianzas” que a la hora son rotas por la avaricia y prepotencia de nuestros vecinos del norte? De tal manera que si sólo se viene con esa “alianza estratégica”, debemos calificar el encuentro Obama-Calderón, como un simple cruce de cortesías, propias de la víspera de asunción. Nada más. *** No entendemos a los “zapatistas”; por un lado, se quejan que viven en extrema pobreza, lo cual no podemos ocultar. Es cierto. Viven en condiciones deplorables. ¿Por qué entonces secuestran a trabajadores que intentan llevarles una carretera digna, luz o cualquier otro servicio comunitario, necesario para una vida digna? No se puede exigir comida con la boca cerrada. ¿A qué le temen? El viejo cuento que las carreteras son para que el Ejército se desplace con facilidad y los persiga, ya no cabe en ninguna parte. Debe haber congruencia entre el discurso de exigencia, las necesidades reales y la voluntad para ayudar a esa pobre gente. Lo demás es fanfarria de locos. *** ¿Quién es el funcionario de la Secretaría de Gobierno que fue demandado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por acoso sexual y persecución laboral? ¿No que los funcionarios que pidan favores sexuales a cambio de posiciones laborales serían los más castigados? Estaremos pendientes, a ver qué pasa. *** Luego nos leemos.
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