Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Cartstens, como administrador
de la gripa, no parece tener
ningún remedio a la mano.
Ni cómo esperar un año feliz; solo el deseo prevalece, como costumbre antigua y necesidad permanente. El señor Carstens, como administrador de los deseos oficiales en materia financiera, insiste en que no pasará nada y se aferra a los magros triunfos de la Bolsa de Nueva York para mantener su teoría y sostener sus remedios caseros para paliar la “gripa” que ha matado lo más importante de la conciencia mexicana: la esperanza. No será un año fácil. Aunado a la crisis financiera, la de seguridad es cada vez más catastrófica; el país se inunda en la sangre de miles de inocentes que han tenido la mala suerte de cruzarse por el camino de la interminable violencia, una violencia que va de la mano de la impunidad y complicidad de jueces, ministerios públicos y policías. Ya no es extraño ver, leer y escuchar en los medios de comunicación sobre matanzas, ejecuciones, secuestros y cientos de formas violentas que arrastran a México a un callejón sin salida. Para el colmo, será un año electoral decisivo para la administración federal.
El temor recurrente es la probable infiltración del crimen organizado en el proceso de elecciones, los modos políticos y las endebles instituciones políticas que suelen prestar sus siglas a quienes desean un escaño en el cuestionado Congreso de la Unión. Esa posibilidad ahonda la desconfianza de la sociedad en los partidos políticos, pero abre la vía para que éstos aprovechen las circunstancias y regresen a sus orígenes ideológicos y opten por candidatos propios y no por oportunistas que pudieran estar ligados a grupos al margen de la Ley. Pero no, es cosa remota, impensable si recordamos que éstos, en los últimos años, han optado por hacer de la política, una mercancía barata y no una forma de representar los intereses de la sociedad. A esto hay que agregar que el Instituto Federal Electoral, no está en su mejor momento; secuestrado por la inercia del pasado priísta, no goza de credibilidad, aparte que se ha constituido en el arma predilecta del poder central para fustigar a los partidos que intentan salirse del carril. Las excesivas multas que ha impuesto a éstos por presuntos actos ilegales, son la mejor muestra de la impertinencia del IFE que lo ha llevado a un terreno peligroso.
Lo peor va a ser la incursión directa en el proceso electoral de las hordas lopezobradoristas que sin duda, manipularán todo cuanto se les ponga enfrente para destazar a las instituciones y a su mismo movimiento. Habrá quienes piensen que la estulticia violenta de los pocos seguidores de Andrés Manuel López Obrador, es privativa del PRD; no será así. Desgraciadamente abarca a todo el país y aunque son solo unos cuantos, debemos estar preparados para la ola de violencia que estimulen bajo el pretexto de “democratizar” a la nación. Obviamente, es lo que menos les interesa. Buscan es desestabilizar y tienen todas las condiciones a su favor para lograrlo, aunque en el terreno político, queden soterrados. Feo panorama el que nos espera. Ojalá estemos equivocados.
Quinceañero
Nos quedamos con las ganas de ver bailar el vals de quince años al afamado subcomandante Marcos; no llegó la invitación al ágape al que, como siempre, solo fueron convidados los aduladores profesionales y los que siguen soñando con la capucha del cuasi legendario exguerrillero, cuyas armas cambió por silencio absoluto ante las atrocidades que Pablo Abner Salazar cometió contra miles de indígenas, motivo y razón –contaba Marcos al principio de su revuelta– de un movimiento armado que hoy, solo es referencia casi anecdótica que nos recuerda que los indígenas, bien pueden ser pretexto para crear mitos, pero no son sujetos de programas asistenciales serios. Han pasado quince años desde que se lanzó aquel grito desesperado (y que, tristemente, terminó siendo desesperante) que despertó conciencias, alzó voces y doblegó poderíos; imposible negar al EZLN su influencia para que por fin, el PRI dejara de gobernar. Tampoco se puede dejar fuera a ése movimiento del triunfo de Vicente Fox y la obligada democratización de las instituciones electorales, hoy de nuevo en franca decadencia. Hasta los medios de comunicación locales absorbieron los resultados de aquel grito. Fue la euforia; millones de ciudadanos en todo el mundo voltearon la vista hacia el empobrecido Chiapas, pero…
¿Qué ha pasado desde entonces? Vino la tregua que se hizo eterna y que poco a poco fue tomando cuerpo de chantaje político, al grado que un comunicado ezetaelenista devastaba los cimientos del poder público mucho más que las balas. Silencio e intolerancia se unieron a las sospechas jamás aclaradas por el alto mando de la guerrilla. El gobierno de Ernesto Zedillo, “desenmascaró” a Marcos y le puso nombres y apellidos; nada respondió el dirigente rebelde; llegaron las conjeturas: que algunos franceses financiaban el movimiento para explotar el uranio y el plutonio de la Selva Lacandona, elementos radioactivos que, se presume, hay en cantidades importantes en ésa región. Se dijo también que más de un magnate petrolero de Estados Unidos protegía y financiaba la lucha por obtener la autonomía territorial y de esa forma pudieran extraer petróleo sin atenerse a las leyes mexicanas en la materia. Otros llegaron a decir que el cultivo de enervantes a gran escala en ésa zona, era motivo suficiente para mantener un cerco guerrillero a su alrededor. Todo sigue igual; no hay respuestas. Lo que sí vemos con preocupación es que los indígenas, siguen igual de pobres y marginados. Para ellos, como bien ha dicho Marcos, “¡nada!”. Como nada hay qué celebrar en éstas quince floridas primaveras. Y muy “floridas”.
Tarjetero
*** La asunción de Juan Carlos Cal y Mayor a la titularidad de la cartera de Turismo, es perfectamente entendible; pese a su militancia panista, ha mostrado lealtad y discreción; pero la designación del ultrapablista Guillermo Sauza, no es bien vista, quizá porque todo mundo conoce la pata de la que cojea el señor ése. *** Feliz año a todos y mil gracias por seguir leyéndonos. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
Angel Mario Ksheratto
Cartstens, como administrador
de la gripa, no parece tener
ningún remedio a la mano.

El temor recurrente es la probable infiltración del crimen organizado en el proceso de elecciones, los modos políticos y las endebles instituciones políticas que suelen prestar sus siglas a quienes desean un escaño en el cuestionado Congreso de la Unión. Esa posibilidad ahonda la desconfianza de la sociedad en los partidos políticos, pero abre la vía para que éstos aprovechen las circunstancias y regresen a sus orígenes ideológicos y opten por candidatos propios y no por oportunistas que pudieran estar ligados a grupos al margen de la Ley. Pero no, es cosa remota, impensable si recordamos que éstos, en los últimos años, han optado por hacer de la política, una mercancía barata y no una forma de representar los intereses de la sociedad. A esto hay que agregar que el Instituto Federal Electoral, no está en su mejor momento; secuestrado por la inercia del pasado priísta, no goza de credibilidad, aparte que se ha constituido en el arma predilecta del poder central para fustigar a los partidos que intentan salirse del carril. Las excesivas multas que ha impuesto a éstos por presuntos actos ilegales, son la mejor muestra de la impertinencia del IFE que lo ha llevado a un terreno peligroso.
Lo peor va a ser la incursión directa en el proceso electoral de las hordas lopezobradoristas que sin duda, manipularán todo cuanto se les ponga enfrente para destazar a las instituciones y a su mismo movimiento. Habrá quienes piensen que la estulticia violenta de los pocos seguidores de Andrés Manuel López Obrador, es privativa del PRD; no será así. Desgraciadamente abarca a todo el país y aunque son solo unos cuantos, debemos estar preparados para la ola de violencia que estimulen bajo el pretexto de “democratizar” a la nación. Obviamente, es lo que menos les interesa. Buscan es desestabilizar y tienen todas las condiciones a su favor para lograrlo, aunque en el terreno político, queden soterrados. Feo panorama el que nos espera. Ojalá estemos equivocados.
Quinceañero
Nos quedamos con las ganas de ver bailar el vals de quince años al afamado subcomandante Marcos; no llegó la invitación al ágape al que, como siempre, solo fueron convidados los aduladores profesionales y los que siguen soñando con la capucha del cuasi legendario exguerrillero, cuyas armas cambió por silencio absoluto ante las atrocidades que Pablo Abner Salazar cometió contra miles de indígenas, motivo y razón –contaba Marcos al principio de su revuelta– de un movimiento armado que hoy, solo es referencia casi anecdótica que nos recuerda que los indígenas, bien pueden ser pretexto para crear mitos, pero no son sujetos de programas asistenciales serios. Han pasado quince años desde que se lanzó aquel grito desesperado (y que, tristemente, terminó siendo desesperante) que despertó conciencias, alzó voces y doblegó poderíos; imposible negar al EZLN su influencia para que por fin, el PRI dejara de gobernar. Tampoco se puede dejar fuera a ése movimiento del triunfo de Vicente Fox y la obligada democratización de las instituciones electorales, hoy de nuevo en franca decadencia. Hasta los medios de comunicación locales absorbieron los resultados de aquel grito. Fue la euforia; millones de ciudadanos en todo el mundo voltearon la vista hacia el empobrecido Chiapas, pero…
¿Qué ha pasado desde entonces? Vino la tregua que se hizo eterna y que poco a poco fue tomando cuerpo de chantaje político, al grado que un comunicado ezetaelenista devastaba los cimientos del poder público mucho más que las balas. Silencio e intolerancia se unieron a las sospechas jamás aclaradas por el alto mando de la guerrilla. El gobierno de Ernesto Zedillo, “desenmascaró” a Marcos y le puso nombres y apellidos; nada respondió el dirigente rebelde; llegaron las conjeturas: que algunos franceses financiaban el movimiento para explotar el uranio y el plutonio de la Selva Lacandona, elementos radioactivos que, se presume, hay en cantidades importantes en ésa región. Se dijo también que más de un magnate petrolero de Estados Unidos protegía y financiaba la lucha por obtener la autonomía territorial y de esa forma pudieran extraer petróleo sin atenerse a las leyes mexicanas en la materia. Otros llegaron a decir que el cultivo de enervantes a gran escala en ésa zona, era motivo suficiente para mantener un cerco guerrillero a su alrededor. Todo sigue igual; no hay respuestas. Lo que sí vemos con preocupación es que los indígenas, siguen igual de pobres y marginados. Para ellos, como bien ha dicho Marcos, “¡nada!”. Como nada hay qué celebrar en éstas quince floridas primaveras. Y muy “floridas”.
Tarjetero
*** La asunción de Juan Carlos Cal y Mayor a la titularidad de la cartera de Turismo, es perfectamente entendible; pese a su militancia panista, ha mostrado lealtad y discreción; pero la designación del ultrapablista Guillermo Sauza, no es bien vista, quizá porque todo mundo conoce la pata de la que cojea el señor ése. *** Feliz año a todos y mil gracias por seguir leyéndonos. *** Luego nos leemos.
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