Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Morales Messner, en los tiempos en
que el poder estaba en sus manos;
ahora, no puede con el transporte.
El primer trabajo que llegó a realizar a la secretaría del Transporte el pablista Jorge Morales Messner, fue echar atrás el proyecto de modernización del transporte, incumpliendo con la obligación primaria de su cargo que es la de mejorar y garantizar condiciones de seguridad, fluidez y comodidad en el servicio, dado el pésimo entorno en que actualmente se encuentra el gremio transportista, que ha dejado una importante cauda de muertos, heridos y obligaciones económicas quebrantadas. El argumento que ha lanzado al aire el recién estrenado titular de la cartera ha sido la manutención de la tranquilidad, según él, con un gremio que se ufana haber aportado al triunfo electoral del actual gobierno, una suma alta de votos. La tesis de Morales Messner rebasa los límites de la credibilidad y sí, prolonga la intranquilidad de los usuarios que tendrán que seguir poniendo sus vidas en manos de choferes maleducados, incapacitados y proclives a la violencia extrema no solo contra los pasajeros, sino contra los demás automovilistas que tienen la mala fortuna de estar en su alocada carrera por las ganancias que, por cierto, no van a sus bolsillos, sino a las abultadas cuentas de los llamados “pulpos del transporte”, principales opositores de la modernización de éste.
Debemos recordar que existe una Ley del Transportes para el Estado de Chiapas que no se cumple en lo absoluto, lo que hace de la crisis en ese sector, un problema de fondo y origen que debe ser solucionado de acuerdo a la normativa y no conforme a los intereses de unos cuantos que en realidad, explotan a sus empleados, aparte que les han despojado del derecho a una concesión. Veamos: El artículo 19 de la Ley citada arriba, establece con exacta claridad que “las personas físicas o morales (…) sólo podrán ser titulares de una concesión del servicio público de transporte”. ¿Se cumple con esa parte de la Ley? No. Si revisamos el historial de los grandes pulpos del transporte, muchos de ellos se han adueñado de las concesiones cuando han ostentado un cargo público. Los más, han sido en anteriores gobiernos, coordinadores del transporte. Influencias, abuso de poder, corrupción, como elementos para ser hoy, “empresarios” con capacidad para la intriga, el levante facineroso y el secuestro de la sociedad en su conjunto. Otra de las violaciones graves a la referida norma que observamos a simple vista es que, según ésta, en el artículo 20, queda claro que “las concesiones para explotar el servicio público de transporte se concederá preferentemente a quien garantice la prestación del servicio en las condiciones de calidad requeridas por ésta ley y su reglamento, atendiendo al orden cronológico de la presentación de la solicitud”.
Hay qué ver las unidades del transporte público para darnos cuenta que no hay una pizca de calidad; muchas unidades que prestan el servicio hacia las colonias del norte, son botes viejos con bancas de madera que ya no soporta ni los clavos con que van agarradas. Chequen las rutas 24, 35, 40, 10, cualquiera que deseen, y se encontrarán con unidades desvencijadas. Y sobre eso, con choferes abusivos, malcriados y con su música a todo volumen. ¿Dónde está la calidad? ¿De quién es la responsabilidad hacer que se cumpla ésta parte de la Ley? Evidentemente, todas las violaciones son graves, pero una resalta en todo esto: en el artículo 21 la Ley obliga al Estado a no propiciar el establecimiento de monopolios (léase “pulpos”), lo cual es una lamentable realidad. Nos atreveríamos a decir que más del 85 por ciento de las concesiones están en manos monopolistas. La gran mayoría de conductores de unidades, son asalariados. Esto contradice a la multicitada Ley que especifica en el artículo 22 que en el otorgamiento de concesiones a personas físicas, “gozarán de preferencia los trabajadores del volante que tengan mayor antigüedad laborando en cualquier rama del transporte”. ¿Cuándo han manejado una combi ó un taxi los dueños de todas las concesiones? A tal grado ha llegado el desorden y descontrol en ese sector, que las alzas en la tarifa del transporte, la determinan los monopolistas ó pulpos, cuando la Ley estipula que es facultad del Ejecutivo. Ahí están los taxistas que cobran lo que les da la gana, sin que haya una autorización oficial de aumento. Todas las obligaciones contenidas en el capítulo XI, son letra muerta para los pulpos.
¿Se deben revocar las concesiones? Sí. La Ley lo estipula claramente. Por ejemplo, cuando el solicitante, falsee los informes requeridos durante la solicitud. Muchos de los monopolistas, sin duda falsearon dicha información. De otra forma no tendrían hoy decenas y decenas de concesiones de manera ilegal. También se pueden revocar cuando el servicio sea de pésima calidad, por cometer infracciones de tránsito hasta en tres ocasiones (reincidencia, pues), por suspender el servicio de manera unilateral y dolosa, por cobrar tarifas no autorizadas por el Ejecutivo, por la comisión de un hecho que merezca la privación de la libertad (los famosos accidentes que no han sido castigados y en los que ha habido heridos, muertos y cuantiosos daños materiales), porque dicha concesión haya sido entregada sin cumplir con los requerimientos de la Ley (que son cientos), por no pagar impuestos, por transportar sustancias prohibidas, y porque así lo exija el interés social y el orden público.
Como vemos, Ley, hay; y muy clara. Lo que no hay es capacidad de parte de los encargados del transporte para hacerla cumplir. Por si eso fuera poco, los amagues de los transportistas, vienen de uno que se sirvió con la cuchara grande las concesiones, sirvió a la dictadura y hoy, de la mano de Morales Messner, buscan dislocar al estado con sus patrañas. ¿Lo habrá ya intuido el gobernador Sabines?
Tarjetero
*** En San Cristóbal de las Casas, el desorden que trae entre manos el alcalde Mariano Díaz Ochoa, es de grandes dimensiones. Por ahí se dice que su falta de capacidad para ejercer el cargo, va más allá de caprichos políticos y se instala en asuntos meramente mentales. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blosgpot.com
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
Angel Mario Ksheratto
Morales Messner, en los tiempos en
que el poder estaba en sus manos;
ahora, no puede con el transporte.

Debemos recordar que existe una Ley del Transportes para el Estado de Chiapas que no se cumple en lo absoluto, lo que hace de la crisis en ese sector, un problema de fondo y origen que debe ser solucionado de acuerdo a la normativa y no conforme a los intereses de unos cuantos que en realidad, explotan a sus empleados, aparte que les han despojado del derecho a una concesión. Veamos: El artículo 19 de la Ley citada arriba, establece con exacta claridad que “las personas físicas o morales (…) sólo podrán ser titulares de una concesión del servicio público de transporte”. ¿Se cumple con esa parte de la Ley? No. Si revisamos el historial de los grandes pulpos del transporte, muchos de ellos se han adueñado de las concesiones cuando han ostentado un cargo público. Los más, han sido en anteriores gobiernos, coordinadores del transporte. Influencias, abuso de poder, corrupción, como elementos para ser hoy, “empresarios” con capacidad para la intriga, el levante facineroso y el secuestro de la sociedad en su conjunto. Otra de las violaciones graves a la referida norma que observamos a simple vista es que, según ésta, en el artículo 20, queda claro que “las concesiones para explotar el servicio público de transporte se concederá preferentemente a quien garantice la prestación del servicio en las condiciones de calidad requeridas por ésta ley y su reglamento, atendiendo al orden cronológico de la presentación de la solicitud”.
Hay qué ver las unidades del transporte público para darnos cuenta que no hay una pizca de calidad; muchas unidades que prestan el servicio hacia las colonias del norte, son botes viejos con bancas de madera que ya no soporta ni los clavos con que van agarradas. Chequen las rutas 24, 35, 40, 10, cualquiera que deseen, y se encontrarán con unidades desvencijadas. Y sobre eso, con choferes abusivos, malcriados y con su música a todo volumen. ¿Dónde está la calidad? ¿De quién es la responsabilidad hacer que se cumpla ésta parte de la Ley? Evidentemente, todas las violaciones son graves, pero una resalta en todo esto: en el artículo 21 la Ley obliga al Estado a no propiciar el establecimiento de monopolios (léase “pulpos”), lo cual es una lamentable realidad. Nos atreveríamos a decir que más del 85 por ciento de las concesiones están en manos monopolistas. La gran mayoría de conductores de unidades, son asalariados. Esto contradice a la multicitada Ley que especifica en el artículo 22 que en el otorgamiento de concesiones a personas físicas, “gozarán de preferencia los trabajadores del volante que tengan mayor antigüedad laborando en cualquier rama del transporte”. ¿Cuándo han manejado una combi ó un taxi los dueños de todas las concesiones? A tal grado ha llegado el desorden y descontrol en ese sector, que las alzas en la tarifa del transporte, la determinan los monopolistas ó pulpos, cuando la Ley estipula que es facultad del Ejecutivo. Ahí están los taxistas que cobran lo que les da la gana, sin que haya una autorización oficial de aumento. Todas las obligaciones contenidas en el capítulo XI, son letra muerta para los pulpos.
¿Se deben revocar las concesiones? Sí. La Ley lo estipula claramente. Por ejemplo, cuando el solicitante, falsee los informes requeridos durante la solicitud. Muchos de los monopolistas, sin duda falsearon dicha información. De otra forma no tendrían hoy decenas y decenas de concesiones de manera ilegal. También se pueden revocar cuando el servicio sea de pésima calidad, por cometer infracciones de tránsito hasta en tres ocasiones (reincidencia, pues), por suspender el servicio de manera unilateral y dolosa, por cobrar tarifas no autorizadas por el Ejecutivo, por la comisión de un hecho que merezca la privación de la libertad (los famosos accidentes que no han sido castigados y en los que ha habido heridos, muertos y cuantiosos daños materiales), porque dicha concesión haya sido entregada sin cumplir con los requerimientos de la Ley (que son cientos), por no pagar impuestos, por transportar sustancias prohibidas, y porque así lo exija el interés social y el orden público.
Como vemos, Ley, hay; y muy clara. Lo que no hay es capacidad de parte de los encargados del transporte para hacerla cumplir. Por si eso fuera poco, los amagues de los transportistas, vienen de uno que se sirvió con la cuchara grande las concesiones, sirvió a la dictadura y hoy, de la mano de Morales Messner, buscan dislocar al estado con sus patrañas. ¿Lo habrá ya intuido el gobernador Sabines?
Tarjetero
*** En San Cristóbal de las Casas, el desorden que trae entre manos el alcalde Mariano Díaz Ochoa, es de grandes dimensiones. Por ahí se dice que su falta de capacidad para ejercer el cargo, va más allá de caprichos políticos y se instala en asuntos meramente mentales. *** Luego nos leemos.
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