Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Epifanio López, de nuevo
amenazado por policías
sectoriales. Junto a él, otros
tres comunicadores han
sufrido amenazas.
Renán Galán Gómez, nunca se ha distinguido por andar sobrio; sus mismos allegados alegan ser víctimas de malos tratos cuando éste se deja llevar a los extremos por los efectos del alcohol. “En la misma Presidencia Municipal dispara su pistola”, dijo a Fichero Político un funcionario del Ayuntamiento de Huehuetán, quien relató que el día que el alcalde disparó contra Julio César Orellana, de 19 años, había bebido más de la cuenta e incluso, advirtió que “al primero que se le pusiera enfrente, se lo iba a echar”. Cumplió su palabra. Las versiones inmediatas al trágico momento en que Orellana tuvo la mala suerte de pasar por donde el alcalde huehueteco disparaba su arma, indican que el funcionario intentaba matar a un perro callejero. Debido al avanzado estado de ebriedad, no aguantó el golpe del arma y la levantó, acertando en la humanidad del joven estudiante.
Fue el mismo Galán Gómez quien relató cómo había auxiliado al herido, trasladándolo a un centro asistencial; luego, sin los sumos del alcohol, se desdijo y argumentó que al momento de la agresión, se encontraba con el Presidente de la República y el Gobernador del Estado, pese al testimonio de decenas de testigos que acudieron al lugar de los hechos. Más aún, varios de éstos aseguran que el alcalde Galán Gómez, tenía en la mano una pistola tipo escuadra y un rifle dentro de su auto. Otros testigos aseguraron que inicialmente, el edil se negaba a prestar auxilio a la víctima y no fue sino hasta que vio que subía el tono de los reclamos, que ordenó trasladar a la víctima a un sanatorio particular y por si fuera poco, el mismo Julio César Orellana Marroquín, lo reconoció plenamente. Con todo y eso, trascendió que el Agente del Ministerio Público, modificó sustancialmente el contenido de la averiguación previa CPJ/SS2/94/2008, en la que ahora, se establece que el alcalde, ni disparó el arma, ni estuvo en el lugar de los hechos. Nada más falso y nefasto para la procuración de justicia que de nuevo, parece estar del lado del criminal y no de la víctima.
Renán también se dice víctima de un complot de los perredistas que pretenden involucrarlo en el atentado contra un joven que no le debía nada a éste embustero. También falso. Él activó su arma, él se bebió media cantina y él decidió disparar; ningún adversario suyo le obligó. Lo hizo porque es parte de su naturaleza el ser violento y agresivo; lo hizo porque, con el poco poder que le da la vara edilicia, ha creído que es dueño de vidas y personas. Ahora argumenta idioteces y cuenta con el respaldo de un Ministerio Público corrupto, ineficiente e incapaz de hacer valer la ley en esa parte de Chiapas. Una muestra más de la impunidad y de que aquí, la ley es solo para los jodidos, para los pobres, para los que no gozan de privilegios y canonjías, para los pudientes. Sucedió lo mismo con los criminales de la banda de los BMW, está sucediendo con el alcalde de Huehuetán y ha sucedido en decenas de casos más. ¿Hasta cuándo habrá justicia en éste pueblo? ¿Hasta cuándo la ley se aplicará sin distingos de ninguna naturaleza? No lo sabemos. Desgraciadamente, no lo sabemos.
Ahora tenemos a un joven que desafortunadamente, quedará lisiado de por vida y a un alcalde que pasea libremente, como si no hubiese tenido jamás, responsabilidad en el infortunio de éste muchacho. La impunidad, de nuevo, como alimento de la corrupción y la complicidad, como método para someter al libre albedrío de los corruptos, a la justicia misma.
Es indignante que en pleno siglo XXI, un alcalde tome sus armas y salga a la calle a matar gente y nadie le haga pagar por sus delitos. Indigna que el salvajismo siga siendo parte de la idiosincrasia de algunos politiqueros deshonestos y sigan tan campantes, principalmente en los municipios, donde parece que no hay ley que valga ni justicia para aplicarse. Si bien Renán Galán Gómez goza de fuero constitucional por el cargo que ostenta, responsabilidad es del Congreso del Estado, cumplir con la ley, dictar su inmediato desafuero y pedir al Ministerio de Justicia que castigue con todo el rigor a éste sujeto inescrupuloso. Recordemos que una de las últimas modificaciones a la Constitución local establece que todo funcionario público con goce de fuero, puede perderlo ipso facto, principalmente, cuando éste incurriere en delitos de suma gravedad, como atentar contra la vida de una persona. ¿Qué esperan, entonces? Y si nos atenemos al procedimiento de rigor, tenemos entendido que el Ministerio de Justicia, por tratarse de un hecho flagrante grave, debe solicitar al Pleno del Congreso, el desafuero de Galán Gómez para proceder con su detención. La ley no está solo para adornar las bibliotecas; está para cumplirse y se debe hacer cuanto antes, si es que no se quiere dejar precedentes de más impunidad, como ya lo estamos viendo. Ojalá actúen. No hay nada qué defender en ese lamentable suceso. Todo está claro.
Tarjetero
*** Yulia Ventura, Epifanio López Roblero y Luís Torres Lescano, han sido víctimas, en las últimas dos semanas, de agresiones por el ejercicio de su profesión periodística. En el primer caso, desconocidos apedrearon el vehículo de la periodista, causándole serios daños. Yulia interpuso demanda penal contra los probables responsables, entre quienes podrían estar el informante de un cuerpo policial, quien días antes, sin pruebas y fundamento, la había señalado de traficar con drogas. En el segundo caso, un grupo de policías de la PEP, en estado de ebriedad, acosaron y amenazaron a Epifanio López, acusándole de delitos que jamás ha cometido y en el último caso, el alcalde de Solosuchiapa, José Ramón López Álvarez, ordenó apedrear el vehículo del periódico “Sin Fronteras” que distribuía el rotativo en esa cabecera municipal. Preocupa que las agresiones a periodistas sigan en boga en algunas partes de la entidad, pese al compromiso gubernamental de garantizar la libertad de expresión. Ojalá se haga algo y pronto. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Epifanio López, de nuevo
amenazado por policías
sectoriales. Junto a él, otros
tres comunicadores han
sufrido amenazas.
Renán Galán Gómez, nunca se ha distinguido por andar sobrio; sus mismos allegados alegan ser víctimas de malos tratos cuando éste se deja llevar a los extremos por los efectos del alcohol. “En la misma Presidencia Municipal dispara su pistola”, dijo a Fichero Político un funcionario del Ayuntamiento de Huehuetán, quien relató que el día que el alcalde disparó contra Julio César Orellana, de 19 años, había bebido más de la cuenta e incluso, advirtió que “al primero que se le pusiera enfrente, se lo iba a echar”. Cumplió su palabra. Las versiones inmediatas al trágico momento en que Orellana tuvo la mala suerte de pasar por donde el alcalde huehueteco disparaba su arma, indican que el funcionario intentaba matar a un perro callejero. Debido al avanzado estado de ebriedad, no aguantó el golpe del arma y la levantó, acertando en la humanidad del joven estudiante.Fue el mismo Galán Gómez quien relató cómo había auxiliado al herido, trasladándolo a un centro asistencial; luego, sin los sumos del alcohol, se desdijo y argumentó que al momento de la agresión, se encontraba con el Presidente de la República y el Gobernador del Estado, pese al testimonio de decenas de testigos que acudieron al lugar de los hechos. Más aún, varios de éstos aseguran que el alcalde Galán Gómez, tenía en la mano una pistola tipo escuadra y un rifle dentro de su auto. Otros testigos aseguraron que inicialmente, el edil se negaba a prestar auxilio a la víctima y no fue sino hasta que vio que subía el tono de los reclamos, que ordenó trasladar a la víctima a un sanatorio particular y por si fuera poco, el mismo Julio César Orellana Marroquín, lo reconoció plenamente. Con todo y eso, trascendió que el Agente del Ministerio Público, modificó sustancialmente el contenido de la averiguación previa CPJ/SS2/94/2008, en la que ahora, se establece que el alcalde, ni disparó el arma, ni estuvo en el lugar de los hechos. Nada más falso y nefasto para la procuración de justicia que de nuevo, parece estar del lado del criminal y no de la víctima.
Renán también se dice víctima de un complot de los perredistas que pretenden involucrarlo en el atentado contra un joven que no le debía nada a éste embustero. También falso. Él activó su arma, él se bebió media cantina y él decidió disparar; ningún adversario suyo le obligó. Lo hizo porque es parte de su naturaleza el ser violento y agresivo; lo hizo porque, con el poco poder que le da la vara edilicia, ha creído que es dueño de vidas y personas. Ahora argumenta idioteces y cuenta con el respaldo de un Ministerio Público corrupto, ineficiente e incapaz de hacer valer la ley en esa parte de Chiapas. Una muestra más de la impunidad y de que aquí, la ley es solo para los jodidos, para los pobres, para los que no gozan de privilegios y canonjías, para los pudientes. Sucedió lo mismo con los criminales de la banda de los BMW, está sucediendo con el alcalde de Huehuetán y ha sucedido en decenas de casos más. ¿Hasta cuándo habrá justicia en éste pueblo? ¿Hasta cuándo la ley se aplicará sin distingos de ninguna naturaleza? No lo sabemos. Desgraciadamente, no lo sabemos.
Ahora tenemos a un joven que desafortunadamente, quedará lisiado de por vida y a un alcalde que pasea libremente, como si no hubiese tenido jamás, responsabilidad en el infortunio de éste muchacho. La impunidad, de nuevo, como alimento de la corrupción y la complicidad, como método para someter al libre albedrío de los corruptos, a la justicia misma.
Es indignante que en pleno siglo XXI, un alcalde tome sus armas y salga a la calle a matar gente y nadie le haga pagar por sus delitos. Indigna que el salvajismo siga siendo parte de la idiosincrasia de algunos politiqueros deshonestos y sigan tan campantes, principalmente en los municipios, donde parece que no hay ley que valga ni justicia para aplicarse. Si bien Renán Galán Gómez goza de fuero constitucional por el cargo que ostenta, responsabilidad es del Congreso del Estado, cumplir con la ley, dictar su inmediato desafuero y pedir al Ministerio de Justicia que castigue con todo el rigor a éste sujeto inescrupuloso. Recordemos que una de las últimas modificaciones a la Constitución local establece que todo funcionario público con goce de fuero, puede perderlo ipso facto, principalmente, cuando éste incurriere en delitos de suma gravedad, como atentar contra la vida de una persona. ¿Qué esperan, entonces? Y si nos atenemos al procedimiento de rigor, tenemos entendido que el Ministerio de Justicia, por tratarse de un hecho flagrante grave, debe solicitar al Pleno del Congreso, el desafuero de Galán Gómez para proceder con su detención. La ley no está solo para adornar las bibliotecas; está para cumplirse y se debe hacer cuanto antes, si es que no se quiere dejar precedentes de más impunidad, como ya lo estamos viendo. Ojalá actúen. No hay nada qué defender en ese lamentable suceso. Todo está claro.
Tarjetero
*** Yulia Ventura, Epifanio López Roblero y Luís Torres Lescano, han sido víctimas, en las últimas dos semanas, de agresiones por el ejercicio de su profesión periodística. En el primer caso, desconocidos apedrearon el vehículo de la periodista, causándole serios daños. Yulia interpuso demanda penal contra los probables responsables, entre quienes podrían estar el informante de un cuerpo policial, quien días antes, sin pruebas y fundamento, la había señalado de traficar con drogas. En el segundo caso, un grupo de policías de la PEP, en estado de ebriedad, acosaron y amenazaron a Epifanio López, acusándole de delitos que jamás ha cometido y en el último caso, el alcalde de Solosuchiapa, José Ramón López Álvarez, ordenó apedrear el vehículo del periódico “Sin Fronteras” que distribuía el rotativo en esa cabecera municipal. Preocupa que las agresiones a periodistas sigan en boga en algunas partes de la entidad, pese al compromiso gubernamental de garantizar la libertad de expresión. Ojalá se haga algo y pronto. *** Luego nos leemos.
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