Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Abusos y arbitrariedades inconcebibles,
en el pueblo del exdictador Pablo Abner.
Ambicioso y pendenciero, torpe y sanguinario, Fredy Espinosa Hernández ha montado una brutal dictadura en Soyaló de la que no escapa ni un solo ciudadano, sin importar su condición social; en pleito con los transportistas locales a quienes pretende desaparecer para que su suegro se quede con la plaza y acusado de la muerte de un paciente al negarse a proporcionar la ambulancia municipal para su traslado a un nosocomio, no ha tenido empacho en perseguir a una anciana a la que prácticamente, ha confinado en su propia casa al construir una barda alambrada frente a su casa, violando la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal y los derechos constitucionales de la agraviada pues técnicamente, al cerrar el acceso a su casa, la mantiene secuestrada. Y todo, aseguran los habitantes de Soyaló, porque el edil quiere despojarla de su terreno, sabedor que la señora, de nombre Lucrecia, no tiene un solo familiar que la defienda. Solapado por el Delegado de Gobierno, José Pavón Hernández, Fredy Espinosa invadió ilegalmente terrenos federales para presionar a la desvalida mujer y ordenó que vigilancia sobre ella para que no se queje con nadie de la arbitrariedad de la que es objeto.
Los abusos de éste enfermo mental, no paran ahí. Personal del Centro de Salud de ese municipio, se quejaron ante el diputado local, Rodrigo Trinidad Rosales (otro que no hace nada, por cierto) de los malos tratos que reciben por parte del presidente municipal. Entre las quejas, resalta la negativa de éste para proporcionar seguridad al centro asistencial que ha sufrido algunos intentos de robo; cuando le solicitaron apoyo en ese sentido, el propio alcalde llegó al centro de salud para amenazar al personal y exigirles la renuncia si no estaban conformes con el asedio de los bandoleros. La única ambulancia del municipio, es utilizada por la familia del alcalde para fines estrictamente personales, según consta en una serie de documentos oficiales en poder de Fichero Político. Ello provocó que un bebé falleciera, pues Fredy Espinosa, se negó a devolver la ambulancia cuando la madre de niño requería tratamiento médico de urgencia. Se supone que las ambulancias debía estar en el Centro de Salud, no en la casa del alcalde, donde la utilizan para viajes de placer. Inconcebible. Lo grave de todo esto es que ese mismo día de la urgencia y tras enterarse que el bebé había fallecido por su estupidez, egoísmo arbitrariedad, se presentó al Centro de Salud para amenazar al personal, insultando incluso, a los pacientes entre ellos, a una señora de la tercera edad a quien calificó de prostituta, por el solo hecho de ser la madre de un exalcalde. La señora sufrió un shock diabético y hubo de ser trasladada a un nosocomio capitalino de emergencia, por sus propios familiares, claro está, porque la ambulancia seguía en poder de la familia del gorilita en mención. Por cierto, Fredy Espinosa cobra sin trabajar en la Secretaría de Salud, concretamente en la Jurisdicción Sanitaria Número 2.
Temeroso de la reacción de la gente ante sus abusos, él mismo ordenó a los representantes de barrios para que expulsen de las llamadas asambleas a quienes se rebelen contra los deplorables actos; más aún, ordenó la expulsión de éstos de sus viviendas y desde luego, que se les prive de los beneficios, como el programa “Mejoramiento de Vivienda”. Aunque niega tener participación en tales expulsiones, un documento oficial, firmado por el propio alcalde, prueba que no solo ordenó la descabellada medida, sino que además, sugirió “dar un escarmiento” a quienes osen oponerse a sus obsesivas arbitrariedades. “Pártanles la madre, denles hasta debajo de la lengua, no va a haber represalias contra ustedes si matan a un pendejo de esos”, cuenta una asistente a la reunión que solicitó el anonimato. Enloquecido de poder, ha estado incitando a la gente para que incendie las unidades de transporte público; “nos pidió que si los dueños de las ‘urban’ no aceptan sus condiciones que vayamos a quemarlas. Solamente que estuviéramos locos para obedecerle”, confiesa otro ciudadano que relata cómo el alcalde también los amenaza si no le obedecen. Pero hay un dato que la Contraloría, el Congreso y el inservible Órgano de Fiscalización Superior deberían investigar: Algunos programas sociales son “revisados” por el presidente municipal y muchos son los que se quejan que les llega mochadito. Ya sabemos que intentarán defender al sátrapa en mención diciendo que ya el dinero va etiquetado, pero habrá qué indagar entre el personal de Chiapas Solidario, quienes tienen muchas cosas qué contar. ¿Hasta cuándo los soyaltecos soportarán la indiferencia de las autoridades estatales que se niegan a voltear hacia ellos y los abusos de su alcalde? Y todavía hay decenas de documentos que nos quedaron pendientes de mencionar.
Tarjetero
*** Jorge Alberto Náfate Pozo, de negro historial como funcionario público, no ha tenido inconveniente en desestabilizar al Poder Judicial, a donde se fue a refugiar tras su paso por la Tesorería Municipal capitalina, donde no dejó cuentas claras. Enloquecido porque lo cesaron debido a su mal desempeño, decidió, junto con Susana Elena García Hernández, Directora del Fondo Auxiliar para la Administración de la Justicia, iniciar una revuelta insensata bajo la exigencia de ser reinstalados en los cargos de donde fueron echados por maloras. Y es que en los cargos donde estaba, las cantidades de dinero que se manejan son exorbitantes. Susana García, por ejemplo, se ha hecho pato con la devolución de millones de pesos que fueron recabados bajo el concepto de fianzas. En colusión con los jueces, negaban las devoluciones y, claro, es muy posible que ellos se quedaran con todo ese dinero. Detrás de la revuelta, dicen, está Miguel Ángel Villalba Sánchez, el juez de consigna del exdictador Pablo Abner Salazar, actualmente con cargo de magistrado. Es el mismo que, junto con los ministerios públicos de la dictadura, inventaban delitos a los opositores del manilargüelo que mal gobernó a la entidad. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Abusos y arbitrariedades inconcebibles,
en el pueblo del exdictador Pablo Abner.

Los abusos de éste enfermo mental, no paran ahí. Personal del Centro de Salud de ese municipio, se quejaron ante el diputado local, Rodrigo Trinidad Rosales (otro que no hace nada, por cierto) de los malos tratos que reciben por parte del presidente municipal. Entre las quejas, resalta la negativa de éste para proporcionar seguridad al centro asistencial que ha sufrido algunos intentos de robo; cuando le solicitaron apoyo en ese sentido, el propio alcalde llegó al centro de salud para amenazar al personal y exigirles la renuncia si no estaban conformes con el asedio de los bandoleros. La única ambulancia del municipio, es utilizada por la familia del alcalde para fines estrictamente personales, según consta en una serie de documentos oficiales en poder de Fichero Político. Ello provocó que un bebé falleciera, pues Fredy Espinosa, se negó a devolver la ambulancia cuando la madre de niño requería tratamiento médico de urgencia. Se supone que las ambulancias debía estar en el Centro de Salud, no en la casa del alcalde, donde la utilizan para viajes de placer. Inconcebible. Lo grave de todo esto es que ese mismo día de la urgencia y tras enterarse que el bebé había fallecido por su estupidez, egoísmo arbitrariedad, se presentó al Centro de Salud para amenazar al personal, insultando incluso, a los pacientes entre ellos, a una señora de la tercera edad a quien calificó de prostituta, por el solo hecho de ser la madre de un exalcalde. La señora sufrió un shock diabético y hubo de ser trasladada a un nosocomio capitalino de emergencia, por sus propios familiares, claro está, porque la ambulancia seguía en poder de la familia del gorilita en mención. Por cierto, Fredy Espinosa cobra sin trabajar en la Secretaría de Salud, concretamente en la Jurisdicción Sanitaria Número 2.
Temeroso de la reacción de la gente ante sus abusos, él mismo ordenó a los representantes de barrios para que expulsen de las llamadas asambleas a quienes se rebelen contra los deplorables actos; más aún, ordenó la expulsión de éstos de sus viviendas y desde luego, que se les prive de los beneficios, como el programa “Mejoramiento de Vivienda”. Aunque niega tener participación en tales expulsiones, un documento oficial, firmado por el propio alcalde, prueba que no solo ordenó la descabellada medida, sino que además, sugirió “dar un escarmiento” a quienes osen oponerse a sus obsesivas arbitrariedades. “Pártanles la madre, denles hasta debajo de la lengua, no va a haber represalias contra ustedes si matan a un pendejo de esos”, cuenta una asistente a la reunión que solicitó el anonimato. Enloquecido de poder, ha estado incitando a la gente para que incendie las unidades de transporte público; “nos pidió que si los dueños de las ‘urban’ no aceptan sus condiciones que vayamos a quemarlas. Solamente que estuviéramos locos para obedecerle”, confiesa otro ciudadano que relata cómo el alcalde también los amenaza si no le obedecen. Pero hay un dato que la Contraloría, el Congreso y el inservible Órgano de Fiscalización Superior deberían investigar: Algunos programas sociales son “revisados” por el presidente municipal y muchos son los que se quejan que les llega mochadito. Ya sabemos que intentarán defender al sátrapa en mención diciendo que ya el dinero va etiquetado, pero habrá qué indagar entre el personal de Chiapas Solidario, quienes tienen muchas cosas qué contar. ¿Hasta cuándo los soyaltecos soportarán la indiferencia de las autoridades estatales que se niegan a voltear hacia ellos y los abusos de su alcalde? Y todavía hay decenas de documentos que nos quedaron pendientes de mencionar.
Tarjetero
*** Jorge Alberto Náfate Pozo, de negro historial como funcionario público, no ha tenido inconveniente en desestabilizar al Poder Judicial, a donde se fue a refugiar tras su paso por la Tesorería Municipal capitalina, donde no dejó cuentas claras. Enloquecido porque lo cesaron debido a su mal desempeño, decidió, junto con Susana Elena García Hernández, Directora del Fondo Auxiliar para la Administración de la Justicia, iniciar una revuelta insensata bajo la exigencia de ser reinstalados en los cargos de donde fueron echados por maloras. Y es que en los cargos donde estaba, las cantidades de dinero que se manejan son exorbitantes. Susana García, por ejemplo, se ha hecho pato con la devolución de millones de pesos que fueron recabados bajo el concepto de fianzas. En colusión con los jueces, negaban las devoluciones y, claro, es muy posible que ellos se quedaran con todo ese dinero. Detrás de la revuelta, dicen, está Miguel Ángel Villalba Sánchez, el juez de consigna del exdictador Pablo Abner Salazar, actualmente con cargo de magistrado. Es el mismo que, junto con los ministerios públicos de la dictadura, inventaban delitos a los opositores del manilargüelo que mal gobernó a la entidad. *** Luego nos leemos.
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