Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
La pobreza contrastante en algunas
colonias marginadas de Tuxtla, es
impresionante.
Llegar hasta la Cuarta Sección de Jardines del Pedregal, requiere un carro de doble tracción; sus calles, literalmente partidas en dos, hay qué sortearlas aún a riesgo de ir a parar dentro de las casas de cartón de donde salen niños con pronunciadas barrigas y la carita sucia. No es que sean desaseados por desidia, sino que simplemente, hasta aquí no llega el servicio de agua potable. La vista de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez con sus elegantes edificios (sobresale el estadio “Víctor Manuel Reyna”, construido con dinero que debió servir para salvar la vida de 32 niños comitecos cuya muerte no ha sido castigada) contrasta con la extrema pobreza y el cúmulo de necesidades que surgen como tromba y que obligan al
alcalde capitalino, Jaime Valls Esponda, a adelantar anuncios esperanzadores que empiezan con la construcción del drenaje, urgente carencia que, cuenta a gritos una vecina, ha costado la vida de dos personas: Las tablas de una fosa séptica no resistieron el peso de una mujer quien cayó al fondo, siendo descubierta horas más tarde del fatal accidente; en otra parte de la colonia, un niño se fue al fondo de la fosa y fue sacado muerto debido a los golpes recibidos.
Por ello, cuando Valls Esponda comunica que el objetivo principal de su visita sabatina es para dar el banderazo a los trabajos del drenaje, la gente salta de sus sillas, aplaude, grita, se abraza y, ¡cómo no!, lanza porras a granel, algunas sin sentido, pero porras al fin. En medio de la algarabía, no hay rostros escépticos, solo esperanza y agradecimiento que crece cuando, después de la forzada pausa discursiva, el alcalde extiende su anuncio: “… Y el otro año empezamos a meter el agua potable y ese mismo año iniciamos la pavimentación de calles”. Más gritos, más abrazos, más porras. La más feliz, una señora vendedora de raspados que cuenta cómo ha tenido qué ser hospitalizada luego que por evitar una zanja, su carro de madera la arrastró hasta el fondo de ésta. Ni como negarle crédito a su relato; en algunas “calles” los hoyos son tan profundos y extensos que algunas cobachitas de cartón y techo de nylon, están prácticamente al aire. Hay qué tener demasiada suerte para encontrar la vereda adecuada para entrar y salir sin mucha dificultad.
De cumplir Jaime Valls Esponda su anuncio, ésta gente, sin duda, tendrá muchos beneficios. “Nos falta mucho por hacer; la ciudad está creciendo demasiado rápido, las demandas son cada vez más urgentes y los recursos insuficientes”, dice rodeado de mujeres y funcionarios municipales dentro del diminuto mercado de madera a donde fue llevado para tomar pozol y comer tacos. La ventaja para éste Ayuntamiento –abunda entre saludos y apretones de manos– es que contamos con el apoyo incondicional del gobernador Juan Sabines Guerrero, quien dio instrucciones a las dependencias implicadas a apoyarnos en el proyecto de dar a toda ésta gente, los beneficios a que tienen derecho.
Valls se declara conciente que no es la única colonia con retrasos en infraestructura. En efecto, son muchas las colonias en extrema pobreza, con un alto índice marginación y con deficiencias en muchos servicios. Esa misma mañana, el alcalde visitó la colonia “José Patrocinio González”, también en condiciones difíciles de superar. El planteamiento oficial es sencillo: dotar a las colonias marginales de los servicios básicos, con los recursos financieros disponibles, sin afectar las necesidades en otras partes de la ciudad. Jaime lo admite; muchas calles y avenidas citadinas están en condiciones deplorables. “Es la lluvia; hoy arreglamos una avenida y al otro día, en esa misma arteria ya hay otras afectaciones. Estamos, sin embargo, tratando de dar mantenimiento efectivo. De hecho, la semana que viene arrancan cuatro cuadrillas especializadas para rebachear las calles que estén presentando problemas de esa naturaleza. Una vez que acabe la temporada de lluvias, empezamos con un programa de reconstrucción en las áreas más afectadas”.
Poco a poco, la gente va abandonando el lugar de la reunión; en sus rostros va dibujada la esperanza. El alcalde también se va. En dos años quizá ya tengan agua, drenaje y calles dignas. Esa fue la promesa, esa la esperanza.
Tarjetero
*** Viniendo de un cochinero interno, ¿cómo debemos tomar los resultados de la consulta sobre la reforma energética que se llevó a cabo ayer a instancias caprichosas del fracasado candidato presidencial del PRD? A la hora de redactar la columna de hoy, no había resultados de la consulta. Pero mucho tememos que, como en la elección de ellos, vuelva a haber chanchullos y sinvergüenzazas. Por ahí se supo que una estrategia de los opositores a dicha consulta era ir a votar en contra para de ahí, determinar si tomaron en cuenta esos votos o los convirtieron en positivos para el movimiento lopezobradorista. Esa va a ser una señal clave para efectos de credibilidad y confianza, aunque, como ya dijimos, va a estar difícil creer en los resultados, dado el cochinero al que están acostumbrados los perredistas. Hay quienes opinan que la única forma que el PRD recupere la confianza de los mexicanos, es hacer de la consulta un acto limpio y transparente; es más, hay quienes dicen que como estrategia, los perredistas podrían hacer perdidiza la elección y de esa forma ganar de nuevo a sus simpatizantes. Es posible pero conociéndolos como son, júrelo que de mil votantes saldrán 100 mil que votaron en contra de la reforma energética. Dependerá, pues, de los números que presenten para creerles o no. El PRD, como institución política, parece haberlo entendido; ayer anunció que no apoyarán las movilizaciones a que está convocando López Obrador, lo cual es un duro golpe para el excandidato, quien ayer, según reportes de la prensa nacional, estaba sumamente preocupado por la baja afluencia de votantes a su consulta. Hubo ciudades de la República donde de plano, solo los cuidadores de las mesas acudieron. ¿Un fracaso? ¿Un contundente “no” a las pretensiones del tabasqueño? *** Para Griselda María Rosas Aguilar y Juan Pablo López Díaz, nuestros parabienes ahora que han unido sus vidas en matrimonio. ¡Felicidades! *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
La pobreza contrastante en algunas
colonias marginadas de Tuxtla, es
impresionante.

alcalde capitalino, Jaime Valls Esponda, a adelantar anuncios esperanzadores que empiezan con la construcción del drenaje, urgente carencia que, cuenta a gritos una vecina, ha costado la vida de dos personas: Las tablas de una fosa séptica no resistieron el peso de una mujer quien cayó al fondo, siendo descubierta horas más tarde del fatal accidente; en otra parte de la colonia, un niño se fue al fondo de la fosa y fue sacado muerto debido a los golpes recibidos.
Por ello, cuando Valls Esponda comunica que el objetivo principal de su visita sabatina es para dar el banderazo a los trabajos del drenaje, la gente salta de sus sillas, aplaude, grita, se abraza y, ¡cómo no!, lanza porras a granel, algunas sin sentido, pero porras al fin. En medio de la algarabía, no hay rostros escépticos, solo esperanza y agradecimiento que crece cuando, después de la forzada pausa discursiva, el alcalde extiende su anuncio: “… Y el otro año empezamos a meter el agua potable y ese mismo año iniciamos la pavimentación de calles”. Más gritos, más abrazos, más porras. La más feliz, una señora vendedora de raspados que cuenta cómo ha tenido qué ser hospitalizada luego que por evitar una zanja, su carro de madera la arrastró hasta el fondo de ésta. Ni como negarle crédito a su relato; en algunas “calles” los hoyos son tan profundos y extensos que algunas cobachitas de cartón y techo de nylon, están prácticamente al aire. Hay qué tener demasiada suerte para encontrar la vereda adecuada para entrar y salir sin mucha dificultad.
De cumplir Jaime Valls Esponda su anuncio, ésta gente, sin duda, tendrá muchos beneficios. “Nos falta mucho por hacer; la ciudad está creciendo demasiado rápido, las demandas son cada vez más urgentes y los recursos insuficientes”, dice rodeado de mujeres y funcionarios municipales dentro del diminuto mercado de madera a donde fue llevado para tomar pozol y comer tacos. La ventaja para éste Ayuntamiento –abunda entre saludos y apretones de manos– es que contamos con el apoyo incondicional del gobernador Juan Sabines Guerrero, quien dio instrucciones a las dependencias implicadas a apoyarnos en el proyecto de dar a toda ésta gente, los beneficios a que tienen derecho.
Valls se declara conciente que no es la única colonia con retrasos en infraestructura. En efecto, son muchas las colonias en extrema pobreza, con un alto índice marginación y con deficiencias en muchos servicios. Esa misma mañana, el alcalde visitó la colonia “José Patrocinio González”, también en condiciones difíciles de superar. El planteamiento oficial es sencillo: dotar a las colonias marginales de los servicios básicos, con los recursos financieros disponibles, sin afectar las necesidades en otras partes de la ciudad. Jaime lo admite; muchas calles y avenidas citadinas están en condiciones deplorables. “Es la lluvia; hoy arreglamos una avenida y al otro día, en esa misma arteria ya hay otras afectaciones. Estamos, sin embargo, tratando de dar mantenimiento efectivo. De hecho, la semana que viene arrancan cuatro cuadrillas especializadas para rebachear las calles que estén presentando problemas de esa naturaleza. Una vez que acabe la temporada de lluvias, empezamos con un programa de reconstrucción en las áreas más afectadas”.
Poco a poco, la gente va abandonando el lugar de la reunión; en sus rostros va dibujada la esperanza. El alcalde también se va. En dos años quizá ya tengan agua, drenaje y calles dignas. Esa fue la promesa, esa la esperanza.
Tarjetero
*** Viniendo de un cochinero interno, ¿cómo debemos tomar los resultados de la consulta sobre la reforma energética que se llevó a cabo ayer a instancias caprichosas del fracasado candidato presidencial del PRD? A la hora de redactar la columna de hoy, no había resultados de la consulta. Pero mucho tememos que, como en la elección de ellos, vuelva a haber chanchullos y sinvergüenzazas. Por ahí se supo que una estrategia de los opositores a dicha consulta era ir a votar en contra para de ahí, determinar si tomaron en cuenta esos votos o los convirtieron en positivos para el movimiento lopezobradorista. Esa va a ser una señal clave para efectos de credibilidad y confianza, aunque, como ya dijimos, va a estar difícil creer en los resultados, dado el cochinero al que están acostumbrados los perredistas. Hay quienes opinan que la única forma que el PRD recupere la confianza de los mexicanos, es hacer de la consulta un acto limpio y transparente; es más, hay quienes dicen que como estrategia, los perredistas podrían hacer perdidiza la elección y de esa forma ganar de nuevo a sus simpatizantes. Es posible pero conociéndolos como son, júrelo que de mil votantes saldrán 100 mil que votaron en contra de la reforma energética. Dependerá, pues, de los números que presenten para creerles o no. El PRD, como institución política, parece haberlo entendido; ayer anunció que no apoyarán las movilizaciones a que está convocando López Obrador, lo cual es un duro golpe para el excandidato, quien ayer, según reportes de la prensa nacional, estaba sumamente preocupado por la baja afluencia de votantes a su consulta. Hubo ciudades de la República donde de plano, solo los cuidadores de las mesas acudieron. ¿Un fracaso? ¿Un contundente “no” a las pretensiones del tabasqueño? *** Para Griselda María Rosas Aguilar y Juan Pablo López Díaz, nuestros parabienes ahora que han unido sus vidas en matrimonio. ¡Felicidades! *** Luego nos leemos.
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