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Pifias y demagogia en el transporte público

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


El líder de la bancada del PAN en el
Congreso local, duramente cuestionado
por su incapacidad.

Las medidas que pretenden imponer para frenar los constantes abusos de los transportistas son en realidad, ideas descabelladas, torpes y carentes de sentido común. “Los vamos a uniformar”, ha anunciado Sergio Rayo Cruz, uno de los pulpos del transporte y miembro de la Comisión del Transporte del Ayuntamiento capitalino, quien dicho sea de paso, habló de la “urgencia” de tomar medidas drásticas para sancionar a los choferes del transporte público, urgencia que ya tiene años de estar presente, pero que nunca ponen en práctica. ¿Por qué? Muy sencillo: el mismo Rayo Cruz ha admitido que
en materia de multas por faltas al reglamento de tránsito, se recauda un promedio de un millón de pesos mensuales, lo que resulta un negocio redondo. La pregunta es dónde está ese dinero y en que se está invirtiendo. Es una buena ganancia, una ganancia extraordinaria que parece pesar más que la vida de los usuarios del transporte público. Esa puede ser la razón por la que las “medidas drásticas”, no se ponen en práctica, pese al escandaloso número de accidentes con sus fatales consecuencias.
Por otro lado, Sergio Rayo Cruz ha dicho que la Policía de Tránsito, cuenta con pistolas-radar de velocidad, artefactos que hasta hoy, no están funcionando; basta caminar por la avenida central y los boulevares adyacentes para darse cuenta que para empezar, es raro ver a una patrulla realizando los famosos operativos de control de velocidad. Si eso sucede en la avenida más grande de la ciudad, en el resto de cientos de arterias viales, no se va a encontrar una sola patrulla persuadiendo a los choferes de hacer su trabajo con un poco de decencia y respeto a la vida de los demás. El abuso, el pésimo carácter y el valemadrismo de los conductores es cada vez más grave. Por ejemplo, los choferes que recorren la ruta de San Pedro Progresivo, 24 de Junio, Las Águilas, no respetan en absoluto ni a los pasajeros, ni a los conductores ni a los peatones. Mucho menos que respeten las paradas reglamentarias; se paran donde se les pega la gana, obstruyen el tráfico e insultan a quienes de una u otra forma, les obstruyen su loca carrera. Y ahí, ni de broma, ni por asomo, hay una patrulla. Y si las hay, reciben, los policías, sus 20-25 pesos y nada ha pasado.
Hablar de medidas urgentes, es demagogia pura y barata. Lo que se requiere son acciones concretas, reales, no ofrecimientos burdos que no ayudan en nada. Eso que se están analizando las medidas a tomar, es una tomada de pelo puesto que leyes para someter a los choferes, hay y muy especificas y contundentes. El problema es que no se aplican; el grave problema es que a las autoridades de tránsito, les vale un sorbete velar por la seguridad de los usuarios. Poner ropa del mismo color a los conductores, no los va a hacer más respetuosos ni más responsables. Aprenderán la lección sólo cuando les quieten la licencia o los recluyan en la cárcel cuando provoquen un accidente grave. Aprenderán cuando vean que la autoridad es firme y determinante. Para ello se necesita una nueva generación de policías… O quizá, dar a los actuales, un sueldo decoroso que no los obligue a pedir mordidas a los choferes. Da la impresión que no conocen la ley o lo peor, que conociéndola, la ignoran a propósito para no ofrecer a los usuarios, lo que por ley les pertenece. No más promesas fatuas respecto a la vida de los miles de ciudadanos que utilizan el transporte público. Se requieren acciones concretas, no declaraciones sin sentido.

Tarjetero

*** ¿Por qué hasta ahora se dan cuenta que hay más de 35 escuelas patito en Chiapas? Resulta raro que de no ser porque la SEP pone el grito en el cielo, aquí, nadie decía nada. Y es que el negocio con las escuelas patito es redondo. Mire Usted: se supone que la educación en México es laica, gratuita y obligatoria. Pero, resulta que no es así. En muchas escuelas, la mayoría patito, se imparte doctrina religiosa. Principio violado. Si hablamos de la obligatoriedad, ésta sencillamente no se cumple, especialmente en las comunidades indígenas y, el concepto gratuito, es la gran mentira de la educación. Le pongo un ejemplo: en San José Terán, existe un Kínder del Estado. Ahí, por inscripción de cada niño, la directora cobra 600 pesos y todavía amenaza a los padres de familia con denunciarlos por amenazas si reclaman el alto costo de la educación. Pero ahí no paran los negocios educativos. En las escuelas secundarias y preparatorias es peor. El mismo día en que los alumnos presentan exámenes, hay decenas de escuelas patito repartiendo folletos de publicidad, amparados por los directivos de las escuelas. Miles de alumnos son rechazados y lanzados a las escuelas sin registro, esas que ahora son satanizadas por las mismas autoridades. Total, no tenemos una educación de calidad y sobre eso, faltas morales de ciertas autoridades que solo son buenas para aparecer dando declaraciones torpes. *** Si Mario Robles se avergüenza de ser priísta, ¿por qué no renuncia? Falta de criterio y ausencia de inteligencia de un muchachito que nunca aprendió a agarrar las maletas como es debido. Aunque no le falta razón en lo que dice de la actual dirigencia, le falta criterio para largarse de un partido del que ya solo queda el cascarón con uno que otro gusano dentro. Cierto es que de Arely Madrid no puede esperarse más que traiciones y vendettas pero de eso a que no se tenga el valor civil de irse… *** Ha pasado un buen de tiempo desde que vivimos la payasada de los perredistas para elegir a su dirigencia y hasta ahora, nada de trabajo se ha visto; algunos perredistas están incluso, pensando en la posibilidad de marcharse de ese partido ante la inmovilidad política y otros, pedir la renuncia del dirigente estatal, cuyo nombre, pocos saben. Y es que Gamboa, ni por asomo ha dado muestras de capacidad. ¿Qué más querían pues? *** Hablando de dirigentes, el líder de la bancada panista en el Congreso del Estado, sigue siendo duramente cuestionado por sus propios correligionarios. Bueno, es un decir, porque el señor, ni siquiera es panista, sino que llegó ahí por necesidades políticas y no por conciencia. El chiste es que de trabajo legislativo, nada y lo peor es que pone en vergüenza al resto de diputados. ***Luego nos leemos.
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