Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Fredy Espinosa, alcalde de Soyaló es
acusado de diversos delitos entre éstos,
robo, despojo, abuso de poder y mentir
a una autoridad judicial.
Ganó notoriedad cuando se supo que había impuesto reglas absurdas que limitaban todos los derechos constitucionales de sus regidores y que bajo presiones, hubo de recular; es el alcalde de Soyaló, Fredy Espinosa Hernández, cuyo historial como funcionario público alcanzó niveles de escándalo descomunal que reflejan la falta de honradez de éste y evidencian la inmoralidad de un Ayuntamiento que está siendo utilizado para el robo descarado, el abuso y el desvío de fondos públicos para fines no conocidos. Tras el escándalo del “acuerdo” interno mediante el cual pretendió erigirse en sacristán de los rescoldos de la dictadura de su paisano Pablo Abner Salazar, poco a poco fueron saliendo a la luz pública los abusos del energúmeno que tiene el sueño de adueñarse de
la vida de cada uno de los habitantes del pueblo.
Cuentan los vecinos de Soyaló que recientemente, Fredy Espinosa pasó por una calle del pueblo donde un grupo de jóvenes departía, tras un encuentro de fútbol callejero; al verlos ahí, con cerveza en mano, el alcalde aceleró la marcha del vehículo en que se transportaba estando a punto de arrollar a varios de los muchachos. Como reacción, a alguno de éstos se le ocurrió mentarle la madre, sin pensar que ese grito de protesta por el abuso oficial, sería el pretexto para que algunos de ellos fueran a parar a la cárcel, acusados de intento de secuestro, intento de homicidio y amenazas de muerte, pues a los pocos minutos del incidente, encabezados por el edil, los policías sacaron a los muchachos, incluso de sus casas y sin orden de aprehensión y se los llevaron a la cárcel municipal, de donde posteriormente fueron remitidos a un juez. En su declaración, el presidente municipal mintió descaradamente y dijo a la autoridad judicial que los detenidos le habían interceptado en la carretera con la intención de secuestrarlo y posteriormente, asesinarlo.
Esto desató la ira de la población, pues decenas de ciudadanos atestiguan que nunca, jamás hubo tal intento de secuestro y todos, en cambio, aseguran que fue Espinosa Hernández quien estuvo a punto de asesinar a los muchachos al echarles su carro encima. Pero ahí no paran los abusos de éste criminal en potencia. Cuando un camión cargado con café se accidentó en la carretera de de Pichucalco a Tuxtla Gutiérrez, el alcalde ordenó que la policía municipal recogiese la carga del automotor, pero no para protegerla, sino para llevarla, primero, a su casa. Al notar los vecinos que había un robo en curso, decidieron también unirse a la pepena y cada quién se llevó sus costales de café. Bajo amenazas, el propio Fredy Espinosa obligó a que entre los ciudadanos se delataran y él personalmente, entró a las casas a “recuperar” el café, supuestamente para devolverlo a la compañía propietaria del grano. No hubo tal devolución pues en la propia cárcel lo embodegó hasta que encontró comprador. Por ello, trascendió, fue demandado penalmente por los dueños del aromático sin que hasta hoy se sepa qué ha pasado con esa averiguación previa.
No es la primer demanda penal que enfrenta el señor alcalde de Soyaló; hay, cuentan avergonzados los habitantes de ese pueblo, cerca de ocho demandas por diversos delitos cometidos por él mismo. Desde amenazas, hasta detenciones arbitrarias, pasando por cobros indebidos de “impuestos” y requisas de muebles por concepto de “multas”, son los delitos que al amparo de su propia ley, viene cometiendo impunemente. Pese a que el Congreso, tras conocer el primer escándalo que se hace público del dictadorzuelo de Soyaló se comprometió a estar pendiente de las acciones de éste, no ha intervenido en el resto de abusos, del que ya han sido puntualmente advertidos, dicen nuestras fuentes. Incluso, en el Ministerio de Justicia hay sendas averiguaciones previas en su contra pero hasta ahora, parece que el hombre goza de impunidad y desde luego, de la complicidad de los agentes del ministerio público quienes, con todo y los elementos contundentes, no han consignado dichas actas ante el juez de la competencia para que se proceda conforme a derecho. Es una vergüenza que existan alcaldes de esa calaña; Soyaló ya sufrió el escarnio de Pablo Abner Salazar y no es posible que siga siendo famoso por las raterías de sus políticos. Es de aclarar que no todos los habitantes de ese municipio son cobardes y ladrones; la mayoría son gente de bien, trabajadora, honrada, diligente. Solo unos cuantos han salido peor que el excremento asoleado de los perros. Ojalá las autoridades competentes hagan algo para frenar al delincuente con charola de alcalde. Ojalá.
Tarjetero
*** María Isabel Hernández Pérez no pudo encontrar mejor forma para estafar a la gente que hacerse pasar como “lideresa” de una organización fantasma, de esas que solo figuran en las épocas electorales. Sin ser abogada, la hace de huizachera, dejando a cientos de incautos, sin el poco dinero que tienen para llevar sus asuntos jurídico-legales. Usurpando un cargo dentro de una organización cuasi inexistente (Confederación de Trabajadores y Campesinos) se acerca a los grupos de campesinos e indígenas para ofrecerles ayuda “de parte del gobernador Juan Sabines” pero a cambio les pide una “módica” cooperación para gastos de representación; por otro lado, a algunas dependencias pide apoyo para, según ella, los miles de campesinos de su organización, empero la ayuda que logra recaudar, va a parar a su rancho, lo cual tiene harta a la gente que ha utilizado para cometer sus fechorías. Este es otro caso que se debe investigar, pues no se puede admitir que algunos aprovechados se hagan millonarios a costa de la pobreza de la mayoría. Veremos. *** Guillermo Sauza Brindis no tiene nada qué celebrar con el papelito que ABS Quality Evaluations Inc., está en vías de entregar a la dependencia que despluma en calidad de ahijado predilecto del exdictador Salazar. Tal certificación es un servicio contratado ex profeso y no un galardón por la honestidad. Si así fuera, habría qué recordar las toneladas de dinero que manejó en la gubernatura pablista y de la que no se sabe dónde fue a dar. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Fredy Espinosa, alcalde de Soyaló es
acusado de diversos delitos entre éstos,
robo, despojo, abuso de poder y mentir
a una autoridad judicial.

la vida de cada uno de los habitantes del pueblo.
Cuentan los vecinos de Soyaló que recientemente, Fredy Espinosa pasó por una calle del pueblo donde un grupo de jóvenes departía, tras un encuentro de fútbol callejero; al verlos ahí, con cerveza en mano, el alcalde aceleró la marcha del vehículo en que se transportaba estando a punto de arrollar a varios de los muchachos. Como reacción, a alguno de éstos se le ocurrió mentarle la madre, sin pensar que ese grito de protesta por el abuso oficial, sería el pretexto para que algunos de ellos fueran a parar a la cárcel, acusados de intento de secuestro, intento de homicidio y amenazas de muerte, pues a los pocos minutos del incidente, encabezados por el edil, los policías sacaron a los muchachos, incluso de sus casas y sin orden de aprehensión y se los llevaron a la cárcel municipal, de donde posteriormente fueron remitidos a un juez. En su declaración, el presidente municipal mintió descaradamente y dijo a la autoridad judicial que los detenidos le habían interceptado en la carretera con la intención de secuestrarlo y posteriormente, asesinarlo.
Esto desató la ira de la población, pues decenas de ciudadanos atestiguan que nunca, jamás hubo tal intento de secuestro y todos, en cambio, aseguran que fue Espinosa Hernández quien estuvo a punto de asesinar a los muchachos al echarles su carro encima. Pero ahí no paran los abusos de éste criminal en potencia. Cuando un camión cargado con café se accidentó en la carretera de de Pichucalco a Tuxtla Gutiérrez, el alcalde ordenó que la policía municipal recogiese la carga del automotor, pero no para protegerla, sino para llevarla, primero, a su casa. Al notar los vecinos que había un robo en curso, decidieron también unirse a la pepena y cada quién se llevó sus costales de café. Bajo amenazas, el propio Fredy Espinosa obligó a que entre los ciudadanos se delataran y él personalmente, entró a las casas a “recuperar” el café, supuestamente para devolverlo a la compañía propietaria del grano. No hubo tal devolución pues en la propia cárcel lo embodegó hasta que encontró comprador. Por ello, trascendió, fue demandado penalmente por los dueños del aromático sin que hasta hoy se sepa qué ha pasado con esa averiguación previa.
No es la primer demanda penal que enfrenta el señor alcalde de Soyaló; hay, cuentan avergonzados los habitantes de ese pueblo, cerca de ocho demandas por diversos delitos cometidos por él mismo. Desde amenazas, hasta detenciones arbitrarias, pasando por cobros indebidos de “impuestos” y requisas de muebles por concepto de “multas”, son los delitos que al amparo de su propia ley, viene cometiendo impunemente. Pese a que el Congreso, tras conocer el primer escándalo que se hace público del dictadorzuelo de Soyaló se comprometió a estar pendiente de las acciones de éste, no ha intervenido en el resto de abusos, del que ya han sido puntualmente advertidos, dicen nuestras fuentes. Incluso, en el Ministerio de Justicia hay sendas averiguaciones previas en su contra pero hasta ahora, parece que el hombre goza de impunidad y desde luego, de la complicidad de los agentes del ministerio público quienes, con todo y los elementos contundentes, no han consignado dichas actas ante el juez de la competencia para que se proceda conforme a derecho. Es una vergüenza que existan alcaldes de esa calaña; Soyaló ya sufrió el escarnio de Pablo Abner Salazar y no es posible que siga siendo famoso por las raterías de sus políticos. Es de aclarar que no todos los habitantes de ese municipio son cobardes y ladrones; la mayoría son gente de bien, trabajadora, honrada, diligente. Solo unos cuantos han salido peor que el excremento asoleado de los perros. Ojalá las autoridades competentes hagan algo para frenar al delincuente con charola de alcalde. Ojalá.
Tarjetero
*** María Isabel Hernández Pérez no pudo encontrar mejor forma para estafar a la gente que hacerse pasar como “lideresa” de una organización fantasma, de esas que solo figuran en las épocas electorales. Sin ser abogada, la hace de huizachera, dejando a cientos de incautos, sin el poco dinero que tienen para llevar sus asuntos jurídico-legales. Usurpando un cargo dentro de una organización cuasi inexistente (Confederación de Trabajadores y Campesinos) se acerca a los grupos de campesinos e indígenas para ofrecerles ayuda “de parte del gobernador Juan Sabines” pero a cambio les pide una “módica” cooperación para gastos de representación; por otro lado, a algunas dependencias pide apoyo para, según ella, los miles de campesinos de su organización, empero la ayuda que logra recaudar, va a parar a su rancho, lo cual tiene harta a la gente que ha utilizado para cometer sus fechorías. Este es otro caso que se debe investigar, pues no se puede admitir que algunos aprovechados se hagan millonarios a costa de la pobreza de la mayoría. Veremos. *** Guillermo Sauza Brindis no tiene nada qué celebrar con el papelito que ABS Quality Evaluations Inc., está en vías de entregar a la dependencia que despluma en calidad de ahijado predilecto del exdictador Salazar. Tal certificación es un servicio contratado ex profeso y no un galardón por la honestidad. Si así fuera, habría qué recordar las toneladas de dinero que manejó en la gubernatura pablista y de la que no se sabe dónde fue a dar. *** Luego nos leemos.
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