Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Trabajadores del nosocomio demandan
destitución de los directivos.
Derivado de los malos manejos, exceso de prepotencia y acoso laboral, para hoy miércoles, a las siete de la mañana, se tiene previsto un paro de labores en el Hospital Pediátrico de Especialidades, cuya dirección está a cargo de un médico poblano que no ha podido responder a las exigencias de la Secretaría de la Función Pública que en meses recientes exigió a éste, explicaciones respecto a cinco graves deficiencias administrativas que, de acuerdo a la normativa de rigor, constituyen delitos graves. Un grupo de empleados de ese nosocomio, preocupados por las irregularidades a las que se sumaron malos tratos contra el personal, despidos injustificados y
exigencias inaceptables que incluye acoso sexual, desvíos de recursos y tráfico de influencias.
La respuesta de la pequeña pandilla que se apoderó del Pediátrico fue la persecución y la invención de anomalías en contra de sus disidentes a quienes incluso, virtualmente secuestraron a manera de intimidación, bajo el pretexto de estar investigando las supuestas filtraciones mediante las cuales se supo sobre los malos manejos en ese centro asistencial. Así, Peñalosa Santíes, Director General, Alejandro Robles Nucamendi, Director Médico y Concepción Domínguez González, Directora Adjunta, planearon una serie de actos pandilleriles para acusar, sin fundamento, a los trabajadores que formaron un sindicato para defenderse de los abusos. Ordenaron a los policías que cuidan las entradas y salidas del hospital, revisar a los sindicalizados y acusarlos de robo en caso que, por descuido o por necesidad de su trabajo, llevasen un estetoscopio o cualquier otro utensilio. Una enfermera que iba de tránsito de un área a otra, al ser requisada, se le encontró, precisamente, un estetoscopio y fue de inmediato, acusada de robo, aún cuando probó que estaba en horario de trabajo y necesitaba el instrumento para cumplir con su trabajo. Según se pudo establecer, la intención es inhabilitar a la empleada y quitar así, un miembro más al sindicato de trabajadores.
No obstante, recientemente se perdió un cañón valuado en 25 mil pesos y los directivos del hospital hicieron como que nunca se enteraron. La sospecha es que uno de éstos se apoderó ilegalmente del aparato, pero como se trata de ellos, hicieron mutis. ¿Quién de ellos se quedó con el cañón? ¿Por qué por eso no hicieron escándalo como lo hicieron contra una enfermera que hacía uso reglamentario de un estetoscopio? La inmoralidad, pues, como arma de un grupillo de sinvergüenzas que hoy corona sus fechorías con un paro laboral que más que un paro caprichoso, es una señal de advertencia, una denuncia contundente que debe obligar a las autoridades a, primero, investigar a fondo las actuaciones de los tres y segundo, a sancionarlos con todo el rigor de la ley, pues los chiapanecos están cansados de fuereños léperos y perniciosos que solo llegan a robar y abusar de los nuestros. Un dato de la propia Secretaría de Salud, es revelador en torno a lo que decimos: En el año 2007, se autorizaron para el buen funcionamiento del Hospital Pediátrico de Especialidades, 136 millones 875 mil 944 pesos de los cuales, solo se ejercieron 894 mil 800 pesos. ¿Dónde está el resto de ese dinero? ¿Por qué no se ejerció el total del monto señalado?
Por otro lado, debemos recordar que la Secretaría de la Función Pública detectó, en lo tocante a los recursos federales destinados a ese hospital, deficiente e inadecuado registro y control de los recursos presupuestales asignados para el ejercicio 2007, inadecuado registro y control de las cuentas bancarias, inadecuado control y registro de los recursos asignados como fondo rotatorio, inadecuado control de ingresos y folios de recibos de pago por servicios proporcionados por los Hospitales de Especialidades Pediátricas y Ciudad Salud y, deficiente e inadecuado registro y control de la comprobación de viáticos nacionales. De eso, ni Peñalosa Santíes, ni Robles Nucamendi, ni Domínguez González han dicho una sola palabra. Por el contrario, intensificaron los abusos contra el personal que ha estado luchando por que se transparenten los recursos financieros. Hoy, el resultado de esos abusos, estará a la vista de todos. ¿Quién protege a los causantes de la rapiña hospitalaria? ¿A quién benefician con los recursos faltantes? Alguien debe dar la respuesta; reprimir a los trabajadores, sería otorgar carta de impunidad a los verdaderos responsables de la crisis. Esperemos que se actúe y terminen con ese espantoso y vergonzante foco de corrupción.
Tarjetero
*** Me lo dijo en campaña: “Voy a ser un diputado que exija castigo a los saqueadores del ‘Stan’; voy a luchar porque el Congreso revise, peso a peso, las inversiones y que se castigue a quien se haya robado un peso”. Ayer dio el primer paso. Neftalí del Toro, diputado local, se subió a la Tribuna del Congreso y exigió una investigación a fondo de de los recursos y el destino de éstos. “Nadie debe lucrar con ese dinero”, sostuvo el legislador. Qué bueno que los legisladores empiezan a ponerse las pilas y tocan un tema que prácticamente se está convirtiendo en un tabú. Pruebas del saqueo descomunal y del robo, hay por montones y por todas partes. Lo que ha faltado es voluntad. No hace mucho, dieron una lista de posibles responsables, entre los que se encontraban hasta algunas secretarias. No señor: los verdaderos responsables son Pablo, sus hermanos y su pandilla. Incluso, colaboradores cercanos de Vicente Fox tienen las manos metidas. Neftalí del Toro ya puso el dedo en la yaga; ojalá el resto de diputados se unan a la exigencia y empiecen por donde deben: llevar a juicio político al tirano Pablo Abner, quien anda como si no se hubiera robado un solo peso. *** Otro lío en el que se mete el alcalde de San Cristóbal de las Casas; primero, vende y cobra espacios para que las vendedoras de tamales y atole se instalen en el Parque y luego, las manda desalojar con la fuerza pública. Eso se llama fraude. La actitud de Mariano Díaz Ochoa, nos obliga a preguntarnos si el menudito edil tiene por lo menos, medio gramo de cerebro o una pizca de honestidad. ¿Tendrá? *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Trabajadores del nosocomio demandan
destitución de los directivos.
Derivado de los malos manejos, exceso de prepotencia y acoso laboral, para hoy miércoles, a las siete de la mañana, se tiene previsto un paro de labores en el Hospital Pediátrico de Especialidades, cuya dirección está a cargo de un médico poblano que no ha podido responder a las exigencias de la Secretaría de la Función Pública que en meses recientes exigió a éste, explicaciones respecto a cinco graves deficiencias administrativas que, de acuerdo a la normativa de rigor, constituyen delitos graves. Un grupo de empleados de ese nosocomio, preocupados por las irregularidades a las que se sumaron malos tratos contra el personal, despidos injustificados yexigencias inaceptables que incluye acoso sexual, desvíos de recursos y tráfico de influencias.
La respuesta de la pequeña pandilla que se apoderó del Pediátrico fue la persecución y la invención de anomalías en contra de sus disidentes a quienes incluso, virtualmente secuestraron a manera de intimidación, bajo el pretexto de estar investigando las supuestas filtraciones mediante las cuales se supo sobre los malos manejos en ese centro asistencial. Así, Peñalosa Santíes, Director General, Alejandro Robles Nucamendi, Director Médico y Concepción Domínguez González, Directora Adjunta, planearon una serie de actos pandilleriles para acusar, sin fundamento, a los trabajadores que formaron un sindicato para defenderse de los abusos. Ordenaron a los policías que cuidan las entradas y salidas del hospital, revisar a los sindicalizados y acusarlos de robo en caso que, por descuido o por necesidad de su trabajo, llevasen un estetoscopio o cualquier otro utensilio. Una enfermera que iba de tránsito de un área a otra, al ser requisada, se le encontró, precisamente, un estetoscopio y fue de inmediato, acusada de robo, aún cuando probó que estaba en horario de trabajo y necesitaba el instrumento para cumplir con su trabajo. Según se pudo establecer, la intención es inhabilitar a la empleada y quitar así, un miembro más al sindicato de trabajadores.
No obstante, recientemente se perdió un cañón valuado en 25 mil pesos y los directivos del hospital hicieron como que nunca se enteraron. La sospecha es que uno de éstos se apoderó ilegalmente del aparato, pero como se trata de ellos, hicieron mutis. ¿Quién de ellos se quedó con el cañón? ¿Por qué por eso no hicieron escándalo como lo hicieron contra una enfermera que hacía uso reglamentario de un estetoscopio? La inmoralidad, pues, como arma de un grupillo de sinvergüenzas que hoy corona sus fechorías con un paro laboral que más que un paro caprichoso, es una señal de advertencia, una denuncia contundente que debe obligar a las autoridades a, primero, investigar a fondo las actuaciones de los tres y segundo, a sancionarlos con todo el rigor de la ley, pues los chiapanecos están cansados de fuereños léperos y perniciosos que solo llegan a robar y abusar de los nuestros. Un dato de la propia Secretaría de Salud, es revelador en torno a lo que decimos: En el año 2007, se autorizaron para el buen funcionamiento del Hospital Pediátrico de Especialidades, 136 millones 875 mil 944 pesos de los cuales, solo se ejercieron 894 mil 800 pesos. ¿Dónde está el resto de ese dinero? ¿Por qué no se ejerció el total del monto señalado?
Por otro lado, debemos recordar que la Secretaría de la Función Pública detectó, en lo tocante a los recursos federales destinados a ese hospital, deficiente e inadecuado registro y control de los recursos presupuestales asignados para el ejercicio 2007, inadecuado registro y control de las cuentas bancarias, inadecuado control y registro de los recursos asignados como fondo rotatorio, inadecuado control de ingresos y folios de recibos de pago por servicios proporcionados por los Hospitales de Especialidades Pediátricas y Ciudad Salud y, deficiente e inadecuado registro y control de la comprobación de viáticos nacionales. De eso, ni Peñalosa Santíes, ni Robles Nucamendi, ni Domínguez González han dicho una sola palabra. Por el contrario, intensificaron los abusos contra el personal que ha estado luchando por que se transparenten los recursos financieros. Hoy, el resultado de esos abusos, estará a la vista de todos. ¿Quién protege a los causantes de la rapiña hospitalaria? ¿A quién benefician con los recursos faltantes? Alguien debe dar la respuesta; reprimir a los trabajadores, sería otorgar carta de impunidad a los verdaderos responsables de la crisis. Esperemos que se actúe y terminen con ese espantoso y vergonzante foco de corrupción.
Tarjetero
*** Me lo dijo en campaña: “Voy a ser un diputado que exija castigo a los saqueadores del ‘Stan’; voy a luchar porque el Congreso revise, peso a peso, las inversiones y que se castigue a quien se haya robado un peso”. Ayer dio el primer paso. Neftalí del Toro, diputado local, se subió a la Tribuna del Congreso y exigió una investigación a fondo de de los recursos y el destino de éstos. “Nadie debe lucrar con ese dinero”, sostuvo el legislador. Qué bueno que los legisladores empiezan a ponerse las pilas y tocan un tema que prácticamente se está convirtiendo en un tabú. Pruebas del saqueo descomunal y del robo, hay por montones y por todas partes. Lo que ha faltado es voluntad. No hace mucho, dieron una lista de posibles responsables, entre los que se encontraban hasta algunas secretarias. No señor: los verdaderos responsables son Pablo, sus hermanos y su pandilla. Incluso, colaboradores cercanos de Vicente Fox tienen las manos metidas. Neftalí del Toro ya puso el dedo en la yaga; ojalá el resto de diputados se unan a la exigencia y empiecen por donde deben: llevar a juicio político al tirano Pablo Abner, quien anda como si no se hubiera robado un solo peso. *** Otro lío en el que se mete el alcalde de San Cristóbal de las Casas; primero, vende y cobra espacios para que las vendedoras de tamales y atole se instalen en el Parque y luego, las manda desalojar con la fuerza pública. Eso se llama fraude. La actitud de Mariano Díaz Ochoa, nos obliga a preguntarnos si el menudito edil tiene por lo menos, medio gramo de cerebro o una pizca de honestidad. ¿Tendrá? *** Luego nos leemos.
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