Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El rector universitario se ha
propuesto incentivar la
corrupción para debilitar
al gobierno.
El sueño ilusorio de Rubén Velásquez es convertirse en el gobernador interino de Chiapas. Para ello, junto con varios exfuncionarios pablistas (algunos todavía en funciones) han extendido una red de corrupción, tendiente a debilitar la credibilidad del actual gobierno. En casi todas las dependencias, los testaferros del senador perredista, se mueven sigilosos, reprimen, cooptan, amenazan. El plan es crear “fuentes de inconformidad” y frentes de “resistencia” que socaven lentamente la estructura gubernamental.
La escandalosa corrupción del Centro de Alta Especialidad que se reveló ayer en éste espacio, no es ajena al plan de los pablistas de golpetear al gobierno sabinista.
Ángel René Estrada Arévalo, exsecretario de Salud y responsable directo de la muerte por negligencia de casi 30 niños en Comitán durante la dictadura, no ha dejado de participar en las reuniones que en la casa de una reconocida notaria coleta se han llevado a cabo entre Pablo Salazar, Mariano Herrán Salvatti, Rubén Velásquez, Jorge Morales Messner y Reybel de los Santos, por mencionar a unos cuantos. Es precisamente Estrada Arévalo quien, desde la rectoría de la UNACH, dirige las maniobras de corrupción en el centro hospitalario. Desde que éste despachaba en el Instituto de Salud, impuso como Jefe del Departamento de Operación y Pagos de ese Instituto a José Luís Morales Escalante, empero la prepotencia de éste empezó a causar estragos en el equipo pablista que pretende la imposición de Velásquez como gobernador interino. Estrada Arévalo se vio obligado a cambiar a Morales Escalante a la Jefatura de Recursos Humanos, donde prosiguió con su despotismo y mal trato a los chiapanecos. Este señor es chilango y por obvias razones, utiliza dinero del erario para viajar constantemente a la Ciudad de México o traer a su parentela a Chiapas. Eso explica la exigencia de la SFP de esclarecer el asunto de los viáticos.
En la larga cadena de nombres que apoyan a Rubén Velásquez, figura también Mary Carmen Yánez Ruiz, exjefa de Servicios Generales de la Secretaría de Salud, también bajo el mando de Estrada Arévalo; curiosamente, cuando Yánez ha estado en cargos de esa naturaleza, el medicamento escasea, pero no en una farmacia propiedad de su familia. Este otro eslabón, es, dicen, una de las que mayor poder tiene sobre Peñaloza Santíes, el Director General de ese centro asistencial en ruinas financieras, además de ser acusada de extrema prepotencia y abuso de autoridad. Martina Bell, quien de directora del Centro de Salud de Tuxtla fue llevada por el propio Estrada Arévalo a la subdirección del Seguro Popular y luego, del mismo, recibió la plaza, en el Pediátrico, de “médico especialista”, cuando la señora apenas es médico general. Es ella la que funge como reclutadora y espía entre el personal, claro, por órdenes del rector universitario.
Hace unos días, por normativa, se convocó a aspirantes para obtener una plaza en ese centro asistencial; más de mil jóvenes hicieron largas filas y esperaron decenas de horas para responder al examen de rigor. Fue el propio José Luís Morales Escalante quien se presentó ante los aspirantes para advertirles que perdían su tiempo, pues el personal que habrá de ingresar, ya había sido escogido. Más aún, Morales Escalante tuvo la osadía de insultar a los concursantes e iniciar el levantamiento de una nueva lista, misma que ya contenía decenas de nombres. Entre los escogidos arbitrariamente por el Jefe de Recursos Humanos están hombres y mujeres que trabajaron en la fracasada campaña de proselitismo de Rubén Velásquez, la mayoría, sin cubrir el perfil que exigen las normas de contratación y menos, mucho menos, los requisitos profesionales para atender a los enfermos. ¿Hasta dónde llegará la ignominia contra los verdaderos trabajadores de ése hospital? ¿Hasta cuándo se darán cuenta del complot?
Los policías de Mariano
En San Cristóbal de las Casas, sigue el desmadre de la policía local. Resulta que para aparentemente quedar bien, el jefe policíaco ordenó el arraigo de cuatro exagentes de esa corporación, acusándolos de “robo de vehículo y los que resulten”. Los puso a disposición del Ministerio de Justicia desde donde se determinó que éstos, nada tenían qué ver con los delitos por los que fueron acusados por su propio superior. Lo que en el fondo ocurrió es que los ahora inocentes de los cargos prefabricados por Miguel Ángel Aguilar Velásquez, trabajaron en la administración pasada, lo que, a juicio del jefe policial, es un grave delito. Es obvio que a Aguilar Velásquez, los años que presumiblemente estuvo estudiando la carrera de “abogado”, no le sirvieron de nada, puesto que, en aras de pretender lo que no puede demostrar con trabajo serio y responsable, incurre en una serie de violaciones a los derechos humanos, actos deplorables que ha avalado el alcalde Mariano Díaz Ochoa.
Mientras el jefe de la policía se sume en una fosa de delitos, la ciudadanía padece el crecimiento de la ola de violencia, derivada de la falta de capacidad de la policía y alimentada con la prepotencia del propio edil, cuya ambición familiar le está arrastrando a un final predecible.
Tarjetero
*** Es el colmo pero en el Registro Civil no hay, desde enero, formatos para realizar divorcios. Ahí vemos incapacidad, al menos hasta hoy. ¿Dónde está el dinero destinado para ese fin? *** Ciro Vidal, delegado de Tránsito en Pichucalco, ha venido cometiendo una serie de atropellos que empiezan a indignar a la sociedad. De haber llegado a aquella ciudad con una mano adelante y otra atrás, ahora es un próspero empresario de camiones. ¿De dónde mulas Pedro? A leguas se huele la corrupción.*** Alguien quiere negociar con los terrenos que donó Juan Sabines Guerrero cuando fue alcalde. Ahora quieren cobrarlos hasta en 45 mil pesos, cuando fueron regalados. Ojalá ya esté enterado Jaime Valls de ese robo injustificado que está en puerta. *** Teofilo Palacios Jara, jefe administrativo de la alcaldía de Tapachula, cuenta con un negro historial. Ya le tendré detalles. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El rector universitario se ha
propuesto incentivar la
corrupción para debilitar
al gobierno.
El sueño ilusorio de Rubén Velásquez es convertirse en el gobernador interino de Chiapas. Para ello, junto con varios exfuncionarios pablistas (algunos todavía en funciones) han extendido una red de corrupción, tendiente a debilitar la credibilidad del actual gobierno. En casi todas las dependencias, los testaferros del senador perredista, se mueven sigilosos, reprimen, cooptan, amenazan. El plan es crear “fuentes de inconformidad” y frentes de “resistencia” que socaven lentamente la estructura gubernamental.La escandalosa corrupción del Centro de Alta Especialidad que se reveló ayer en éste espacio, no es ajena al plan de los pablistas de golpetear al gobierno sabinista.
Ángel René Estrada Arévalo, exsecretario de Salud y responsable directo de la muerte por negligencia de casi 30 niños en Comitán durante la dictadura, no ha dejado de participar en las reuniones que en la casa de una reconocida notaria coleta se han llevado a cabo entre Pablo Salazar, Mariano Herrán Salvatti, Rubén Velásquez, Jorge Morales Messner y Reybel de los Santos, por mencionar a unos cuantos. Es precisamente Estrada Arévalo quien, desde la rectoría de la UNACH, dirige las maniobras de corrupción en el centro hospitalario. Desde que éste despachaba en el Instituto de Salud, impuso como Jefe del Departamento de Operación y Pagos de ese Instituto a José Luís Morales Escalante, empero la prepotencia de éste empezó a causar estragos en el equipo pablista que pretende la imposición de Velásquez como gobernador interino. Estrada Arévalo se vio obligado a cambiar a Morales Escalante a la Jefatura de Recursos Humanos, donde prosiguió con su despotismo y mal trato a los chiapanecos. Este señor es chilango y por obvias razones, utiliza dinero del erario para viajar constantemente a la Ciudad de México o traer a su parentela a Chiapas. Eso explica la exigencia de la SFP de esclarecer el asunto de los viáticos.
En la larga cadena de nombres que apoyan a Rubén Velásquez, figura también Mary Carmen Yánez Ruiz, exjefa de Servicios Generales de la Secretaría de Salud, también bajo el mando de Estrada Arévalo; curiosamente, cuando Yánez ha estado en cargos de esa naturaleza, el medicamento escasea, pero no en una farmacia propiedad de su familia. Este otro eslabón, es, dicen, una de las que mayor poder tiene sobre Peñaloza Santíes, el Director General de ese centro asistencial en ruinas financieras, además de ser acusada de extrema prepotencia y abuso de autoridad. Martina Bell, quien de directora del Centro de Salud de Tuxtla fue llevada por el propio Estrada Arévalo a la subdirección del Seguro Popular y luego, del mismo, recibió la plaza, en el Pediátrico, de “médico especialista”, cuando la señora apenas es médico general. Es ella la que funge como reclutadora y espía entre el personal, claro, por órdenes del rector universitario.
Hace unos días, por normativa, se convocó a aspirantes para obtener una plaza en ese centro asistencial; más de mil jóvenes hicieron largas filas y esperaron decenas de horas para responder al examen de rigor. Fue el propio José Luís Morales Escalante quien se presentó ante los aspirantes para advertirles que perdían su tiempo, pues el personal que habrá de ingresar, ya había sido escogido. Más aún, Morales Escalante tuvo la osadía de insultar a los concursantes e iniciar el levantamiento de una nueva lista, misma que ya contenía decenas de nombres. Entre los escogidos arbitrariamente por el Jefe de Recursos Humanos están hombres y mujeres que trabajaron en la fracasada campaña de proselitismo de Rubén Velásquez, la mayoría, sin cubrir el perfil que exigen las normas de contratación y menos, mucho menos, los requisitos profesionales para atender a los enfermos. ¿Hasta dónde llegará la ignominia contra los verdaderos trabajadores de ése hospital? ¿Hasta cuándo se darán cuenta del complot?
Los policías de Mariano
En San Cristóbal de las Casas, sigue el desmadre de la policía local. Resulta que para aparentemente quedar bien, el jefe policíaco ordenó el arraigo de cuatro exagentes de esa corporación, acusándolos de “robo de vehículo y los que resulten”. Los puso a disposición del Ministerio de Justicia desde donde se determinó que éstos, nada tenían qué ver con los delitos por los que fueron acusados por su propio superior. Lo que en el fondo ocurrió es que los ahora inocentes de los cargos prefabricados por Miguel Ángel Aguilar Velásquez, trabajaron en la administración pasada, lo que, a juicio del jefe policial, es un grave delito. Es obvio que a Aguilar Velásquez, los años que presumiblemente estuvo estudiando la carrera de “abogado”, no le sirvieron de nada, puesto que, en aras de pretender lo que no puede demostrar con trabajo serio y responsable, incurre en una serie de violaciones a los derechos humanos, actos deplorables que ha avalado el alcalde Mariano Díaz Ochoa.
Mientras el jefe de la policía se sume en una fosa de delitos, la ciudadanía padece el crecimiento de la ola de violencia, derivada de la falta de capacidad de la policía y alimentada con la prepotencia del propio edil, cuya ambición familiar le está arrastrando a un final predecible.
Tarjetero
*** Es el colmo pero en el Registro Civil no hay, desde enero, formatos para realizar divorcios. Ahí vemos incapacidad, al menos hasta hoy. ¿Dónde está el dinero destinado para ese fin? *** Ciro Vidal, delegado de Tránsito en Pichucalco, ha venido cometiendo una serie de atropellos que empiezan a indignar a la sociedad. De haber llegado a aquella ciudad con una mano adelante y otra atrás, ahora es un próspero empresario de camiones. ¿De dónde mulas Pedro? A leguas se huele la corrupción.*** Alguien quiere negociar con los terrenos que donó Juan Sabines Guerrero cuando fue alcalde. Ahora quieren cobrarlos hasta en 45 mil pesos, cuando fueron regalados. Ojalá ya esté enterado Jaime Valls de ese robo injustificado que está en puerta. *** Teofilo Palacios Jara, jefe administrativo de la alcaldía de Tapachula, cuenta con un negro historial. Ya le tendré detalles. *** Luego nos leemos.
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