Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Convertido en "elefante blanco"
el Hospital de Especialidades es
ahora, el centro de un escándalo
de corrupción.
Todo empezó con débiles denuncias del personal adscrito al Hospital de Especialidades Pediátricas; violación al contrato colectivo de trabajo, despidos injustificados, acoso sexual, salario ínfimo, trato déspota y obligaciones extraordinarias, eran las primeras quejas de los empleados. José Luís Morales Escalante, Jefe de Recursos Humanos de ese nosocomio, el principal sindicado en la larga lista de abusos que incluyó el manoseo de una empleada de intendencia, menor de edad aún, quien narró que con engaños, Morales Escalante la llevó a
un cubículo apartado y con el pretexto que le haría una mamografía, le hizo despojarse de la ropa y le realizó una “exploración” vaginal. Éste es “licenciado”, no médico, para empezar. Aberraciones inaceptables que al parecer, llegaron a oídos del resto de trabajadores, quienes iniciaron una fuerte campaña de denuncias, sin que nadie les haya hecho caso todavía.
Vinieron las investigaciones y poco a poco, de una denuncia de acoso y abuso laboral, fueron surgiendo pruebas de un escandaloso fraude que involucra no solo al Jefe de Recursos Humanos, sino también a José Luís Peñaloza Santíes, Director General del Centro Regional de Alta Especialidad de Chiapas, cuya actitud frente al escándalo ha sido de displicencia e incluso, de redoble de abusos, llevando una campaña de hostigamiento y persecución dentro de ésa área que ha incluido el secuestro de un empleado de informática y un médico, a quienes acusan de haber filtrado los documentos probatorios del fraude.
De acuerdo al oficio número OIC/000/2008 del 30 de marzo reciente, de la Secretaría de la Función Pública del Gobierno Federal, se detectaron cinco graves anomalías en ese centro de atención especial de la cuáles, según el Estatuto de rigor, deben desprenderse acciones contundentes, como el cese inmediato de los involucrados y desde luego, la acción penal, toda vez que, según se aprecia en el oficio de la SFP, Peñaloza Santíes y los demás involucrados, incurrieron en delitos graves contra el erario público. Las cinco faltas que la SFP detectó son: 1.- Deficiente e inadecuado registro y control de los recursos presupuestales asignados para el ejercicio 2007. 2.- Inadecuado registro y control de las cuentas bancarias. 3.- Inadecuado control y registro de los recursos asignados como fondo rotatorio. 4.- Inadecuado control de ingresos y folios de recibos de pago por servicios proporcionados por los Hospitales de Especialidades Pediátricas y Ciudad Salud y, 5.- Deficiente e inadecuado registro y control de la comprobación de viáticos nacionales.
Desorden y apatía
Las deficiencias en ese centro hospitalario, no paran con las evidencias presentadas por la SFP, derivadas de la auditoría 01/08 con oficio número OIC/028/2008. Una exhaustiva revisión de la anterior requisición de la Secretaría de la Función Pública, revela el desorden imperante y la apatía con que Peñaloza Santíes y sus cuates ha tomado el asunto. Pese a que se ha exigido por diversas vías que se atiendan los requerimientos de rigor, los directivos del nosocomio se han negado sistemáticamente a atender el reclamo federal de aclarar el manejo de los recursos, cuya administración, según se queja la propia SFP, sigue en manos del Instituto de Salud, cuyo titular, parece no haber comprobado en su totalidad la inversión federal. O al menos, es la justificación que ha presentado ante la SFP, reiteradamente, el doctor Peñaloza, principal sospechoso de los malos manejos.
Otra de las deficiencias de una primer auditoría que no ha sido satisfecha por el director de ese centro de especialidades, es la falta de un manual de operación y procedimientos. La falta de éste ha generado una serie de abusos como los que han denunciado los trabajadores. El caso de la menor de edad “auscultada” por un abogado, es la mejor prueba que podemos ver a simple vista. Y si a esto agregamos que Morales Escalante amenaza constantemente a los empleados omitiendo las leyes federales de trabajo, les niega el cambio de adscripción bajo argumentos realmente estúpidos y los obliga a trabajar horas extras sin la correspondiente retribución, tenemos que se debe a la falta de un manual de operación que obligue al sátrapa en mención a respetar los derechos laborales.
Para el colmo, el Jefe de Recursos Humanos ordena trabajos de alto riesgo para los trabajadores, advirtiéndoles de antemano que será “a título personal”, como sustrayendo a los directivos del hospital de la responsabilidad que les corresponde. Y sobre eso, les adeudan salarios. Es como una pequeña dictadura cargada de corrupción y despotismo que las autoridades competentes deben ver cuanto antes, toda vez que se está atentando contra los derechos humanos, en una institución que, por su naturaleza, debe empezar por ser noble con sus propios empleados. ¿Qué está pasando ahí? Sencillo: la corrupción se ha adueñado de la salud de los chiapanecos. Desgraciadamente así. Las pruebas ahí están. El extenso documento de la SFP, es elocuente. Por falta de espacio no podemos ofrecer más detalles, pero la verdad es que el asunto es verdaderamente de escándalo. ¿Harán lo conducente para terminar con los abusos y la corrupción? Esperemos que sí. Lo contrario sería dar auge a la corrupción.
Tarjetero
*** En Cacahoatán, las cosas no pintan bien para el alcalde Rolfy Gómez Robledo, quien en la celebración de sus primeros cien días de desaciertos, fue abucheado por la gente, quien le recrimina su falta de inteligencia para trabajar a favor de los cacahoatecos. A tal grado llega la inoperancia de Gómez Robledo que a tan solo cien días de su gobierno, ya “pasea” a quien quiere que sea su sustito dentro de tres años. Y para el colmo, el pobre hombre se deja mangonear por un exalcalde de malos recuerdos, Romeo Ochoa, quien ha impuesto a Rafael Avendaño para que se haga cargo de la construcción de las obras municipales. ¿Negocios particulares? Ni duda cabe que cuando el alcalde peca de ignorante, sus colaboradores hacen de las suyas. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Convertido en "elefante blanco"
el Hospital de Especialidades es
ahora, el centro de un escándalo
de corrupción.
un cubículo apartado y con el pretexto que le haría una mamografía, le hizo despojarse de la ropa y le realizó una “exploración” vaginal. Éste es “licenciado”, no médico, para empezar. Aberraciones inaceptables que al parecer, llegaron a oídos del resto de trabajadores, quienes iniciaron una fuerte campaña de denuncias, sin que nadie les haya hecho caso todavía.
Vinieron las investigaciones y poco a poco, de una denuncia de acoso y abuso laboral, fueron surgiendo pruebas de un escandaloso fraude que involucra no solo al Jefe de Recursos Humanos, sino también a José Luís Peñaloza Santíes, Director General del Centro Regional de Alta Especialidad de Chiapas, cuya actitud frente al escándalo ha sido de displicencia e incluso, de redoble de abusos, llevando una campaña de hostigamiento y persecución dentro de ésa área que ha incluido el secuestro de un empleado de informática y un médico, a quienes acusan de haber filtrado los documentos probatorios del fraude.
De acuerdo al oficio número OIC/000/2008 del 30 de marzo reciente, de la Secretaría de la Función Pública del Gobierno Federal, se detectaron cinco graves anomalías en ese centro de atención especial de la cuáles, según el Estatuto de rigor, deben desprenderse acciones contundentes, como el cese inmediato de los involucrados y desde luego, la acción penal, toda vez que, según se aprecia en el oficio de la SFP, Peñaloza Santíes y los demás involucrados, incurrieron en delitos graves contra el erario público. Las cinco faltas que la SFP detectó son: 1.- Deficiente e inadecuado registro y control de los recursos presupuestales asignados para el ejercicio 2007. 2.- Inadecuado registro y control de las cuentas bancarias. 3.- Inadecuado control y registro de los recursos asignados como fondo rotatorio. 4.- Inadecuado control de ingresos y folios de recibos de pago por servicios proporcionados por los Hospitales de Especialidades Pediátricas y Ciudad Salud y, 5.- Deficiente e inadecuado registro y control de la comprobación de viáticos nacionales.
Desorden y apatía
Las deficiencias en ese centro hospitalario, no paran con las evidencias presentadas por la SFP, derivadas de la auditoría 01/08 con oficio número OIC/028/2008. Una exhaustiva revisión de la anterior requisición de la Secretaría de la Función Pública, revela el desorden imperante y la apatía con que Peñaloza Santíes y sus cuates ha tomado el asunto. Pese a que se ha exigido por diversas vías que se atiendan los requerimientos de rigor, los directivos del nosocomio se han negado sistemáticamente a atender el reclamo federal de aclarar el manejo de los recursos, cuya administración, según se queja la propia SFP, sigue en manos del Instituto de Salud, cuyo titular, parece no haber comprobado en su totalidad la inversión federal. O al menos, es la justificación que ha presentado ante la SFP, reiteradamente, el doctor Peñaloza, principal sospechoso de los malos manejos.
Otra de las deficiencias de una primer auditoría que no ha sido satisfecha por el director de ese centro de especialidades, es la falta de un manual de operación y procedimientos. La falta de éste ha generado una serie de abusos como los que han denunciado los trabajadores. El caso de la menor de edad “auscultada” por un abogado, es la mejor prueba que podemos ver a simple vista. Y si a esto agregamos que Morales Escalante amenaza constantemente a los empleados omitiendo las leyes federales de trabajo, les niega el cambio de adscripción bajo argumentos realmente estúpidos y los obliga a trabajar horas extras sin la correspondiente retribución, tenemos que se debe a la falta de un manual de operación que obligue al sátrapa en mención a respetar los derechos laborales.
Para el colmo, el Jefe de Recursos Humanos ordena trabajos de alto riesgo para los trabajadores, advirtiéndoles de antemano que será “a título personal”, como sustrayendo a los directivos del hospital de la responsabilidad que les corresponde. Y sobre eso, les adeudan salarios. Es como una pequeña dictadura cargada de corrupción y despotismo que las autoridades competentes deben ver cuanto antes, toda vez que se está atentando contra los derechos humanos, en una institución que, por su naturaleza, debe empezar por ser noble con sus propios empleados. ¿Qué está pasando ahí? Sencillo: la corrupción se ha adueñado de la salud de los chiapanecos. Desgraciadamente así. Las pruebas ahí están. El extenso documento de la SFP, es elocuente. Por falta de espacio no podemos ofrecer más detalles, pero la verdad es que el asunto es verdaderamente de escándalo. ¿Harán lo conducente para terminar con los abusos y la corrupción? Esperemos que sí. Lo contrario sería dar auge a la corrupción.
Tarjetero
*** En Cacahoatán, las cosas no pintan bien para el alcalde Rolfy Gómez Robledo, quien en la celebración de sus primeros cien días de desaciertos, fue abucheado por la gente, quien le recrimina su falta de inteligencia para trabajar a favor de los cacahoatecos. A tal grado llega la inoperancia de Gómez Robledo que a tan solo cien días de su gobierno, ya “pasea” a quien quiere que sea su sustito dentro de tres años. Y para el colmo, el pobre hombre se deja mangonear por un exalcalde de malos recuerdos, Romeo Ochoa, quien ha impuesto a Rafael Avendaño para que se haga cargo de la construcción de las obras municipales. ¿Negocios particulares? Ni duda cabe que cuando el alcalde peca de ignorante, sus colaboradores hacen de las suyas. *** Luego nos leemos.
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