Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El expresienciable, ha perdido
el control de sus seguidores,
quienes agreden a todo mundo.
La contienda interna del PRD nos está dando pavorosas lecciones de violencia y salvajismo que nos obliga de nueva cuenta a ver a ése partido como la organización con tintes terroristas e irracionalidad extrema que ha existido en la historia del país. Sí, parece una exageración tildar a los impetuosos perredistas de “terroristas” pero a la luz de los hechos, no podemos negar que con sus actitudes de vandalismo e intimidación, han provocado terror entre una ciudadanía que ha quedado en medio del fuego cruzado entre las hordas de hambrientos de poder que han tocado los extremos de la tolerancia y la civilidad.
No es extraño que en un partido sin una ideología elemental, con una dirigencia torpe y ambigua y un “mesías” intolerante, misógino y pendenciero caiga en ésas prácticas. Pero sí nos preocupa que a ellos, los promotores del divisionismo, la autoridad les permita excesos que ponen en riesgo la seguridad de todos.
Aquí tenemos qué admitir que la expresión de la diputada de ése mismo partido, Beatriz Zavala, dirigida al “líder moral” de las pandillas en que ha derivado el perredismo tienen más que razón. Desafortunadamente, Andrés Manuel López Obrador y su pequeño ejército de revoltosos, han adquirido el papel de “buscapleitos de cantina”, lo que preocupa en extremo puesto que, en aras de defender lo indefendible, podrían caer en actos de barbarie (que ya no les falta mucho para asesinar a sus propios partidarios), lo que nos sometería a una dinámica imparable de violencia política. Parece ser que la frustración y la falta de un proyecto de nación de parte de López Obrador, son elementos de alto riesgo para la estabilidad social de México. Eso no debe permitirse; el cuestionado señor busca a toda costa, convertirse en mártir, solo que él, como todo buen demagogo, busca poner la sangre de los incautos que siguen creyéndole un hombre de bien.
Si entre ellos mismos se somatan, el resto de ciudadanos que no comulgan con él, podrían ser, en cualquier momento, víctimas inocentes de ésa irracional y torpe violencia. Urge entonces, que la sociedad se prepare para soportar más actos de salvajismo partidista pero más, que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y hagan prevalecer las leyes vigentes en el país, como medida adicional para inhibir cualquier intento de arrastrar a la nación a un baño de sangre innecesario. Es inadmisible que una tribu de politiqueros sin escrúpulos, busque el poder mediante prácticas estúpidas que solo desdibujan cualquier intento de civilidad.
Cancún, el paraíso de los malos
Gregorio Sánchez Martínez, alcalde electo de Cancún era, hasta hace poco, un funcionario de ínfima categoría de la Secretaría de Gobernación, concretamente, en el área de Migración, que fue donde logró hacer buenas migas con los hermanos de Pablo Abner Salazar, a la sazón, sospechosos de traficar con centroamericanos hacia el centro y norte del país. Eran los tiempos de gloria del exdictador y por tanto, sus consanguíneos gozaban de protección e impunidad. Auto desterrado de Chiapas ante el insistente reclamo de los chiapanecos, el tiranito se fue a refugiar a Monterrey y no salió de su madriguera hasta que su prestanombres en Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, ganó de manera sospechosa las elecciones locales. Fue entonces cuando reapareció Pablo Abner, ya como “asesor” de Gregorio, ya como encargado de la transición. Los negocios del exdictador empezaban a menguar. Se hacía urgente la recuperación y nada mejor que insertarse en la vida política y social de aquella ciudad que ya en otras ocasiones había acogido a otros personajes de mala reputación, como el tristemente célebre Uriel Jarquín, sospechoso de estar involucrado indirectamente en la matanza de Acteal.
El mismo Gregorio había contratado los servicios de policías corruptos en otras entidades de la república, especialmente relacionados con el tráfico de drogas, según los diarios de aquella región. No era de extrañar, entonces, que Pablo encajara en los planes del alcalde electo. Algunas versiones provenientes de aquel paraíso también hablan de las negociaciones del exdictador para adquirir la franquicia del club Atlante…Y quién mejor que Gregorio para extender sus ambiciones de poder económico, un poder que antes de acceder a la gubernatura de Chiapas, no tenía. ¿Quién de los cafeteros de “Los Paraguas” y otras cafeterías de Tuxtla no recuerdan a Pablo pidiendo para la combi antes de ser secretario de gobierno y luego senador y después gobernador? Las historias se juntan: Gregorio fue vendedor de chicles en Pijijiapan y Comitán.
Hoy, Pablo y Gregorio son dos prominentes “empresarios”, millonetas que han llenado sus arcas personales con dinero público, especialmente con dinero que era para los damnificados por el huracán “Stan”. Y mientras los dos hacen planes para extender sus millones, nadie, absolutamente nadie hace algo para traer a las víctimas del sátrapa en cuestión, la pizca de justicia que exigen para, por lo menos, paliar su crítica situación de pobreza y marginación en que quedaron. ¿Es, acaso, México, el país de la impunidad?
Tarjetero
*** Julio Moreno Hernández, funcionario de la Secretaría de Educación con cargo de director y una señora de apellido Santiago, también funcionaria de esa dependencia, no han tenido empacho en autoadjudicarse hasta 40 horas de interinatos, aún cuando desde siempre, hay cientos de maestros esperando una oportunidad. El abuso de éstos funcionarios sinvergüenzas, es deplorable, pues no se vale que, aprovechando el cargo que tienen, tomen para sí lo que pertenece a otros. Veremos si las autoridades educativas hacen algo al respecto o se hacen de la vista gorda. *** A raíz de la denuncia pública contra Sergio Becerra, empleadillo de pacotilla del Ayuntamiento tuxtleco, muchos han sido los correos corroborando el mal proceder de éste sujeto, quien ha tenido el descaro de burlarse de la falta de carácter del alcalde para frenarlo. Y es que Jaime Valls, la verdad, no tiene control de sus muchachitos, quienes hacen lo que les viene en gana. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El expresienciable, ha perdido
el control de sus seguidores,
quienes agreden a todo mundo.

No es extraño que en un partido sin una ideología elemental, con una dirigencia torpe y ambigua y un “mesías” intolerante, misógino y pendenciero caiga en ésas prácticas. Pero sí nos preocupa que a ellos, los promotores del divisionismo, la autoridad les permita excesos que ponen en riesgo la seguridad de todos.
Aquí tenemos qué admitir que la expresión de la diputada de ése mismo partido, Beatriz Zavala, dirigida al “líder moral” de las pandillas en que ha derivado el perredismo tienen más que razón. Desafortunadamente, Andrés Manuel López Obrador y su pequeño ejército de revoltosos, han adquirido el papel de “buscapleitos de cantina”, lo que preocupa en extremo puesto que, en aras de defender lo indefendible, podrían caer en actos de barbarie (que ya no les falta mucho para asesinar a sus propios partidarios), lo que nos sometería a una dinámica imparable de violencia política. Parece ser que la frustración y la falta de un proyecto de nación de parte de López Obrador, son elementos de alto riesgo para la estabilidad social de México. Eso no debe permitirse; el cuestionado señor busca a toda costa, convertirse en mártir, solo que él, como todo buen demagogo, busca poner la sangre de los incautos que siguen creyéndole un hombre de bien.
Si entre ellos mismos se somatan, el resto de ciudadanos que no comulgan con él, podrían ser, en cualquier momento, víctimas inocentes de ésa irracional y torpe violencia. Urge entonces, que la sociedad se prepare para soportar más actos de salvajismo partidista pero más, que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y hagan prevalecer las leyes vigentes en el país, como medida adicional para inhibir cualquier intento de arrastrar a la nación a un baño de sangre innecesario. Es inadmisible que una tribu de politiqueros sin escrúpulos, busque el poder mediante prácticas estúpidas que solo desdibujan cualquier intento de civilidad.
Cancún, el paraíso de los malos
Gregorio Sánchez Martínez, alcalde electo de Cancún era, hasta hace poco, un funcionario de ínfima categoría de la Secretaría de Gobernación, concretamente, en el área de Migración, que fue donde logró hacer buenas migas con los hermanos de Pablo Abner Salazar, a la sazón, sospechosos de traficar con centroamericanos hacia el centro y norte del país. Eran los tiempos de gloria del exdictador y por tanto, sus consanguíneos gozaban de protección e impunidad. Auto desterrado de Chiapas ante el insistente reclamo de los chiapanecos, el tiranito se fue a refugiar a Monterrey y no salió de su madriguera hasta que su prestanombres en Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, ganó de manera sospechosa las elecciones locales. Fue entonces cuando reapareció Pablo Abner, ya como “asesor” de Gregorio, ya como encargado de la transición. Los negocios del exdictador empezaban a menguar. Se hacía urgente la recuperación y nada mejor que insertarse en la vida política y social de aquella ciudad que ya en otras ocasiones había acogido a otros personajes de mala reputación, como el tristemente célebre Uriel Jarquín, sospechoso de estar involucrado indirectamente en la matanza de Acteal.
El mismo Gregorio había contratado los servicios de policías corruptos en otras entidades de la república, especialmente relacionados con el tráfico de drogas, según los diarios de aquella región. No era de extrañar, entonces, que Pablo encajara en los planes del alcalde electo. Algunas versiones provenientes de aquel paraíso también hablan de las negociaciones del exdictador para adquirir la franquicia del club Atlante…Y quién mejor que Gregorio para extender sus ambiciones de poder económico, un poder que antes de acceder a la gubernatura de Chiapas, no tenía. ¿Quién de los cafeteros de “Los Paraguas” y otras cafeterías de Tuxtla no recuerdan a Pablo pidiendo para la combi antes de ser secretario de gobierno y luego senador y después gobernador? Las historias se juntan: Gregorio fue vendedor de chicles en Pijijiapan y Comitán.
Hoy, Pablo y Gregorio son dos prominentes “empresarios”, millonetas que han llenado sus arcas personales con dinero público, especialmente con dinero que era para los damnificados por el huracán “Stan”. Y mientras los dos hacen planes para extender sus millones, nadie, absolutamente nadie hace algo para traer a las víctimas del sátrapa en cuestión, la pizca de justicia que exigen para, por lo menos, paliar su crítica situación de pobreza y marginación en que quedaron. ¿Es, acaso, México, el país de la impunidad?
Tarjetero
*** Julio Moreno Hernández, funcionario de la Secretaría de Educación con cargo de director y una señora de apellido Santiago, también funcionaria de esa dependencia, no han tenido empacho en autoadjudicarse hasta 40 horas de interinatos, aún cuando desde siempre, hay cientos de maestros esperando una oportunidad. El abuso de éstos funcionarios sinvergüenzas, es deplorable, pues no se vale que, aprovechando el cargo que tienen, tomen para sí lo que pertenece a otros. Veremos si las autoridades educativas hacen algo al respecto o se hacen de la vista gorda. *** A raíz de la denuncia pública contra Sergio Becerra, empleadillo de pacotilla del Ayuntamiento tuxtleco, muchos han sido los correos corroborando el mal proceder de éste sujeto, quien ha tenido el descaro de burlarse de la falta de carácter del alcalde para frenarlo. Y es que Jaime Valls, la verdad, no tiene control de sus muchachitos, quienes hacen lo que les viene en gana. *** Luego nos leemos.
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