Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El dirigente panista, sin
argumentos, insulta a
sus correligionarios.
¿Cómo creer en un dirigente partidista cuya moralidad está por debajo de su propia capacidad de entendimiento? ¿Cómo catalogar a un “líder” que se enfrasca en líos pueblerinos aún cuando su “estatura” debe estar al alcance de los grandes intereses de la Nación? Increíble, pero resulta que el todavía presidente del Partido Acción Nacional, Manuel Espino, perdió la dimensión de su cargo y se dedicó a buscar migajas en los congreso de los estados, poniendo, quitando, imponiendo y armando bancadas a su gusto, sin tomar, desde luego, en cuenta la opinión de los panistas de abolengo o por lo menos, de los militantes convencidos.
Pasó en Chiapas, de donde curiosamente, el dirigente nacional panista casi no salía, ya por intereses económicos, ya por otras cuestiones que tienen qué ver con su vida privada.
Dos documentos internos de ese partido, desnuda por completo al azaroso dirigente, cuya reacción primera fue la de llamar por teléfono a quienes le acusaron de pervertir el asunto de las diputaciones plurinominales para –sí así como lo va a leer– mentarles la madre y mostrar su asqueroso repertorio de groserías, asunto que lo pone como un verdadero patán, muy pero muy acorde con el coloquial lenguaje de su protector, el expresidente Vicente Fox.
Tras recriminarle su ignominiosa intervención en las elecciones para gobernador (según esto, Espino mismo forzó al candidato del PAN a declinar a favor del aspirante priísta y luego intentó expulsarlo del partido bajo la acusación de “traición”) le encaran por las imposiciones en el Congreso del Estado. “… en la posición número 2 de la lista plurinominal, se nos impuso al señor Carlos Pedrero, desconocido para la militancia, pues ni siquiera militante y creo que ni adherente es”, le impreca en un primer documento el líder moral de los panistas, Valdemar Rojas López, quien posterior a ese documento, recibió llamadas amenazantes del propio Espino. Luego, le acusa de haber intentado imponer a Pedrero como candidato a la alcaldía, cuando Espino vio que César Serrano empezaba a tomar fuerza como candidato oficial de ese partido.
En otro documento, firmado por varios panistas, exigen a su dirigente nacional sacar las manos de las decisiones estatales y le acusan de “promover el sometimiento institucional para favorecer sus propios intereses, sin reconocer que la militancia panista de Chiapas, tiene su propia identidad y cuenta con la fuerza necesaria para representarse a sí misma”. En ambos documentos, los panistas se pronuncian en contra de las imposiciones, tanto de Pedrero como de Emilio Salazar y le piden “congruencia con la doctrina del partido”, misma que “ha sido pisoteada por intereses mezquinos de un grupo de extraños al panismo que llegaron por componendas superiores que no hemos compartido ni avalado en ningún momento”.
Amenazas y ¿negocios?
A la exigencia de los panistas, Manuel Espino reaccionó con extremada ira; “¡eres un pendejo!”, gritó al primero que llamó desde la ciudad de México para recriminarle su postura. Era el doctor Valdemar Rojas López, quien tampoco se quedó con el epíteto lanzado por el hijo putativo de la mujercita de Vicente Fox. Y así vinieron otras llamadas, cargadas de amenazas e injurias que pusieron al descubierto la precaria educación del dirigente del partido en el poder. Luego vino el recule de sus insultos y envió una carta en la que no se disculpa por sus escupitajos, pero trata de deslindarse de los negocios que pudo establecer al imponer como diputados plurinominales a personajes que nunca han pertenecido al PAN chiapaneco. En descargo propio Espino explica que la imposición de diputados plurinominales se debió a que “la caballada estaba flaca” (sic) y cita al presidente Calderón en el sentido que éste habría pedido “renovar los cuadros del partido con las y los mejores mexicanos”.
Sin embargo, para los panistas locales, no hubo ni renovación ni hay nuevos cuadros. Basta ver la recién elegida dirigencia municipal panista para darse cuenta que la crisis de ese partido, generada por imposiciones y decisiones insensatas y vulnerables, va en aumento, sin que los “nuevos cuadros” hayan intentado intervenir para dar aire de boca a boca a una institución que a nivel nacional, fue utilizada para esconder las perversiones y ambiciones de la expareja presidencial que hasta hoy, sigue bajo sospecha por los actos de corrupción en que incurrieron. Y si el mismo dirigente recurre a las amenazas y las presiones para desdibujar las dudas respecto a las ganancias que pudo haber obtenido en la designación de los ahora diputados plurinominales, ¿qué se puede esperar de militantes de baja estatura moral? La respuesta está en los deplorables resultados de la gestión del dirigente estatal, Víctor Méndez, quien en sí, solo ha sido una especie de caporal sin látigo de un dirigente nacional que, por lo que entendemos entre líneas de los documentos en mención, hizo muy buenos negocios con sus imposiciones, lo que reafirma la creencia en el sentido que el grupo de Fox, no dejó santo parado en su ambiciosa carrera que al final, ni ha sido democrática ni libre de corrupción. ¿Tiene entonces, el señor Espino, elementos contundentes que prueben lo contrario de lo que sus propios correligionarios le endilgan?
Tarjetero
*** Que en la famosa “Ciudad Salud” de Tapachula, hay tantas anomalías que dejó la dictadura, que una sola empresa privada, cobra tantas veces más que lo que se pagaría en sueldos de personal propio. Ahí urge una investigación a fondo para saber cuáles son las empresas y quiénes son sus dueños. Porque se afirma que una de éstas, es propiedad de uno de los hermanos de Pablo Salazar que por cierto, es dueño de varias constructoras, listas para la obra pública que se asoma. *** Para la familia del colega Oscar García de la Cruz, nuestro abrazo solidario por la lamentable muerte de nuestro compañero. Descanse en paz. *** Sobre el caso de la detención de la señora Rubín en San Cristóbal, ayer hubo un vuelco impresionante y doloroso para tres niños que son las verdaderas víctimas de ese lío de intereses y venganzas. Ya tendremos más del asunto. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El dirigente panista, sin
argumentos, insulta a
sus correligionarios.
¿Cómo creer en un dirigente partidista cuya moralidad está por debajo de su propia capacidad de entendimiento? ¿Cómo catalogar a un “líder” que se enfrasca en líos pueblerinos aún cuando su “estatura” debe estar al alcance de los grandes intereses de la Nación? Increíble, pero resulta que el todavía presidente del Partido Acción Nacional, Manuel Espino, perdió la dimensión de su cargo y se dedicó a buscar migajas en los congreso de los estados, poniendo, quitando, imponiendo y armando bancadas a su gusto, sin tomar, desde luego, en cuenta la opinión de los panistas de abolengo o por lo menos, de los militantes convencidos.
Pasó en Chiapas, de donde curiosamente, el dirigente nacional panista casi no salía, ya por intereses económicos, ya por otras cuestiones que tienen qué ver con su vida privada.
Dos documentos internos de ese partido, desnuda por completo al azaroso dirigente, cuya reacción primera fue la de llamar por teléfono a quienes le acusaron de pervertir el asunto de las diputaciones plurinominales para –sí así como lo va a leer– mentarles la madre y mostrar su asqueroso repertorio de groserías, asunto que lo pone como un verdadero patán, muy pero muy acorde con el coloquial lenguaje de su protector, el expresidente Vicente Fox.
Tras recriminarle su ignominiosa intervención en las elecciones para gobernador (según esto, Espino mismo forzó al candidato del PAN a declinar a favor del aspirante priísta y luego intentó expulsarlo del partido bajo la acusación de “traición”) le encaran por las imposiciones en el Congreso del Estado. “… en la posición número 2 de la lista plurinominal, se nos impuso al señor Carlos Pedrero, desconocido para la militancia, pues ni siquiera militante y creo que ni adherente es”, le impreca en un primer documento el líder moral de los panistas, Valdemar Rojas López, quien posterior a ese documento, recibió llamadas amenazantes del propio Espino. Luego, le acusa de haber intentado imponer a Pedrero como candidato a la alcaldía, cuando Espino vio que César Serrano empezaba a tomar fuerza como candidato oficial de ese partido.
En otro documento, firmado por varios panistas, exigen a su dirigente nacional sacar las manos de las decisiones estatales y le acusan de “promover el sometimiento institucional para favorecer sus propios intereses, sin reconocer que la militancia panista de Chiapas, tiene su propia identidad y cuenta con la fuerza necesaria para representarse a sí misma”. En ambos documentos, los panistas se pronuncian en contra de las imposiciones, tanto de Pedrero como de Emilio Salazar y le piden “congruencia con la doctrina del partido”, misma que “ha sido pisoteada por intereses mezquinos de un grupo de extraños al panismo que llegaron por componendas superiores que no hemos compartido ni avalado en ningún momento”.
Amenazas y ¿negocios?
A la exigencia de los panistas, Manuel Espino reaccionó con extremada ira; “¡eres un pendejo!”, gritó al primero que llamó desde la ciudad de México para recriminarle su postura. Era el doctor Valdemar Rojas López, quien tampoco se quedó con el epíteto lanzado por el hijo putativo de la mujercita de Vicente Fox. Y así vinieron otras llamadas, cargadas de amenazas e injurias que pusieron al descubierto la precaria educación del dirigente del partido en el poder. Luego vino el recule de sus insultos y envió una carta en la que no se disculpa por sus escupitajos, pero trata de deslindarse de los negocios que pudo establecer al imponer como diputados plurinominales a personajes que nunca han pertenecido al PAN chiapaneco. En descargo propio Espino explica que la imposición de diputados plurinominales se debió a que “la caballada estaba flaca” (sic) y cita al presidente Calderón en el sentido que éste habría pedido “renovar los cuadros del partido con las y los mejores mexicanos”.
Sin embargo, para los panistas locales, no hubo ni renovación ni hay nuevos cuadros. Basta ver la recién elegida dirigencia municipal panista para darse cuenta que la crisis de ese partido, generada por imposiciones y decisiones insensatas y vulnerables, va en aumento, sin que los “nuevos cuadros” hayan intentado intervenir para dar aire de boca a boca a una institución que a nivel nacional, fue utilizada para esconder las perversiones y ambiciones de la expareja presidencial que hasta hoy, sigue bajo sospecha por los actos de corrupción en que incurrieron. Y si el mismo dirigente recurre a las amenazas y las presiones para desdibujar las dudas respecto a las ganancias que pudo haber obtenido en la designación de los ahora diputados plurinominales, ¿qué se puede esperar de militantes de baja estatura moral? La respuesta está en los deplorables resultados de la gestión del dirigente estatal, Víctor Méndez, quien en sí, solo ha sido una especie de caporal sin látigo de un dirigente nacional que, por lo que entendemos entre líneas de los documentos en mención, hizo muy buenos negocios con sus imposiciones, lo que reafirma la creencia en el sentido que el grupo de Fox, no dejó santo parado en su ambiciosa carrera que al final, ni ha sido democrática ni libre de corrupción. ¿Tiene entonces, el señor Espino, elementos contundentes que prueben lo contrario de lo que sus propios correligionarios le endilgan?
Tarjetero
*** Que en la famosa “Ciudad Salud” de Tapachula, hay tantas anomalías que dejó la dictadura, que una sola empresa privada, cobra tantas veces más que lo que se pagaría en sueldos de personal propio. Ahí urge una investigación a fondo para saber cuáles son las empresas y quiénes son sus dueños. Porque se afirma que una de éstas, es propiedad de uno de los hermanos de Pablo Salazar que por cierto, es dueño de varias constructoras, listas para la obra pública que se asoma. *** Para la familia del colega Oscar García de la Cruz, nuestro abrazo solidario por la lamentable muerte de nuestro compañero. Descanse en paz. *** Sobre el caso de la detención de la señora Rubín en San Cristóbal, ayer hubo un vuelco impresionante y doloroso para tres niños que son las verdaderas víctimas de ese lío de intereses y venganzas. Ya tendremos más del asunto. *** Luego nos leemos.
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