Fichero Político
AngelMario Ksheratto
El exsecretario de gobierno de la
dictadura, mantiene su ambición
de gobernar a los chiapanecos.
Tras el fracaso de la planilla “Verde”, mediante la cual Zavaleta pretendía perpetuarse en el magro poder sindical de la sección 50, éste optó por “poner a las órdenes” del pablismo a la planilla “Azul”, cuyo candidato, Winston Lizardi, no dudó en recibir todo el apoyo del senadorcete perredista Rubén Velásquez, quien a su vez, instruyó a sus esbirros dentro de la Secretaría de Gobierno para que operasen a favor de ese grupo predictadura.
La historia de vendettas y corrupción al interior de ese sindicato, es larga y vergonzante; desde triquiñuelas entre el afamado doctor Zavaleta y el mismo Pablo Salazar para simular enconos, hasta negocios sucios que tienen qué ver con el desperdicio de toneladas de medicina y adquisición de material médico inservible, pasando por abusos en contra de la base trabajadora a quienes, tanto Zavaleta como el mismo Lizardi, han ido cerrando el paso para que sus demandas no prosperen como es debido.
Con ese historial, el alicaído dirigente de la sección 50 pretende imponer, con la ayuda de algunos funcionarios pablistas insertos en a administración sabinista, a Lizardi, quien no ha tenido empacho en reconocer el respaldo de Rubén Velásquez de quien recibe, trascendió, recursos financieros para costear su campaña en la que se moviliza en un autobús rentado en poco más de 100 mil pesos quincenales. Los gastos de la movilización del rubenista-pablista, según se supo, en algunas ocasiones son gestionados por Daniel Gamboa, funcionario de quinta en el Ayuntamiento capitalino y Salvador García Gálvez, empleado de tercera de la Secretaría de Gobierno, por cierto, primo hermano de Winston, con quien se reúne periódicamente para intercambiar puntos de vista que les hace llegar el senadorcete de los grandes bigotes derrotados por “un niño”.
Los de la planilla “Azul” no han reparado en discursos y amenazas contra los empleados del sector Salud para salirse con la suya. Aunque el titular de esa dependencia, el doctor Castellanos, ha dicho que no meterá las manos en la elección del nuevo dirigente sindical, los discursos oficiales de algunos funcionarios de esa secretaría han sido dirigidos especialmente para alentar la candidatura de Lizardi o por lo menos, es a lo que se apega el neopablista aspirante, quien ha retomado el ofrecimiento del Secretario de Salud en el sentido de abrir 6 mil 280 plazas nuevas como arma para atraer votos… O para amenazar con despidos masivos si no le otorgan el sufragio. Pero si el asunto de las plazas –que durante el mandato de Zavaleta quedaron en manos de amigos, familiares y compadres de éste– ya era un mensaje claro para que los trabajadores voten por Lizardi, el ofrecimiento de donar seis hectáreas para la construcción del edificio de ese conglomerado, no dejó lugar a las dudas respecto al apoyo incondicional de los pablistas al candidato de Rubén Velásquez. Con ese panorama, las elecciones de éste jueves al interior de la sección 50, toman cada vez más, un sesgo de alto riesgo para la estabilidad social de la Secretaría de Salud, toda vez que con un sindicato en manos de Rubén Veláquez, lo que se pretende es utilizarlo como grupo de choque en el proceso interno del PRD, ya otro de apellido Gamboa pretende el liderazgo de ese partido para fortalecer al pablismo pero especialmente, a Rubén Velásquez, a quien en privado, sus seguidores ya le dicen “señor gobernador”. ¿Sabrá el gobernador Sabines que sus mismos colaboradores le están haciendo de chivo los tamales? ¿Está enterado que desde el interior le están jugando sucio?
Escándalo oficial
Las quejas y denuncias en contra del secretario de Seguridad Pública, Daniel Roque Figueroa, se dan por montones. Malos tratos, abuso de autoridad, horarios de trabajo contrarios a lo que establece la Ley Federal del Trabajo y cientos de quejas más que desnudan la falta de sensibilidad, profesionalismo y capacidad de éste para cumplir con la tarea que le fue asignada. Y si a lo anterior le agregamos los escándalos que arma cada vez que se le pasan las copas, el asunto va más allá del simplismo con que pudiera verse la actitud de un funcionario con la responsabilidad que Roque tiene. Según fuentes confiables de esa dependencia, el pasado fin de semana, Roque Figueroa se presentó a sus oficinas en completo estado de ebriedad, provocando un escándalo de vergüenza.
Cuentan nuestras fuentes que el funcionario amenazó, incluso de muerte, a algunos oficiales y empleados que trataron de contener su rabieta producida por el exceso de alcohol. Esto es grave. Sumamente grave. ¿Cómo es posible que la seguridad de los chiapanecos esté en manos de un lépero borrachín de esa calaña? ¿Dónde está la responsabilidad civil, social y política de un hombre que debe –por ley– asegurar los bienes de la ciudadanía pero que en la práctica vulnera todos los principios éticos? Nadie estaría en contra que el señor secretario de Seguridad Pública se tome sus traguitos. Es su derecho (aunque durante el pabliato se volvió evangélico para quedar bien con sus superiores) pero no posee el de poner en riesgo la integridad física y moral de sus subordinados y menos, mucho menos, que altere la tranquilidad de los chiapanecos con ese tipo de acciones. Lo que preocupa es que, según cuentan quienes le vieron en esas condiciones, Roque Figueroa aseguró que del cargo, nadie lo va a quitar, toda vez que su auténtico jefe es Pablo Salazar y, dicen que dijo, sólo él lo puede correr del cargo. Cosas de bolos, de acuerdo, pero que no dejan de preocupar y más cuando es el jefe de la policía. Dios nos libre de un funcionario de esa naturaleza.
Tarjetero
*** Doña Elba Esther Gordillo dijo ayer que no es un ángel. Qué bueno que lo aclaró. Si así fueran los ángeles, preferiría ir al infierno. Estarían, de plano, muy feos y lo peor, harían su sindicato. Y de que no ha robado… Pues sus lujosas residencias hablan más de la cuenta. *** Para Angel Josué –mi hijo– y doña Flor Rojas, que ayer cumplieron años, el mejor de los deseos porque sigan dándonos la alegría de compartir la vida. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
AngelMario Ksheratto
El exsecretario de gobierno de la
dictadura, mantiene su ambición
de gobernar a los chiapanecos.

La historia de vendettas y corrupción al interior de ese sindicato, es larga y vergonzante; desde triquiñuelas entre el afamado doctor Zavaleta y el mismo Pablo Salazar para simular enconos, hasta negocios sucios que tienen qué ver con el desperdicio de toneladas de medicina y adquisición de material médico inservible, pasando por abusos en contra de la base trabajadora a quienes, tanto Zavaleta como el mismo Lizardi, han ido cerrando el paso para que sus demandas no prosperen como es debido.
Con ese historial, el alicaído dirigente de la sección 50 pretende imponer, con la ayuda de algunos funcionarios pablistas insertos en a administración sabinista, a Lizardi, quien no ha tenido empacho en reconocer el respaldo de Rubén Velásquez de quien recibe, trascendió, recursos financieros para costear su campaña en la que se moviliza en un autobús rentado en poco más de 100 mil pesos quincenales. Los gastos de la movilización del rubenista-pablista, según se supo, en algunas ocasiones son gestionados por Daniel Gamboa, funcionario de quinta en el Ayuntamiento capitalino y Salvador García Gálvez, empleado de tercera de la Secretaría de Gobierno, por cierto, primo hermano de Winston, con quien se reúne periódicamente para intercambiar puntos de vista que les hace llegar el senadorcete de los grandes bigotes derrotados por “un niño”.
Los de la planilla “Azul” no han reparado en discursos y amenazas contra los empleados del sector Salud para salirse con la suya. Aunque el titular de esa dependencia, el doctor Castellanos, ha dicho que no meterá las manos en la elección del nuevo dirigente sindical, los discursos oficiales de algunos funcionarios de esa secretaría han sido dirigidos especialmente para alentar la candidatura de Lizardi o por lo menos, es a lo que se apega el neopablista aspirante, quien ha retomado el ofrecimiento del Secretario de Salud en el sentido de abrir 6 mil 280 plazas nuevas como arma para atraer votos… O para amenazar con despidos masivos si no le otorgan el sufragio. Pero si el asunto de las plazas –que durante el mandato de Zavaleta quedaron en manos de amigos, familiares y compadres de éste– ya era un mensaje claro para que los trabajadores voten por Lizardi, el ofrecimiento de donar seis hectáreas para la construcción del edificio de ese conglomerado, no dejó lugar a las dudas respecto al apoyo incondicional de los pablistas al candidato de Rubén Velásquez. Con ese panorama, las elecciones de éste jueves al interior de la sección 50, toman cada vez más, un sesgo de alto riesgo para la estabilidad social de la Secretaría de Salud, toda vez que con un sindicato en manos de Rubén Veláquez, lo que se pretende es utilizarlo como grupo de choque en el proceso interno del PRD, ya otro de apellido Gamboa pretende el liderazgo de ese partido para fortalecer al pablismo pero especialmente, a Rubén Velásquez, a quien en privado, sus seguidores ya le dicen “señor gobernador”. ¿Sabrá el gobernador Sabines que sus mismos colaboradores le están haciendo de chivo los tamales? ¿Está enterado que desde el interior le están jugando sucio?
Escándalo oficial
Las quejas y denuncias en contra del secretario de Seguridad Pública, Daniel Roque Figueroa, se dan por montones. Malos tratos, abuso de autoridad, horarios de trabajo contrarios a lo que establece la Ley Federal del Trabajo y cientos de quejas más que desnudan la falta de sensibilidad, profesionalismo y capacidad de éste para cumplir con la tarea que le fue asignada. Y si a lo anterior le agregamos los escándalos que arma cada vez que se le pasan las copas, el asunto va más allá del simplismo con que pudiera verse la actitud de un funcionario con la responsabilidad que Roque tiene. Según fuentes confiables de esa dependencia, el pasado fin de semana, Roque Figueroa se presentó a sus oficinas en completo estado de ebriedad, provocando un escándalo de vergüenza.
Cuentan nuestras fuentes que el funcionario amenazó, incluso de muerte, a algunos oficiales y empleados que trataron de contener su rabieta producida por el exceso de alcohol. Esto es grave. Sumamente grave. ¿Cómo es posible que la seguridad de los chiapanecos esté en manos de un lépero borrachín de esa calaña? ¿Dónde está la responsabilidad civil, social y política de un hombre que debe –por ley– asegurar los bienes de la ciudadanía pero que en la práctica vulnera todos los principios éticos? Nadie estaría en contra que el señor secretario de Seguridad Pública se tome sus traguitos. Es su derecho (aunque durante el pabliato se volvió evangélico para quedar bien con sus superiores) pero no posee el de poner en riesgo la integridad física y moral de sus subordinados y menos, mucho menos, que altere la tranquilidad de los chiapanecos con ese tipo de acciones. Lo que preocupa es que, según cuentan quienes le vieron en esas condiciones, Roque Figueroa aseguró que del cargo, nadie lo va a quitar, toda vez que su auténtico jefe es Pablo Salazar y, dicen que dijo, sólo él lo puede correr del cargo. Cosas de bolos, de acuerdo, pero que no dejan de preocupar y más cuando es el jefe de la policía. Dios nos libre de un funcionario de esa naturaleza.
Tarjetero
*** Doña Elba Esther Gordillo dijo ayer que no es un ángel. Qué bueno que lo aclaró. Si así fueran los ángeles, preferiría ir al infierno. Estarían, de plano, muy feos y lo peor, harían su sindicato. Y de que no ha robado… Pues sus lujosas residencias hablan más de la cuenta. *** Para Angel Josué –mi hijo– y doña Flor Rojas, que ayer cumplieron años, el mejor de los deseos porque sigan dándonos la alegría de compartir la vida. *** Luego nos leemos.
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