Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Los panistas se oponen a
las investigaciones contra
Vicente Fox.
“Muy estimados hermanos, hermanas y servidores de la Iglesia de diferentes comunidades y municipios. Les mando un saludo cariñosamente, que se encuentren bien de salud con sus familias. Hoy martes 13 de noviembre del 2007 cumple un año, o el primer aniversario, para nuestros hermanos de la comunidad Velasco Suárez Viejo, municipio de Ocosingo. Cuando en la madrugada el día 13 de noviembre del año 2006 un grupo de comuneros, Nueva Palestina, Frontera Corozal y Lacanja Chanzayab, entran a la comunidad Velasco Suárez Viejo, con armas de fuego, machetes y palos para desalojar a los que viven ahí.
Dejando como resultado muertos y desaparecidos, pero vemos que el gobierno federal y estatal hasta ahora no nos ha hecho justicia. La sangre y el dolor de nuestros hermanos se ha difundido nacional e internacional, porque lo tenemos en nuestros corazones, yo también manifiesto mi inconformidad por ir a auxiliar a las personas, el gobierno me tiene injustamente, inocente en la cárcel, mi familia y mis hijos están sufriendo porque lo tengo abandonada. Mi cuerpo lo tienen encerrado pero mi espíritu está libre. Dios está con nosotros los pobres, tarde o temprano El me librará de esta prisión. Es todo lo que les digo. Animo compañeros. La unión hace la fuerza. Atentamente: Diego Arccos Meneses”
Lo anterior es una carta de Diego Arcos Meneses, una de las últimas víctimas de la tiranía salazarista, acusado sin fundamento de haber participado en una de las tantas matanzas de indígenas que durante ese sexenio se llevaron a cabo en Chiapas. No es de extrañar que Arcos Meneses siga en prisión; muchos, miles de ciudadanos inocentes permanecen bajo condiciones inhumanas en las cárceles, padeciendo los estragos de una dictadura soez y prepotente que no pudo, jamás, articular una sola acción de nobleza hacia los gobernados. Durante el desgobierno de Pablo Abner Salazar, las masacres eran recurrentes, especialmente en comunidades que se oponían abierta o discretamente a su forma de gobernar. De ello, muy poco se ocuparon entonces los organismos encargados de velar por los derechos de los indígenas. Aún el EZLN guardó silencio ante las embestidas brutales de las fuerzas del orden. Inentendible, desde luego, puesto que no hay una sola razón justificada para ello.
Según el testimonio de Diego Arcos, su delito fue haber sido uno de los primeros en llegar al lugar de la masacre a prestar auxilio a los heridos; un día después le detuvieron bajo los cargos de asesinato, sin que hasta hoy le hayan probado uno solo. Era práctica cotidiana de entonces inventar delitos a los opositores del régimen o a cualquiera que se interpusiera en los afanes de saqueo de las autoridades en turno. ¿A cuántos hombres y mujeres honrados conocí en la cárcel que no habían cometido una sola falta pero que tenían posesiones valiosas que ya les habían requisado oficialmente y que hasta el sol de hoy no les han sido devueltas?
Amnistía Internacional desoída
Uno de los organismos de mayor credibilidad en el mundo entero en casos de violaciones a los derechos humanos, es sin duda, Amnistía Internacional. Dicho organismo, antes de intervenir en un asunto, hace sus propias investigaciones y emite su opinión al respecto, basada en pruebas reales. En el caso de Arcos Meneses, AI ha dicho con entera claridad que no existen evidencias suficientes y fidedignas que prueben que éste participó en esa masacre y más aún, hace una revelación que públicamente no se sabía del proceso en contra de uno de los últimos presos políticos de aquella brutal dictadura: “Las autoridades estatales deberían cumplir con el amparo concedido a su favor por la justicia federal y ordenar su pronta liberación. La sentencia federal determinó que la evidencia presentada por el ministerio público y aceptada por el juez estatal en el auto de formal prisión no demostró su participación en el homicidio calificado que se le imputa.” Grave, muy grave que, habiendo un amparo federal de por medio, el Ministerio Público, en este caso, el Ministerio de Justicia, persista en su intención de mantener, no solo injustamente sino ahora, ilegalmente, a un hombre en la cárcel, porque así fue, en su momento, el deseo expreso del gorila que montó su propia dictadura en Chiapas.
Amnistía Internacional define la ilegal retención de Arcos Meneses como una “motivación política”, lo cual es, desde le punto de vista que le queramos ver, es absolutamente cierto, puesto que nadie que haya sido amparado por la justicia federal debe permanecer en la cárcel, a no ser que, en el perverso afán de mantenerle ahí, le hayan inventado otros delitos. Así sucedió con todos los presos políticos del desgobierno salazarista. No nos sorprendería que ello esté sucediendo con el señor Arcos. Es vergonzante que a nivel internacional, Chiapas esté quedando mal en materia de derechos humanos y administración adecuada de la justicia. Ahí urge un ordenamiento contundente para que el Ministerio de Justicia se apegue a lo que estrictamente está dictado en las leyes y deje de ser el instrumento del exdictador para mantener injustamente, no solo a Arcos Meneses en la cárcel, sino a cientos de ciudadanos más que fueron encarcelados ilegalmente. Es también menester que el encargado de esa cartera, entienda de una vez por todas que el gobernador es Juan Sabines y no Pablo Salazar; debe saber que los tiempos de prepotencia y abuso, han quedado atrás y que el actual, es un gobierno que trata de acercarse a los principios reales de la democracia y el respeto pleno a los derechos humanos. Quien manda en Chiapas, es Sabines, no Salazar. ¿Está claro? En cuanto a Diego Arcos, esperamos su pronta liberación para que de nuevo, esté con su familia.
Tarjetero
*** Que los panistas son los principales obstáculos para la investigación a Vicente Fox de Sahagún; y es que la corrupción durante los primeros cinco años de ese gobierno, según se supo ayer en medios nacionales, es verdaderamente terrible. Será un error que los panistas, que antes presumían de ser santos, sigan oponiéndose, pues quien pagará esas facturas será su propio partido en las elecciones intermedias. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Los panistas se oponen a
las investigaciones contra
Vicente Fox.
“Muy estimados hermanos, hermanas y servidores de la Iglesia de diferentes comunidades y municipios. Les mando un saludo cariñosamente, que se encuentren bien de salud con sus familias. Hoy martes 13 de noviembre del 2007 cumple un año, o el primer aniversario, para nuestros hermanos de la comunidad Velasco Suárez Viejo, municipio de Ocosingo. Cuando en la madrugada el día 13 de noviembre del año 2006 un grupo de comuneros, Nueva Palestina, Frontera Corozal y Lacanja Chanzayab, entran a la comunidad Velasco Suárez Viejo, con armas de fuego, machetes y palos para desalojar a los que viven ahí.
Dejando como resultado muertos y desaparecidos, pero vemos que el gobierno federal y estatal hasta ahora no nos ha hecho justicia. La sangre y el dolor de nuestros hermanos se ha difundido nacional e internacional, porque lo tenemos en nuestros corazones, yo también manifiesto mi inconformidad por ir a auxiliar a las personas, el gobierno me tiene injustamente, inocente en la cárcel, mi familia y mis hijos están sufriendo porque lo tengo abandonada. Mi cuerpo lo tienen encerrado pero mi espíritu está libre. Dios está con nosotros los pobres, tarde o temprano El me librará de esta prisión. Es todo lo que les digo. Animo compañeros. La unión hace la fuerza. Atentamente: Diego Arccos Meneses”
Lo anterior es una carta de Diego Arcos Meneses, una de las últimas víctimas de la tiranía salazarista, acusado sin fundamento de haber participado en una de las tantas matanzas de indígenas que durante ese sexenio se llevaron a cabo en Chiapas. No es de extrañar que Arcos Meneses siga en prisión; muchos, miles de ciudadanos inocentes permanecen bajo condiciones inhumanas en las cárceles, padeciendo los estragos de una dictadura soez y prepotente que no pudo, jamás, articular una sola acción de nobleza hacia los gobernados. Durante el desgobierno de Pablo Abner Salazar, las masacres eran recurrentes, especialmente en comunidades que se oponían abierta o discretamente a su forma de gobernar. De ello, muy poco se ocuparon entonces los organismos encargados de velar por los derechos de los indígenas. Aún el EZLN guardó silencio ante las embestidas brutales de las fuerzas del orden. Inentendible, desde luego, puesto que no hay una sola razón justificada para ello.
Según el testimonio de Diego Arcos, su delito fue haber sido uno de los primeros en llegar al lugar de la masacre a prestar auxilio a los heridos; un día después le detuvieron bajo los cargos de asesinato, sin que hasta hoy le hayan probado uno solo. Era práctica cotidiana de entonces inventar delitos a los opositores del régimen o a cualquiera que se interpusiera en los afanes de saqueo de las autoridades en turno. ¿A cuántos hombres y mujeres honrados conocí en la cárcel que no habían cometido una sola falta pero que tenían posesiones valiosas que ya les habían requisado oficialmente y que hasta el sol de hoy no les han sido devueltas?
Amnistía Internacional desoída
Uno de los organismos de mayor credibilidad en el mundo entero en casos de violaciones a los derechos humanos, es sin duda, Amnistía Internacional. Dicho organismo, antes de intervenir en un asunto, hace sus propias investigaciones y emite su opinión al respecto, basada en pruebas reales. En el caso de Arcos Meneses, AI ha dicho con entera claridad que no existen evidencias suficientes y fidedignas que prueben que éste participó en esa masacre y más aún, hace una revelación que públicamente no se sabía del proceso en contra de uno de los últimos presos políticos de aquella brutal dictadura: “Las autoridades estatales deberían cumplir con el amparo concedido a su favor por la justicia federal y ordenar su pronta liberación. La sentencia federal determinó que la evidencia presentada por el ministerio público y aceptada por el juez estatal en el auto de formal prisión no demostró su participación en el homicidio calificado que se le imputa.” Grave, muy grave que, habiendo un amparo federal de por medio, el Ministerio Público, en este caso, el Ministerio de Justicia, persista en su intención de mantener, no solo injustamente sino ahora, ilegalmente, a un hombre en la cárcel, porque así fue, en su momento, el deseo expreso del gorila que montó su propia dictadura en Chiapas.
Amnistía Internacional define la ilegal retención de Arcos Meneses como una “motivación política”, lo cual es, desde le punto de vista que le queramos ver, es absolutamente cierto, puesto que nadie que haya sido amparado por la justicia federal debe permanecer en la cárcel, a no ser que, en el perverso afán de mantenerle ahí, le hayan inventado otros delitos. Así sucedió con todos los presos políticos del desgobierno salazarista. No nos sorprendería que ello esté sucediendo con el señor Arcos. Es vergonzante que a nivel internacional, Chiapas esté quedando mal en materia de derechos humanos y administración adecuada de la justicia. Ahí urge un ordenamiento contundente para que el Ministerio de Justicia se apegue a lo que estrictamente está dictado en las leyes y deje de ser el instrumento del exdictador para mantener injustamente, no solo a Arcos Meneses en la cárcel, sino a cientos de ciudadanos más que fueron encarcelados ilegalmente. Es también menester que el encargado de esa cartera, entienda de una vez por todas que el gobernador es Juan Sabines y no Pablo Salazar; debe saber que los tiempos de prepotencia y abuso, han quedado atrás y que el actual, es un gobierno que trata de acercarse a los principios reales de la democracia y el respeto pleno a los derechos humanos. Quien manda en Chiapas, es Sabines, no Salazar. ¿Está claro? En cuanto a Diego Arcos, esperamos su pronta liberación para que de nuevo, esté con su familia.
Tarjetero
*** Que los panistas son los principales obstáculos para la investigación a Vicente Fox de Sahagún; y es que la corrupción durante los primeros cinco años de ese gobierno, según se supo ayer en medios nacionales, es verdaderamente terrible. Será un error que los panistas, que antes presumían de ser santos, sigan oponiéndose, pues quien pagará esas facturas será su propio partido en las elecciones intermedias. *** Luego nos leemos.
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