Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Arely Madrid Tovilla, la
principal responsable de la
debacle priísta el 7 de
octubre.
Resulta extremadamente divertido ver a los priístas rasgarse las vestiduras por lo que ellos han dado en llamar “fraude electoral”; hace algunos años, eran ellos quienes propiciaban los fraudes y se burlaban de los electores. Soberbios, entonces, echaban a andar toda su maquinaria para desvirtuar las pruebas y hacían creer que eran impolutamente rectos. No era así, por supuesto. Hoy les toca a ellos estar del otro lado, del de los derrotados. Y les está doliendo profundamente el hundimiento de sus pretensiones políticas. Tenía qué ser así. No fueron inteligentes para escoger a sus candidatos; prefirieron la vil imposición y ahí está el resultado: una derrota estrepitosa, de escándalo.
De esto se ha derivado una serie de protestas en contra de la dirigente del PRI, incluso de los candidatos perdedores. La inmoralidad a la vista de todos. ¿Acaso no son los mismos que avalaron la imposición a sabiendas que no tenían una sola posibilidad de triunfo? Hay qué recordar a los que ahora se han lanzado contra la dirigencia de ese destartalado partido que cuando se dio la elección interna, miles de militantes se opusieron y sus contrincantes internos, optaron por irse a otro partido… Y les ganaron la elección. También hay qué recordarles que muchos de ellos presumieron haber comprado la candidatura, asunto que no ha quedado plenamente esclarecido más que en débiles excusas de la señora Madrid Tovilla, cuya principal culpa de la derrota recae obligadamente sobre ella.
Porque se dejó llevar por la ambición y porque no tuvo, jamás, la capacidad para conducir a su partido por una senda de triunfo. Debemos recordarle a doña Arely que mientras estaba en su apogeo la campaña, ella prefirió irse de vacaciones (jamás se le vio en la vetusta oficina priísta) y cuando abrió la boca, fue para hablar de temas triviales que en nada ayudaban a sus candidatos. Por otro lado, abandonó a sus candidatos en todos los sentidos. Uno de ellos me contó, un día antes de la elección, que el PRI, apenas le había mandado cuatrocientos gallardetes y 100 mil pesos para una campaña distrital de cerca de 20 municipios. ¿Dónde quedaron los recursos que, se supone, estaban destinados para que los candidatos hicieran una campaña digna? Otro, por la Sierra, confió a Fichero Político que un alto funcionario del PRI, le condicionó la entrega de 50 mil pesos para su campaña a la alcaldía: “Cuando ganes, tienes la obligación moral de devolvernos triplicado éste recurso… Y si pierdes, devuelves ésta misma cantidad”, cuenta que le ordenaron. Perdió.
Las sospechas
El alegato de “fraude” por parte de los priístas, no tiene lugar, si juzgamos la forma, el fondo y las actitudes de su dirigencia. En lo personal no confío ni tantito en las autoridades electorales. Que quede claro. Pero tampoco veo fundamento en el reclamo del PRI, pues ellos están cosechando lo que sembraron. Por ejemplo, Oscar Alvarado Coock, sabía de sobra que no ganaría en virtud de haber fallado constantemente a los electores de su distrito, quienes no querían nada con él. Había otros candidatos de peso político y solvencia moral en Huixtla, pero doña Arely prefirió imponer a quien seguramente perdería y ahí está el resultado. Lo mismo ocurrió en todo el estado. Curiosamente, los candidatos que desechó el PRI, ganaron bajo el auspicio de otras siglas.
Y llegó lo peor: las sospechas acerca de los recursos destinados para las campañas. No pocos candidatos priístas están molestos por la falta de apoyo moral y financiero de la dirigencia priísta. Habría qué revisar la agenda de doña Arely Madrid Tovilla para darse cuenta que escasamente fue a algún municipio o distrito a apoyar a sus candidatos. Lo que alcanzó a hacer de mala gana, fue una campaña mediática sin sustento y con un discurso mediocre que rayó en la ridiculez plena. Volvemos a lo mismo. Si perdió el PRI no fue por otra cosa que no sea la negligencia, la falta de criterio y desde luego, por las vergonzantes imposiciones.
Que si el IEE y los demás órganos les hicieron trampa, es entendible, aunque no compartimos ni apoyamos las marrullerías. Fue culpa de los priístas que nos demostraron una vez más que no han aprendido la lección y nos dejaron claro que morirán en la simulación, el autoengaño y la ausencia de democracia interna. Esas son las razones de fondo de su escandalosa derrota. Que no vengan, pues, a lloriquear, que no les queda. Si algo de dignidad les queda, lo que deben hacer urgentemente es buscarse una dirigencia honrada (no más de la misma porquería que han tenido siempre) y tratar de hacer bien las cosas, si es que quieren permanecer en la arena política local. Ha quedado perfectamente claro que la gente ya no quiere más imposiciones. Ojalá y en lugar de estar chillando como mariquetas, hagan lo correcto. Digo, es lo mínimo que les queda. Por lo demás, que disfruten la sopa de su propio chocolate que les están dando.
Tarjetero
*** ¿Qué hay del cheque que mandó el gobernador de Puebla (el “gober precioso”, Usted sabe) para apoyar las campañas del PRI en Chiapas? Dicen las malas lenguas que por ahí pudiera estar la punta de la madeja que pasaría, no me lo crea, por los dominios de Madrid, Robles, García y otros protagonistas de los alegatos. ¡Ah! Y no solo está el asunto de Marín. Por ahí se habla del Edomex, que, cuentan, ya mandó investigar a quién le quedó el recurso que envió para la campaña. Por ahí se viene otro escándalo. *** El gobernador Sabines debe tener mucho cuidado con el Contralor, pues rumores fuertes hay en el sentido que trata de proteger a más de un exfuncionario pablista con serios problemas de desfalco. El hijo de mi amigo Pancho Sáu, está obligado a honrar sus apellidos y no mancharlos defendiendo y protegiendo a los cómplices del sátrapa exdictador. Aviso a tiempo. *** Al Gore, Premio Nobel de la Paz. ¿Y Bush? Pobre hombre, todo le sale mal. Bien dicen que Dios los hace y Satanás (no el comiteco) los junta. Me refiero a la yunta que hace Bush con nuestro loquito, el tal Chente Fox. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Arely Madrid Tovilla, la
principal responsable de la
debacle priísta el 7 de
octubre.
Resulta extremadamente divertido ver a los priístas rasgarse las vestiduras por lo que ellos han dado en llamar “fraude electoral”; hace algunos años, eran ellos quienes propiciaban los fraudes y se burlaban de los electores. Soberbios, entonces, echaban a andar toda su maquinaria para desvirtuar las pruebas y hacían creer que eran impolutamente rectos. No era así, por supuesto. Hoy les toca a ellos estar del otro lado, del de los derrotados. Y les está doliendo profundamente el hundimiento de sus pretensiones políticas. Tenía qué ser así. No fueron inteligentes para escoger a sus candidatos; prefirieron la vil imposición y ahí está el resultado: una derrota estrepitosa, de escándalo.De esto se ha derivado una serie de protestas en contra de la dirigente del PRI, incluso de los candidatos perdedores. La inmoralidad a la vista de todos. ¿Acaso no son los mismos que avalaron la imposición a sabiendas que no tenían una sola posibilidad de triunfo? Hay qué recordar a los que ahora se han lanzado contra la dirigencia de ese destartalado partido que cuando se dio la elección interna, miles de militantes se opusieron y sus contrincantes internos, optaron por irse a otro partido… Y les ganaron la elección. También hay qué recordarles que muchos de ellos presumieron haber comprado la candidatura, asunto que no ha quedado plenamente esclarecido más que en débiles excusas de la señora Madrid Tovilla, cuya principal culpa de la derrota recae obligadamente sobre ella.
Porque se dejó llevar por la ambición y porque no tuvo, jamás, la capacidad para conducir a su partido por una senda de triunfo. Debemos recordarle a doña Arely que mientras estaba en su apogeo la campaña, ella prefirió irse de vacaciones (jamás se le vio en la vetusta oficina priísta) y cuando abrió la boca, fue para hablar de temas triviales que en nada ayudaban a sus candidatos. Por otro lado, abandonó a sus candidatos en todos los sentidos. Uno de ellos me contó, un día antes de la elección, que el PRI, apenas le había mandado cuatrocientos gallardetes y 100 mil pesos para una campaña distrital de cerca de 20 municipios. ¿Dónde quedaron los recursos que, se supone, estaban destinados para que los candidatos hicieran una campaña digna? Otro, por la Sierra, confió a Fichero Político que un alto funcionario del PRI, le condicionó la entrega de 50 mil pesos para su campaña a la alcaldía: “Cuando ganes, tienes la obligación moral de devolvernos triplicado éste recurso… Y si pierdes, devuelves ésta misma cantidad”, cuenta que le ordenaron. Perdió.
Las sospechas
El alegato de “fraude” por parte de los priístas, no tiene lugar, si juzgamos la forma, el fondo y las actitudes de su dirigencia. En lo personal no confío ni tantito en las autoridades electorales. Que quede claro. Pero tampoco veo fundamento en el reclamo del PRI, pues ellos están cosechando lo que sembraron. Por ejemplo, Oscar Alvarado Coock, sabía de sobra que no ganaría en virtud de haber fallado constantemente a los electores de su distrito, quienes no querían nada con él. Había otros candidatos de peso político y solvencia moral en Huixtla, pero doña Arely prefirió imponer a quien seguramente perdería y ahí está el resultado. Lo mismo ocurrió en todo el estado. Curiosamente, los candidatos que desechó el PRI, ganaron bajo el auspicio de otras siglas.
Y llegó lo peor: las sospechas acerca de los recursos destinados para las campañas. No pocos candidatos priístas están molestos por la falta de apoyo moral y financiero de la dirigencia priísta. Habría qué revisar la agenda de doña Arely Madrid Tovilla para darse cuenta que escasamente fue a algún municipio o distrito a apoyar a sus candidatos. Lo que alcanzó a hacer de mala gana, fue una campaña mediática sin sustento y con un discurso mediocre que rayó en la ridiculez plena. Volvemos a lo mismo. Si perdió el PRI no fue por otra cosa que no sea la negligencia, la falta de criterio y desde luego, por las vergonzantes imposiciones.
Que si el IEE y los demás órganos les hicieron trampa, es entendible, aunque no compartimos ni apoyamos las marrullerías. Fue culpa de los priístas que nos demostraron una vez más que no han aprendido la lección y nos dejaron claro que morirán en la simulación, el autoengaño y la ausencia de democracia interna. Esas son las razones de fondo de su escandalosa derrota. Que no vengan, pues, a lloriquear, que no les queda. Si algo de dignidad les queda, lo que deben hacer urgentemente es buscarse una dirigencia honrada (no más de la misma porquería que han tenido siempre) y tratar de hacer bien las cosas, si es que quieren permanecer en la arena política local. Ha quedado perfectamente claro que la gente ya no quiere más imposiciones. Ojalá y en lugar de estar chillando como mariquetas, hagan lo correcto. Digo, es lo mínimo que les queda. Por lo demás, que disfruten la sopa de su propio chocolate que les están dando.
Tarjetero
*** ¿Qué hay del cheque que mandó el gobernador de Puebla (el “gober precioso”, Usted sabe) para apoyar las campañas del PRI en Chiapas? Dicen las malas lenguas que por ahí pudiera estar la punta de la madeja que pasaría, no me lo crea, por los dominios de Madrid, Robles, García y otros protagonistas de los alegatos. ¡Ah! Y no solo está el asunto de Marín. Por ahí se habla del Edomex, que, cuentan, ya mandó investigar a quién le quedó el recurso que envió para la campaña. Por ahí se viene otro escándalo. *** El gobernador Sabines debe tener mucho cuidado con el Contralor, pues rumores fuertes hay en el sentido que trata de proteger a más de un exfuncionario pablista con serios problemas de desfalco. El hijo de mi amigo Pancho Sáu, está obligado a honrar sus apellidos y no mancharlos defendiendo y protegiendo a los cómplices del sátrapa exdictador. Aviso a tiempo. *** Al Gore, Premio Nobel de la Paz. ¿Y Bush? Pobre hombre, todo le sale mal. Bien dicen que Dios los hace y Satanás (no el comiteco) los junta. Me refiero a la yunta que hace Bush con nuestro loquito, el tal Chente Fox. *** Luego nos leemos.
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