Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El alcalde de Comitán, bajo la
lupa tras escándalo de delitos
electorales.
“¡Ya me los chingué, voy a ser diputado otra vez!”, dijo ensoberbecido Blas Zamora Martínez a un grupo de amigos suyos con quien celebraba la imposición que a favor de su persona hizo Arely Madrid Tovilla una noche antes. Días después, en las instalaciones de una estación de radio de Tapachula, el mismo personaje me confirmó su soberbia al anunciar que, según sus cálculos, obtendría por lo menos 45 mil votos, cifra avasallante que dejaría a sus contrincantes tirados por el resto de sus vidas. La verdad fue otra el pasado domingo: apenas llevaba 11 mil 589 votos con el 96.19 por ciento de las casillas escrutadas, muy por debajo de su principal opositor que, a juzgar por las declaraciones que hizo el presidente del Instituto Estatal Electoral, Marco Antonio Ruiz Guillén, es ya un asunto juzgado, irreversible. Un par de semanas antes,
en una cafetería capitalina, Víctor Hugo Ruiz Guillén, candidato del PRI en Comitán, también desenfundó la única arma que ha tenido para sobrevivir en la política, la soberbia y, casi a gritos para que todos le oyeran, prometió dedicarme su triunfo “arrollador” el día de las elecciones. Lo cierto es que con el 95.69 por ciento del conteo general, apenas logró 7 mil 360 de los casi 80 mil electores inscritos, quienes en su mayoría, votaron por Eduardo Ramírez Aguilar, de la coalición PRD-PVEM-Convergencia.
Enoch Hernández Cruz, en San Cristóbal de las Casas, fue otro que se vistió de soberbia y prepotencia. Según él, su triunfo sería de tal manera, que el mundo sufriría una hecatombe política y social. “Toda la indiada está conmigo, pinche chamulerío me va hacer ganar, ahí los vas a ver; me voy a chingar a todos, voy a sacar la votación más alta en la historia del estado”, me dijo una tarde en su casa de campaña. De 93 mil 500 votantes en la lista de electores, solo 4 mil 116 votaron por él, relegándole a un humillante cuarto lugar, a pesar que llegó a divulgar versiones en el sentido que más del 70 por ciento de las preferencias eran a su favor. Otra vez, la soberbia como elemento para ridiculizar a los prepotentes politiqueros de hoy día. Pero no solo los perdedores recurrieron a la soberbia; muchos de los candidatos ganadores, también lo fueron y en gran medida. Ello nos obliga a reflexionar sobre qué clase de gobernantes y diputados tendremos los próximos tres años. Ni imaginarnos cómo será cuando un ciudadano vaya a pedir audiencia y le sea negada. Debemos estar preocupados, además, porque el abstencionismo, fue alto, muy alto. Eso que celebran porque se subió un par de puntos, es una estupidez del tamaño del universo. No hay nada qué celebrar. La gente, mayoritariamente, no salió a votar. Todo, por falta de políticas y campañas de difusión y porque, ya lo hemos mencionado, no hubo candidatos de calidad. ¿A Usted hubo uno solo que realmente le convenciera? Por lo pronto, tenemos qué reconocer que quienes ganaron, gobernarán y legislarán sin el respaldo popular suficiente. Eso es inocultable.
Alcalde botarate
Una semana antes de las elecciones, el alcalde de Comitán, Jorge Constantino Kanter se volvió como un vecino cualquiera: visitó de casa en casa a los dirigentes sociales, líderes religiosos y a personalidades de peso moral en aquella ciudad. Con las bolsas repletas de dinero, pedía apoyo para su candidato, Ricardo Ibarra Gómez del PT. “Me ofreció 20 mil pesos para que pidiera el voto a favor del viejito Ibarra, pero me negué rotundamente”, confesó un pastor evangélico. Otro, un dirigente social, con una sonrisa de oreja a oreja, admitió haber recibido los 15 mil pesos que le llegó a ofrecer Constantino Kanter; “pero de todas formas, yo seguí promoviendo el voto a favor del PRI, porque el alcalde, es priísta y no debe ser traidor. Recibí el dinero y trabajé para otro para que se le quite lo estúpido”, remarcó el dirigente. No fue uno, ni fueron dos, fueron muchos los visitados. Algunos, bajo presión, otros con amenazas y otros, con fardos de billetes en la mano. Esa fue su táctica, ese su honor perdido.
En las reuniones en privado, el edil comiteco no dejó pasar la oportunidad para arengar a favor de Ibarra Gómez. “Me quito un güevo y la mitad del otro si no gana Ibarra; ni el PRI, ni la pinche aliancita del gobernador le van a ganar a mi gallo, les apuesto lo que quieran”, cuentan sus más cercanos colaboradores que tenían que escuchar sus peroratas. A tal grado llegó la pasión de Constantino Kanter, que circulan rumores en Comitán, en el sentido que apostó a varios de sus caballos pura sangre.
Evidentemente, el edil ha incurrido en una serie de delitos electorales graves. Como funcionario no debió, jamás, promover el voto a favor de ninguno de los contendientes; lo hizo, por lo que hemos visto. Ahora habrá también qué investigar de dónde sacó el dinero para comprar votos a favor de su derrotadísimo candidato. ¿Del erario público? ¿De su bolsa? Habrá también que saber cuáles eran sus intenciones de fondo para intentar dejar en su lugar a un incondicional. De sobra sabemos la serie de irregularidades administrativas que ha cometido y que incluso, le impidieron ser candidato a diputado por ordenamiento del Congreso del Estado. Ahí, hay mucha tela de dónde cortar, hay muchas cosas qué averiguar. Esperemos que no haya impunidad y que los comitecos sepan toda la verdad. Sería una burla para todos que el señor alcalde se vaya sin pagar cada uno de sus abusos.
Tarjetero
*** Para mi estimado colega José Juan Balcázar y su familia, mi más sentido pésame por el fallecimiento de su señora madre, Aurora Moreno Molina, ocurrida anteayer; Descanse en paz. *** A Vicente Fox, no hay quién le pare la boca; habla y habla y habla y al final, lo que obtenemos es una sarta de idioteces que ponen en vergüenza al país. Entendemos su desesperación porque no puede ocultar la corrupción ñeque se está viendo envuelto, pero no le admitimos que por ello, ponga a los mexicanos de la peor forma ante los gringos. A ver quién le pone el cascabel a la víbora. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El alcalde de Comitán, bajo la
lupa tras escándalo de delitos
electorales.
“¡Ya me los chingué, voy a ser diputado otra vez!”, dijo ensoberbecido Blas Zamora Martínez a un grupo de amigos suyos con quien celebraba la imposición que a favor de su persona hizo Arely Madrid Tovilla una noche antes. Días después, en las instalaciones de una estación de radio de Tapachula, el mismo personaje me confirmó su soberbia al anunciar que, según sus cálculos, obtendría por lo menos 45 mil votos, cifra avasallante que dejaría a sus contrincantes tirados por el resto de sus vidas. La verdad fue otra el pasado domingo: apenas llevaba 11 mil 589 votos con el 96.19 por ciento de las casillas escrutadas, muy por debajo de su principal opositor que, a juzgar por las declaraciones que hizo el presidente del Instituto Estatal Electoral, Marco Antonio Ruiz Guillén, es ya un asunto juzgado, irreversible. Un par de semanas antes,
en una cafetería capitalina, Víctor Hugo Ruiz Guillén, candidato del PRI en Comitán, también desenfundó la única arma que ha tenido para sobrevivir en la política, la soberbia y, casi a gritos para que todos le oyeran, prometió dedicarme su triunfo “arrollador” el día de las elecciones. Lo cierto es que con el 95.69 por ciento del conteo general, apenas logró 7 mil 360 de los casi 80 mil electores inscritos, quienes en su mayoría, votaron por Eduardo Ramírez Aguilar, de la coalición PRD-PVEM-Convergencia.
Enoch Hernández Cruz, en San Cristóbal de las Casas, fue otro que se vistió de soberbia y prepotencia. Según él, su triunfo sería de tal manera, que el mundo sufriría una hecatombe política y social. “Toda la indiada está conmigo, pinche chamulerío me va hacer ganar, ahí los vas a ver; me voy a chingar a todos, voy a sacar la votación más alta en la historia del estado”, me dijo una tarde en su casa de campaña. De 93 mil 500 votantes en la lista de electores, solo 4 mil 116 votaron por él, relegándole a un humillante cuarto lugar, a pesar que llegó a divulgar versiones en el sentido que más del 70 por ciento de las preferencias eran a su favor. Otra vez, la soberbia como elemento para ridiculizar a los prepotentes politiqueros de hoy día. Pero no solo los perdedores recurrieron a la soberbia; muchos de los candidatos ganadores, también lo fueron y en gran medida. Ello nos obliga a reflexionar sobre qué clase de gobernantes y diputados tendremos los próximos tres años. Ni imaginarnos cómo será cuando un ciudadano vaya a pedir audiencia y le sea negada. Debemos estar preocupados, además, porque el abstencionismo, fue alto, muy alto. Eso que celebran porque se subió un par de puntos, es una estupidez del tamaño del universo. No hay nada qué celebrar. La gente, mayoritariamente, no salió a votar. Todo, por falta de políticas y campañas de difusión y porque, ya lo hemos mencionado, no hubo candidatos de calidad. ¿A Usted hubo uno solo que realmente le convenciera? Por lo pronto, tenemos qué reconocer que quienes ganaron, gobernarán y legislarán sin el respaldo popular suficiente. Eso es inocultable.
Alcalde botarate
Una semana antes de las elecciones, el alcalde de Comitán, Jorge Constantino Kanter se volvió como un vecino cualquiera: visitó de casa en casa a los dirigentes sociales, líderes religiosos y a personalidades de peso moral en aquella ciudad. Con las bolsas repletas de dinero, pedía apoyo para su candidato, Ricardo Ibarra Gómez del PT. “Me ofreció 20 mil pesos para que pidiera el voto a favor del viejito Ibarra, pero me negué rotundamente”, confesó un pastor evangélico. Otro, un dirigente social, con una sonrisa de oreja a oreja, admitió haber recibido los 15 mil pesos que le llegó a ofrecer Constantino Kanter; “pero de todas formas, yo seguí promoviendo el voto a favor del PRI, porque el alcalde, es priísta y no debe ser traidor. Recibí el dinero y trabajé para otro para que se le quite lo estúpido”, remarcó el dirigente. No fue uno, ni fueron dos, fueron muchos los visitados. Algunos, bajo presión, otros con amenazas y otros, con fardos de billetes en la mano. Esa fue su táctica, ese su honor perdido.
En las reuniones en privado, el edil comiteco no dejó pasar la oportunidad para arengar a favor de Ibarra Gómez. “Me quito un güevo y la mitad del otro si no gana Ibarra; ni el PRI, ni la pinche aliancita del gobernador le van a ganar a mi gallo, les apuesto lo que quieran”, cuentan sus más cercanos colaboradores que tenían que escuchar sus peroratas. A tal grado llegó la pasión de Constantino Kanter, que circulan rumores en Comitán, en el sentido que apostó a varios de sus caballos pura sangre.
Evidentemente, el edil ha incurrido en una serie de delitos electorales graves. Como funcionario no debió, jamás, promover el voto a favor de ninguno de los contendientes; lo hizo, por lo que hemos visto. Ahora habrá también qué investigar de dónde sacó el dinero para comprar votos a favor de su derrotadísimo candidato. ¿Del erario público? ¿De su bolsa? Habrá también que saber cuáles eran sus intenciones de fondo para intentar dejar en su lugar a un incondicional. De sobra sabemos la serie de irregularidades administrativas que ha cometido y que incluso, le impidieron ser candidato a diputado por ordenamiento del Congreso del Estado. Ahí, hay mucha tela de dónde cortar, hay muchas cosas qué averiguar. Esperemos que no haya impunidad y que los comitecos sepan toda la verdad. Sería una burla para todos que el señor alcalde se vaya sin pagar cada uno de sus abusos.
Tarjetero
*** Para mi estimado colega José Juan Balcázar y su familia, mi más sentido pésame por el fallecimiento de su señora madre, Aurora Moreno Molina, ocurrida anteayer; Descanse en paz. *** A Vicente Fox, no hay quién le pare la boca; habla y habla y habla y al final, lo que obtenemos es una sarta de idioteces que ponen en vergüenza al país. Entendemos su desesperación porque no puede ocultar la corrupción ñeque se está viendo envuelto, pero no le admitimos que por ello, ponga a los mexicanos de la peor forma ante los gringos. A ver quién le pone el cascabel a la víbora. *** Luego nos leemos.
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