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Los "ex" se niegan a dejar el poder

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


Salazar y Fox, prefieren que se
les siga llamando con el cargo
que ostentaron, pese a que ambos
son acusados de corrupción.

Hace un par de días, una voz amable al otro lado del auricular, se refirió al tirano Pablo Salazar como “el señor gobernador”, a propósito de una extraña petición para que en ésta columna se dejase de señalar los actos de corrupción del exdictador, especialmente de los relacionados con el robo del siglo: Los fondos para la reconstrucción de los escombros dejados por el huracán “Stan”. Obviamente, no dejaremos el tema de lado ni ahora ni nunca. Estamos determinados a mantener el reclamo hasta ver justicia sobre ese asunto. Pero ese no es el tema de hoy. Ayer mismo, se supo que, desde la habitación de un lujosísimo hotel de Roma, la compañera sentimental del ex presidente Vicente Fox, Martha Sahagún, contestó a los periodistas que pedían del exmandatario respuestas a los escándalos de corrupción durante su estancia en Los Pinos, que “el presidente” no daría ninguna entrevista.
Como si se hubiesen puesto de acuerdo, la fundación Hill y Belinda Gates, del multimillonario dueño de Microsoft, nombraron al expresidente Ernesto Zedillo (antecesor inmediato de Fox), consejero externo de dicha fundación, cuya tarea será asesorar sobre mecanismos para el desarrollo global que persigue la poderosa compañía.
Con las enormes distancias –dos son expresidentes y el de aquí, la triste caricatura de un dictador sin empleo pero con la riqueza suficiente como para montar un emporio de vaguedades– debemos ver con indignación que los tres personajes se niegan a retirarse con dignidad del cargo y más, cuando sobre ellos están los ojos acuciosos de millones de ciudadanos que poco a poco se van empapando de los terribles actos de corrupción en que se metieron cuando tenían el poder público en la bolsa. Si bien la riqueza de los dos últimos presidentes de México –Zedillo y Fox– es cuantiosa e insultante, la del exdictador chiapaneco lo es mucho más, lo que llama la atención en virtud que hasta ahora y pese a las constantes denuncias, ninguna autoridad ha intentado siquiera revelar el tamaño del desfalco cometido en agravio de la sociedad en su conjunto.
Aún así, los defensores del exdictador, se atreven a seguirle llamando “señor gobernador”, cuando, por mandato de ley, Pablo no es más que un simple ciudadano bajo sospecha, un hombre del que penden, según tenemos entendido, varias investigaciones para determinar exactamente de dónde provino su exagerada riqueza. Debemos insistir en el hecho que, antes de ser gobernador, Pablo y su familia, andaban con una mano adelante y otra atrás; ahora, son multimillonarios, dueños da residencias lujosas por todas partes, empresas, constructoras, exportadoras, en fin. Sobre eso, el cinismo de llamarle aún “gobernador” como si no hubiese sido ya, bastante con el daño moral y económico que han causado a la entidad. Y para quienes insisten en dejar de señalar la corrupción de Salazar, su familia y su pandilla, les adelanto que habrán de quedarse con un palmo en las narices; no habrá marcha atrás hasta no ver que en éste estado haya justicia y se devuelva a los damnificados del “Stan”, lo que les corresponde. ¿Quedó claro?

Excontralor, en problemas

Expulsado del sabinismo por sus ligas con el exdictador, Carlos Martínez buscó la puerta falsa para evitar el descrédito derivado de su mala gestión como Contralor en los tiempos en que la corrupción campeó en Chiapas. Lo hicieron candidato del PAN en Huixtla, donde apenas si ha levantado uno que otro correligionario dispuesto a seguir su camino hacia el precipicio. En campaña, no ha tenido el apoyo de su antiguo cómplice en el Congreso, Carlos Raymundo Toledo, quien se le ve más activo captando votos para el vilipendiado candidato del PRI que para su anterior compadre de parrandas pablistas.
Acusado de haber solapado las corruptelas de la dictadura y haber hecho negocios sucios con los alcaldes mediante chantajes y amenazas, busca afanosamente una candidatura, no tanto para “representar” a su alicaído partido en esa región de la Costa, sino para escapar de la ley, toda vez que, trascendió, el expediente de corrupción y abusos en su contra, es extenso, de tal manera que, de no obtener el fuero que pretende con una curul en la Cámara de Diputados, su destino más seguro sería una celda en el penal de “El Amate”, toda vez que hasta hoy, no ha podido comprobar una serie de gastos hechos durante su gestión administrativa y tampoco ha presentado un estado real de las dependencias que, por ley, debió fiscalizar para evitar el escandaloso robo del que ahora se habla con insistencia.
Pero ahí no para la cosa; la intención de Carlos Martínez es llegar al Congreso para defender a los pablistas en caso que se concrete la petición formal de juicio político que se viene preparando contra el tirano. Los huixtlecos han sido víctimas de ese robo descomunal; allá ellos si votan por quien no los representará a ellos sino solamente los intereses de quien lo hizo millonario. A los pablistas, no deben dárseles votos; hacerlo es convertirse en cómplice de éstos y sería poner un dique al anhelo de justicia de miles de gentes que fueron afectadas por el tirano y su pandilla. Ya le tendremos más nombres de pablistas en busca del voto popular.

Tarjetero

*** Se ha convocado a un periodo extraordinario de sesiones en la Cámara local; se presume que, entre otras cosas, se abordará el tema de las reformas fiscal y electoral, aprobadas recientemente por el Congreso de la Unión. Se prevé, por lo que hemos estado observando, que en Chiapas haya un voto equilibrado. Es decir, ni dirán sí ni dirán no a lo dispuesto por los de la más alta tribuna del país. La pregunta es: ¿Será políticamente correcto que nos quedemos en el limbo? Creo que aquí debe haber una postura contundente y no un voto dividido. *** Para mi amigo Pepe Albores Guillén que ayer cumplió años, un abrazo fraternal y el mejor de los deseos porque cumpla muchos más. *** A partir del lunes podrá encontrar en el blog de éste servidor, la Ley del Transporte Público y el Reglamento de Tránsito y Vialidad, para que conozca sus derechos y sepa a dónde reclamar. *** Luego nos leemos.
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