Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El energúmeno, secuestró a un
voceador y luego, amenazó a
varuos periodistas.
Cuando todavía no se definen adecuadamente las candidaturas del PRI a las alcaldías de algunos municipios, muchos de sus aspirantes se han tomado libertades que ponen en riesgo la poca confianza que le queda a ese destartalado partido.
Mario Aguilar Guillén, tosco e ignorante de las reglas de civilidad que deben prevalecer en una contienda electoral, sin pensar en las consecuencias de sus actos, de pronto enloqueció y tomó en sus manos la determinación de primero, secuestrar a un voceador del periódico “Meridiano” de la Ciudad de Comitán y luego, de amenazar de muerte a varios periodistas que en los últimos días han dado cuenta del negro historial de éste, mismo que va desde acusaciones formales de extrema violencia contra sus oponentes, hasta sospechas de tráfico de centroamericanos, trata de blancas y ligas con grupos delincuenciales que operan en toda la región. Aunque las autoridades se han negado a proporcionar informes concretos de las actividades aparentemente ilícitas de Aguilar Guillén, una fuente oficial confirmó que sobre el aspirante priísta a gobernar La Trinitaria, hay una serie de acusaciones que se están investigando a fondo, pero que hasta ahora, se han mantenido en reserva para no alertarlo, en caso que se llegare a confirmar su partición en dichos ilícitos. Parte de esas investigaciones y sospechas han sido publicadas por los periodistas de Comitán que fueron víctima del irracional odio del priísta, quien además del secuestro y las amenazas de muerte, buscaba armar una turba de salvajes para atacar las instalaciones de los Medios de Comunicación que han vertido críticas en su contra, lo cual, aquí y en China, es un delito de lesa humanidad que no puede ni debe ser permitido en Chiapas, especialmente si tan deleznables acciones provienen del militante de un partido político en decadencia, cuya doctrina parece haber cambiado de “justicia social”, a “anarquía institucional”, base para un fundamentalismo estúpido que solo desnuda la terca ambición de un ignorante y probablemente infractor de la ley, que se ha mantenido en la impunidad, gracias a la ineficacia de las instituciones que en el pasado reciente, solo sirvieron para perseguir y castigar a los opositores de la dictadura.
Hoy las cosas son distintas; las instituciones han sido arrebatadas de las manos de la banda de pillos que usufructuaron sus funciones los pasados seis años y ahora parecen estar dispuestas a reinstalar el Estado de Derecho en Chiapas. En ese tenor, la confianza de los periodistas está en que los graves actos cometidos por Mario Aguilar Guillén en contra del gremio periodístico de Comitán, no queden impunes.
Interés oficial
Desde el pasado 7 de junio, fecha en que se hizo pública la denuncia de abusos oficiales contra varios comunicadores y se solicitó al Ejecutivo su solidaridad efectiva con los periodistas de Chiapas para que la Fiscalía dejase de proteger a los atacantes de éstos, el interés oficial por alcanzar un clima de seguridad para los comunicadores ha ido en aumento. Pero en instancias todavía en manos de los pablistas, el clima sigue siendo de impunidad para los agresores y de persecución para quienes denuncian las corruptelas del exdictador y sus secuaces. En ése sentido, volvemos a insistir ante el gobernador Sabines para que, en uso pleno de su investidura, exhorte a la Fiscalía General del Estado para que ésta cumpla eficazmente con sus obligaciones y procure un castigo ejemplar para quienes han atentado contra los periodistas y la libertad de expresión.
Más aún, reformulamos el planteamiento presentado el 7 de junio durante la cena con el gobernador Sabines: Ante la inoperancia, inefectividad y falta de razones reales para la existencia de la Fiscalía Especial creada para investigar los asesinatos de periodistas en las décadas de los 80’s y 90’s, sugerimos que ésta desaparezca pues hasta hoy, no ha dado los resultados que esperábamos. Lo de Ignacio Flores Montiel, lo sabíamos todos desde el momento mismo del asesinato de Roberto Mancilla; teníamos la certeza de dónde vino el certero golpe. En el sexenio pasado también lo supieron y no hicieron nada, sino hasta ahora que sintieron la soga al cuello. ¿De qué sirve entonces una instancia sin solvencia moral ni capacidad operativa?
En esa reunión con el gobernador Sabines, pedimos que se ampliaran las facultades de esa Fiscalía Especial (aclaramos, desde luego, que no estábamos de acuerdo con su titular en virtud de haber sido el “fiscal” que persiguió con toda la saña y el odio del mundo a los periodistas y Medios de Comunicación durante la dictadura pablista) para investigar los atentados sufridos por Luís Torres Lezcano, Epifanio López y dos colegas más, amenazados en Simojovel por parte de agentes de la AEI. Hubo (y hay) disponibilidad del mandatario en atender esas demandas; así lo dejó ver con claridad ese tarde-noche. Lo que no hay es buenas voluntad de la Fiscalía, cuya mal entendida independencia del Ejecutivo, la ha convertido no en un ente de gobierno, sino en una especie de azote contra los chiapanecos, quienes siguen esperando una gota de justicia y ésta, ni sus luces.
De tal manera pues que ante la inexistencia de motivos para la manutención de una Fiscal Especial sin resultados concretos, lo saludable sería que ésta desapareciera definitivamente. En tal virtud, retiró la petición hecha para ampliar sus funciones a delitos contra periodistas en la actualidad. No tiene caso. No sirven para nada.
Tarjetero
*** En el PAN absoluto silencio ante las irrefutables pruebas del fraude electoral interno de San Cristóbal de las Casas. *** Luego nos leemos.
http://www.cuartopoder.com.mx
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El energúmeno, secuestró a un
voceador y luego, amenazó a
varuos periodistas.
Cuando todavía no se definen adecuadamente las candidaturas del PRI a las alcaldías de algunos municipios, muchos de sus aspirantes se han tomado libertades que ponen en riesgo la poca confianza que le queda a ese destartalado partido.Mario Aguilar Guillén, tosco e ignorante de las reglas de civilidad que deben prevalecer en una contienda electoral, sin pensar en las consecuencias de sus actos, de pronto enloqueció y tomó en sus manos la determinación de primero, secuestrar a un voceador del periódico “Meridiano” de la Ciudad de Comitán y luego, de amenazar de muerte a varios periodistas que en los últimos días han dado cuenta del negro historial de éste, mismo que va desde acusaciones formales de extrema violencia contra sus oponentes, hasta sospechas de tráfico de centroamericanos, trata de blancas y ligas con grupos delincuenciales que operan en toda la región. Aunque las autoridades se han negado a proporcionar informes concretos de las actividades aparentemente ilícitas de Aguilar Guillén, una fuente oficial confirmó que sobre el aspirante priísta a gobernar La Trinitaria, hay una serie de acusaciones que se están investigando a fondo, pero que hasta ahora, se han mantenido en reserva para no alertarlo, en caso que se llegare a confirmar su partición en dichos ilícitos. Parte de esas investigaciones y sospechas han sido publicadas por los periodistas de Comitán que fueron víctima del irracional odio del priísta, quien además del secuestro y las amenazas de muerte, buscaba armar una turba de salvajes para atacar las instalaciones de los Medios de Comunicación que han vertido críticas en su contra, lo cual, aquí y en China, es un delito de lesa humanidad que no puede ni debe ser permitido en Chiapas, especialmente si tan deleznables acciones provienen del militante de un partido político en decadencia, cuya doctrina parece haber cambiado de “justicia social”, a “anarquía institucional”, base para un fundamentalismo estúpido que solo desnuda la terca ambición de un ignorante y probablemente infractor de la ley, que se ha mantenido en la impunidad, gracias a la ineficacia de las instituciones que en el pasado reciente, solo sirvieron para perseguir y castigar a los opositores de la dictadura.
Hoy las cosas son distintas; las instituciones han sido arrebatadas de las manos de la banda de pillos que usufructuaron sus funciones los pasados seis años y ahora parecen estar dispuestas a reinstalar el Estado de Derecho en Chiapas. En ese tenor, la confianza de los periodistas está en que los graves actos cometidos por Mario Aguilar Guillén en contra del gremio periodístico de Comitán, no queden impunes.
Interés oficial
Desde el pasado 7 de junio, fecha en que se hizo pública la denuncia de abusos oficiales contra varios comunicadores y se solicitó al Ejecutivo su solidaridad efectiva con los periodistas de Chiapas para que la Fiscalía dejase de proteger a los atacantes de éstos, el interés oficial por alcanzar un clima de seguridad para los comunicadores ha ido en aumento. Pero en instancias todavía en manos de los pablistas, el clima sigue siendo de impunidad para los agresores y de persecución para quienes denuncian las corruptelas del exdictador y sus secuaces. En ése sentido, volvemos a insistir ante el gobernador Sabines para que, en uso pleno de su investidura, exhorte a la Fiscalía General del Estado para que ésta cumpla eficazmente con sus obligaciones y procure un castigo ejemplar para quienes han atentado contra los periodistas y la libertad de expresión.
Más aún, reformulamos el planteamiento presentado el 7 de junio durante la cena con el gobernador Sabines: Ante la inoperancia, inefectividad y falta de razones reales para la existencia de la Fiscalía Especial creada para investigar los asesinatos de periodistas en las décadas de los 80’s y 90’s, sugerimos que ésta desaparezca pues hasta hoy, no ha dado los resultados que esperábamos. Lo de Ignacio Flores Montiel, lo sabíamos todos desde el momento mismo del asesinato de Roberto Mancilla; teníamos la certeza de dónde vino el certero golpe. En el sexenio pasado también lo supieron y no hicieron nada, sino hasta ahora que sintieron la soga al cuello. ¿De qué sirve entonces una instancia sin solvencia moral ni capacidad operativa?
En esa reunión con el gobernador Sabines, pedimos que se ampliaran las facultades de esa Fiscalía Especial (aclaramos, desde luego, que no estábamos de acuerdo con su titular en virtud de haber sido el “fiscal” que persiguió con toda la saña y el odio del mundo a los periodistas y Medios de Comunicación durante la dictadura pablista) para investigar los atentados sufridos por Luís Torres Lezcano, Epifanio López y dos colegas más, amenazados en Simojovel por parte de agentes de la AEI. Hubo (y hay) disponibilidad del mandatario en atender esas demandas; así lo dejó ver con claridad ese tarde-noche. Lo que no hay es buenas voluntad de la Fiscalía, cuya mal entendida independencia del Ejecutivo, la ha convertido no en un ente de gobierno, sino en una especie de azote contra los chiapanecos, quienes siguen esperando una gota de justicia y ésta, ni sus luces.
De tal manera pues que ante la inexistencia de motivos para la manutención de una Fiscal Especial sin resultados concretos, lo saludable sería que ésta desapareciera definitivamente. En tal virtud, retiró la petición hecha para ampliar sus funciones a delitos contra periodistas en la actualidad. No tiene caso. No sirven para nada.
Tarjetero
*** En el PAN absoluto silencio ante las irrefutables pruebas del fraude electoral interno de San Cristóbal de las Casas. *** Luego nos leemos.
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ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com