Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
De camisa morada, el aspirante
priísta con un reducido grupo de
campesinos.
Víctor Hugo Ruiz Guillén no tiene empacho en presentarse como candidato a la alcaldía de una ciudad a la que pocas veces visita; tampoco se inmuta cuando habla de su “cercanía” con los Medios de Comunicación y menos que intente tomar aires de vergüenza cuando habla de su relación con la dictadura recién terminada a la que sirvió como títere de la que sin embargo, tiene resabios y reproches que no duda en soltar cuando así lo requieren sus intereses. Acostumbrado a la lisonja fácil y barata, el exdiputado es más conocido por su proclividad a la traición, el engaño y al doble discurso.
Cuando fungió como títere de la dictadura pablista, desde su curul en el Congreso del Estado, no dudó en contraponer sus perversiones de politiquero inexperto a los intereses de la sociedad y más aún, pudo convencer a unos cuantos de su simpatía con la Prensa, pese a que desde las oficinas de los pablistas más encumbrados, daba ideas para que las leyes draconianas de Salazar Mendiguchía se endurecieran contra los periodistas.
Durante todo ese tiempo, no obstante haber sido electo diputado por el distrito de Comitán, nunca, dicen sus electores, se paró en el distrito para conocer las necesidades de éstos y menos, para gestionar mejoras a pesar que ofreció ser incansable buscador de recursos financieros desde la Cámara de Diputados. Si a Comitán, su tierra natal abandonada por su egoísmo y petulancia, jamás regresó en su calidad de diputado, en los otros municipios del distrito tampoco puso un pie. Ello, lógicamente, le ha generado desprecios de los electores que hoy, cuando se presenta como precandidato del PRI a la alcaldía comiteca, le están redituando pérdidas considerables que se aúnan a problemas legales que le impiden contender, pero que él intenta derribar a base de silencio comprado y presiones de distinta índole ante una dirigencia priísta descontrolada y sin autoridad moral.
Ruiz Guillén no ha podido, en medio de los candados legales que tiene enfrente, articular una estrategia de convencimiento y menos un proyecto de trabajo para convencer a los electores. La razón es muy sencilla: nunca ha vivido en Comitán lo que le genera desconocimiento absoluto de las necesidades de los comitecos. A tal grado llega su ignorancia territorial de la tierra que dice él, le vio nacer, que hace un par de semanas fue visto en un acto de proselitismo en una comunidad de La Trinitaria, mientras que por otro lado, intentó enviar víveres a otra de Tzimol. ¿Cómo se atreve a buscar la gubernatura de un municipio que desconoce por completo?
Padrinazgos caducos
Es inocultable que a Víctor Hugo Ruiz Guillén, tanto le mueve la ambición personal como el interés de un menguado grupo político local que busca a toda costa mantener el coto de poder que les permita seguir construyendo cacicazgos y grupos de choque sin sentido. Mario Carlos Culebro Velasco, como cabecilla del grupo de priístas ambivalentes que de nuevo, intentan secuestrar a los comitecos con una candidatura que no alcanza, para empezar, el requisito de residencia que exige la ley electoral en el caso de los aspirantes a las presidencias municipales. Junto al exdiputado federal, Roberto Fuentes Domínguez, quien no conforme con tener a su hija en el desorientado Cabildo de Jorge Constantino Kanter, pretende cobrar caras las facturas que le fueron endosadas por los mismos que desde la capital del estado, lucharon para que los recursos destinados para la obra pública comiteca, fueran recortados durante la dictadura salazarista.
Ellos y no otros, como artífices de un proyecto mocho, de una ambición de grupo que no busca el bien común de los ciudadanos, sino el restablecimiento de minorías caducas pero no por ello, abusivas y faltas de conciencia pública. Esa es la carta de presentación de Ruiz Guillén, un hombre sin escrúpulos que goza de más antipatías que adhesiones y que, de ser finalmente impuesto como candidato a alcalde, aseguraría una estrepitosa derrota del viejo partido que no encuentra salida al callejón que se metió cargado de soberbia y estulticia. Los demás precandidatos del PRI, tampoco cantan mal las rancheras en materia de compromiso social. Ello debe preocupar a los priístas honestos que deben, desde ahora, luchar por recomponer desde donde puedan, al maltrecho partidazo en coma. Digo, si es que todavía existen esos priístas.
Tarjetero
*** El Vocero Mudo, no sabe cómo ayudar a los cómplices de su antiguo patrón para que se sostengan en las flojas cuerdas del poder que dejaron maltrecho. Ahora recurre al dispendio de estupideces a pluma pasada para enderezar los entuertos y atacar a quienes tienen la sartén por el mango. ¿Tiene miedo de algo el hijo desnaturalizado? Por supuesto que sí. Ello se explica con los feroces ataques que ordena desde el búnker de Pablo Salazar, como si con ello lograría salvar el pellejo. Pero no; solo desnuda a sus cómplices y pone en riesgo las canonjías de éstos, algunas arrancadas a fuerza de corrupción y malos manejos en las dependencias todavía en poder de los pablistas. *** Por cierto, ¿Cuándo se harán públicas las investigaciones de los faltantes en Talleres Gráficos? Esperemos que pronto. *** La presidenta del STJ, Sonia Simán Morales habrá de tener mucho cuidado con Carlos Blas, un sujeto que se hizo de mulas Pedro cuando fungió como encargado de “Objetos de Delito”, acción que, se sospecha, le alcanzó hasta para perfumar a sus clientes en un lucroso negocio. Lo decimos porque éste pablista inescrupuloso, ya pregona que es el mandamás en el STJ, donde despachará como Oficial Mayor. Que no empañen sus buenas intenciones, señora Magistrada Presidenta. *** Hablando de indeseables, los hermanos Fernando y Juan Carlos Castro Alegría, no se miden para abusar de los encargos en el sector educativo. La prepotencia de éstos –derivada de la protección que les ofrece el inútil Herminio Chanona, quien no niega sus lazos familiares con éstos– es inadmisible. Según se sabe, los hermanitos “Veneno” no vacilan en ocasionar líos (como el que mantiene en la cárcel a un maestro que le rompió la boca al titular de Educación) lo que resulta vergonzante para todos. *** Luego nos leemos.
http://www.cuartopoder.com.mx
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
De camisa morada, el aspirante
priísta con un reducido grupo de
campesinos.

Cuando fungió como títere de la dictadura pablista, desde su curul en el Congreso del Estado, no dudó en contraponer sus perversiones de politiquero inexperto a los intereses de la sociedad y más aún, pudo convencer a unos cuantos de su simpatía con la Prensa, pese a que desde las oficinas de los pablistas más encumbrados, daba ideas para que las leyes draconianas de Salazar Mendiguchía se endurecieran contra los periodistas.
Durante todo ese tiempo, no obstante haber sido electo diputado por el distrito de Comitán, nunca, dicen sus electores, se paró en el distrito para conocer las necesidades de éstos y menos, para gestionar mejoras a pesar que ofreció ser incansable buscador de recursos financieros desde la Cámara de Diputados. Si a Comitán, su tierra natal abandonada por su egoísmo y petulancia, jamás regresó en su calidad de diputado, en los otros municipios del distrito tampoco puso un pie. Ello, lógicamente, le ha generado desprecios de los electores que hoy, cuando se presenta como precandidato del PRI a la alcaldía comiteca, le están redituando pérdidas considerables que se aúnan a problemas legales que le impiden contender, pero que él intenta derribar a base de silencio comprado y presiones de distinta índole ante una dirigencia priísta descontrolada y sin autoridad moral.
Ruiz Guillén no ha podido, en medio de los candados legales que tiene enfrente, articular una estrategia de convencimiento y menos un proyecto de trabajo para convencer a los electores. La razón es muy sencilla: nunca ha vivido en Comitán lo que le genera desconocimiento absoluto de las necesidades de los comitecos. A tal grado llega su ignorancia territorial de la tierra que dice él, le vio nacer, que hace un par de semanas fue visto en un acto de proselitismo en una comunidad de La Trinitaria, mientras que por otro lado, intentó enviar víveres a otra de Tzimol. ¿Cómo se atreve a buscar la gubernatura de un municipio que desconoce por completo?
Padrinazgos caducos
Es inocultable que a Víctor Hugo Ruiz Guillén, tanto le mueve la ambición personal como el interés de un menguado grupo político local que busca a toda costa mantener el coto de poder que les permita seguir construyendo cacicazgos y grupos de choque sin sentido. Mario Carlos Culebro Velasco, como cabecilla del grupo de priístas ambivalentes que de nuevo, intentan secuestrar a los comitecos con una candidatura que no alcanza, para empezar, el requisito de residencia que exige la ley electoral en el caso de los aspirantes a las presidencias municipales. Junto al exdiputado federal, Roberto Fuentes Domínguez, quien no conforme con tener a su hija en el desorientado Cabildo de Jorge Constantino Kanter, pretende cobrar caras las facturas que le fueron endosadas por los mismos que desde la capital del estado, lucharon para que los recursos destinados para la obra pública comiteca, fueran recortados durante la dictadura salazarista.
Ellos y no otros, como artífices de un proyecto mocho, de una ambición de grupo que no busca el bien común de los ciudadanos, sino el restablecimiento de minorías caducas pero no por ello, abusivas y faltas de conciencia pública. Esa es la carta de presentación de Ruiz Guillén, un hombre sin escrúpulos que goza de más antipatías que adhesiones y que, de ser finalmente impuesto como candidato a alcalde, aseguraría una estrepitosa derrota del viejo partido que no encuentra salida al callejón que se metió cargado de soberbia y estulticia. Los demás precandidatos del PRI, tampoco cantan mal las rancheras en materia de compromiso social. Ello debe preocupar a los priístas honestos que deben, desde ahora, luchar por recomponer desde donde puedan, al maltrecho partidazo en coma. Digo, si es que todavía existen esos priístas.
Tarjetero
*** El Vocero Mudo, no sabe cómo ayudar a los cómplices de su antiguo patrón para que se sostengan en las flojas cuerdas del poder que dejaron maltrecho. Ahora recurre al dispendio de estupideces a pluma pasada para enderezar los entuertos y atacar a quienes tienen la sartén por el mango. ¿Tiene miedo de algo el hijo desnaturalizado? Por supuesto que sí. Ello se explica con los feroces ataques que ordena desde el búnker de Pablo Salazar, como si con ello lograría salvar el pellejo. Pero no; solo desnuda a sus cómplices y pone en riesgo las canonjías de éstos, algunas arrancadas a fuerza de corrupción y malos manejos en las dependencias todavía en poder de los pablistas. *** Por cierto, ¿Cuándo se harán públicas las investigaciones de los faltantes en Talleres Gráficos? Esperemos que pronto. *** La presidenta del STJ, Sonia Simán Morales habrá de tener mucho cuidado con Carlos Blas, un sujeto que se hizo de mulas Pedro cuando fungió como encargado de “Objetos de Delito”, acción que, se sospecha, le alcanzó hasta para perfumar a sus clientes en un lucroso negocio. Lo decimos porque éste pablista inescrupuloso, ya pregona que es el mandamás en el STJ, donde despachará como Oficial Mayor. Que no empañen sus buenas intenciones, señora Magistrada Presidenta. *** Hablando de indeseables, los hermanos Fernando y Juan Carlos Castro Alegría, no se miden para abusar de los encargos en el sector educativo. La prepotencia de éstos –derivada de la protección que les ofrece el inútil Herminio Chanona, quien no niega sus lazos familiares con éstos– es inadmisible. Según se sabe, los hermanitos “Veneno” no vacilan en ocasionar líos (como el que mantiene en la cárcel a un maestro que le rompió la boca al titular de Educación) lo que resulta vergonzante para todos. *** Luego nos leemos.
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