Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
La alcaldesa, a un año de haber
asumido el cargo.
Doña Chacha Pariente cumplió anteayer un año en el encargo que le dejó el entonces candidato al gobierno del Estado. No ha sido un año fácil para la gobernante ni para los gobernados. Los rezagos y adelantos se pelean el primer lugar; ninguno cede. Así es el asunto de gobernar. Algunos estarán satisfechos, otros no. Los reclamos son los de siempre.
Desde que se inventó el arte (o la manía) de mantener a un jefe edilicio, nadie está contento, con todo y que se cumplan los acuerdos contraídos. Un año –me decía un funcionario municipal–, es muy poco para cumplir las expectativas primarias. “Y más cuando es un gobierno interino que tiene su propia conducta respecto a las necesidades de la gente”, ahondaba en su conversación. Es cierto. Pero también lo es que a veces, para caer bien, se habla de más, se promete lo inalcanzable. Ahí vienen las criticas, los enojos, los reclamos, las maledicencias. Justas o no, tienen en las promesas incumplidas su fundamento, su base.
A la señora Pariente Gavito hay poco qué reclamar. El agua potable, como base para el regaño popular. “Agua para todos, todos los días”, fue la promesa. Se dieron fechas y luego se pospusieron. Mientras se cumple, el lema es “agua para nadie todos los días”. Los trabajos se realizan para cumplir ese anhelo; a marcha forzada y a veces, en medio de confusas explicaciones. Ahí la llevan, no todo está perdido. No es un reclamo directo a la señora presidenta, no lo ofreció ella, pero sostiene el dicho ajeno. Ese es su error. Pero está en su derecho de defender un proyecto. Se elogia su lealtad; pocas gentes tienen ese sentido aguzado y definido. Ella lo ha logrado, aunque el agua tarde en llegar. Primero las lluvias, lo más seguro. Y ahí sí, ni quién se atreva a levantar la voz. Agua en abundancia, agua hasta que el Sabinal vomité su saciedad. Promesa cumplida.
Lo demás es pan comido. Un año ha sido suficiente para caminar y conocer a los compañeros de camino; el factor que retrasó los compromisos de gobierno municipal tuvo qué ser despedido; se apellidaba Náfate y tenía en sus manos el manejo financiero del Ayuntamiento. Lo manejaba un hermano de Pablo Salazar y se fue con cuentas pendientes. Se destrabaron las cosas y empezó a caminar la maquinaria. La afabilidad de la alcaldesa le ayudó a no sufrir la repulsa por culpa de un mal elemento. Pero no tañamos campanas; falta mucho por recorrer. Y lo sabe doña Chachita. De ahí su verticalidad para enfrentar los retos y mantener el ritmo. Eso también se le elogia. Sus errores ha tener. Pero ha bastado su capacidad para poner cara buena a pesar del tiempo. ¿Qué falta mucho? Sí. Que el tiempo, entonces, reclame su espacio.
Corrigiendo al imprudente
Ya lo decíamos la otra vez: era un error que se amenazase a los maestros con descontarles el salario si participaban en los movimientos de la temporada. La advertencia vino de un funcionario “apretadito” que jamás ha tenido una idea clara de lo que son las libertades civiles y menos, mucho menos, los derechos sindicales. A Herminio Chanona, sin duda, se le soltó la lengua, dijo lo que no era y tuvo que salir el gobernador Sabines para enderezar el entuerto y dejar claro, de una vez por todas, que el que manda, el que gobierna, es él y no los sirvientes de Elba Esther ni los mercenarios pablistas. A éstos les convenía una ruptura del gobierno con el magisterio; Oaxaca les había puesto en claro que el magisterio tiene la suficiente fuerza como para mover cualquier tapete. Pensaron que sería lo mismo en Chiapas. Por eso mandaron al esbirro de la hermosísima Gordillo Morales para que provocase el seísmo político que requerían. Era el plan de Alfredo Palacios que anunció a su hijo. Fracasaron.
Los maestros podrán manifestarse a la hora que quieran, siempre y cuando no lesionen los derechos de terceros. Nadie les quitará un peso por manifestarse. Lo que vemos ahora es la desnudez de un complot que empieza a caer por su mismo peso. Y toca a las autoridades analizar la conveniencia de la estancia en cargos de particular relevancia de personajes que parecen no estar dispuestos a acatar el mensaje de unidad que ha estado enviando el Ejecutivo desde que asumió el cargo. Esto nos hace reflexionar sobre el proceder del titular de Educación. O es un hombre sin capacidad de resolución o atiende mandatos extragubernamentales. En cualquiera de las dos cuestiones, falta a su compromiso ético con la institución que representa y peor aún, incurre en desacatos con penetrante olor a traición. Herminio tiene qué entender que a quien debe lealtad es a quien lo contrató como funcionario público y no a quien le ofrece las perlas de la virgen a cambio de provocar climas de desestabilización. En todo caso, si no entiende ni una ni otra cosa, lo correcto (si es que alguna vez pudiera entender que significa el término correcto) es que renuncie al cargo y deje en su lugar a alguien que, por lo menos, no meta las patas como él lo ha hecho reiteradamente. Su intolerancia es tal que acusó injustamente a un profesor que lo puso en su lugar. Eso también se llama cobardía y abuso de poder.
Tarjetero
*** Decenas de quejas se recogen a diario en la Unidad Médica Familiar número 23 del IMSS, donde “atiende” el médico José Luís Baños Aguilar. Las quejas consisten en que éste sujeto abusa de las mujeres que caen en sus manos. Así sea por un dolor de muelas que se presenten las féminas, este asqueroso rufián les ordena que se quiten la ropa y, bajo el pretexto de una exploración general, les revisa todas las partes íntimas. Médicos y enfermeras de esa misma unidad, lo saben, especialmente el doctor Gustavo Vázquez Núñez, director, pero se hace de la vista gorda, pese a las innumerables demandas de abuso. Esperemos que la delegación del IMSS en Chiapas, intervenga y saquen a ese enfermo sexual de laborar. Así brinque el Sindicato, que es, dicen, el que lo protege. *** David Tovilla, aseguran, está temblando porque empiezan a salir sus cuentas sucias en COCOSO. Ya le tendremos pelos y señales del ahora “empresario”. ¿De dónde? Quienes le conocimos, le vimos muriéndose del hambre. *** Luego nos leemos.
http://www.columnasur.org
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
La alcaldesa, a un año de haber
asumido el cargo.

Desde que se inventó el arte (o la manía) de mantener a un jefe edilicio, nadie está contento, con todo y que se cumplan los acuerdos contraídos. Un año –me decía un funcionario municipal–, es muy poco para cumplir las expectativas primarias. “Y más cuando es un gobierno interino que tiene su propia conducta respecto a las necesidades de la gente”, ahondaba en su conversación. Es cierto. Pero también lo es que a veces, para caer bien, se habla de más, se promete lo inalcanzable. Ahí vienen las criticas, los enojos, los reclamos, las maledicencias. Justas o no, tienen en las promesas incumplidas su fundamento, su base.
A la señora Pariente Gavito hay poco qué reclamar. El agua potable, como base para el regaño popular. “Agua para todos, todos los días”, fue la promesa. Se dieron fechas y luego se pospusieron. Mientras se cumple, el lema es “agua para nadie todos los días”. Los trabajos se realizan para cumplir ese anhelo; a marcha forzada y a veces, en medio de confusas explicaciones. Ahí la llevan, no todo está perdido. No es un reclamo directo a la señora presidenta, no lo ofreció ella, pero sostiene el dicho ajeno. Ese es su error. Pero está en su derecho de defender un proyecto. Se elogia su lealtad; pocas gentes tienen ese sentido aguzado y definido. Ella lo ha logrado, aunque el agua tarde en llegar. Primero las lluvias, lo más seguro. Y ahí sí, ni quién se atreva a levantar la voz. Agua en abundancia, agua hasta que el Sabinal vomité su saciedad. Promesa cumplida.
Lo demás es pan comido. Un año ha sido suficiente para caminar y conocer a los compañeros de camino; el factor que retrasó los compromisos de gobierno municipal tuvo qué ser despedido; se apellidaba Náfate y tenía en sus manos el manejo financiero del Ayuntamiento. Lo manejaba un hermano de Pablo Salazar y se fue con cuentas pendientes. Se destrabaron las cosas y empezó a caminar la maquinaria. La afabilidad de la alcaldesa le ayudó a no sufrir la repulsa por culpa de un mal elemento. Pero no tañamos campanas; falta mucho por recorrer. Y lo sabe doña Chachita. De ahí su verticalidad para enfrentar los retos y mantener el ritmo. Eso también se le elogia. Sus errores ha tener. Pero ha bastado su capacidad para poner cara buena a pesar del tiempo. ¿Qué falta mucho? Sí. Que el tiempo, entonces, reclame su espacio.
Corrigiendo al imprudente
Ya lo decíamos la otra vez: era un error que se amenazase a los maestros con descontarles el salario si participaban en los movimientos de la temporada. La advertencia vino de un funcionario “apretadito” que jamás ha tenido una idea clara de lo que son las libertades civiles y menos, mucho menos, los derechos sindicales. A Herminio Chanona, sin duda, se le soltó la lengua, dijo lo que no era y tuvo que salir el gobernador Sabines para enderezar el entuerto y dejar claro, de una vez por todas, que el que manda, el que gobierna, es él y no los sirvientes de Elba Esther ni los mercenarios pablistas. A éstos les convenía una ruptura del gobierno con el magisterio; Oaxaca les había puesto en claro que el magisterio tiene la suficiente fuerza como para mover cualquier tapete. Pensaron que sería lo mismo en Chiapas. Por eso mandaron al esbirro de la hermosísima Gordillo Morales para que provocase el seísmo político que requerían. Era el plan de Alfredo Palacios que anunció a su hijo. Fracasaron.
Los maestros podrán manifestarse a la hora que quieran, siempre y cuando no lesionen los derechos de terceros. Nadie les quitará un peso por manifestarse. Lo que vemos ahora es la desnudez de un complot que empieza a caer por su mismo peso. Y toca a las autoridades analizar la conveniencia de la estancia en cargos de particular relevancia de personajes que parecen no estar dispuestos a acatar el mensaje de unidad que ha estado enviando el Ejecutivo desde que asumió el cargo. Esto nos hace reflexionar sobre el proceder del titular de Educación. O es un hombre sin capacidad de resolución o atiende mandatos extragubernamentales. En cualquiera de las dos cuestiones, falta a su compromiso ético con la institución que representa y peor aún, incurre en desacatos con penetrante olor a traición. Herminio tiene qué entender que a quien debe lealtad es a quien lo contrató como funcionario público y no a quien le ofrece las perlas de la virgen a cambio de provocar climas de desestabilización. En todo caso, si no entiende ni una ni otra cosa, lo correcto (si es que alguna vez pudiera entender que significa el término correcto) es que renuncie al cargo y deje en su lugar a alguien que, por lo menos, no meta las patas como él lo ha hecho reiteradamente. Su intolerancia es tal que acusó injustamente a un profesor que lo puso en su lugar. Eso también se llama cobardía y abuso de poder.
Tarjetero
*** Decenas de quejas se recogen a diario en la Unidad Médica Familiar número 23 del IMSS, donde “atiende” el médico José Luís Baños Aguilar. Las quejas consisten en que éste sujeto abusa de las mujeres que caen en sus manos. Así sea por un dolor de muelas que se presenten las féminas, este asqueroso rufián les ordena que se quiten la ropa y, bajo el pretexto de una exploración general, les revisa todas las partes íntimas. Médicos y enfermeras de esa misma unidad, lo saben, especialmente el doctor Gustavo Vázquez Núñez, director, pero se hace de la vista gorda, pese a las innumerables demandas de abuso. Esperemos que la delegación del IMSS en Chiapas, intervenga y saquen a ese enfermo sexual de laborar. Así brinque el Sindicato, que es, dicen, el que lo protege. *** David Tovilla, aseguran, está temblando porque empiezan a salir sus cuentas sucias en COCOSO. Ya le tendremos pelos y señales del ahora “empresario”. ¿De dónde? Quienes le conocimos, le vimos muriéndose del hambre. *** Luego nos leemos.
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