
El golazo de Cuauhtémoc Blanco no le alcanzó al América para coronarse campeón del balompié mexicano; Juan Carlos Cacho, en cambio, se convirtió en el ídolo de la afición hidalguense al anotar los tres tantos que necesitó el equipo del “Ojitos” Meza para alargar los laureles que ha venido acumulando el Pachuca desde 1999 y que incluyen dos campeonatos internacionales.
Así, Pachuca se convirtió ayer en pentacampeón del fútbol mexicano al ganar el torneo Clausura 2007, ante un pletórico estadio Hidalgo que vibró cuando Cacho anotó el gol del título al minuto 83 con un remate franco a un servicio que le puso el argentino Damián Álvarez para que el partido acabara 1-1, 3-2 global tras la victoria de la ida el viernes pasado.
El América tuvo un breve sueño al tomar ventaja en el ’69 con un gol en tiro libre de Cuauhtémoc Blanco, en su despedida del equipo, pero cuando pujaba por el alargue para tener más tiempo, vino el gol definitivo de Cacho.
Fue un partido cerrado, peleado, disputado, con un primer tiempo aburrido en el que las estrategias de los entrenadores fue mucho más notoria que la inteligencia en el terreno donde los 22 hombres corrieron tras el balón.
El América estudió bien al Pachuca y reforzó su línea central en la defensa, se esforzó en la recuperación, y a la ofensiva Cuauhtémoc Blanco condujo el ataque, aunque no tuvo mucha libertad para tocar la pelota a donde hiciera daño.
Más emociones en la portería del América que en la del Pachuca, pero las estrategias de los técnicos no dejaron espacios para la sorpresa y ambos se fueron sin goles al descanso.
El complemento trajo lo mejor para los aficionados. El América se lanzó con toda su fuerza y Blanco disfrutó sus mejores momentos y gozó como nadie ese gol que anotó en el minuto 69, con un método que le gusta mucho al delantero, el tiro de media distancia. Pero fue una alegría efímera, pues no solo vino el gol de Cacho, sino que terminó con la esperanza de los capitalinos, quienes confiaban en los tiempos extras para lograr el título, estrategia que al parecer, tenían contemplada.
El cambio que ordenó Meza a favor del argentino Damián Álvarez, fue decisivo porque éste recuperó la ofensiva y de sus pies salió el pase que Cacho convirtió en el título que la afición esperaba para que el Pachuca se convirtiera no solo en el campeón mexicano, sino en el mejor equipo de los últimos diez años, dada su contundencia y sostenido ritmo deportivo.
El Pachuca ahora recibirá el miércoles próximo al Internacional de Brasil, campeón de la Libertadores 2006, para disputar el partido de ida de la Recopa Sudamericana y definir el máximo torneo continental.