Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Sin fuerza, el PRI debe
optar por la consulta a
la base o morirá.
Era impensable, pero los quiméricos de la época esperaban que algún día, el Gran Partido, el invencible, el fuerte, cayera del pedestal; no pasó mucho tiempo para que ese sueño se cumpliera y hoy, veamos cómo se debate entre la podredumbre que fue quedando tras el voluntario desalojo de quienes vieron que el barco se hundía irremediablemente.
Hace algunos años, la noticia era el PRI, aún así se tratase de un delegado seccional; ahora, ni quién se acuerde que existe. Con una dirigencia débil y perdida y lo peor, bajo intensas presiones internas, los que salen como candidatos tienen más en contra que a favor. Con todo, la terquedad como arma para calificar la derrota, enceguece, tritura toda esperanza de un retorno glorioso. Ese es ahora el sueño quimérico, esa la fantasía.
Por cada candidato electo a dedazo limpio (algunos bajo sospecha de haber pagado cuotas bajo el agua) tres, diez, cien se levantan en abierto reto a la cada vez más ausente dirigencia estatal. Y si a eso se agrega la imprudencia de la soberbia, no vemos entonces a un partido político, sino a un grupo de políticos partidos por todas partes. Aquella unidad que resonaba hasta el cansancio, hoy es tumulto que ameniza la fiesta de los de enfrente. Los organizadores de la zarabanda priísta, suelen terminar la farra en los arrabales que antes odiaban a muerte. Parece irreal, subjetivo, pero no; es el acto de muerte certera de un partido que lo fue todo y hoy es poco menos que nada.
Aún así, podría haber un resquicio involuntario por donde el PRI respire y se levante, aunque sea para dar el último resuello con dignidad. Quizá hacer efectiva la consulta a las bases le salve finalmente. Porque esa ha sido su muerte lenta. Anunciar que se van a las bases y terminar imponiendo candidatos, ha sido su derrota recurrente. Es decir, imponer es su veneno, pero lo siguen consumiendo, como si la meta fuese morir en cada elección, sin posibilidad de resurrección. Claro, no son Jesucristo para lograr ese milagro, pero creen a pie juntillas que todavía tienen el poder. Una cosa es tener el poder y otra, ser poderoso; no lo han querido entender, ni creo que algún día lo entiendan. Por lo que hemos visto, intentarán de nuevo caminar la misma vereda por dónde se han perdido en cada elección y dejarán al peor de los candidatos. En política, repetir las fórmulas no siempre es buena idea y tampoco deja los mejores resultados. Más, cuando se convive con una sociedad que ha aprendido que los partidos políticos, son solo siglas sin sustento ideológico y mejor aún, una sociedad que ya no ve partidos sino personajes. ¿Acaso no le quedó claro al PRI el resultado de la última elección?
La base o morir
Tengamos como ejemplo el caso de Tuxtla Gutiérrez. Hasta hoy han surgido tres candidatos: Bayardo Robles Riqué, Alma Rosa Simán y Verónica Rodríguez. Cualquiera diría que por su trabajo, por su adelantada y por tanto ilegal precampaña, Bayardo lleva las de ganar. O cualquiera podría estar en condiciones de asegurar que a la señora Simán, no la conocen ni en su círculo familiar. O más de uno dirá que la Verito está como recién operada del cerebro para meterse a una campaña sin ser conocida más que en un círculo muy reducido de amigos y familiares. Con eso, se podría decir que Bayardo tiene todo dispuesto para ser el candidato del PRI. Pero, que se lo gane. Y que sea en una elección interna de altura.
Puede ser que en un ejercicio limpio y democrático resulte ganadora la Verito Rodríguez o la señora Simán. Quien ganare, no solo competirá en condiciones de igualdad con los candidatos opositores, sino que tendrá como virtud extraordinaria, ser producto de un ejercicio democrático que le abonaría muchos votos de esos miles de gentes que desean que la política, empiece a ser una institución limpia y no un montón de excrementos.
Porque sería absurdo que, por ejemplo, salgan con la mamarrachada de un “candidato de unidad” a favor de cualquiera de los tres, cuando la sociedad sabe a ciencia cierta cuál es el peso político de cada uno de éstos. Bayardo, no lo olvidemos, es producto del fenómeno de renovación política que trajo consigo Juan Sabines, poseedor, como todos sabemos, de una franquicia arrasadora: el apellido de su señor padre, considerado por muchos como el mejor gobernador que ha tenido Chiapas. La ambición de Bayardo lo arrastró a aguas peligrosas y ahí navega a placer.
Verito es una mujer emprendedora, luchona, pero no ha podido catalizar los momentos políticos que le han llegado y por lo mismo, no ha capitalizado las oportunidades. A la señora Simán, no la conozco más que de vista; no suele hablar con los pobres, eso es más que claro. En cuestiones políticas, no hay quien se ría a sus espaldas de su pretensión. Sus razones tendrán. Como vemos, los tres, finalmente, están parejos. Ni a quién irle. De ahí la importancia de una consulta a la base. Si el PRI quiere un respiro, debe abrirse a los militantes. Si quiere morir definitivamente, que imponga a cualquiera de los tres o si le place, que busque entre los suyos a un cuarto para que le de la última patada en salva sea la parte. No tiene alternativa, ni siquiera las famosas encuestas, pues todos sabemos lo amañadas que son.
Ese es el panorama del PRI en todo el estado. Las imposiciones lo están ahorcando y mientras eso sucede, la señora dirigente, no se aparece por ninguna parte. No se ve el trabajo de la señora Madrid Tovilla. Demasiado tarde para cambiarla, pero quizá, a tiempo para que haga las cosas como deben ser. Y de la cara y enfrente el reto que se auto-impuso y ahora no quiere ver. ¿Lo logrará? Lo dudamos, si tomamos en cuenta que está de pleito hasta con el Secretario General del PRI, como lo estuvo con el delegado que acaba de irse y lo está con muchos militantes más.
Los intereses del Congreso
Desde hace más de dos semanas, la pelea por la dirigencia del Congreso del Estado empezó a servir para ver con claridad la lucha por el control legislativo entre pablistas y sabinistas. Por un lado, vía Jorge Morales Messner, Pablo Salazar intenta imponer en la dirigencia de la Cámara de Diputados a Fabián Camacho ó, a César Zuart López ó, a Ismael Brito Mazariegos. Camacho, señalado de proteger a varios alcaldes con problemas en su cuenta pública, se supo ayer, tenía a su favor ocho votos de los perredistas, empero, dada su cercanía con Pablo y la posibilidad de que utilice el cargo para desaparecer documentos probatorios de varios actos de corrupción cometidos durante la dictadura, trascendió que se buscaba una negociación para que, en todo caso, Gil Salinas asumiera el liderazgo del Congreso, con todo y que el señor, no sabe leer, ¡vaya! ni siquiera sabe pronunciar el nombre del Estado. (Dice “Chapas” en vez de Chiapas).
Pero como dicen los mismos perredistas, “más vale burro silencioso que caballo desbocado”. Pero más allá de quien quede, lo que llama la atención es, de nuevo, la intromisión de Pablo Salazar y la utilización para sus planes del Secretario de Gobierno que, insistimos, está cada vez más, en contra del gobernador Sabines. Es decir, las diferencias se ahondan más, así lo quieran ocultar y negar cuantas veces quieran. Quién quede, es lo de menos; son sus últimos días. Pero no dejará de servir para checar el grado de traición y la mano de Pablo Salazar.
Tarjetero
*** Al paso que va la Iglesia Católica, no tarda y canonice a los diputados que votaron a favor de la despenalización del aborto. Primero, amenazaron con excomulgar a los legisladores; luego se retractaron. Ayer dijeron que solo les retendrían los sacramentos. Mañana, con un sombrerazo más de los señores diputados, van a decir que los llevarán en andas al altar. Como dijeran los chamacos: ¡Qué chido! *** La estética como moda legislativa. Una diputada se mando hacer cinturita de abeja y hoy es asediada por los morbosos. En una mujer, entendible, tiene qué ser bella, pues. Si no, no sería mujer. Pero, ¿en un hombre? Estirarse el pellejo de la cara para parecer una grotesca caricatura de Elba Esther Gordillo, es para torturarse de la risa. No nos importa, ya lo sé. Que es su dinero (bueno, relativamente porque no hay diputado que lo devengue con dignidad en virtud que no hacen nada) también lo sabemos. Lo que no entendemos es por qué le dan más importancia a cursilerías y vaguedades, como si estirarse el cuero fuera más importante que legislar o se solucionaran los problemas de retrazo de las iniciativas. De todas formas, si quiere ir al Congreso a divertirse un rato, vaya; se la va a pasar bien, viendo a las divas de la estética. Se va a reír como condenado, con solo ver los ojos estirados y todavía más, pintaditos de negro. No le voy a decir el nombre del diputado; lo va a reconocer desde su curul. *** Luego nos leemos.
http://www.asich.com
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Sin fuerza, el PRI debe
optar por la consulta a
la base o morirá.

Hace algunos años, la noticia era el PRI, aún así se tratase de un delegado seccional; ahora, ni quién se acuerde que existe. Con una dirigencia débil y perdida y lo peor, bajo intensas presiones internas, los que salen como candidatos tienen más en contra que a favor. Con todo, la terquedad como arma para calificar la derrota, enceguece, tritura toda esperanza de un retorno glorioso. Ese es ahora el sueño quimérico, esa la fantasía.
Por cada candidato electo a dedazo limpio (algunos bajo sospecha de haber pagado cuotas bajo el agua) tres, diez, cien se levantan en abierto reto a la cada vez más ausente dirigencia estatal. Y si a eso se agrega la imprudencia de la soberbia, no vemos entonces a un partido político, sino a un grupo de políticos partidos por todas partes. Aquella unidad que resonaba hasta el cansancio, hoy es tumulto que ameniza la fiesta de los de enfrente. Los organizadores de la zarabanda priísta, suelen terminar la farra en los arrabales que antes odiaban a muerte. Parece irreal, subjetivo, pero no; es el acto de muerte certera de un partido que lo fue todo y hoy es poco menos que nada.
Aún así, podría haber un resquicio involuntario por donde el PRI respire y se levante, aunque sea para dar el último resuello con dignidad. Quizá hacer efectiva la consulta a las bases le salve finalmente. Porque esa ha sido su muerte lenta. Anunciar que se van a las bases y terminar imponiendo candidatos, ha sido su derrota recurrente. Es decir, imponer es su veneno, pero lo siguen consumiendo, como si la meta fuese morir en cada elección, sin posibilidad de resurrección. Claro, no son Jesucristo para lograr ese milagro, pero creen a pie juntillas que todavía tienen el poder. Una cosa es tener el poder y otra, ser poderoso; no lo han querido entender, ni creo que algún día lo entiendan. Por lo que hemos visto, intentarán de nuevo caminar la misma vereda por dónde se han perdido en cada elección y dejarán al peor de los candidatos. En política, repetir las fórmulas no siempre es buena idea y tampoco deja los mejores resultados. Más, cuando se convive con una sociedad que ha aprendido que los partidos políticos, son solo siglas sin sustento ideológico y mejor aún, una sociedad que ya no ve partidos sino personajes. ¿Acaso no le quedó claro al PRI el resultado de la última elección?
La base o morir
Tengamos como ejemplo el caso de Tuxtla Gutiérrez. Hasta hoy han surgido tres candidatos: Bayardo Robles Riqué, Alma Rosa Simán y Verónica Rodríguez. Cualquiera diría que por su trabajo, por su adelantada y por tanto ilegal precampaña, Bayardo lleva las de ganar. O cualquiera podría estar en condiciones de asegurar que a la señora Simán, no la conocen ni en su círculo familiar. O más de uno dirá que la Verito está como recién operada del cerebro para meterse a una campaña sin ser conocida más que en un círculo muy reducido de amigos y familiares. Con eso, se podría decir que Bayardo tiene todo dispuesto para ser el candidato del PRI. Pero, que se lo gane. Y que sea en una elección interna de altura.
Puede ser que en un ejercicio limpio y democrático resulte ganadora la Verito Rodríguez o la señora Simán. Quien ganare, no solo competirá en condiciones de igualdad con los candidatos opositores, sino que tendrá como virtud extraordinaria, ser producto de un ejercicio democrático que le abonaría muchos votos de esos miles de gentes que desean que la política, empiece a ser una institución limpia y no un montón de excrementos.
Porque sería absurdo que, por ejemplo, salgan con la mamarrachada de un “candidato de unidad” a favor de cualquiera de los tres, cuando la sociedad sabe a ciencia cierta cuál es el peso político de cada uno de éstos. Bayardo, no lo olvidemos, es producto del fenómeno de renovación política que trajo consigo Juan Sabines, poseedor, como todos sabemos, de una franquicia arrasadora: el apellido de su señor padre, considerado por muchos como el mejor gobernador que ha tenido Chiapas. La ambición de Bayardo lo arrastró a aguas peligrosas y ahí navega a placer.
Verito es una mujer emprendedora, luchona, pero no ha podido catalizar los momentos políticos que le han llegado y por lo mismo, no ha capitalizado las oportunidades. A la señora Simán, no la conozco más que de vista; no suele hablar con los pobres, eso es más que claro. En cuestiones políticas, no hay quien se ría a sus espaldas de su pretensión. Sus razones tendrán. Como vemos, los tres, finalmente, están parejos. Ni a quién irle. De ahí la importancia de una consulta a la base. Si el PRI quiere un respiro, debe abrirse a los militantes. Si quiere morir definitivamente, que imponga a cualquiera de los tres o si le place, que busque entre los suyos a un cuarto para que le de la última patada en salva sea la parte. No tiene alternativa, ni siquiera las famosas encuestas, pues todos sabemos lo amañadas que son.
Ese es el panorama del PRI en todo el estado. Las imposiciones lo están ahorcando y mientras eso sucede, la señora dirigente, no se aparece por ninguna parte. No se ve el trabajo de la señora Madrid Tovilla. Demasiado tarde para cambiarla, pero quizá, a tiempo para que haga las cosas como deben ser. Y de la cara y enfrente el reto que se auto-impuso y ahora no quiere ver. ¿Lo logrará? Lo dudamos, si tomamos en cuenta que está de pleito hasta con el Secretario General del PRI, como lo estuvo con el delegado que acaba de irse y lo está con muchos militantes más.
Los intereses del Congreso
Desde hace más de dos semanas, la pelea por la dirigencia del Congreso del Estado empezó a servir para ver con claridad la lucha por el control legislativo entre pablistas y sabinistas. Por un lado, vía Jorge Morales Messner, Pablo Salazar intenta imponer en la dirigencia de la Cámara de Diputados a Fabián Camacho ó, a César Zuart López ó, a Ismael Brito Mazariegos. Camacho, señalado de proteger a varios alcaldes con problemas en su cuenta pública, se supo ayer, tenía a su favor ocho votos de los perredistas, empero, dada su cercanía con Pablo y la posibilidad de que utilice el cargo para desaparecer documentos probatorios de varios actos de corrupción cometidos durante la dictadura, trascendió que se buscaba una negociación para que, en todo caso, Gil Salinas asumiera el liderazgo del Congreso, con todo y que el señor, no sabe leer, ¡vaya! ni siquiera sabe pronunciar el nombre del Estado. (Dice “Chapas” en vez de Chiapas).
Pero como dicen los mismos perredistas, “más vale burro silencioso que caballo desbocado”. Pero más allá de quien quede, lo que llama la atención es, de nuevo, la intromisión de Pablo Salazar y la utilización para sus planes del Secretario de Gobierno que, insistimos, está cada vez más, en contra del gobernador Sabines. Es decir, las diferencias se ahondan más, así lo quieran ocultar y negar cuantas veces quieran. Quién quede, es lo de menos; son sus últimos días. Pero no dejará de servir para checar el grado de traición y la mano de Pablo Salazar.
Tarjetero
*** Al paso que va la Iglesia Católica, no tarda y canonice a los diputados que votaron a favor de la despenalización del aborto. Primero, amenazaron con excomulgar a los legisladores; luego se retractaron. Ayer dijeron que solo les retendrían los sacramentos. Mañana, con un sombrerazo más de los señores diputados, van a decir que los llevarán en andas al altar. Como dijeran los chamacos: ¡Qué chido! *** La estética como moda legislativa. Una diputada se mando hacer cinturita de abeja y hoy es asediada por los morbosos. En una mujer, entendible, tiene qué ser bella, pues. Si no, no sería mujer. Pero, ¿en un hombre? Estirarse el pellejo de la cara para parecer una grotesca caricatura de Elba Esther Gordillo, es para torturarse de la risa. No nos importa, ya lo sé. Que es su dinero (bueno, relativamente porque no hay diputado que lo devengue con dignidad en virtud que no hacen nada) también lo sabemos. Lo que no entendemos es por qué le dan más importancia a cursilerías y vaguedades, como si estirarse el cuero fuera más importante que legislar o se solucionaran los problemas de retrazo de las iniciativas. De todas formas, si quiere ir al Congreso a divertirse un rato, vaya; se la va a pasar bien, viendo a las divas de la estética. Se va a reír como condenado, con solo ver los ojos estirados y todavía más, pintaditos de negro. No le voy a decir el nombre del diputado; lo va a reconocer desde su curul. *** Luego nos leemos.
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