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Mostrando las entradas de noviembre 18, 2019

La señora Piedra

Artículo Único Angel Mario Ksheratto Enésima  marcha contra su incapacidad. C onstruir una reputación —buena, por supuesto—, no es cosa de un día a otro; lleva años de sacrificio y de eso, hemos sido testigos los mexicanos en el caso de doña Rosario Ibarra de Piedra, que ha sido una de las pocas luchadoras sociales prestigiadas del país. Por desgracia, su buena fama, el respeto que se le ha tenido y el reconocimiento nacional e internacional que respaldan su trayectoria, se están viendo opacadas por la penosa ambición de una de sus hijas, que se aferra al producto de un aberrante fraude, o por lo menos, a la sospecha de una imposición inaceptable. María del Rosario Piedra Ibarra, en aras de un cargo público, ha desechado todas las virtudes, principios y valores humanos, sustituyéndoles por el vacío que provocan la indiferencia y la estulticia que, en el parecer colectivo mayoritario, les ha enviado “al diablo”, como dicta la doctrina de la 4T. Con ello, ha puesto en