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Mostrando las entradas de febrero 6, 2017

¿Son —nuestros políticos— pendejos?

Angel Mario Ksheratto Con el debido respeto, queridos asnos. ► ¿Está justificado su uso? ► ¿Responde al discurso megalómano? ► ¿Sirven para algo? ► ¿Se oponen realmente al gasolinazo? A simple escucha, suena a majadería de barrio bajo; sin embargo, la acepción da para mucho en términos figurativos, tanto gramaticales como conceptuales. Para algunos, “pendejo” es parte del vocabulario popular desde la perspectiva del vulgarismo. En México, más allá de la distorsión lingüística que significa, es tomado como un grave insulto o en cierto grado, como una muestra de afecto si entre los dicentes hay una clara cercanía familiar o de amistad. Algunas definiciones de “pendejo” nos dan varias ideas que clarifican su uso e incluso, justifican su utilización en cuanto al trato hacia los políticos, principales responsables del desencuentro de la sociedad con las instituciones. No es para menos si de entrada reconocemos que dicha palabra es sinónimo de “tonto”, “estúpido”, “bobo”, “