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Angel Mario Ksheratto
@ksheratto
Casi al mismo tiempo en que el gobernador Manuel Velasco Coello, anunciaba el envío de una iniciativa de ley al Congreso del Estado para prohibir la exhibición de animales en los circos, en virtud del maltrato al que suelen ser sometidos, en el otrora llamado Parque Temático del Cañón del Sumidero —hoy denominado Amikuu, propiedad del Fondo Chiapas, organismo financiado por la Iniciativa Privada— se desató el escándalo, primero, por el mal estado de una hembra jaguar, a quien los encargados del lugar, no daban de comer adecuadamente.
Las condiciones físicas de la fiera, son deplorables. Aunque ayer trascendió que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA), habría tomado cartas en el asunto llevándose al animal para ponerlo en cuarentena, fuentes bien informadas, revelaron que solo se trató de una visita e inspección. Y que fueron autoridades del ZOOMAT “Miguel Ángel del Toro”, quienes revisaron físicamente a la jaguar, empero, por razones de presupuesto y otros factores fuera del alcance de sus manos, no trasladaron a ésta a un lugar seguro.
Lastimosamente, no solo es la hembra de jaguar la que está en esas condiciones. ¡Toda la fauna cautiva en ese lugar, está en grave riesgo de muerte! La razón: falta de presupuesto, según los directivos del lugar. Esta es la segunda parte del escándalo. En ese contexto, Manuel Badwel, uno de los encargados, alega que desde el inicio del actual sexenio, el gobierno del Estado dejó de inyectar los 20 millones de pesos que se tenían presupuestados —durante la administración de Juan Sabines— para la manutención de la fauna.
Sin embargo, es de recordar que el ahora llamado “Parque Ecoturístico Amikuu”, es propiedad privada, lo cual debería ser ilegal, pues el parque se encuentra dentro de una zona protegida y además, se supone, en terrenos federales. Propiedad de la Nación, para ser más explícitos.
El Fondo Chiapas, dueño y no concesionario, está compuesto por la Iniciativa Privada. Sus socios son el Grupo Guma (Maseca), Grupo Modelo (Cervecería), Grupo Mexicano de Desarrollo, Grupo Minsa, Grupo Turístico “Escorpión”, Banorte, HSBC, Banco Santander, Corporación Mexicana de Inversiones de Capital, Corporación Financiera Internacional y, según el protocolo, con una mínima intervención, el Gobierno de Chiapas.
¿Es creíble que tantos inversores hayan pasado por alto el cuidado de uno de los atractivos de ese parque? Se supone que son instituciones de todo crédito y confiabilidad. Ahora que menciono “crédito”, ¿por qué si tres de sus principales accionistas son bancos, la administración anterior debió desembolsar 20 millones de pesos en un proyecto particular? Hasta donde se sabe, el gobierno de Chiapas, es solamente socio solidario, no inversor.
Desde su fundación, el entonces llamado Parque Temático, tuvo sus inconvenientes; mientras a los turistas europeos, asiáticos y norteamericanos cobraban tarifas accesibles, a los locales, les cobraban el doble. El precio de una botella de agua en el interior, era excesivo y los “servicios”, ni se diga. Los lancheros, tampoco apoyaban en mucho. Los entonces administradores, querían cobrar tarifas muy por encima de lo que costaba el tradicional recorrido por el Cañón del Sumidero y querían solo dar una pequeña “comisión” a éstos.
Empezaron mal y finalmente, por insolvencia o por presiones, los del Grupo Xcaret, traspasaron la “propiedad” al Fondo Chiapas que ahora, afronta serios problemas financieros, precisamente porque lejos de mejorar el ingreso a ese Parque, lo encarecieron aún más y lo peor, decidieron dejar morir a la fauna cautiva.
Ante la indiferencia y la falta de presupuesto para mantener al Amikuu en funcionamiento apropiado, se puso la negligencia de la PROFEPA, cuyo delegado en Chiapas, no hizo absolutamente nada para proteger a los animales, pese que, según reportes, fue oportunamente informado de la grave crisis que se vivía en ese lugar.
Jorge Constantino Kanter, delegado de la PROFEPA, es, quiérase o no admitir, responsable directo de la mortandad de animales en ese improvisado zoológico particular… pero mantenido con dinero público. Según se sabe, Constantino Kanter, había enviado inspecciones y supo desde entonces que había serias anomalías, pero se negó a sancionar a Fondo Chiapas o por lo menos, a la administración de ese lugar.
Pero no solo esa dependencia tiene responsabilidad; ahí está la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas e incluso, la SAGARPA, cuyas políticas públicas establecidas, se niegan a aplicar en casos como el que ahora nos interesa. Porque no solo la fauna cautiva está en riesgo. Hay dos factores más que ponen en riesgo a la fauna libre sobre el parque del Cañón del Sumidero: los virus desarrollados en los enfermos cuerpos de los animales de Amikuu que amenazan con expandirse por toda la región y, la proliferación de jaurías de perros que están exterminando a los animales de la zona.
En esto último existe la sospecha que, ante las críticas por la matanza de perros callejeros por parte de autoridades en los municipios que rodean al Cañón del Sumidero, se determinó abandonarlos en ese lugar. Hoy, son una plaga extremadamente peligrosa.
La imagen de la hembra jaguar descolada, es estremecedora. Indigna profundamente, pues se ve que hay un desprecio arbitrario en contra de la fauna chiapaneca. Es cuando nos preguntamos si los funcionarios nombrados para ocupar cargos de protección al medio ambiente y sus recursos naturales, son los idóneos, si son capaces y si son inteligentes. Esperemos que se castigue a los responsables, sean quienes sean. Esperemos, solamente esperemos…
Tarjetero
*** A José Luis Mercado Orduña, no es la primera vez que lo corren de una plaza. Ahora lo sacaron de la Fiscalía de la zona Altos… Más bien, lo encuartelaron en las oficinas de la Procuraduría. La razón: obligaba a los Ministerios Públicos a entregarle una cuota, producto de actos de corrupción, de los ya muy conocidos en esa dependencia. Mercado Orduña es de temer. A cada cantina o prostíbulo que llegaba, imponía sus condiciones. No le cobraban consumo y servicios sexuales, amén de cobrar cuotas para dejar trabajar en paz a los dueños de esos lugares. Y no era barato; criminal que caía en sus manos, debía pagar hasta 300 mil pesos para ser liberados y no ser consignados. Ministerio Público que no cumplía esa instrucción, era acosado laboralmente. Ahora bien, ¿para qué solo rotarlo? El tipo es un delincuente. Debe ir a la cárcel. No solo mandarlo a otra plaza a donde sin duda, llegará a hacer lo mismo. Nadie debe estar por encima de la ley, se dice a cada rato. Perfecto, pero no vemos que en el caso de Mercado Orduña, se cumpla. ¿O lo harán? Estaremos muy pendientes de ese asunto. Digo, no podemos seguir tolerando delincuentes en cargos públicos. *** Luego nos leemos.
amksheratto@hotmail.com